lunes, 28 de abril de 2008

HERMANN HESSE - LA LEYENDA CHINA

HERMANN HESSE - LA LEYENDA CHINA
Esto se cuenta acerca de Meng Hsie.



Cuando supo que últimamente los artistas jóvenes se ejercitaban en colocarse
cabeza abajo, decían que para ensayar una nueva visión, inmediatamente Meng Hsie
practicó también este ejercicio. Y después de probarlo un rato declaró a sus
discípulos:
—Cuando me coloco cabeza abajo se me presenta el mundo bajo un aspecto nuevo y
más hermoso.
Esto se comentó, y los jóvenes artistas se ufanaban no poco de que el anciano
maestro hubiese respaldado así sus experimentos.
Se sabía que apenas hablaba, y que enseñaba a sus discípulos no mediante
doctrinas sino con su simple presencia y su ejemplo. Por eso sus manifestaciones
llamaban mucho la atención y se difundían por todas partes.
Poco después de que aquellas palabras suyas hubiesen hecho las delicias de los
innovadores y sorprendido e incluso indignado a muchos de los antiguos, se supo
que había hablado otra vez. Contaban que había dicho:
—Es bueno que el hombre tenga dos piernas, porque ponerse cabeza abajo no
favorece la salud. Además, cuando se incorpora el que estuvo cabeza abajo el
mundo se le representa doblemente más hermoso que antes.
Estas palabras del maestro escandalizaron a los jóvenes antipodistas, que se
sintieron
traicionados o burlados, y también a los mandarines.
—Tal día dice Meng Hsie tal cosa, y al día siguiente dice lo contrario
—comentaban los mandarines—. Es imposible que ambas sean verdaderas. ¿Quién hace
caso del anciano cuando le flaquea el entendimiento?
Algunos fueron a contarle al maestro lo que decían de él tanto los innovadores
como los mandarines. Él se limitó a reír. Y como sus seguidores le demandaran
una explicación, dijo:
—La realidad existe, pequeños míos, y ésa es incontrovertible. Verdades, en
cambio, es decir, opiniones acerca de la realidad expresadas mediante palabras,
hay muchas, y todas ellas son tan verdaderas como falsas.
Y por mucho que insistieron, los discípulos no consiguieron sacarle una palabra
mas.