martes, 27 de marzo de 2012

LA MADRE SEGUN ME FUE REVELADA - Poder Mantrico


LA MADRE
SEGÚN
ME FUE REVELADA




PREFACIO





El autor de este libro, Sri Jyotish Chandra Ray, comúnmente conocido como "Bhaiji"(el hermano mayor), era enormemente querido y reverenciado por los devotos de Sri Anandamayi Ma. Realmente, se le podría llamar el Príncipe de los Bhaktas. Quienquiera que le conociese quedaba impresionado por la acusada nobleza de su carácter, su absoluta simplicidad y su extraordinario espíritu de servicio. Gracias a su destacada pureza y modestia le fue posible alcanzar una introspección de inusual profundidad. Lo que hace que "Matri Darsham "sea tan valioso es que fue escrito por alguien dotado de un alto grado de comprensión, a quien, en efecto, Mataji se había revelado a Sí misma.
Lo que Bhaiji sentía, se puede expresar mejor con sus propias palabras:
"Aunque diminutas porciones del amplio cielo se reflejan en los estanques y los lagos, estos reflejos no pueden darnos una idea de la inmensidad del firmamento".
De modo similar es imposible apreciar la magnitud infinita del verdadero Ser de Sri Ma teniendo en cuenta lo que se ha reflejado de Su Gracia a través de este instrumento tan imperfecto". No obstante, a través de la narrativa de Bhaiji llegamos a sentir algo del Amor de Sri Ma por todos los seres sensibles, de su Sabiduría, no procedente de lecturas de libros ni de sectarismos, de su Alegría siempre radiante que no es de este mundo.
Sri J.C. Ray nació el 16 de Julio de 1880 en Chittagong y recibió allí su educación. El libro mismo dará al lector una acertada idea de los acontecimientos esenciales de la vida de Bhaiji, en tanto que conciernan a su relación con Sri Sri Ma.
En 1937, poco después de completar el manuscrito de Matri Darsham, acompañó a Sri Sri Ma y a Bholanathji en una peregrinación al monte Kailash, junto con Sri Gurupriya Devi y su padre, Swami Akhandananda. Según se aproximaban a su destino, sucedió un hecho muy notable, que nos da una idea de la verdadera estatura de Bhaiji. El y Bholanath habían ido andando a la cabeza, mientras el resto del grupo se quedaba rezagado detrás. Al llegar al Lago Mansarovar, el espíritu de la suprema renuncia embargó a Bhaiji. Lanzando sus ropas y su cordón sagrado en el lago, se adentró en las aguas heladas. Con las manos plegadas pidió a Bholanath que le abandonase para vagabundear por su cuenta en las montañas. Bholanath sin embargo no quiso escucharlo. Le mandó ponerse las ropas y esperar a Mataji. Cuando Ella llegó unas dos horas después, a sus labios acudieron espontáneamente samnyasa mantras. De esta forma tan poco común Bhaiji recibió samnyasa y fue en adelante llamado Swami Mounananda Parvat.
Por petición de Mataji, Bhaiji accedió a acompañar al grupo de vuelta a Almora. En el camino de bajada contrajo fiebres altas, y varios días después de llegar a Almora, el 18 de Agosto de 1937, Jhulan Dvadasi, murió. A lo largo de su enfermedad Mataji cuidó de Bhaiji con mucha ternura. No durmió durante las noches que pasaron juntos y sin embargo la serenidad de su semblante no se alteró. Su acostumbrada sonrisa siempre estaba allí y su presencia llenaba la habitación de paz y calma. Cuando a Bhaiji le preguntaron como sería posible dirigir el Ashram de Dehradun sin su ayuda y guía, dijo: "El trabajo no es mío sino de Sri Ma. Todo continuará bien por Su Gracia; no somos sino herramientas en Su mano."
En referencia a la muerte de Bhaiji, Bholanath escribió lo siguiente: "hasta el final mismo Jyotish estuvo consciente. Poco antes de su muerte, me dijo: "Mira, Baba, en este mundo no se puede decir que nadie sea. Solo Sri Sri Ma es real. "Después de cantar "Ma, Ma, y "Om", llamó a H. y le dijo "Escucha, solo somos uno. Ma y yo somos uno, Pitaji y yo somos uno." Entonces fijando la mirada en Mataji y pronunciando "Ma, Ma,", dio lentamente su último suspiro.
Antes de salir para el Monte Kailash, Bhaiji había dejado el manuscrito en bengalí de Matri Darshan con el traductor. Era deseo expreso de Bhaiji que el libro fuese publicado simultáneamente en bengalí, hindi e inglés. Sin embargo su inesperada muerte trastocó todos los planes. El original bengalí se publicó primero en 1937, poco después de su muerte. La traducción hindi no apareció hasta 1951 y la inglesa hasta 1952. Bhaiji fue el primero en dar a conocer al mundo algo del incomparable Lila de Sri Anandamayi Ma. Buscadores de todo el mundo han expresado su aprecio y profunda gratitud a Bhaiji por esta obra de amor.
13 de Agosto de 1962, 25 aniversario de Bhaiji´s Mahasamadhi.




















































La Madre según me fue Revelada

INTRODUCCIÓN



Escribir una biografía de Sri Sri Anandamayi Ma o atraer la atención del mundo hacia Sus poderes infinitos no es el objetivo de este débil intento por mi parte. En este pequeño esbozo, he descrito únicamente unos pocos hechos de mi propia experiencia directa para mostrar cómo Ella abrió una fuente de vida en mi casi desecada alma. Todas las faltas que aparezcan en este trabajo son achacables a mis propias limitaciones personales por las que imploro sinceramente Su perdón.
Perdí a mi madre cuando no era más que un muchachillo. He escuchado a mis parientes decir que mis ojos solían empañarse de lágrimas cuando oía a los niños balbucear "Ma, Ma"; y que tranquilizaba mi corazón echándome en el suelo, llorando en silencio.
Mi padre era una persona piadosa. Durante mi temprana infancia el profundo espíritu religioso de su vida implantó en mi semillas de aspiración divina . En 1908 fui iniciado por el Gurú de nuestra familia en Sakthi mantra. Consecuentemente, tuve que rendir culto a la Divina Madre. Cuando pude expresar efusivamente todo mi fervor devocional con "Ma, Ma", durante mi tiempo de oración, encontré gran alivio y felicidad. Incluso entonces apenas podía darme cuenta que La Madre es la fuente - origen de la suprema alegría y felicidad para todos los seres vivos. Había en mi un deseo arrollador de encontrar a una Madre Viva, quien con sus miradas amorosas, pudiese transformar mi alma tempestuosa. Me dirigí a muchas personas piadosas y estaba tan desesperado como para consultar a los astrólogos en busca de una respuesta a mi duda: "¿Tendré la buena fortuna de encontrar a semejante Madre?" Todos me daban muchas esperanzas.
Con ese objetivo en mente, visité muchos santos lugares y tuve la oportunidad de encontrar a numerosas personalidades espirituales; pero ninguna satisfacía mi deseo.
Trabajé en una oficina del gobierno en Calcuta. Fue transferida a Dacca en 1918 y fui enviado allí. A finales de 1924 me enteré de que Mataji llevaba viviendo unos meses en Shahbag cerca de la ciudad, guardando silencio durante mucho tiempo, siempre sentada en alguna postura yóguica. En raras ocasiones dibujaba una línea en el suelo alrededor de Su asiento y mantenía breves conversaciones con gente después de recitar algunos mantras o textos sagrados.
Una mañana fui allí con espíritu orador y tuve bastante suerte de poder ver a Mataji por cortesía de Su marido, a quien la gente se dirigía como Pitaji o Padre. Mi corazón se estremeció al ver Su serena postura yóguica junto a toda la modestia y gracia de una muchacha recién casada. En seguida inundó mi mente la idea de que la Persona que mi corazón había añorado todos esos años, y por cuya búsqueda había viajado a tantos lugares sagrados, se encontraba revelada ante mi.
Todo mi ser quedó inundado de gozo y cada fibra de mi cuerpo bailaba en éxtasis. Me sentí impulsado a lanzarme y postrarme a Sus pies gritando entre lágrimas "¿Ma, por qué me has mantenido apartado de ti todos estos larguísimos años?".
Después de un rato, le pregunté: "¿Tengo alguna posibilidad de elevarme espiritualmente?" Ella contestó: "Tu apetito por las cosas espirituales todavía no es suficientemente grande". Había ido con un montón de pensamientos que luchaban por expresarse, pero todos fueron acallados bajo el hechizo de Su gracia tranquilizadora. Me senté allí estupefacto y mudo. Ma, tampoco dijo ni una sola palabra. Poco después, me incliné ante Ella y me marché. No pude tocar Sus pies aunque tenía un gran deseo de hacerlo. No fue por temor o delicadeza; algún poder misterioso me alejó de Su presencia.
Durante mucho tiempo después no fui a Shahbag. Pensaba de la siguiente manera:
"Mientras no me atrajese hacia Sí como si fuera mi propia Madre, apartando Su velo ¿Cómo podría rendirme a sus pies? Había un gran conflicto dentro de mi. Un intenso deseo de verla y un agudo dolor por su frialdad. Ambos eran igualmente fuertes y opuestos entre sí. Parecía que ninguna forma de acercamiento era posible. Entre tanto solía ir al templo Sikh colindante, y situado de pie junto a la pared del jardín miraba a la Madre desde la distancia de manera que nadie pudiese advertirlo. Durante aquellos días de indecisión, analizaba los movimientos de mi mente y a menudo me preguntaba: "¿A dónde irán a parar las cosas?".
Pero no tenía fuerza para tomar una decisión. A menudo recibía todo tipo de noticias sobre Mataji y escuchaba con atención todas las historias sobre Su Lila. De esta guisa pasé siete meses entre el estruendo y el bullicio de la vida diaria. Un día traje a Mataji a mi casa. Una intensa alegría conmovió a mi ser por entero al encontrármela después de tanto tiempo. Pero mi felicidad duró poco. Cuando estaba apunto de marcharse, me incliné para tocar Sus pies, pero los apartó. Me sentí como traspasado por un repentino dolor. Entonces intenté aliviar las punzadas de la lucha que había en mi corazón leyendo varios libros sobre religión. Me decidí a publicar un pequeño libro sobre religión y prácticas religiosas. El libro fue escrito y publicado bajo el título, "Sadhana" y le envié una copia a Ma a través de Sj. Bhupendra Narayan Das Gupta. Ella le dijo secamente: "Pídele al autor que venga a verme."
Al recibir esta llamada de la Madre, fui a Shahbag una mañana. Me encontré con que el silencio que había observado durante los últimos tres años había concluido. Vino y se sentó cerca de mi. Le leí el libro completo y después de escuchar su contenido, dijo "Debido a los tres años de silencio, las cuerdas vocales no me funcionan adecuadamente: y sin embargo las palabras se esfuerzan en salir de mi boca hoy. Tu libro es bastante bueno. Intenta desarrollar aún más la pureza de pensamiento y acción."
Durante aquella entrevista con Ella, Pitaji estaba presente. Comencé a sentir que un nuevo mundo se estaba abriendo ante mi y que estaba sentado como si fuese un niño delante de sus padres.
Desde entonces acostumbré a ir a Shahbag frecuentemente. Solicité a mi esposa que fuese a ver a Mataji con algunas ofrendas. En esa época Shrî Ma solía ponerse un anillo dorado en la nariz. Mi esposa le llevó como regalos a Sri Ma, un gran plato de plata, algo de requesón, flores, pasta de sándalo y un anillo de diamante para la nariz y con gran regocijo y respeto se los ofreció a Sus pies.
Después se supo que por entonces Mataji comía en el suelo raso y no utilizaba ninguna clase de plato. Así que Pitaji le había dicho en una ocasión con gran disgusto: "No tomas la comida en platos de latón o bronce. ¿Comerás entonces en un plato de plata?" Ma se río y dijo: "Sí; pero no hables a nadie sobre esto en los próximos tres meses y por favor tampoco hagas tu ningún intento de procurarme platos de plata." Pues bien, antes de que hubiesen transcurrido los tres meses se le entregó el plato de plata como he mencionado anteriormente.
Un día me dijo Mataji: "Recuerda, tu eres realmente un Brahmán; y hay un sutil y cercano lazo espiritual entre este cuerpo y tú." Desde aquel mismo día intenté conservar mi cuerpo puro en todos los sentidos.
Supe por varias fuentes que muchos de los devotos de Sri Ma habían sido lo bastante afortunados como para encontrar imágenes de varios dioses y diosas revelados en Su cuerpo. Pero como yo veía con mis propios ojos en Su vida cotidiana manifestaciones de grandes poderes sobrenaturales, no me preocupaba de buscar alguna revelación en especial. Mi humilde aspiración era que si podía modelar mi vida siguiendo los ideales de paciencia y serenidad en Ella siempre manifiestos, sería más que suficiente para mi.
Y aún así, el impulso natural del hombre por ver alguna fenomenización material de poderes divinos en la vida humana, me inspiró a preguntar un día en que la encontré sola: "Madre, se lo ruego, dígame, ¿Qué es usted en realidad?" Se rió sonoramente y dijo con afecto: "¿Cómo han podido semejantes interrogantes infantiles despertarse en tu corazón? Las visiones de dioses y diosas aparecen de acuerdo con las disposiciones heredadas por cada uno (samskaras). Soy lo que era y lo que seré; soy aquello que tu concibas, pienses o digas. Pero es un hecho supremo que este cuerpo no ha venido al ser a recoger los frutos del karma pasado. ¿Por qué no lo tomas como que este cuerpo es el envoltorio material de todas tus aspiraciones e ideas. Todos lo habéis deseado y ahora lo tenéis. Así que, juega con esta muñeca durante un tiempo. Más preguntas quedarían sin fruto." Yo dije: "Estas palabras suyas, Ma, no satisfacen mis anhelos." Al escuchar esto, habló con ligera vehemencia: "Dime, dime, ¿qué más deseas?, e inmediatamente una explosión deslumbrante de luz celestial resplandeció en su cara. Me quedé mudo de temor y asombro. Todas mis dudas se tranquilizaron.
Unos quince días después, fui a Shahbag una mañana y encontré la puerta de la habitación de Mataji cerrada. Me senté delante de ella a 25 o 30 cm de distancia. La puerta se abrió de repente del todo. Encontré para mi desconcierto la figura de una diosa divinamente bella tan genialmente resplandeciente como el sol al ponerse, iluminando en su totalidad el interior de la habitación. En un abrir y cerrar de ojos se retiró toda la irradiación del interior de Su cuerpo y Mataji estaba allí, de pie y sonriendo en su forma habitual.
En un segundo, la visión completa había desaparecido como por obra de una magia sobrenatural. Me parecía que me había caído del país de los sueños. Recordé en seguida que Sri Ma se había revelado a Sí misma en respuesta a lo que le había dicho hacía unos días. Comencé a recitar un himno y le recé "Sea yo un hijo digno de vos, digno de ser bendecido con toda vuestra maternal munificencia y gracia."
Después de un rato Mataji avanzó hacia mi. Cogió una flor y unas pocas hojas de hierba de durba y las colocó sobre mi cabeza, al tiempo que yo caía a sus pies.
Me volví loco de alegría. Los días que se van no vuelven nunca ¡Cómo desearía que retornase aquel bendito momento!
Desde aquella vez se fue enraizando en mi mente una profunda convicción de que ella no era solamente mi madre sino la Madre del universo. Regresé a casa. Tan pronto como me sosegué, destelló en mi mente la misma imagen luminosa de Mataji y me rodaron lágrimas por las mejillas. Desde aquel mismo día Su gracia obró tal cambio en mi y de modo tan natural que Su figura ocupó el lugar de la diosa a la que había estado venerando aquellos dieciocho años, desde mi iniciación en mi temprana juventud. Este cambio a veces creaba algunas dudas en mi mente acerca de si seguía el camino correcto o no. Pero a los pocos días Sri Ma ocupó Su legítimo lugar en mi alma, poseyéndola por completo.
Sri Anandamayi Ma (Su nombre original era Nirmala Sundari Devi) nació en el pueblo de Kheora, Distrito de Tipperah, en el 1318 de Saka Era, ( el 30 de abril de 1896), en las tempranas horas de un viernes, una hora y doce minutos antes del amanecer. Recientemente se ha sabido el lugar de su nacimiento. Cuando fue a Kheora el 17 de Mayo de 1937, presionada por sus devotos indicó el sitio exacto donde Su cuerpo tocó el suelo la primera vez. Su padre Bepin Behari Bhattacharji era descendiente de la conocida familia bramana Kashyapa del pueblo de Vidyakut en el mismo distrito. Pasó la primera parte de su vida en casa de su tío materno. Tanto el padre como la madre de Sri Ma, Sm. Mokshada Sundari Devi, tenían naturalezas muy amables y cariñosas. Su devoción hacia Dios, su simplicidad y el nivel de vida social eran casi ideales. La casa materna de Mataji en Sultanpur, Tipperah, tuvo un estatus social muy alto durante generaciones. Había muchos pandits cultos y devotos en la familia. Se relata que una piadosa mujer de la misma familia montó la pira funeraria de su marido cantando himnos alegremente. Sri Sri Ma se casó con Srijut Ramani Mohan Chakravarti del pueblo de Atpara de Vikrampur cuando contaba tan solo doce años y diez meses de edad. El pertenecía a la conocida familia bramana Bharadwaj de ese pueblo. Dedicó su vida al bienestar de los demás. Más tarde se le conoció como Bholanath, Rama Pagla o Pitaji.
La primera parte de la vida de Sri Ma pasó inadvertida en los pueblos de Kheora y Sultanpur. Después de su casamiento pasó algún tiempo en Sripur y Narundi, donde trabajaba el hermano mayor de Bholanath; también pasó algunos meses en el hogar de su marido en Atpara. Antes de venir a Dacca, permaneció unos tres años en Vidyakut y unos seis años (1918-1924) en Bajitpur con Bholanath.
En Astagram se manifestó por primera vez de forma prominente el gusto de Mataji por la música religiosa. En Bajitpur esa disposición de ánimo solo fue advertida a veces, pero el tono dominante de Su mente durante ese periodo era la expresión natural del simbolismo mántrico y de las prácticas yóguicas. Cuando vino a Shahbag, en Dacca, en 1924, su estado de quietud y silencio continuó. La intensa paz y la piedad se convirtieron en la característica omnipresente de Su vida. Es imposible expresar en palabras una idea de la profundidad de ese estado. ¡Qué interacción de estados y expresiones divinas llegaron a manifestarse en todas las formas de Su vida durante este periodo!
En aquella época los devotos comenzaron a congregarse alrededor de ella. Muchos de ellos participaron en el culto, canciones devocionales y ritos sacrificiales. Es difícil describir como sus almas llegaban a impregnarse de una tranquila felicidad en Su presencia. Todo el mundo se dirigía a Ella como "Madre del jardín de Shahbag"y expresaban su deleite, diciendo que nunca en todas sus vidas habían disfrutado de una riqueza tal como la de la gracia de Sri Ma.
Mientras estaba en Bajitpur, Ella tenía presente en la mente la historia completa del templo de Siddhesvari Kali en Dacca.
Durante su residencia en Shahbag, el difunto Rai Bahadur Pran Gopal Mukherji era Director General de Correos en Dacca. El y Sri Baul Chandra Basak encontraron medios para llevar a cabo la conservación del templo de Siddhesvari.
La primera vez que conocí a Sri Sri Ma, me dio una indicación, diciendo:
"Tu sed por las cosas espirituales no es suficientemente fuerte." Pero para alguien agitado por la confusión de los deseos mundanos, tal ansia por una vida más elevada no era posible, a no ser que uno pudiese aprender a dirigir hacia Sus pies todas las incontroladas olas de emociones e impulsos. Siempre rezaba silenciosamente y en secreto en mi corazón. "Oh Madre, te manifiestas como hambre en cada ser; despierta en mi un hambre real por las cosas inmutables e imperecederas."
A continuación se narra como Mataji, en Su infinita misericordia, dirigió mi disposición siempre fluctuante hacia Su omnipresente presencia:
1. Una noche iba y venía sobre el balcón abierto de mi casa; había un resplandor de luz de luna sobre todos los objetos que me rodeaban. Percibí algo de movimiento a mi lado y me volví. Para mi asombro encontré una imagen de Sri Ma deslizándose a la par mía. Llevaba puesta una camisa roja y un sari con una serie de finas líneas rojas en el borde. Esto me hizo dudar de la exactitud de mi visión. Sin embargo cuando fui a verla temprano al siguiente día por la mañana. La encontré vestida exactamente como la había visto la noche anterior. Me dijeron que un devoto había venido al Ashram después de haberme marchado, y le hizo ponerse esa ropa. Cuando le conté a Mataji mi visión, dijo del modo más natural: "Fui a ver lo que estabas haciendo."
2. Un día Sri Ma vino a mi casa y estaba conversando con nosotros en la primera planta; justo entonces llegó un automóvil para llevársela a otro sitio. Yo no sabía que esto había sido dispuesto previamente. Mataji se preparó para salir, pero sentí una gran angustia al ver que abandonaba mi casa después de una visita tan corta. Con el corazón apenado bajé las escaleras para verla partir. Se montó en el coche pero éste no se movió aunque el conductor lo había arrancado. Ella me miraba, Su cara brillando con una risa afable. Cuando todos los intentos del conductor por mover el coche resultaron inútiles, se trajo un coche de alquiler para Ella. Era penoso pensar que Sri Ma tuviese que irse en un coche alquilado cuando había un coche listo. Justamente en ese momento el coche comenzó a moverse para mi sorpresa y alegría y Sri Ma se fue.
3. La presión de las multitudes en Shahbag aumentaba día a día, según Mataji llegaba a oídos de la gente. En una ocasión no pude verla durante cuatro días. La mañana del quinto día decidí ir a verla, pero cambié de opinión. Me senté desesperado en mi habitación. Para mi sorpresa vi la imagen entera de Ma apareciendo sobre la pared de enfrente como si fuese un fotograma de cine. Parecía bastante triste. Al volverme, encontré a Sj. Amulyaratan Chowdhury de pie junto a mi silla. Dijo: "Mataji ha enviado un carruaje para llevarte junto a Ella ". Cuando llegué al jardín de Shahbag, Sri Ma dijo "He advertido tu desasosiego durante estos últimos días. La paz y la tranquilidad no pueden llegar a no ser que haya un desasosiego para empezar. Deberías encender el fuego por cualquier método, sea con mantequilla refinada o madera de sándalo o incluso paja. Una vez está encendido, el fuego perdura; todas las preocupaciones, oscuridades y pesimismos desaparecen gradualmente. Reducirá a cenizas todos los obstáculos. Sabes, una chispa es suficiente para empezar una conflagración, reduciendo cientos de casas e incluso palacios a brasas."
4. A mediodía en la oficina o a media noche en mi habitación, cuando un deseo muy fuerte de ver a Sri Ma me ponía intranquilo, se me aparecía en muchas ocasiones y enseguida me decía "Me llamaste y he venido."
5. Una tarde, cuando regresé de mi oficina, me dijeron que una persona desconocida había dejado un pescado grande en mi casa, diciendo que volvería en breve. Pero no se presentó nadie. El pescado estaba sobre el suelo. Al anochecer y no aparecer nadie, lo fui cortado en trozos y se lo envié a la Madre en Shahbag. A la mañana siguiente cuando fui allí, Pitaji me dijo: "Tu Madre me dijo la pasada noche "Mira aquí, Jyotish es mi Dios"". Al preguntar supe que la mañana anterior unas pocas personas recibieron prasada de Ma; pero cuando por la noche muchas personas participaron en el kirtana, todos ellos deseaban tener Su prasada, pero no había surtido de provisiones. Justo a la hora en que Mataji estaba preparando especias, condimentos para cocinar, mi sirviente Khagen llegó con el pescado y otros artículos necesarios. Esto le hizo exclamar las palabras que Pitaji manifestó. "Me quedé sorprendido", añadió Bholanath "Al escuchar como un desconocido había traído un pescado a tu casa y como fue enviado con otras cosas indispensables para satisfacer el clamor de los devotos por el prasada de Ma." Tales incidentes fueron numerosos. En Shahbag, un hombre solicitó prasada de Sri Ma, pero no había nada disponible allí en ese momento. Justo entonces me embargó un deseo de enviar frutas y dulces. Cuando mi hombre llegó con las cosas, se encontró con que, al parecer, Mataji las estaba esperando.
6. Una noche sobre las 3 a.m., estaba sentado en mi cama bastante despierto. Me vino a la mente la imagen de que Sri Ma estaba durmiendo con Su cabeza en dirección opuesta a la que lo solía hacer. Al amanecer cuando fui a verla, la encontré en esa misma posición. Al preguntar supe que la Madre había salido a las 3 a.m.. y al regresar cambió su postura de dormir. A menudo sucedía que desde mi propia habitación o desde mi escritorio en la oficina podía ver claramente lo que Sri Ma estaba haciendo en Su casa. Esto sucedía sin ningún esfuerzo de mi voluntad; a veces tales imágenes se cruzaban repentinamente por mi cabeza sin que nunca pensase sobre ellas. Bhupen solía ir a Shahbag a diario y pude comprobar la veracidad de mis visiones a través de él. Apenas había discrepancia. Mataji me decía a menudo: "Tu verdadera casa está en Shahbag, solo vas a tu propia casa por darte un paseo."
7. Un mediodía estaba ocupado en mi escritorio. Bhupen vino y me dijo: "Mataji te pide que vayas a Shahbag. La he informado que el Director de Agricultura estará ausente de la oficina hoy en cumplimiento de su permiso; pero la Madre respondió: "Debes llevarle este mensaje a Jyotish, deja que él haga lo que considere más apropiado."
Sin dudarlo un momento dejé todos los papeles desparramados sobre mi mesa, y sin informar a nadie de la oficina, salí para Shahbag. Cuando llegué allí, Sri Ma dijo "Vayamos al Ashram de Siddhesvari." Acompañé a Mataji y Pitaji. Había una pequeña oquedad exactamente donde ahora se alzan un pequeño pilar y un Shiva Lingam. La Madre se sentó en la oquedad y Su cara resplandecía con una sonrisa radiante, rebosando felicidad. Exclamé ante Pitaji: "Desde hoy llamaremos a Ma con el nombre de Anandamayi." El dijo en seguida: "Sí, ¡que así sea!" Ella me miró con la mirada fija sin decir una palabra.
Cuando estábamos a punto de volver a las 5-30 p.m., Ella preguntó: "Has estado todo el rato tan lleno de júbilo, ¿Cómo puede ser que ahora estés tan pálido? Contesté, que el pensamiento de ir a casa me había recordado el trabajo inacabado en la oficina. Ella dijo "No hace falta que te preocupes de ello." Al día siguiente cuando fui a la oficina, el Director no dijo nada sobre mi ausencia el día de antes.
Le pregunté a Mataji por qué me había llamado tan inesperadamente el día anterior. Dijo: "Para probar cuánto has adelantado durante estos meses." Añadió con una sonrisa afable: "Si no hubieses venido, ¿quién habría dado un nombre a este cuerpo?"
8. En una ocasión Su Excelencia el Gobernador de Bengala vino a Dacca. El Director me pidió que acudiese a la oficina a las 9-30 a.m., ya que él iba a visitar al Gobernador. Le prometí que lo haría. A la mañana siguiente regresé tarde de Shahbag y cuando entré en la oficina eran las 9-50 a.m. Estaba un poco nervioso de lo que pasaría con mi jefe. Mientras pensaba en el asunto me telefoneó desde su bungalow para decirme que su coche se había estropeado, que sentía haberme causado molestias y que iría a la casa del Gobernador a las 11 a.m.
Cuando Sri Ma oyó la historia, dijo entre risas: "¿Esto es nuevo para ti? El otro día estropeaste el engranaje del coche en el que me iba a marchar."
9. En una ocasión Mataji vino a nuestra casa. En el curso de nuestra charla dije accidentalmente: "Parece, Ma, que para ti frío y calor sean lo mismo. ¿Si te cayese sobre el pie un carbón ardiendo, no sentirías dolor?" Replicó: "Compruébalo pues." No insistí más en ese punto.
A los pocos días, retomando el hilo de nuestra conversación previa, Sri Ma se colocó un trozo de carbón ardiendo sobre Su pie. Le salió una profunda llaga. Durante un mes no se curó. Me sentí muy compungido por la sugerencia tan tonta que había tenido. Un día la encontré sentada sobre la veranda con las piernas estiradas, la mirada fija en el cielo. En la llaga se había concentrado algo de pus. Me postré a Sus pies y le lamí el pus con la lengua y los labios. Desde el día siguiente la llaga comenzó a curarse.
Le pregunté a Mataji que cómo se había sentido cuando el carbón encendido estaba quemándole la carne. Dijo en respuesta: "No fui consciente de ningún dolor. No parecía otra cosa que diversión; contemplé con gran alegría lo que el pobre carbón estaba haciéndole a mi pie y observé que al principio se empezó a quemar un poco de pelo, luego la piel. Olía a quemado y el carbón se fue gradualmente apagando después de hacer su trabajo. Cuando más tarde se formó una llaga, ésta continuó su curso, pero tan pronto como se despertó en ti un fuerte deseo de que la herida se curase hubo un giro repentino para mejor."
10. Era el mes de Magh, a mediados del invierno, con un frío penetrante. Temprano al amanecer, me encontraba andando descalzo con Sri Ma sobre los campos de hierba de Ramna, mojados por el rocío. Divisé en la distancia a un grupo de mujeres que se dirigían hacia nosotros. Pensé que tan pronto llegasen se llevarían a Ma al Ashram de Ramna. Según se me pasaban estos pensamientos por la cabeza, el campo entero quedó cubierto de una niebla muy espesa y no se podía ver a las mujeres. Después de unas tres horas, cuando regresamos al Ashram, oímos que el grupo de mujeres se había cansado intentando encontrarnos y se vieron obligadas a regresar decepcionadas. Los campos eran muy grandes. Cuando informé a Sri Ma de mis pensamientos, dijo; "Tu fuerte deseo fue satisfecho."
11. En una ocasión Mataji sufría un fuerte resfriado con tos.
Encontrándola bastante mal, le rogué con trémula y suplicante voz:
"Ma, ¡que se te restablezca pronto la salud!". Me miró fijamente y dijo con una sonrisa: "A partir de mañana estaré bien." Y así fue.
12. Una mañana encontré a Mataji con fiebre. Regresé a mi casa y por la noche recé fervientemente para que su fiebre pasase a mi cuerpo. Al empezar el día tuve fiebre y dolor de cabeza. Cuando fui a ver a Ma por la mañana como solía hacer, en seguida me dijo "Estoy bien pero tu tienes fiebre. Vuelve a tu casa, toma un baño y come tu comida habitual." Así lo hice y por la tarde estaba bien. Sri Ma siempre dice "Con la fuerza de la concentración pura todo es posible."
13. Llegó a mis manos un libro llamado Sadhu Jivani (Vidas de Santos). Allí encontré esta frase: "Él ( un sadhu ) solía aconsejar a sus devotos que siempre le diesen comida buena a los pobres." Escribí la siguiente nota al margen: "Dar solo comida no satisface al alma humana ". Este libro le fue llevado a Sri Ma a Shahbag y uno de sus devotos leyó en voz alta mi comentario. Ma no dijo nada. A los pocos días fui a Shahbag una mañana bastante temprano. Justo entonces un hombre que parecía que tenía un ataque de locura, vino y me dijo "Dame algo de comer o moriré de hambre." Mataji buscó en la despensa y le dio al hombre lo que pudo recoger aquella vez. Quiso agua para beber y Mataji me indicó que se la diese. Me enteré que el hombre era musulmán, había ayunado durante tres días y había entrado en el Ashram escalando la cerca. Mataji me dijo que había venido a enseñarme la importancia de dar de comer y beber a quien lo necesita. Cada cosa tiene su lugar y momento adecuado. Nada se pierde en la divina economía del mundo.
14. Un día le dije a Sri Ma: "Ma, todos estos días surgen en mi interior sonidos mántricos en una oleada continua. Durante el día y también al caer la noche la corriente de sonido brota naturalmente de mi corazón como un chorro que saliese a borbotones de una fuente." Al decirlo, un ligero matiz de satisfacción personal quedó escondido en el interior más recóndito de mi corazón. Ma me miró en silencio. Cuando llegué a casa, el sonido cesó y a pesar de mis mejores esfuerzos, no pude reavivarlo. Transcurrió el día y la noche avanzaba pero la corriente jubilosa de melodía mántrica no pudo ser restaurada. A la mañana siguiente solicité a Bhupen que informase a la Madre sobre mi triste condición. Bhupen se la encontró de camino mientras se dirigía a casa de un devoto en un carruaje. Comenzó a reírse. Eran las 10 a.m. Justo en ese momento sentí que la corriente atascada comenzaba a fluir con su cadencia anterior. Después supe por Bhupen a qué hora se había encontrado con Sri Ma. En conexión con esto la escucharon comentar que el más pequeño matiz de yoidad retrasa el propio progreso espiritual.
15. A continuación doy otro caso de la prontitud con la que la influencia benigna de Sri Ma ayuda al crecimiento de nuestra vida interior. Es una pena que dejemos de reconocer su valor y no lo utilicemos para nuestra elevación espiritual. Cuando pasa el primer entusiasmo, recaemos en nuestra condición anterior.
En una ocasión Sri Ma dijo entre risas: "Cuando se cantan los nombres divinos o mantras, la mente se purifica gradualmente, se despierta el amor y la reverencia por el Ser Supremo y los pensamientos se vuelven sutiles y refinados. Entonces se empieza a caer en la cuenta de vislumbrar planos más altos de la existencia lo cual favorece la elevación."
El día que escuché estas palabras, me senté en una esquina solitaria de la casa para la oración de la noche: para mi sorpresa experimenté un nuevo regocijo debido al flujo de nombres divinos. Continuaron sin pausa; llegó el sueño y tan pronto como me desperté las jubilosas vibraciones estremecieron mi ser una vez más. Al día siguiente la misma racha regocijante continuó en voz baja durante la presión de la rutina de la oficina. Al anochecer, cuando dispuse mi mente para la oración, la felicidad de la noche anterior llenaba mi corazón, así que no tenía ninguna inclinación a dormir en absoluto; al caer la noche el flujo era tan intenso que pensé que me sentiría aliviado si hubiese una pausa. Pero continuó con su propio ímpetu.
Nunca había practicado sentarme en la postura de Gomukhi. En las horas tempranas de la mañana, antes del amanecer, me encontré a mi mismo haciendo esa postura. Durante esas horas mi cuerpo y mi mente estaban inmersos en un mar de inexpresable alegría. Las lágrimas brotaron de mis ojos sin parar. En un rato de meditación, pasé todo el tiempo inmóvil y estuve completamente absorto.
16. Una mañana, en aquellos tempranos días de auto-renuncia me senté en silencio. Mi corazón estaba embargado de una profunda emoción por la divina gracia de Ma. Cobró forma una canción bengalí cuya traducción doy en la siguiente hoja:
Que Tu veneración, Tus himnos de alabanza
sean al eterno solaz de mi vida;
Que mi vida rebose de canciones
en adoración a Ti, pensamientos de Tu divina gracia.
No pediré favor alguno
Ni diré ninguna palabra; únicamente me postraré a
Tus pies con lágrimas de felicidad.
Me desplazaré en Tu infinita extensión celestial
esparciendo canciones como flores que representen Tu gloria.
Me impregnaré de Tu felicidad, cantando Tus sagrados nombres
Y enviando sus ecos a través del Universo.
Todas mis acciones, todos mis pensamientos religiosos son Tu
Adoración
Oh Madre, dame bhakti, una fe firme, de forma que pueda
Hacer de Tus pies el ancla de esperanza de mi vida.
A esta canción le di el título de "La canción de un tipo loco" y le envié una copia impresa de la misma a Sri Ma. Después escuché que cuando le llegó, estaba cortando y podando con una podadera una calabaza para la cocina. Mientras le recitaban la canción, se le cayó la calabaza de las manos y se sentó inmóvil durante un tiempo. Cuando me la encontré después, dijo: "El mundo es la encarnación de bhava, (el Amor divino.) Todas las cosas creadas son su expresión material. Si alguna vez puedes despertarte a ese Amor divino, verás en todos los sitios del Universo el juego del Uno. Aislándose de ese Amor divino el hombre va a tientas y pierde el verdadero sentido de la vida.
Unos días más tarde estábamos todos sentados en el Ashram de Siddhesvari, cuando Sri Ma dijo: "Canta esa canción tuya que lleva el título de "Paglar Gan ". Hacía tiempo que había abandonado la práctica de cantar canciones; además, había mucha gente presente y dudé. Mataji se rió, diciendo: "Solamente has compuesto una canción de un tipo loco, pero no estás lo suficientemente loco para ignorar las críticas del mundo."
Estas palabras se hundieron profundamente en mi alma y con el corazón tembloroso y la voz trémula canté.
Compuse muchas canciones del estilo y se las ofrecí a Sus pies. Expresó su deleite hacia algunas, y otras las dejo de lado con una aprobación muda. Hubo muchas ocasiones en las que Sri Ma estaba lejos de Dacca y las canciones brotaron de mi corazón durante mis oraciones nocturnas o durante largas meditaciones a media noche. Podía ver la figura de Mataji de pie ante mi, inmóvil y asistiendo a mi arrobamiento. Cuando regresó a Dacca después de viajar por distintos lugares, me pidió que repitiese canciones concretas que había cantado en diferentes ocasiones en mi propia habitación. Era realmente extraño que pudiese nombrar incluso aquellas canciones que no le habían sido presentadas en forma alguna antes.
Mi intenso anhelo de estar a Su lado, a veces me transportaba por el aire hacia el infinito. Durante esta etapa las pocas canciones que compuse fueron publicadas en un volumen bajo el título "A Tus Sagrados Pies ".
Además de estos, fueron ilimitadas las canciones, poemas y pequeños apuntes que escribí sobre Sri Ma pero que rompí más tarde. Cuando Ella escuchó hablar de ello, dijo: "No solamente en esta vida sino también en muchos de tus nacimientos anteriores, ni se sabe la cantidad de himnos semejantes que para mi has compuesto y destruido. Pero has de saber a ciencia cierta que, por todo este montón de desechos, esta es tu última vida sobre la tierra."
Inspirado en el omni-abarcador amor de Mataji, se encendió en mi una aspiración por la Vida Divina, pero mis sentidos buscaron los placeres ordinarios en vez de alimentos espirituales vigorizantes más elevados y refinados. En cierto tratado Vaishnava leemos: "El hombre que añora los objetos materiales de los sentidos para satisfacción de la lengua, el estómago o el sexo, no podrá encontrar al Dios Krishna."
Ese era mi caso. La ilimitada gracia y afecto de Sri Ma no pudieron mantenerme firme a Sus pies en todos los momentos de mi vida y en todos mis pensamientos. En efecto, es difícil para un hombre atrapado en las trampas de la ilusión ( avidya ) encontrar un refugio permanente de paz en lo Divino.
Un día le dije a Mataji: "Hasta una piedra se habría convertido en oro con un toque tan santificado como el tuyo, pero mi vida ha demostrado ser un triste fracaso".
Me respondió: "Aquello que tarda mucho tiempo en llegar a ser, madura en una belleza perdurable después de un igualmente prolongado periodo de desarrollo. ¿Por qué te preocupas tanto de ello? Agárrete bien a la mano que te guía como un niño confiado." Escuché sus aleccionadoras palabras de ánimo con todo mi afán, y aún así sentí una sequedad abrasadora afectando cada fibra de mi ser. Abajo cito un ejemplo para mostrar cómo Su penetrante visión mantenía vigilancia sobre mis conflictos.
Cuando, bajo el impulso de una profunda devoción comencé a buscar Su presencia a diario, los hombres no querían a quien difamaba indignamente mi conducta. Sus reflexiones me volvieron dubitativo y comencé a sentir que acercarme a esta o aquella persona para la propia elevación espiritual no era sino una debilidad humana común.
Dejé de visitar a Sri Ma, ya que mi mente vacilaba bajo la influencia de la crítica. Decidí leer el Yoga Vashishta y mejorar mi vida interior mediante el cultivo del intelecto. Durante siete u ocho días me dediqué a estudiar atentamente el libro.
Una tarde, cuando estaba descansando en mi casa, mi sirviente me informó que un Brahman anciano deseaba verme sólo durante cinco minutos. Me encontré con él. Me dijo que había ido a las casas de mis amigos Niranjan Roy y del Dr. Sasanka Mohan Mukherji, pero no pudo encontrarse con ellos. Por eso había venido a molestarme. Añadió: "He oído que eres un gran devoto de Sri Anandamayi Ma. ¿Serías tan amable de decirme cómo es Ella y cuáles son sus cualidades especiales? Ante estas palabras me senté estupefacto, las lágrimas apresurándose a mis ojos. Habló de nuevo: "He recibido una respuesta a mis interrogantes; pero, por favor, dime por qué tienes lágrimas en los ojos."
"He estado ocupado estos días con otros asuntos," respondí, "renunciando a todo pensamiento de Sri Ma y has elegido venir a mi para indagar sobre Ella. He de bajar la cabeza de vergüenza y arrepentimiento. ¡Qué maravillosos son los caminos de Ma! Fue a través de Su propia influencia que fuiste conducido hacia mi justo a tiempo de devolverme a mi mejor yo. ¡Por esto, desde luego estoy endeudado contigo!"
El me dijo: "Por favor llévame a Sri Ma." Después de conocerla, dijo "Yo también perdí a mi madre hace mucho tiempo, pero tan pronto conocí a Mataji, la pena de la muerte de mi madre se desvaneció por completo."
Le narré a Ma todo lo que se me había pasado por la mente y lloré a sus pies. Comenzó a reírse y dijo: "Estos días a no ser que a uno se le fuerce a avanzar por determinado camino, no se puede proseguir."


PODER MANTRICO






Que nosotros sepamos, Anandamayi Ma no ha recibido iniciación de ningún Gurú de acuerdo con la costumbre social predominante. Su campo de conocimiento no ha sido iluminado por estudios de Textos Sastras o por discursos religiosos. Muchos hombres y mujeres son de la opinión que ha bajado a este mundo para propagar la Luz Divina y el Poder para la regeneración de la humanidad en esta era.
Aun siendo una niña, varios fenómenos extraños se manifestaron en Su cuerpo. Pero pasaron inadvertidos para la gente que la rodeaba. Ya incluso en las actividades de juego de Su temprana juventud parecía tan desprendida y despreocupada que mucha gente llegó a considerarla como alguien con retraso intelectual. Incluso sus padres albergaban temores sobre Su futuro. A veces le ocurría que no sabía donde estaba, ni podía recordar lo que había hecho o dicho minutos antes.
Se relata que en su niñez solía hablar con los árboles y las plantas y las criaturas invisibles del aire mientras andaba. También se comunicaba con ellas por signos y gestos. A veces, de repente recaía en un estado de abstracción, quedándose sin habla.
Entre los diecisiete y los veinticinco años de Su vida se comenzaron a manifestar en Ella varios fenómenos sobrenaturales. A veces se quedaba muda e inmóvil después de cantar los nombres de Dioses y Diosas. Durante los kirtanas Su cuerpo se ponía rígido y se paralizaba. Después de escuchar un discurso divino o después de visitar un templo Su comportamiento no parecía normal.
A la edad de veintidós años, fue con Bholanath a Bajitpur y permaneció allí durante cinco o seis años. Hacia finales de ese periodo, de Sus labios salieron espontáneamente muchos mantras y desde Su cuerpo se proyectaban muchas imágenes de Dioses y Diosas. Sus miembros adoptaban espontáneamente varias posiciones yóguicas. Mientras estas manifestaciones divinas encontraban expresión en Su cuerpo, en Bajitpur dejó de salirle el habla durante aproximadamente un año y tres meses, y cuando vino a Dacca continuó en silencio durante otro año y nueve meses más – completándose así tres años enteros.
Durante este periodo Su aspecto ofrecía un brillo de felicidad celestial y la serenidad de la infinita extensión del cielo. Se hizo evidente entonces que las corrientes de los mundos exterior e interior cesaron de afectarla completamente. Parecía alguien que reposa en la calma absoluta del Sí mismo. Al dorso mostramos su retrato en esa época.
Durante todos estos extraordinarios sucesos de Su vida, Pitaji mostraba a menudo gran ansiedad sobre las consecuencias finales.
Pero a pesar de toda la crítica y especulación, nunca se interpuso en Su camino en lo que respecta a Sus acciones. Temiendo que Su cuerpo podría estar poseído por algún espíritu maligno se buscó la ayuda de algunos sadhus y exorcistas. Fue inútil; al contrario, cuando estos hombres intentaron darle tratamiento se vieron forzados a retirarse con temor y asombro. Solamente rezando para pedir Su misericordia pudieron recobrar su equilibrio. Durante un periodo de cinco meses y medio completos se manifestaron en Su cuerpo formas de muchos Dioses y Diosas. Tenía visiones de ellos. Veneraba a esas deidades, después de lo cual se desvanecían por completo. Cuando terminaba la veneración de una deidad, hacía su aparición otra. Durante la ceremonia a menudo sentía que Ella misma era la veneradora, la venerada y el acto de venerar; que Ella era los mantras, las oblaciones y cada uno de los ingredientes.
En estos actos de veneración no había objetos materiales, ni tampoco ningún deseo por su parte de realizar las ceremonias. Tan pronto se sentaba en un lugar solitario todas las actividades físicas y mentales involucradas en el ceremonial de veneración se manifestaban por un misterioso proceso de actividad de auto-surgimiento. Personas bien versadas en ritos y rituales Sastras han descubierto después que todos los diversos procesos de veneración realizados por Ella tenían bastante concordancia con los mandatos Sastras. Cuando quiera que alguien preguntaba cómo era posible que realizase esos ritos con tanta perfección, Su única respuesta era:" No me preguntes nada ahora, lo sabrás en el momento oportuno."
El 10 de Abril de 1924, Mataji llegó a Dacca, y una semana más tarde vino a Shahbag. Muchos devotos comenzaron a reunirse allí para obtener Su darshana. En el año 1925 algunos devotos le rogaron que realizase Kali Puja, pues habían oído que Su celebración de la Puja era maravillosa. Respondió: "Sé poco de los ritos y rituales Sastras: Sería mejor que os aseguraseis la ayuda de algunos sacerdotes profesionales." Sin embargo más tarde, por petición de Bholanath, accedió a realizar la puja.
Cuando la Madre era venerada por Sus devotos, el júbilo de estos no conocía fronteras. Pero cuando Ella misma eligió venerar a una Diosa para que los iluminase, la dignidad de dicha veneración se multiplicó por mil.
Fue demasiado profundo para contarlo en palabras. Todos los devotos sintieron un inexpresable gozo por la belleza y solemnidad de la ceremonia.
Trajeron una imagen de Kali. Sri Ma se sentó en el suelo con una postura meditativa en absoluto silencio. Entonces, como colmada de devoción, comenzó la puja, cantando mantras y colocando flores con pasta de sándalo sobre Su propia cabeza en vez de hacerlo sobre la imagen. Todas sus acciones parecían como movimientos de una muñeca, como si una mano invisible estuviese usando Su cuerpo como una herramienta flexible para expresar lo Divino. Ocasionalmente algunas flores fueron esparcidas sobre la estatua de Kali. De esta manera se realizó la puja.
Se iba a sacrificar una cabra. Se la bañó en agua. Cuando se la trajeron a la Madre, se la puso en el regazo y lloró mientras acariciaba suavemente su cuerpo con Sus manos. Entonces recitó algunos mantras, tocando cada parte del cuerpo del animal y le susurró algo en la oreja. Después de eso veneró la cimitarra con la cual se iba a sacrificar a la cabra. Se postró sobre el suelo, colocando el cuchillo sobre su propio cuello. De Sus labios salieron tres sonidos parecidos al balido de una cabra. Luego cuando el animal fue sacrificado, este no se movió ni chilló ni hubo rastro de sangre en la cabeza y el cuerpo separados. Solamente con gran dificultad una única gota de sangre salió finalmente del cadáver del animal. Durante todo ese tiempo la cara de Sri Ma se iluminó de una intensa y poco común belleza y a lo largo de la ceremonia hubo un toque de gran santidad y de profunda absorción en las gentes que estaban presentes.
En 1926 los devotos le rogaron a Ma que realizase la puja una vez más. No dijo nada. Más tarde cuando la estaban llevando a casa de un devoto, levantó Su mano izquierda, sonrió y permaneció en silencio. Cuando Pitaji le preguntó sobre el significado de Su gesto, no contestó. Cuando se sentó en aquella casa para comer, una vez más repitió el mismo movimiento de su mano izquierda. Pasados unos días, Sri Ma explicó que de camino a casa del devoto, había visto unas 120 o 130 yardas más allá, a la diosa viviente Kali, flotando en el aire a unas nueve yardas por encima del suelo, extendiendo sus manos hacia Mataji como si desease ir a su regazo. Ese día mientras comía, la misma imagen se había colocado delante de Ella como un niña chica. Esa era la razón por la que había levantado la mano izquierda.
El día precedente al Kali Puja, cuando los devotos reanudaron su oración a Sri Ma, le pidió a Pitaji: "Ya que están tan impacientes por celebrar la puja, puedes oficiar como sacerdote." El les dijo: "Ya que vuestra Madre me ha pedido que realice la Puja, así lo haré. Por favor haced todos los preparativos necesarios." Ellos preguntaron por el tamaño de la imagen y Pitaji sugirió que debería ser tan alta como había indicado Sri Ma en las dos ocasiones en las que había levantado su mano mientras estaba sentada.
Mataji estaba en aquel momento echada sobre el suelo en una inmóvil e inerte condición. Eran las 11 p.m. Se tomaron medidas extremas. Hubo mucha discusión sobre como se podría obtener en el curso de un corto día una imagen del tamaño indicado. Con grandes dudas, Sri Surendra Lal Banerji fue a la ciudad desde Shahbag. En una tienda se encontró una estatua de las medidas correctas. Había en total doce imágenes de las cuales once habían sido encargadas por clientes. La pieza extra había sido modelada por el artista bajo su propia iniciativa.
La imagen llegó a tiempo. Sri Sri Ma se sentó para realizar la puja. Había una atmósfera divina alrededor de Su persona. Después de un tiempo, de repente se levantó de Su asiento y le dijo a Pitaji: "Me voy a mi sitio, por favor realiza la puja tu mismo." Diciendo esto, se colocó al lado de la imagen y con unas extrañas risas, se sentó en el suelo. La atmósfera entera de la habitación se sobrecargó de un maravilloso éxtasis divino demasiado profundo para ser expresado en palabras. Sri Ma dijo:" Todos vosotros cerrad los ojos y cantad el nombre de Dios."
La casa estaba rebosante; un hombre que permanecía afuera de pie, echó una ojeada en el interior de la habitación, pasando inadvertido. Sin embargo Sri Ma lo llamó por su nombre y le mandó cerrar los ojos. Todos los presentes tenían los ojos cerrados; nadie sabía en aquel momento lo que estaba pasando. Pero cuando todos abrieron los ojos encontraron sobre el suelo inconsciente al abogado, de nombre Brindaban Chandra Basak. Después declaró:" Cuando eché una ojeada en el interior de la habitación observé un resplandor irradiando de la cara de La Madre. Era tan poderoso que caí al suelo, inconsciente. No se lo que ocurrió después.
La noche se consumía al tiempo que la puja se acercaba a su término. No había provisiones para el sacrificio. Cuando la hora de la última ofrenda ( ahuti) llegó, Sri Ma dijo: "No debe ofrecerse, dejad que se preserve el fuego sacrificial." Ese fuego se mantiene encendido incluso ahora .
Al día siguiente, habría de tener lugar la inmersión de la imagen. La esposa de Niranjan llegó con todos los artículos necesarios para la ceremonia. Cuando miró la imagen, le dijo a la Madre con emoción: "Ma, me resisto completamente a sumergir la imagen. "Mataji replicó: "Las palabras de tus labios indican que probablemente la Diosa no desea ser sumergida. Muy bien, se harán preparativos para su preservación y veneración."
Esta estatua de arcilla se mantuvo levantada en la misma postura durante doce años en los que hubo grandes cambios de circunstancias.
Podemos mencionar dos incidentes en conexión con esta imagen. Fue en Septiembre de 1927. Mataji salía de Chunar en dirección a Jaipur. Yo estaba en Chunar entonces para cambiar de aires y fui a despedirme de Ella a la estación. Sri Ma indicó un lugar concreto cerca del montículo en el cual se construyó el fuerte y me dijo que fuese allí en el camino de vuelta. Allí encontraría una guirnalda de flores de hibisco, que debería llevarme y preservar cuidadosamente. Hice como me decía. Cuando regresó a Chunar, vio la guirnalda. Después cuando regresó a Ramna, se descubrió que el día concreto en que encontré la guirnalda en Chunar, no se le había colocado guirnalda alguna a la diosa Kali de Ramna, aunque era práctica común del sacerdote ofrecerle a diario una a la imagen.
En otra ocasión Sri Ma estaba en el Bazar de Cox en Chittagong por la costa. Andaba por la playa, cuando de repente dijo con una sonrisa: "Mira mi muñeca; ¿está rota, no es verdad? Tan solo examínala atentamente: puede que haya una fractura." Esa misma noche un ladrón había entrado en el templo de Kali en Ramna y había robado los ornamentos de Kali, rompiéndole la muñeca a la imagen.
Esta estatua todavía se conserva en un refugio subterráneo del Ashram de Ramna. Cada año durante las celebraciones del cumpleaños de Ma, la puerta se mantiene abierta para que toda la gente tenga darshana. Mataji había dispuesto esto incluso antes de que los templos hindúes se abrieran a todos sin consideración de casta o credo.
En una ocasión hubo una Vasanti Puja en el Ashram de Siddheswari. Sri Ma estaba presente durante la ceremonia para infundirle vida a la imagen. Mientras la miraba, los ojos de la imagen comenzaron a chispear como los de una persona viva.
Sri Ma dice: "La personalidad y la forma de los dioses y diosas son tan reales como tu cuerpo y el mío. Pueden ser percibidas con la visión interior abierta por la pureza, el amor y la reverencia."






























PODER DEL PENSAMIENTO




Cada una de las disposiciones de ánimo y de los estados mentales de Mataji son el resultado de la Suprema Beatitud (ananda): en un examen más atento podemos encontrar cada fibra de Su Ser vibrando de Divina Felicidad. Con objeto de poder jugar Ananda Lila con Sus hijos ha tomado una forma humana, imbuida de todos los gozos de lo Divino. No es sino natural que por el bien de todos los seres humanos, las mejores ideas sobre la vida y la cultura espiritual deberían encontrar expresión, desarrollarse y, como si dijéramos cobrar forma a través de Ella y finalmente desvanecerse en lo desconocido.
Si se la estudia atentamente se encontrará que Ella se despliega a Sí misma de dos maneras: La belleza de su comportamiento exterior hacia todas las gentes y las gracias de Su vida interior. La actitud perfectamente calmada, dulce y natural que manifiesta con toda clase de personas, con los más piadosos igual que con los más pecadores, con los niños pequeños y los jóvenes inquietos igual que con los ancianos doblados por la edad y los achaques, revela una maravillosa gracia, belleza exquisita y dignidad que enseguida cautiva todos los corazones. Su otro modo de vida que tiene relación con las fuerzas y poderes del mundo invisible – esos agentes celestiales, seres incorpóreos, que traen a la humanidad felicidad y miseria, bendiciones y maldiciones. La interacción de estos dos aspectos de Su vida es maravillosamente coherente y estrecha.
Durante sus años más jóvenes así como después de venir a Dacca, Sri Ma permaneció la mayor parte del tiempo casi inmóvil. Supimos que durante horas se quedaba absorta en un éxtasis divino que ninguna palabra podría explicar. En este estado a veces pasaba varios días seguidos, y durante el kirtana Su cuerpo adoptaba varias poses, todas ellas indicativas de la Felicidad Suprema.
En 1926, hubo una fiesta de kirtana en el jardín de Shahbag con ocasión del Uttarayan Sankranti. Era la primera celebración pública de kirtana en presencia de la Madre. Más o menos en esta época Sri Shashibhushan Das Gupta vino de Chittagong. Al ver a Sri Ma por primera vez, su corazón se llenó con un espíritu de profunda devoción. Había bastante bullicio de gente en aquel momento. Miraba a la cara de Sri Ma y le caían lágrimas por las mejillas. Me dijo "Encuentro ante mi lo que no he visto en toda mi vida. Parece ser la encarnación visible de la Madre del Universo."
El kirtana comenzó a las 10 a.m., mientras Sri Ma ponía bermellón sobre la frente de las mujeres reunidas. De repente la caja de bermellón se le cayó de la mano. Su cuerpo se hundió hasta tenderse sobre el suelo y comenzó a rodar sobre él. Entonces lentamente se levantó y se puso de puntillas sobre los dedos gordos de los pies. Ambas manos estaban firmemente levantadas hacia arriba, Su cabeza ligeramente ladeada y un poquito hacia atrás, y sus ojos radiantes miraban fijamente con mirada serena hacia la parte final del cielo.
Un poco más tarde, comenzó a moverse en esa postura. Su cuerpo parecía estar lleno de una presencia celestial. No prestaba atención a las ropas que caían holgadamente sobre Su persona. Nadie tenía el poder ni estaba dispuesto a detenerla. Su cuerpo entero continuaba bailando con un compás medido de la manera más delicada y llegó al sitio donde el kirtana estaba teniendo lugar; entonces, como si dijéramos, Su cuerpo se fundió sobre el suelo sin hacer ruido. Conducida por algún poder misterioso, continuó rodando, como las hojas secas de un árbol movidas lentamente por una suave brisa.
Después de algún tiempo, mientras todavía estaba echada sobre el suelo, salieron de sus labios unos acordes musicales muy suaves "Hare murare madhukeitabhare ". Le corrían lágrimas por las mejillas ininterrumpidamente. Después de algunas horas recobró su condición normal.
Su cara resplandeciente, Sus miradas dulces e inefables, Su tierna y suave voz rebosante de divina emoción, a la gente allí reunida todo ello le recordaba a las imágenes de Caitanya Deva, tal y como están descritas en las biografías. Todos los cambios físicos observados en el Señor Gouranga hace muchos, muchos años se manifestaron de nuevo sobre Su Persona en aquella ocasión. Al atardecer cuando Sri Ma entró en el hall del kirtana, todos los síntomas del éxtasis del mediodía reaparecieron. Después de un lapso de tiempo, pronunció unas palabras con un acento tan claro y suave y con tan dulce sensación de divina emoción que la audiencia enmudeció de arrobamiento celestial.
Después de la repartición de dulces al final del kirtana, Sri Ma distribuyó Ella misma prasada con tanta gracia y belleza y hubo tal expresión de divina maternidad en Sus modos, que la gente sintió que Ma Lakshmi debía estar encarnada en Su cuerpo. Shashibhushan y otros presentes comprendieron ese día que el cuerpo de Sri Ma no era sino un vehículo para la infinita Gracia de Dios.
Por aquel tiempo, Niranjan vino a Dacca como Comisario Asistente de Impuestos. Una noche fui a Shahbag con él cuando estaban cantando el kirtana de la luna nueva. Según se iba desarrollando el kirtana se hicieron visibles muchos cambios en Sri Ma. Se sentó muy derecha, después echó la cabeza gradualmente hacia atrás hasta que le tocó la espalda; giró y entrelazó las manos y los pies hasta que el cuerpo entero cayó tendido sobre el suelo.
Su cuerpo fue lanzado en un oleaje rítmico acorde con Su respiración, y con los miembros extendidos rodó sobre el suelo al compás de la música. Del mismo modo en que las hojas caídas de un árbol, siguen su curso ligeramente, sopladas por el viento, así de ligeros y delicados eran sus movimientos. Ningún ser humano, a pesar de sus esfuerzos, hubiera podido imitarlos. Todos los presentes sintieron que Sri Ma estaba bailando bajo el efecto de fuerzas celestiales que movían todo Su ser con una sensación como de olas. Muchos intentaron detenerla sin éxito. Por fin sus movimientos cesaron y permaneció inmóvil como un terrón de arcilla. Parecía impregnada de una Felicidad que todo lo penetra y que a todo se extiende. Su semblante estaba iluminado con una luz celestial, Su cuerpo entero rebosante de Ananda divino.
Niranjan permaneció de pie mudo, contemplando la visión por primera vez en su vida. Estaba recitando un himno en alabanza de la Diosa del universo. "Hoy", exclamó, "¡He visto a una verdadera Diosa! "
En otra ocasión había gran multitud de gente durante el kirtana en Shahbag. Sri Ma entró en un estado similar al que acabamos de describir. Pero esta vez se reclinó sobre el suelo desde una postura sentada. Tenía la respiración casi suspendida. Extendió las manos y los pies y se echó sobre el suelo con la cara hacia abajo. Después rodó ágilmente en un movimiento como de una ola. Al poco, como alguien que es arrollado por un impulso ascendente, se levantó del suelo con lentitud, sin apoyo y se mantuvo sobre los dos dedos gordos de los pies, apenas tocando el suelo. Su respiración parecía haber parado completamente, tenía las manos levantadas hacia el cielo. Su cuerpo tenía solo un ligerísimo contacto con el suelo, tenía la cabeza doblada hacia atrás tocándole la espalda y los ojos dirigidos hacia la mitad del cielo con una mirada fija resplandeciente. Avanzó dando pasos como una muñeca de madera se mueve tirada de una cuerda escondida sujeta por el operador que está detrás del escenario. Sus ojos estaban radiantes de luz divina, Su cara sonreía alegremente con una sonrisa celestialmente dulce y Sus labios chispeaban de gozo. Después de un ratito, apoyando Su cuerpo entero sobre los dedos gordos de los pies y manteniéndose al compás del kirtana se movió como una criatura del aire, como si tirasen desde arriba de todo el peso de su cuerpo con un poder invisible.
Permaneció en esta postura durante mucho tiempo. Después cerró lentamente los ojos y se echó sobre el suelo como una masa de carne con la cabeza doblada hacia atrás. A la mañana siguiente sobre las 10 a.m. regresó a Su estado normal.
Un día hubo un kirtana en casa de Nniranjan. Todos los residentes, especialmente su anciana madre, estaban impaciente por ver a Sri Ma en un estado sobrenatural. La anciana le rezó silenciosamente para ser bendecida con la visión. Sri Ma estaba echada en el suelo de la habitación adjunta. De repente se apresuró a la habitación donde el kirtana tenía lugar y con Su divina voz reposada participó en el cántico y comenzó a bailar con el grupo. Después de un rato se dejó caer al suelo. Cuando recobró su estado habitual permaneció en silencio durante mucho tiempo.
Además de los síntomas aquí mencionados, Sus estados exaltados encontraban expresión de tantos modos que es imposible describirlos con palabras. Cuando Su cuerpo rodaba sobre el suelo, a veces se estiraba hasta una longitud inusual; otras se encogía a un tamaño muy pequeño; a veces se enroscaba hasta hacerse una masa redonda; en otra ocasión de nuevo parecía no tener huesos, botando como una pelota de goma mientras bailaba.
Pero la velocidad de todos los movimientos tenía la rapidez de un rayo, lo cual los hacía casi imposible de seguir incluso para el ojo más agudo.
Durante ese periodo nos sentimos convencidos de que Su cuerpo estaba poseído por fuerzas divinas, que lo hacían bailar en una variedad de preciosas posturas. Parecía estar tan llena de gozo extático que incluso las raíces del pelo de Su cuerpo se engrosaban haciendo que este se mantuviese de punta. Su tez se volvía carmesí. Todas las expresiones de auto-inicio de un estado divino parecían estar agolpadas en el estrecho marco de su cuerpo; manifestaban las exquisitas bellezas del Infinito en incontables formas elegantes y rítmicas.
Pero daba la impresión como si estuviese alejada, completamente independiente de todas estas manifestaciones e insensibles a las sensaciones producidas por la interacción. Estas parecían llegar naturalmente a través de Su cuerpo desde alguna elevada esfera de la existencia.
Un día le pregunté a Mataji: "Cuando tu cuerpo está físicamente dormido en samadhi, aparece ante tu vista alguna Presencia divina?" Su respuesta fue: "Como no tengo objetivo fijo, no es necesario; este cuerpo no actúa con ningún propósito. Vuestro fuerte deseo de ver a este cuerpo en estados de samadhi, hace que a veces se manifiesten sus síntomas. Cuando quiera que un pensamiento alcanza su completa intensidad, su expresión física se sucederá invariablemente. Si perdemos nuestro ser en la contemplación del Nombre Divino, podemos sumergirnos en el océano de la Belleza Celestial. Dios y sus nombre simbólicos son uno solo y lo mismo; tan pronto como la conciencia del mundo exterior desaparece, el poder auto-revelador del Nombre encuentra su expresión objetiva inevitablemente."
Durante el kirtana, un estado divino y sobrenatural solía apoderarse de Su cuerpo. Hemos oído de Sus propios labios que hubo una época en que veía fuego, agua, cielo u otra visión inusual. En tales ocasiones, Su cuerpo tendía a irse transformado en cualquiera de ellos. En presencia de una ráfaga de viento sentía el impulso de dejar a Su cuerpo volar como un paño de tela fina; o cuando escuchaba el profundo y prolongado sonido de una concha, Su cuerpo entero tendía a congelarse, como si dijéramos, y se quedaba estático como una losa de mármol. Cuando quiera que una ola de pensamiento pasaba por Su mente, la expresión física correspondiente arrastraba todo su cuerpo.
En un ocasión se incorporó a los juegos de risas de unos niños y comenzó a reírse con tanta efusividad que incluso una hora después de hacer esfuerzos por parar no había podido conseguirlo. Paró un minuto o dos, para volver a empezar a reírse a continuación. Aunque estaba sentada en la misma postura había una expresión sobrenatural en su aspecto. Muchos de los presentes estaban asustados. Después de un tiempo recuperó gradualmente su compostura normal.
Otro día iba de camino a Dacca desde Calcuta. Muchos niños y niñas, señoras y caballeros fueron a la estación para despedirla. Todos estaban llorando ante la perspectiva de la separación. Sri Ma se unió a ellos también y comenzó a llorar tan amargamente que fue imposible pararla. Una multitud se había reunido para entonces. Dijeron: "Lo más probable es que la mujer que llora es una novia recién casada que la llevan de casa de su padre a casa de su marido". El impulso del llanto continuó desde el mediodía hasta el anochecer.
Un día me preguntó: "¿Dónde está el centro de tu risa y de tu llanto?". Mi respuesta fue: "Aunque todo estímulo procede del cerebro, el verdadero centro recae en algún punto vital cerca del corazón."
Sri Ma dijo: "Cuando hay un sentimiento verdadero detrás de tu risa y de tu llanto, busca expresión a través de cada fibra de tu cuerpo". No pude entender el sentido de Sus palabras y permanecí callado. Después de unos días fui al Ashram temprano por la mañana . Me encontré con Sri Ma y estuve dando un paseo con Ella. Le pregunté: "Ma, ¿Cómo estás hoy?" Me respondió "Estoy muy, pero que muy bien ", con tal énfasis, que todo mi cuerpo de la cabeza a los pies palpitó y bailó con la vibración de Sus palabras, y de repente me detuve en el camino.
Mataji se dio cuenta de mi confusión y dijo: "¿Te percatas ahora de dónde reside el centro de nuestra risa y de nuestro llanto? Cuando un sentimiento o pensamiento es expresado por una sola parte de nuestro cuerpo, no actúa con toda su fuerza."
He escuchado a Sri Ma decir que cuando todos los pensamientos y sentimientos del devoto fluyen en una corriente hacia Dios, las vibraciones discordantes del mundo exterior, al ser opuestas a sus aspiraciones, resultan dolorosas para el aspirante. Si en ese momento alguien hace daño incluso a un animal o a una planta y la vibración alcanza al sadhaka, le causa un grave sufrimiento mental. Ondas adversas o sensaciones de placer golpean contra la firme corriente de su devoción hacia Dios. Mientras el sadhaka esté fuertemente vinculado al mundo exterior, pensará que lo que percibe por los sentidos está todo dentro de su "Yo". En esa fase incluso la caída de una hoja desde un árbol crea ondas en el campo de su conciencia.
Durante las primeras etapas de la vida de la Madre, todo lo que ocurría en el mundo exterior encontraba espontáneamente una respuesta en Ella.
Después de un profundo trance, tan pronto como Sri Ma recobraba Su serenidad habitual, se manifestaban muchos procesos yóguicos de forma automática. En esa época se podían escuchar sonidos de tarareo poco discernibles emanando de Ella. Poco después siguieron notas estruendosas como el avance de las olas levantado por una tormenta; después de eso un flujo ininterrumpido y sumamente melodioso de verdades divinas que emergían de Sus labios en forma de múltiples himnos sánscritos. Parecía como si desde el eterno cielo y a través del habla de Sri Ma las verdades divinas estuviesen cobrando forma en símbolos profundos. Tan impecable pronunciación y un flujo de melodía tan libre que tocaba los resquicios más escondidos de los oyentes, recibían el encanto añadido de la radiación divina de Su cara. Incluso personas cultas y eruditas en los Vedas, a pesar de sus mejores entrenamientos y prácticas, difícilmente habrían podido adquirir Su estilo suelto y natural.
La riqueza de significados de todas estas manifestaciones espontáneas de Sri Ma ha sido una sorpresa para los sabios. El lenguaje en el que expresaba los versos, no era fácilmente comprensible y, por lo tanto, no era posible transcribirlos con exactitud o al completo.
Se ha dejado constancia de cuatro de tales himnos sagrados que pudieron ser escritos por partes. Cuando nos dirigimos a Mataji para su corrección y verificación. Su respuesta fue: "Si ha de ser, ocurrirá. Por el momento, no sucede. "Uno de los cuatro himnos es:
La traducción es como sigue:
"Luz del universo y espíritu que lo controla y lo guía. ¡Aparece entre nosotros! Desde ti una telaraña de mundos se extiende a cada momento. Dispersador de todos los temores; ¡Aparece entre nosotros! Semilla del universo; Ser en el que yo resido. Estás presente en los corazones de todos estos devotos. Tú, a quien tengo presente ante mi, desvanece los temores de todos los seres creados .Encarnación de todos los dioses y mucho más. Tu has salido de mi y yo soy el epítome del mundo creado. Contemplemos la fundación misma del universo, a través de quien el mundo busca liberación. Tu te alzas sobre Tu propia naturaleza eterna y básica. Tu has salido del Pranava, la semilla del mundo y fundamento de toda existencia y de la verdad de todo. Los Vedas no son sino chispas de Tu eterna Luz. Tu simbolizas la pareja celestial, Kama y Kamesvari que se hallan disueltos juntos en la Felicidad Suprema que todo lo impregna y representados por Nada y Bindu, cuando se diferencian para conservar Tu Lila. ¡Dispersa, Tú, los temores de este mundo!
"En Ti busco refugio. Eres mi cobijo y mi lugar final de descanso. Lleva Tú, todo mi ser dentro de Ti . Como Salvador apareces en dos formas – el libertador y el devoto que busca liberación. Solo por mi todos son creados a mi propia imagen; por mi son todos enviados al mundo; y en mi encuentran todos refugio final. Soy la causa primera indicada en los Vedas como Pranava, soy Mahamaya y Mahabhava todos en uno. La devoción a mi es la causa de Moska (liberación). Todos son míos. Rudra debe todos sus poderes a mi. Señalo la gloria de Rudra que se hace manifiesta en todas las acciones y en sus causas."
De esta traducción se hace evidente que el pensamiento-cuerpo de Sri Ma se ha expresado en palabra hablada para el bienestar, paz y progreso en el mundo. Su ilimitado amor y compasión por todos los seres vivos se irradia en todas las direcciones y Ella se alza en la cumbre, abrazando el universo.
En conexión con estos himnos, Sri Ma dijo en una ocasión: "La causa primera del universo es la Palabra Eterna única; con la evolución de esa Palabra siempre perdurable, el progreso de la vida material de la creación continúa por líneas paralelas.
Durante esa fase de la vida de Mataji en que se revelaron muchos de esos himnos, Su voz se volvía a veces afilada y penetrante como una espada; otras veces era tan dulce como el céfiro de la noche; en determinados días respiraba una fuerza llena de tranquilidad y profunda felicidad como el influjo del cielo de luna llena a mitad de la noche. Con los cambios en las melodías, la expresión de Sus ojos y de Su cara sufría las transformaciones correspondientes.
En algunas ocasiones los himnos salían de Sus labios acompañados de un incesante río de lágrimas; una dulce sonrisa, maravillosamente luminosa, con un juego alternado de risa y llanto como el sol y la lluvia, daban a Su gozoso rostro un encanto y serenidad celestial. Cuando terminaba de cantar los himnos, o bien permanecía silenciosa durante mucho tiempo o se recostaba en el suelo en una postura de absorción interior.




















































PODERES YOGUICOS




Sri Ma ha dicho que durante un tiempo Su cuerpo atravesó una etapa en la cual las distintas posturas yóguicas (asanas, mudras, etc.) se manifestaban de forma natural. A menudo aparecían también cuando estaba recluida, lejos de la vista de los hombres. En conexión con esto Mataji declaró en una ocasión "Del mismo modo en que una semilla debe mantenerse en la oscuridad bajo tierra antes de que salgan brotes, así también, como consecuencia de las prácticas de un sadhaka se producen muchos cambios sutiles que pasan bastante inadvertidos."
A veces Sus manos, pies y cuello se doblaban con un giro tan rígido que no parecía que hubiese posibilidad de que recobrasen sus posiciones normales.
En una ocasión, Sri Ma dijo: "Este cuerpo relucía con una luz tan brillante que se iluminó todo el espacio alrededor de él. Esa luz parecía extenderse gradualmente, envolviendo al universo." En ese estado tenía que cubrirse el cuerpo con una prenda extra y retirarse por su cuenta durante mucho tiempo a una esquina solitaria de la casa.
Durante este periodo Su cuerpo emanaba tal poder divino que ante Su mirada las gentes olvidaban todo sobre sí mismas y quedaban impregnadas de gozo celestial. Al tocar Sus pies algunos quedaban inconscientes. Los lugares sobre los que Ella se sentaba o echaba se calentaban intensamente.
En Dacca presencié a Sri Ma en varias posiciones yóguicas. A veces su respiración o bien se suspendía del todo durante mucho tiempo o se hacía tan tenue o fluctuante que temíamos que Su vida se extinguiese por asfixia.
Un día, cuando le mostré ilustraciones de algunas posiciones yóguicas de un libro, señaló ciertos defectos en ellas relacionado con posiciones específicas de la cabeza, pies, muslos y otras partes del cuerpo.
Aquellos que fueron lo suficientemente afortunados como para estar cerca de Ella durante algún tiempo, tuvieron que darse cuenta de como se sentaba en una posición particular durante varias horas seguidas sin el más insignificante movimiento, o recaía en absoluto silencio en mitad de una conversación. En este estado Su cuerpo se quedaba inerte como una estatua, Sus ojos quietos sin pestañear, dirigidos a la esquina más remota del cielo, y Su aspecto era encantadoramente dulce y sereno. En todos estos estados era bastante evidente que Su alma estaba impregnada de Supremo Gozo, mientras que Su cuerpo realizaba mecánicamente la rutina de obligaciones diarias de Su vida social. Durante aquellos estados de absorción en lo Divino, no sentía ni hambre ni sed, ni los extremos de calor y frío, a no ser que se le dirigiese especialmente la atención hacia ellos. Incluso cuando le sobrevenía la conciencia física, tardaba mucho tiempo en recuperar Su estado normal.
También hemos observado en varias ocasiones que si, durante aquellas fases de auto-absorción, se la dejaba consigo Misma durante varios días continuados, a menudo olvidaba como hablar o reír, o incluso a distinguir entre distintos artículos de comida o bebida. Mucha gente desea presenciar ejemplos de Sus poderes ocultos. A ellos les sugeriría que empleasen unos cuantos días cerca de Ella y experimentasen las maravillosas influencias espirituales que irradian de Ella en cada momento, por las cuales incluso los corazones más estériles florecerían con una nueva vitalidad. Las gentes son imperceptiblemente guiadas a la órbita de Su expansiva vida espiritual por Su voluntad natural de asegurar el bienestar de todos los seres sensibles.
Una tarde fui a Shahbag con Niranjan. Sri Ma y Bholanath estaban sentados. Había unos dibujos en el suelo. Bholanath dijo: "Tu Madre ha dibujado estas figuras de los centros vitales del cuerpo humano." Al oír esto, Ella dijo:
"Mientras paseaba a mediodía, me senté aquí en una postura yóguica, cuando observé algunos centros vitales en forma de loto, desde el centro más alto en el cerebro bajando a lo largo de la espina dorsal hacia el extremo más bajo, separados a pocas pulgadas unos de otros. Vi claramente como desde la punta más baja de la espina dorsal hacia arriba estaban dispuestos muchos centros más y más finos, de los cuales solamente los seis principales han sido dibujados aquí. No los he dibujado deliberadamente, mi mano se ha movido por sí misma sobre el suelo y así es como han salido estos dibujos.
"Deberíais advertir que a través de estas áreas vitales de nervios entrelazados funcionan los impulsos heredados, las propensiones adquiridas, emociones, distintos instintos, ciclos de pensamiento y nociones acerca de la vida y de la muerte, etc. que encuentran su camino hacia abajo desde el centro más alto en el cerebro, en respuesta a la estimulación desde todos los órganos de los sentidos. Corrientes de vida y de fluido vital circulan veloz o lentamente a través de esos canales y guían los procesos vitales y corrientes de pensamiento del hombre. Igual que encontráis que la tierra, el agua, el fuego, el aire y el espacio más allá de la atmósfera, se interpenetran unos con otros, así también estos seis centros principales se encuentran dentro del cuerpo aparentemente uno encima del otro, pero funcionando en mutua interdependencia como una cadena vital. Una pequeña reflexión os convencerá de que el juego de la vida tiene lugar en los centros altos de vuestros cuerpos cuando vuestros pensamientos son puros y están llenos de gozo. Así como encontráis que los manantiales de agua situados en el fondo de un pozo o de un depósito mantienen su constante abastecimiento o al igual que la savia de la vida de las plantas se encuentra bajo tierra en la parte profunda cercana a las raíces, también en el extremo más bajo de la espina dorsal (muladhara) se encuentra dormida la fuente de gigantes fuerzas vitales, derivadas en última instancia del sol, desde donde se emiten las corrientes de vuestra vida. Cuando con gran paciencia y pureza os esforzáis en limpiar vuestros vehículos interiores y exteriores, las vibraciones resultantes de vuestros pensamientos se encuentran cada vez con centros más y más altos, liberando su tensión, soltando la fuerza vital reprimida en el centro más bajo para buscar salidas más arriba. Entonces todo el letargo, instintos originales y samskaras del devoto se desvanecen gradualmente como nieblas bajo los rayos del sol; junto al desatoramiento del obstáculo, nuestro apego a los objetos de los sentidos comienza a relajarse, y la vida interior comienza a cobrar forma.
"Cuando el avance ascendente de la fuerza de la vida alcanza al centro vital en la separación de las cejas, la corriente interior de fluido vital fluye bastante uniformemente, con facilidad y pureza por todo el sistema humano, con el resultado de que el devoto comienza a comprender algo de la naturaleza del ego, del mundo y de la creación. Si un hombre continúa en esta fase durante mucho tiempo todas sus disposiciones e instintos prenatales y heredados se hacen gradualmente más y más débiles; su mente alcanza cada vez niveles de contemplación más y más altos, cada vez centros más profundos de fuerza vital.
"Cuando el devoto llega más allá del centro vital más alto que está situado entre las cejas ( dvidala chakra ), sus poderes mentales se sumergen en lo supramental, su ego se disuelve en Mahabhava y encuentra su refugio eterno en Svarupa. Entonces entra en samadhi, un estado de perpetuo gozo.
"Según se van abriendo los distintos centros vitales, se perciben interiormente diferentes sonidos y el devoto llega a sentir sonidos de conchas, campanas, flautas, etc. todas sumergiéndose en el ritmo cósmico de una gran voz de infinito silencio. En ese estado ningún pensamiento u objeto del mundo exterior puede distraer su atención. Mientras avanza, su ser se disuelve en la profundidad sin fondo de esa música gozosa que impregna al universo entero, y encuentra reposo eterno."
Dos o tres años después de esta declaración de Mataji, le mostré los dibujos de seis centros vitales publicados por "El Poder de la Serpiente "de Justice Woodroffe. Sri Ma ni siquiera los miró y dijo, riéndose a carcajadas: "Escucha lo que te dice este cuerpo ". Entonces describió cada uno de los centros, la naturaleza de los lotos, su color y el número de pétalos con sus correspondientes yantras y mantras. Encontré que los dibujos del libro representaban exactamente lo que Sri Ma describió.
Añadió: "No he leído sobre estos centros en libro alguno, ni he oído antes nunca nada sobre ellos de nadie. La descripción que di, es de mi experiencia real." A posteriores preguntas, respondió: "Los colores de esos centros vitales que encontráis en los dibujos no son sino su tinte externo. La misma sustancia de la cual está hecho nuestro cerebro forma también estos plexos, pero sus formas, estructuras y funciones varían. Cada uno tiene sus características especiales y cualidades distintivas como el ojo, la oreja o el ombligo o incluso las líneas en la palma de vuestras manos. En ellos está el siempre cambiante juego de varios colores y sonidos y sus símbolos llamados mantra-simiente, siendo todos ellos el resultado natural del movimiento de la fuerza de la vida y del correr del fluido vital. Durante los estadios más tempranos, cuando estos labios emitieron varios mantras acompañados por transformaciones en la respiración, se cruzaron por mi mente preguntas como "¿Qué son?". La respuesta vino desde dentro y la estructura interior de todos aquellos plexos se hizo claramente visible como los dibujos que habéis puesto delante de mi. Cuando una persona reza regularmente, realiza pujas y prácticas yóguicas, medita y reflexiona en las verdades más elevadas de la existencia con suficiente concentración y regularidad, la sustancia de la mente se purifica, los pensamientos se vuelven refinados y los centros se despliegan. De otra forma ningún ser humano puede escaparse de la tormenta y la tensión de los impulsos físicos como la lujuria, la avaricia o la cólera."
Un día Sri Ma fue al Siddhesvari Ashram con todos los que estaban presentes. Ese lugar estaba entonces en un estado muy abandonado. Había un altar de ¼ de metro cuadrado por ½ metro cuadrado de altura. La Madre se sentó en él. Todos los devotos se sentaron alrededor en silencio, absortos en sus propios pensamientos. Su cuerpo se encogió gradualmente a un tamaño tan pequeño que todo el mundo tenía la impresión de que solo quedaba Su sari sobre el altar. Nadie podía verla. Todos se preguntaban que sería lo próximo que ocurriría. Gradualmente hubo una agitación bajo la tela y muy lenta y suavemente un cuerpo cobró forma y Ella apareció, sentada en posición derecha. Durante casi media hora miró al cielo con una mirada fija y dijo entonces:
"Como ocupación de vuestra vida habéis reducido este cuerpo."
Sri Ma dice: "Igual que una cometa de papel vuela alto en el cielo, contando con una cuerda fina, así el yogui contando con su respiración vital y una delgada cuerda de samskara puede flotar en el aire; puede encoger su cuerpo físico al tamaño de una mota de polvo o asumir un tamaño enorme o incluso puede desvanecerse a la vista."
Hemos oído que mucha gente recibió iniciación de Sri Ma en estado de sueño, mientras otros obtuvieron flores junto con mantras y en realidad encontraron esas flores cuando se despertaron. Pero ninguno de nosotros ha tenido conocimiento alguno de que Mataji hubiese iniciado a un devoto de forma física.
También hemos oído de mucha gente que en sus propias casas lejos de Sri Ma, se quedaron sobrecogidos al encontrar su figura en efecto presente ante sus ojos por un periodo muy corto.
Mientras estaba en Dacca gravemente enfermo con un ataque agudo de T.B., Sri Ma estaba en el noroeste de la India. Cuando regresó a Dacca, me dijo: "A media noche en dos fechas concretas este cuerpo entró en tu habitación por determinada puerta de tu casa y salió por otra. Tu estado esos días era muy crítico."
Al consultar el libro de cuentas donde se dio entrada a los gastos diarios incluyendo los honorarios del doctor y los costes médicos, se descubrió que en efecto esos dos días se había llamado a los médicos por la noche.
También había casos en los cuales Sri Ma pasaba cerca de un grupo de hombres, pero solo uno o dos de ellos podían verla. Dice: "Siempre estoy presente con todos vosotros, pero tenéis poco anhelo de verme. ¿Qué puedo hacer? Estad seguros, tengo mis ojos fijos en lo que hacéis o dejáis de hacer."
En una ocasión Sri Ma debía montarse en un tren en Goalundo. El escalón de la puerta del tren estaba muy alto respecto al andén. Tenía entonces una rigidez reumática en Su mano derecha. Cuando por petición suya Gurupriya Devi la sujetó por su mano izquierda y tiró de Ella hacia el compartimento, el cuerpo de Sri Ma parecía ser tan ligero como el de un bebé. Por otra parte, en algunas ocasiones, resultó ser extremadamente pesado.
Sri Ma nos dice que se mueva o esté en reposo, nada produce ningún cambio en Ella. Siempre está muy despierta. A veces después de levantarse de la cama, dice que ha visto ciertos incidentes que han tenido lugar en determinado lugar. Posteriormente al preguntar se confirma la veracidad de Sus declaraciones.
Yo solía ver a Sri Ma a mi lado, bien como una luz de relámpago o como una indefinida figura inmóvil; a veces tomaba una forma definida y condensada y se desplazaba, haciendo unos cambios en mi entorno, que duraban incluso tras su desaparición.
Hacia finales de 1930, Sri Ma se alojaba en Cox´s Bazar, a unas 300 millas de Dacca. Yo estaba sentado sobre mi cama en Dacca durante las primeras horas de la mañana, pensando en Ella. La oí susurrar: "Levanta un templo dentro del área del Ashram."
Me incorporé bruscamente cuando lo escuché. Sabía que Sri Ma nunca ordena a nadie que haga nada. Medité una y otra vez sobre ello. Supuse que tales susurros tenían que haber venido de Sri Ma. Pero una duda se cruzaba por mi mente: "Por qué debía Su susurro ser tan indistinto? Su voz normal era inconfundible, bien definida, resonante, vital. Pero cuando escribí una carta a Cox´s Bazar, supe que había estado guardando silencio durante unos días, y concretamente esa mañana a las 8 a.m. había comenzado a hablar. Cuando Sri Ma regresó a Dacca, me informaron que había murmurado algunas palabras por la mañana más temprano, pero pocas personas habían podido distinguirlas. Después de escuchar ese mandato de Sri Ma, se emprendió la construcción del templo con gran fervor.
Ella siempre dice que puede ver los cuerpos etéreos de santos que han muerto hace muchísimo tiempo. Un día señaló: "Igual que estáis sentados alrededor mía, hay muchos espíritus incorpóreos congregados allí. Son tan reales como vosotros mismos."
Dice también que puede ver las distintas formas que tienen diferentes enfermedades. Cuando buscan admisión en Su cuerpo, se les permite campo libre. "Puesto que solo hay Una Vida en este universo, las enfermedades no son ni llamadas ni alejadas por mi. Igual que todos vosotros sois una fuente de anandam para mi, ellas también me dan igual alegría."
En mayo de 1929, Sri Ma partió de Dacca, pero por algunas razones varios obstáculos impidieron su libre travesía. Cuando regresó a Dacca en el mes de Agosto, tenía fiebre. En Su cuerpo comenzaron a aparecer muchos síntomas sobrenaturales. Mandó que se permitiese a Su cuerpo adoptar varios asanas, sentada o tendida sobre el suelo, de acuerdo a sus impulsos espontáneos. Esto continuó durante una hora completa. Sri Ma dijo después que todas ellas habían sido posturas yóguicas. Al ver estas manifestaciones la gente temía que renunciase a Su cuerpo. Después resultó que a Sus miembros les faltaba cohesión: tanto de pie como sentada, Sus miembros colgaban sueltos y no podían moverse a no ser que fueran adecuadamente sostenidos. Junto a estas reacciones tenía fiebre alta, flojedad en el vientre, sangre que circulaba con cámaras y orina y todos los síntomas de hidropesía. Pasaron cuatro o cinco días de esta guisa, cuando Brahmacharini Gurupriya Devi le imploró: "Ma no podemos arreglárnoslas para asistir tu cuerpo; ten compasión de nosotros!" Después de esta oración, la debilidad desapareció del cuerpo de Sri Ma, pero la fiebre y otros síntomas continuaron, como antes. Durante cinco o seis días más se vertieron sobre Su cabeza sesenta o setenta cubos llenos de agua entre las 11 a.m. y las 5 p.m., pero la temperatura nunca bajó. Aún no quería tomar medicinas. Se avisó a un doctor ayurvédico que la examinó y dijo: "Podemos tratar a seres ordinarios normales, pero los modos de Ma son totalmente diferentes." Al encontrarla postrada sobre la camilla, todos los devotos se llenaron de profunda inquietud y le rezaron para que curase Su propio cuerpo.
A la mañana siguiente Sri Ma dijo: Preparad un plato de arroz para este cuerpo. "Ella que había estado obligada a guardar cama con fiebre alta e hidropesía, postrada casi de continuo sin ningún movimiento durante diecisiete o dieciocho días, ¡estaba recetándose a Sí misma Su dieta normal de arroz, lentejas y verduras! Todos estaban sorprendidos.
Así pues, según Sus instrucciones se prepararon arroz, lentejas y verduras. Tres o cuatros personas estuvieron atareadas manteniendo Su cuerpo en posición e introduciendo comida en Su boca. Comió una pequeña cantidad de cada plato. Después de una fiebre prolongada, muchos han sufrido algunas complicaciones serias como resultado de una dieta así. Pero Ella se recuperó gradualmente.
Respecto al desarreglo físico descrito arriba, Sri Ma dijo en una ocasión:
"Este cuerpo se mueve a tono con la naturaleza; de alguna forma se le ha impedido su curso natural de funcionamiento normal. Para que os dieseis cuenta de las infelices consecuencias de causar la obstrucción de sus impulsos naturales, se han manifestado trastornos de todas sus funciones vitales. De haber habido alguna enfermedad real, este cuerpo o habría perecido completamente o se habría quedado incapacitado."
"Mientras estuve echada en cama, no era consciente de ninguna incomodidad o malestar. Me sentía como en estado de salud. Entre vuestros movimientos de inquietud de acá para allá y los cambios que se sucedían en el interior de este cuerpo, escuchaba una sinfonía de música y placer.
De todas Sus acciones parece que la Naturaleza obediente a su voluntad, ayuda, como si dijéramos, a Su cuerpo a funcionar. Estoy convencido de que si prestamos la debida atención a la expresión natural de Su voluntad, nos abstenemos de perturbar la atmósfera que está alrededor de Ella con las vibraciones de nuestras predilecciones y aversiones individuales, y llevamos a cabo implícitamente lo que dice, podremos disfrutar de una ilimitada felicidad presenciando el bello funcionamiento de Su voluntad. Al mismo tiempo tendremos la buena suerte de obtener muchas oportunidades para auto-cultivarnos.
En nuestra infancia jugábamos con muñecas siguiendo nuestros caprichos; construíamos pequeñas casas de arena y barro para satisfacer nuestro placer momentáneo y entonces volvíamos en busca de nuevos juguetes. Aún todavía jugamos al mismo juego en nuestras relaciones con Sri Ma con la misma inconsciencia e impulso. A veces esos temores se agolpan en mi mente.
En el Ashram de Vindhyachal durante el curso de una conversación, Mataji dijo a Brahmachari Kamalakanta: "Aún después de tantos años muy poca gente se da cuenta de lo que deseo. Si lo hiciesen nunca harían preguntas tan irreflexivas como: "¿Qué es lo que quieres? ¿Cuál es tu deseo? Deberían intentar entenderme sinceramente en la medida en que esté al alcance de su capacidad, y para poder captar lo que quiero, hay que liberar la mente del orgullo, del deseo de fama y gloria, de la ira y del dolor, de la vanidad y finalmente de la voluntad propia que conduce al hombre a sentir que él es libre agente de todas sus acciones."
Si bajo su inspiradora influencia pudiésemos constantemente purificarnos siguiendo silenciosamente lo que nos ordena que hagamos, habríamos realizado nuestra misión al encontrar en nuestras propias vidas una oportunidad para ver la gloria de Su Maternidad Universal.
Un día estaba paseando con la madre en el Ramna Maidan. No habló. Me di cuenta que el espíritu del silencio absoluto se había apoderado de Ella. Volvió después de andar sin objetivo durante algún tiempo. Durante ocho o diez días estuvo absolutamente muda. De Ella no emanaron ni signos, ni gestos, ni sugestiones, ni siquiera una sonrisa. Solía sentarse calladamente absorta en Su propio ser interior. Si alguien le hablaba, ni Sus ojos ni Su atención eran atraídos por ello. Estaba sentada concentrada hacia el interior como la estatua del Señor Buddha. Cuando comía, Sus labios se separaban solo un poco, para cerrarse de nuevo poco después de tomar un pequeñísimo bocado. Durante este estado de silencio parecía que Su conexión con el mundo exterior se había cortado completamente. Después de ocho o diez días comenzó a musitar unas pocas palabras quebradas. Tuvimos la impresión de que estaba re-aprendiendo a utilizar Sus órganos vocales y a recobrar el poder del habla. Así pasaron tres días hasta que gradualmente reasumió Su forma normal de hablar. Tuve la buena fortuna de ver a Sri Ma dos o tres veces en estados similares.
Durante estas fases de silencio Su aspecto reposado, Su sólida pero serena compostura, Su aspecto afable y cara resplandeciente, todos ellos despertaban nuestro amor y reverencia. Cuanto más se la miraba con ojos pensativos, más grande se hacía el deseo de mirarle a la cara. Al principio, cuando tras Su matrimonio, Sri Ma guardó silencio durante tres años, muchos expresaron su tristeza pensando que se había quedado completamente muda, y decían: "Ay, es una pena, una gran injusticia de Dios; ha hecho que esta bella joven se quede muda, aunque le ha otorgado las mejores virtudes del sexo femenino ".
Sri Ma dice: "Si deseas guardar verdadero silencio, tu corazón y tu mente deben fusionarse tan estrechamente en una contemplación que toda tu naturaleza, hacia dentro y hacia fuera quede congelada, como si dijéramos, en la condición de una roca. Pero si meramente quieres abstenerte de hablar, eso es otra cuestión."
Hay disponibles cuatro fotografías de las poses yóguicas de Sri Ma. De la primera foto se habló en el primer capítulo: la segunda se tomó después de un largo periodo de enfermedad. Pero cuando se tomaron la tercera y la cuarta fotos, al principio se sentó de forma natural y luego le sobrevinieron las expresiones de su estado supramental de absorción.




































ESTADO DE SAMADHI









Cuando nos acercamos a Sri Ma con el ruego de que nos hiciese saber los diferentes estados de sadhana, nos indicó cuatro niveles:-
i. Concentración del intelecto en un punto focal. Es como prenderle fuego a un combustible seco. Cuando la madera mojada se ha secado al calor del fuego, las llamas se encienden vivamente. De modo similar cuando nuestra mente es liberada de la niebla y humedad de los deseos y las pasiones por la fuerza de la contemplación de lo Divino, (kamana, vasana) se vuelve ligera. Se trata de una condición de pureza mental que induce en ciertos casos a un estado de silencioso emerger a un humor particular o a un exceso de emoción y agitación más allá de la capacidad de control de uno. Todos estos humores se expanden desde una suprema existencia en direcciones especiales.
ii. Concentración de nuestros poderes emocionales. Induce a un estado de cuerpo inerte, de absorción en un sentimiento sagrado que sale de un solo estado supramental indivisible. A ese nivel el cuerpo puede ser comparado con un carbón quemado que tenga el fuego aparentemente extinguido. En este estado el devoto se pasa las horas en condición de inmovilidad exterior; pero en las entrañas de su corazón se agita una corriente incesante de sublime emoción. Cuando este estado madura, el sentimiento atrae fuertes poderes del Alma-Universal, e igual que una vasija rebosa cuando se vierte demasiada agua en su interior, éste se extiende por el ancho mundo en una enorme extensión bajo la intensa presión de su expansividad.
iii. Fusión de la vida interior y exterior. Este estado es exactamente igual al de un carbón encendido. El fuego impregna cada átomo de las cubiertas internas y externas - todas están radiantes de una sola Luz divina. El devoto vive, se mueve y tiene su ser en un océano gozoso de Luz.
iv. Plena concentración, en la que el devoto pierde toda conciencia de dualidad – del funcionamiento de los tres gunas. Es como el estado de un carbón reducido a cenizas. No hay distinción entre lo interior y lo exterior, entre aquí y allá; es un estado de absorción en lo Supremo, de Total Unidad. Las vibraciones de pensamiento, sentimiento o voluntad se desvanecen por completo. Se asemeja a la tranquilidad perfecta de un lago que duerme bajo un cielo azul.
El samadhi de Sri Ma presenta una vista maravillosa: fui extremadamente afortunado de poder presenciar un samadhi así en varias ocasiones. Anoto debajo algunas de mis experiencias.
Algunos días mientras deambulaba por la habitación o estaba sentada, después de entrar en ella con aire de naturalidad o después de reírse y hablar unas pocas palabras, Sus ojos se abrían mucho con una mirada vacía y todos Sus miembros se relajaban de modo tan sobrenatural que Su cuerpo parecía, como si dijéramos, derretirse sobre el suelo.
Entonces podíamos observar que al igual que el suave disco dorado del sol poniente, todo el resplandor de Sus modales y expresiones habituales se desvanecían poco a poco de Su semblante hacia misteriosas profundidades.
Poco después su respiración se aminoraba, a veces deteniéndose totalmente, cesaba por completo de hablar. Sus ojos permanecían cerrados. Su cuerpo se enfriaba. A veces Sus manos y pies se volvían rígidos como troncos, otras colgaban sueltos como trozos de cuerda, cayéndose desde cualquier dirección que se les colocase.
Su cara estaba iluminada de un tono carmesí debido a la intensidad del anandam interior: Sus mejillas estaban encendidas con luz celestial, Su frente parecía brillante y serena con una paz divina. Todas Sus expresiones físicas quedaron suspendidas; sin embargo cada poro de Su cuerpo irradiaba una luz especial – una elocuencia muda de silencio en discurso interior. Todos los presentes sintieron que Sri Ma se estaba hundiendo en las profundidades de la comunión divina. Así pasaron unas diez o doce horas y después se hicieron esfuerzos para devolverla al plano físico con kirtana y cosas similares, pero todo fue en vano.
Yo mismo no podía despertarla de ese estado de auto-absorción. No había ningún tipo de respuesta cuando le frotábamos con fuerza las manos o los pies, o cuando los punzábamos con puntas afiladas. Cuando llegó el momento adecuado Su consciencia regresó. No dependió de ningún estímulo externo.
Cuando Sri Ma volvió a la consciencia física, su respiración volvió a ser más y más profunda; con ella se revivieron todos los movimientos de Sus miembros. En determinados días, poco después de ese despertar, Su cuerpo recaía una vez más en la condición inerte anterior y tendía, como si dijéramos, a congelarse una vez más en el estado de samadhi. Cuando le abríamos los párpados con la punta de los dedos, había una mirada vacía e insensible en Sus ojos, y en seguida los párpados se cerraban de nuevo automáticamente.
Cuando se manifestaban una serie de síntomas de Su despertar a la vida normal, le ayudábamos a colocarse en una postura sentada y llamándola en voz alta, hacíamos intentos de devolverla al mundo de los sentidos y la inducíamos a hablar. En este estado de ocaso de la conciencia, solamente respondía a la llamada del mundo exterior durante un periodo muy breve de tiempo, para a continuación, hundirse en las profundidades más recónditas de Su ser. En este estado le costaba mucho tiempo recobrar su condición normal.
En una ocasión después de un periodo así de samadhi, conseguimos hacerla andar con gran dificultad. Después de tomar un bocado de comida, Su cuerpo recayó en un estado inerte e inconsciente durante varias horas.
Pero cuando después del samadhi recuperó Su estado normal, Su cuerpo entero parecía estar inundado de alegría. En el umbral del despertar, a veces reía, o reía y lloraba al mismo tiempo.
Durante el samadhi Su cara perdía toda la frescura del vivir; el cuerpo parecía estar muy frágil y débil y en Su aspecto general no había en absoluto expresión ni de alegría ni de dolor. En ese estado tardaba mucho más en recobrar Su ser normal. En 1930, cuando vino al Ramna Ashram, a menudo parecía haber perdido toda señal de vida durante el samadhi y pasaba cuatro o cinco días seguidos sin respuesta a ningún estímulo exterior. Durante toda la fase, desde el principio del samadhi hasta el final, no había indicio de que estuviese viva o pudiera jamás estarlo. Su cuerpo se quedaba tan frío como el hielo y permanecía frío durante mucho tiempo después de que le volviera la conciencia.
Después de recobrar totalmente la conciencia, cuando le preguntaron como se había sentido durante el samadhi, simplemente contestaba: "Es un estado más allá de todos los planos de la conciencia y supra-conciencia – un estado de completa inmovilización de todo pensamiento, emoción y actividad, ambas física y mental – un estado que trasciende todas las fases de la vida aquí abajo. Lo que llamamos savikalpa samadhi, no es sino un medio de alcanzar también ese objetivo final, es solamente un estado pasajero del sadhâna.
"Una profunda concentración en cualquiera de los cinco elementos de los sentidos – oído, tacto, olfato, gusto y vista – derivados fundamentalmente del aire, la tierra, el agua, etc., nos conducen a sumergir nuestra identidad en él, y según se va profundizando en la concentración, el cuerpo, como si dijéramos se va congelando gradualmente con ella. Entonces ese particular sentido impregna por completo nuestro ser y el ego gradualmente se disuelve en él y se funde con una Entidad Universal. Cuando este estado se establece, también se deshace la conciencia de un Ser Universal, y lo que permanece entonces está más allá de las palabras, de la expresión o de la experiencia."
A veces sin ninguna causa observable, muchos síntomas anormales se hacían visibles en Su persona. Su respiración se volvía profunda y prolongada; Su cuerpo entero giraba a la derecha o a la izquierda con una expresión de languidez y fatiga. Entonces se echaba en el suelo o rodaba como un fardo. En esos momentos tenía conciencia física y cuando se le hacía alguna pregunta, respondía con una o dos palabras en una voz muy tenue y suave.
Preguntándole supimos más tarde que mientras estaba en ese estado sentía una corriente de vida fina como si fuese un hilo fluyendo desde el extremo inferior de la espina dorsal directamente hacia el centro más alto en el cerebro, y junto a ella una sensación gozosa recorría cada fibra de Su cuerpo e incluso los poros del pelo. En esos instantes sentía que cada partícula de Su armazón físico bailaba, como si dijéramos, en infinitas ondas de felicidad. Todo aquello que tocaba o veía le parecía ser una parte vital de Si misma. Su cuerpo físico gradualmente dejaba de funcionar.
Si en aquel momento se le masajeaba durante mucho tiempo la columna vertebral o las articulaciones, permanecía quieta durante un tiempo y recobraba Su condición normal. Era en esta fase en la que la encontrábamos rebosante de gozo celestial y su aspecto tenía todo el indicio de alguien que se hubiese perdido en el amor universal.
En medio de la rutina de la vida diaria, mientras La Madre estaba echada, sonriendo y hablando con la gente que venía a verla, los miembros se le quedaban fríos como el hielo, y las uñas y los dedos de los pies se le ponían azules. No había manera de disminuir la rigidez de Sus miembros ni si quiera con vigorosos masajes, aunque las manos de los que le frotaban los miembros quedaban entumecidas de frío. Un día le llevó casi doce horas recobrar Su calor habitual.
Un día, justo al anochecer ,Sri Ma estaba echada en estado de samadhi. Nuestra Didima estaba sentada sobre la cama a su lado. Pitaji también estaba en la habitación. Sobre las 2 a.m. estaba sentada en la terraza meditando sobre los pies de loto de la Madre. Sentí una emocionante sensación en mi corazón producida por el sonido de Sus pisadas. Abrí los ojos pero no pude observar nada. Escuché un tenue sonido dentro de la habitación. Cuando dejé mi asiento observe dos pequeñas huellas de los pies mojados de Mataji.
Al entrar en la habitación encontré que Sri Ma estaba en la cama. Le pregunté a Didima si Ma había salido fuera. La respuesta fue, "no". Transcurrió la noche. A la mañana siguiente estuvo en el plano de la conciencia física durante un breve intervalo. Aunque recuperó el juicio al día siguiente, le costó tres o cuatro días más recobrar Su modo habitual de vida.
Pocos días más tarde le dije a Mataji "He oído que durante el samadhi no es posible para nadie desplazarse con el cuerpo físico. ¿Cómo puede ser que sintiese tus pisadas en el suelo aquella noche?"
Sri Ma dijo: "¿Es posible que un hombre pueda explicar todas las cosas con palabras?" y continuó en silencio.
En una ocasión, le pregunté: "¿Cuáles son los signos de un sadhaka?" Ella dijo: "Cuando un devoto alcanza un cierto nivel de pureza mental, puede que se comporte como un niño, o que se vuelva insensible a los estímulos del mundo como un coágulo de materia inerte, o que viole todos los cánones de la vida social como si fuese un loco, o que quede a veces sacudido por ráfagas de pensamientos y emociones elevadas y pase por un santo. Pero a través de todas estas diversas formas de vida su propósito permanece fijo en el objetivo central. Si en esa fase se olvida de su intención final, su progreso se detiene ahí."
"Pero si con un intenso esfuerzo continúa las tentativas hacia su objetivo, todas sus actividades se centraran alrededor del objetivo supremo. Siempre te encontrarás que incluso aunque parezca una masa de materia inerte, indiferente a estímulos externos, estará lleno de alegría y felicidad tan pronto recupere su conciencia física. Gradualmente, según se va estableciendo en él este humor jubiloso, su relación con las personas y las cosas queda imbuida con un espíritu de alegría y gozo, que le hace querido y adorado por todos. Su vida interior y exterior se convierte en una expresión de la Única Felicidad Suprema.
"En la siguiente fase el devoto alcanza un nivel donde incluso el concepto de una existencia universal desaparece. Entonces su forma de vida no puede ser explicada por los cánones normales del razonamiento humano. En este estado todas las vibraciones de su mente - cuerpo quedan suspendidas y hay muchas probabilidades de que el alma se salga de su estructura mortal. Pero si hay un residuo de un samskara fuerte que asegure el bienestar humano, es posible que continúe viviendo durante cierto periodo de tiempo. Sin embargo permanece inalterable en todas las circunstancias de la vida, aunque pensemos que es susceptible de cambiar simplemente porque retiene su cuerpo."
"La única diferencia entre este devoto y el yogui que abandona su cuerpo, es que este último deja su cuerpo por el esfuerzo de su propia voluntad. Incluso en el momento de salida de su físico, retiene la conciencia de que tiene un cuerpo que está abandonando mientras que la persona que abandona su estructura mortal en completo samadhi no es consciente de su cuerpo individual ni de esfuerzo alguno al abandonarlo. Los samskaras de la vida y de la muerte dejan de funcionar en él y tan pronto como el karma de sus vidas pasadas se agota, el cuerpo se desprende de modo natural."
En otra ocasión, Sri Ma dijo en el curso de una conversación:
"(i) La pureza del corazón y de la mente llega a través de la concentración en un objeto de acuerdo a la disposición particular de cada uno.
(ii) Gradualmente según se progresa, todas las ideas dispersas y las ambiciones llegan a unificarse con ese único objeto.
(iii) A continuación cuando varias corrientes de pensamiento fluyen a lo largo del mismo canal, el devoto se queda aparentemente inmóvil e inerte.
(iv) Después de eso encuentra un lugar de descanso en el Ser Universal y es sumergido en una existencia unitaria."
Normalmente Sri Ma no dice estas cosas a todas las personas.
A veces se detiene repentinamente en el curso de la conversación. Habitualmente está rodeada de muchos bhaktas. Lo que dice para su bienestar no siempre puede ser registrado y muchas de sus palabras no son inteligibles para todos.
Sus instrucciones son de tipo universal pensadas para todos los hombres, aún así su importancia real no siempre es comprendida por personas como nosotros. A pesar de ello, cuando algunas de Sus palabras iluminan la mente de una persona concreta, la conciencia que ésta alcanza por su propio conocimiento limitado encuentra expresión en su vida de acuerdo a su propia capacidad de avanzar. No es fácil imaginar cuan infinitamente variados son los riachuelos que fluyen desde el Himalaya hasta las planicies de la India a través de glaciares, cataratas, ríos, arroyos y fuentes, enriqueciendo y fertilizando muchas regiones estériles. Aunque el Himalaya no pierde nada enviando fuera estas corrientes perpetuas, el bienestar del mundo se asegura con ellas. Un caso similar es el de Sri Ma y sus devotos.
Apenas encontramos palabras para expresar los cambios que poco a poco llegan en cada momento de nuestras vidas, a través de Su contacto, Sus sugerencias, palabras y sonrisas. Hay una falsa impresión entre nosotros de que si intentásemos expresar cómo Sus bendiciones han moldeado muchos pequeños incidentes de nuestra vida cotidiana, estaríamos minimizando Su gracia o influencia. Pero me inclino a pensar que con tales esfuerzos solamente estaríamos cantando himnos a Su gloria además de avanzar en nuestra elevación espiritual en gran medida. Al mismo tiempo sería una manera de vincular nuestras almas agradecidas con Su Gracia en cada momento de nuestras vidas.
































LA MADRE Y SU LILA


Aquellos que han observado la cara reluciente de Sri Ma siempre con una sonrisa radiante, Su simplicidad cuasi-infantil, Sus chistes juguetones fluyendo de un corazón rebosante de gozo, han debido quedar encantados más allá de lo imaginable. En todas Sus palabras y expresiones, en cada una de Sus miradas y gestos, reina una dulzura, que no tiene igual en ningún otro sitio. Una fragancia divina emana de Su cuerpo, de cada uno de Sus respiros y de Su atuendo y ropa de cama. Cuando canta, pensamientos e ideas divinas manan de la fuente interior de nuestros corazones.
Vive una vida de perfecto desapego, completamente libre de toda atadura. Como el cielo sereno y azul allá arriba, muy lejos del mundo que está debajo y aún así derramando una serenidad tranquila sobre las cosas de la Tierra, y produciendo reflejos celestiales sobre lagos y estanques, así como sobre un tazón de agua. Envuelve a todas las cosas creadas y las atrae más y más cerca de Su corazón. Reconoce el juego de una vida absoluta en gentes de todas las razas y credos, en cada animal y planta. Considerando a todos los seres como manifestaciones de una gloria universal, los trata con igual amor, respeto y reverencia. Su visión no esta coloreada por la distinción de alto y bajo, rico y pobre.
Mataji siempre dice: "No tengo nada nuevo que ver, oír o decir ". Sin embargo ocurre que hasta la más pequeña tontería parece absorber Su atención hasta un grado que hace que nos sintamos inclinados a compararla con una niña encantada con una preciosa muñeca.
No hay fin a los divertimentos juguetones que mantiene con Sus devotos. En una ocasión deseaban verla vestida como Sri Krishna de niño y también de joven en el umbral de su adolescencia. Los devotos se organizaron para vestirla. Hay dos fotografías que muestran estas dos caracterizaciones. ¡Qué impresionantes son las expresiones de Sri Ma en esas dos diferentes poses! La belleza de Su cara revela el encanto de Sri Krishna de niño y al convertirse en un muchacho. Es realmente inconcebible de qué escondida fuente salió un resplandor divino semejante para dar a Su aspecto tanta ternura, a Su frente una expresión tan sosegada y afable, a Su cara un halo así de pureza y dulzura, y a Sus miembros una flexibilidad tan ligera. No solo es algo extraño, sino sobrenatural y sin precedente.
En Su risa franca las fibras de Su ser se juntaban y danzaban, como si dijésemos. Aquellos que estaban presentes en ese momento pudieron ver el brillo de luz sagrada que iluminó Su semblante; una risa tan pura y sincera es difícil de encontrar en un ser humano. La fotografía revela muy imperfectamente solo una fracción de su expresión real.
Donde quiera que Sri Ma va, Su presencia lleva una dulzura exquisita, impregnando los pensamientos e ideas de la gente que se congrega alrededor Suyo. Cualquiera que pueda ser la naturaleza de nuestros pensamientos, uno se siente agradablemente sorprendido al encontrar que su mente está siendo purificada y refinada por Su sutil influencia. La visión de Sri Krishna despertó un afecto maternal en Yashoda, sentimientos amistosos en Sridama y Sudama y un amor desinteresado en los corazones de las vaqueras de Brajadhama. La presencia de Sri Ma también induce a diversas fases de amor y adoración devocional en diferentes almas.
Desde su temprana infancia ha estado jugando con las fuentes principales de la vida humana. Sus camaradas no conocen alegría sin Su compañía. Quien quiera que entre en contacto con Ella, niños, jóvenes, o ancianos quedan tan encantados que preguntan a menudo al marcharse ."¿Cuándo volveremos a encontrarnos?" Donde quiera que va, se reúne una gozosa multitud. Una ola de un deleite intoxicante agita con nueva inspiración a cientos y miles de hombres y mujeres, y sus almas danzan, como si dijéramos, en respuesta a Sus dulces palabras y expresiones. En el momento en que abandona un lugar, da la impresión de vacío. También se ha observado que gente que, al verle el pelo despeinado y apelmazado, el vestido despreocupado y los modos descuidados, llegaron a considerarla como una mujer excéntrica e intentaron evitar Su presencia, pero sin quererlo no podían apartar sus ojos de Ella.
Incontables y múltiples son los poderes extraordinarios que constantemente se manifiestan a través de Sus lúdicas actividades. Al preguntarle sobre ellos, dijo: "Este cuerpo está siempre en el mismo estado sin ningún tipo de cambio: solo vuestra actitud os lleva a considerar una fase particular como ordinaria o extraordinaria." Añadió: "El Universo es un Drama Divino, tenéis deseos de jugar y por eso en todas las actividades juguetonas de este cuerpo, en sus sonrisas y divertimentos, interpretáis sus formas de acuerdo a vuestra propia luz. Si hubiese asumido una postura grave e inmóvil, os habríais apartado de mi. Aprended a sumergiros en el Gozo Divino en todas sus manifestaciones y alcanzaréis el objetivo final de todo drama. ¿Comprendéis?"
Lo que está más allá de la experiencia de la persona normal es lo que se llama extraordinario. Para aquel que ha disuelto todos los pensamientos y emociones en la felicidad suprema y absoluta del Atman, que a veces representa el papel de un ser individual, a veces de Isvara, el Gobernante Supremo del Universo y otras del absoluto impersonal Para-Brahman. Todas estas fases no son sino manifestaciones fortuitas del Drama divino auto-iniciado. Sri Ma no tiene deseos, ni cosas que le gusten o le disgusten. A veces los poderes sobrenaturales juegan su papel de despertar actitudes devocionales o de levantar pensamientos piadosos en Sus devotos. A veces la tremenda actitud de oración de los devotos induce las manifestaciones correspondientes en Su sencillo comportamiento. Sri Ma dice: "Este cuerpo es como un instrumento musical; lo que oyes depende de cómo lo toques. Encuentro que no hay sino una melodía maestra resonando por todo el universo.
En Junio de 1932, un día antes de abandonar el Ashram de Ramna en Daccca, a las 5 p.m., estaba sentada con muchos devotos en un recinto abierto para comer el prasada. De repente el cielo se cubrió de nubes oscuras y comenzó una tormenta con relámpagos y truenos. Todos los presentes presintieron una lluvia inmediata. En ese momento llegó otro grupo que también se sentó para tomar prasada. La Madre pidió que los que hubiesen terminado de comer se fuesen, pero Ella se quedó. Cuando todos hubieron terminado se levantó y dijo: "Ahora voy a tomarme un baño gratis ". Muchos intentaron disuadirla de tomar un baño en una hora tan avanzada de la tarde. Pero Ella permaneció firme cuando comenzó a caer una fuerte lluvia; el recinto entero se inundó. Sri Ma corría con gran deleite bajo la lluvia como una niña juguetona y llena de vida. Muchos ancianos y ancianas, niños y niñas y jóvenes se unieron a la concurrencia con todas sus finas ropas y comenzaron kirtana, que continuó hasta las 9 p.m. Entre ellos los había con muy mala salud; pero ninguno se resfrió.
Hemos visto muchos ejemplos donde con una mera mirada Sri Ma ha detenido la lluvia, o con una leve sonrisa o una ruidosa risa ha puesto fin a todas las disputas o demostraciones de mala voluntad entre Sus devotos.
Sri Ma por naturaleza toma muy poca comida – incluso cuesta imaginar como puede vivir una persona con una dieta tan escasa. En etapas tempranas de Su vida, cuando se manifestaron en Su cuerpo muchos procesos yóguicos pasó muchos días sin siquiera tomar una gota de agua. No sentía ninguna inclinación a comer hasta que no cesaban los procesos yóguicos. Durante esos días de ayuno completo o parcial Su aspecto era reluciente y alegre. Su cuerpo ágil, lleno de la salud y el vigor habituales.
Aunque desde muy temprano se ajustó a una dieta muy restringida. Pasó cinco meses tomando solo un puñado de comida y eso lo hacia en vísperas de la noche. Durante unos ocho o nueve meses solamente tomaba tres bocados de arroz en el día y tres en la noche. Durante cinco o seis meses vivió a base de un poco de fruta y agua que tomaba dos veces al día. Hubo una ocasión en que se pasó cinco o seis meses comiendo una pequeña cantidad de arroz solamente dos veces a la semana; otros días un poco de fruta bastaba.
Desde 1926 ya no pudo comer con Sus propias manos; siempre que intentaba llevarse la comida a la boca se le aflojaba la mano y gran parte de la comida se le deslizaba entre los dedos. Esto no era debido a ninguna enfermedad. En esa época, se dispuso que la persona que solía alimentarla debía, una vez por el día y otra por la noche, administrarle solamente tanta comida como pudiese cogerse con las puntas de dos dedos. De esta guisa pasaron cuatro o cinco meses. En días alternos también bebía una pequeña cantidad de agua. Durante cinco o seis meses tomó tres granos de arroz hervido por la mañana y tres granos por la noche y dos o tres frutas maduras que se habían caído de los árboles de forma natural. A veces sucedía que la comida le tocaba solamente los labios y después se caía. Durante dos o tres meses comió tanta comida como era posible meterle en la boca en un solo trago. Durante ocho o nueve meses comió solamente dos onzas de arroz y lentejas mezcladas y hervidas en un pequeño tazón sobre el fuego sacrificial, o una pequeña cantidad de sopa de verduras mezclada con un poco de arroz hervido. Durante varios días seguidos vivió de una pequeña cantidad de leche o de una o dos rebanadas de pan sin levadura. También se podría añadir que durante muchos días consecutivos se mantuvo completamente sin comida.
Después de dejar del todo de comer arroz, no podía ni si quiera reconocerlo. Había una sirvienta de Kahar en Shahbag, que estaba comiendo arroz. Cuando Sri Ma lo vio, dijo sonriente: "¿Qué está comiendo? ¡Qué bien mastica y traga! Yo también comeré con ella." Un día se encontró a un perro que estaba comiendo arroz, y comenzó a decir lastimosamente: "Quiero comer, quiero comer ."Cuando se le impedían tales impulsos, solía echarse en el suelo durante un rato como una irritable niña pequeña. Una vez dijo Sri Ma espontáneamente: "El hombre intenta abandonar sus viejos hábitos. Pero mi manera es totalmente diferente. Ingenio modos para recuperar los viejos hábitos. Tenéis que alimentarme con tres granos de arroz hervido cada día, de otro modo perdería el hábito de comer arroz, igual que he olvidado el uso de las manos para coger la comida."
Aquellos que solían alimentarla tenían que estar alerta para comprobar que no se le diese ni una partícula de comida de más respecto a lo que Ella quería. Tenían que llevar una vida pura de auto-control; los utensilios de cocinar y de comer tenían que estar escrupulosamente limpios y puros. De no ser así no podía tragar la comida, o volvía la cara, o abandonaba Su asiento automáticamente. Solía decir: "No hay diferencia entre este cuerpo y un terrón de arcilla. Puedo comer la comida puesta en el suelo o en cualquier otro sitio de la forma que os guste; pero respetad la higiene, la observancia de la limpieza y otras reglas y obligaciones sociales son necesarias para vuestra educación, por eso este cuerpo sigue automáticamente esas regulaciones."
Durante los largos periodos de abstinencia de las cantidades normales de comida no disminuyeron sus habituales tareas domésticas ni su cuerpo perdió su hermosura natural. Después gradualmente todas las actividades de su vida familiar comenzaron a reducirse. Cuando intentaba hacer labores domésticas, Su cuerpo dejaba de funcionar y solía echarse en el suelo casi paralizada. A veces se le quemaban las manos o los pies en el fuego de la cocina; en otras ocasiones se lesionaba por otras causas, pero no era consciente de esos accidentes.
Sri Ma dice: "Nadie puede dejar de trabajar con la fuerza de su voluntad. Cuando su karma se agota, todo trabajo cesa automáticamente."
A partir de mayo de 1926 los rigores de las reglas relacionadas con Su dieta se relajaron. Pero lo que comía era, después de todo, extremadamente poco.
¡podría decirse que la ración de un niño! Cuatro o cinco años después de haber dejado de comer con Su propia mano, algunos devotos expresaron su gran ilusión de verla hacerlo de nuevo como antes. Por petición suya aceptó intentarlo y se sentó con los platos esparcidos ante Ella. Pero después de ponerse una pizca de comida en la boca, dio un poco a los otros y restregó el resto sobre el suelo. No podía comer nada. Después de esto, nadie le pidió jamás que comiese con Su mano. Dijo: "Considero a todas las manos como mías: de hecho siempre como con mi propia mano."
Desde muy temprano todo el mundo había observado sus primorosas habilidades caseras y en el arte de cocinar y sus elegantes modales para entretener a los huéspedes. Lo que hiciese, lo hacía perfecto. Podía hilar muy bien y tejer ropa en un telar manual. Su costura, calcetería y cestería eran magníficas, mostraban un grado extraordinario de inteligencia y destreza. Cuando veía que otros eran incapaces de hacer un trabajo, iba en su ayuda, y para sorpresa de ellos, lo resolvía con facilidad. Los platos de comida preparados por Ella eran deliciosos y por lo tanto cuando había una fiesta, se le requería para que dirigiese la cocina.
A Ma le gustaba mucho distribuir comida entre todas las personas, tanto adultos como niños. Ella podía privarse de comer y de cualquier confort personal con tal de satisfacer a los demás. En una ocasión un sadhu fue desde Gujarat a Shahbag, en Dacca. Con el borde de Su sari Ella limpió su asiento y lo entretuvo con su habitual humildad y dulzura. El plato de comida estaba tan pulcramente servido que parecía estar, por así decirlo, santificado por Su gran amor y Su desinteresado espíritu de servicio. Al marcharse el sadhu dijo: "Hoy he recibido comida de la mano de la Madre del Mundo. Nunca en toda mi vida me habían servido con tanto cuidado y pureza".
Siempre que podía, cocinaba para todos los devotos de corta edad y con afecto maternal les servía la comida. El prasada recibido de Sus manos despertaba un júbilo sin precedentes en el corazón de sus devotos. Muchos incidentes misteriosos ocurrían cuando se distribuía el prasada. Un día la esposa del difunto Niranjan Roy trajo unas naranjas para Sri Ma. Ella misma [Ma] las distribuyó pues todo el mundo allí presente exclamaba: "Quiero prasada de las manos de Mataji". La cantidad de naranjas era muy pequeña para el gran número de gente que las pedía. Todo indicaba que faltarían naranjas. Pero los modos de Sri Ma son inescrutables; todo el mundo recibió una naranja y no sobró ninguna. Otro día hubo una fiesta de kirtana en la casa de Niranjan, en Dacca. Se preparó comida para unas cincuenta o sesenta personas pero el número de invitados aumentó hasta ciento veinte aproximadamente. Sri Ma se dio cuenta y permaneció en la esquina de la habitación en la que estaba la comida hasta que se terminó de servir. Tras haber comido todos, se comprobó que aún quedaba comida.
Grandes cantidades de comida y ropa llegaban al Ashram al modo de ofrendas a Sri Ma. Después de tomar un poco de aquella comida o de llevar alguna prenda de vestir por un corto periodo de tiempo, Ella lo distribuía todo entre la gente allí congregada. Luego reía alegremente. La gente le ofrecía preciosos adornos de oro y plata, pulseras de oro y de conchas, y muchas otras cosas. A veces estos adornos se apilaban en sus antebrazos. Todas las cosas, grandes o pequeñas, preciosas o triviales, las recibía con el mismo talante. Pero nunca se preocupaba por saber quién las había regalado o que era de ellas después. Muchos adornos eran donados posteriormente y lo que quedaba, por valor de unas 1000 rupias, se fundía en un masa y se usaba para hacer adornos a las deidades del Ashram.
Ella nunca tenía más de dos mudas de sari para ponerse. A menudo daba uno de los dos, pero ocurría de tal modo que tan pronto como regalaba uno de ellos, le ofrecían otro.
Cuando iba a Calcuta desde Dacca, solía hospedarme en la casa de Sri Jnanendra Nath Sen. Él era para mi más que un hermano mayor. Su esposa, la difunta Mrs. Hiranmayi Devi, me consideraba como su hermano menor. Es raro encontrar un alma tan amorosa, de tan extraordinaria sencillez, pureza, devoción hacia su marido y con una discreción tan poco frecuente que la hacían ser muy querida por sus invitados y miembros de su familia. Atraída por su bondad, Sri Ma solía ir a verla de vez en cuando.
Una vez que Sri Ma se quedó en Kalighat y fui a verla, un devoto le hizo ponerse un sari de un fino tejido de Dacca. Se había decidido que Ma iría a la casa de Jnan Babu. Al informárseme de que Mataji iba también a otro sitio de camino allí, yo me adelanté. Compré un sari de una calidad intermedia con la idea de que cuando Ma llegase a la casa de Jnan Babu, le darían ese nuevo sari y de este modo Ella podría dejar el más fino y caro para la esposa de Jnan Babu. No le revelé mi propósito a nadie.
Sri Ma llegó a la casa de Juan Babu. Pero para mi consternación vi que llevaba puesto un sari muy normal pues el del tejido fino de Dacca que había llevado antes, lo había dejado en el lugar que había visitado de camino. Yo estaba sorprendido pero Sri Ma reía cada vez que me miraba. Nadie de los presentes podía comprender el significado de Su risa. Más tarde le confesé el propósito tan ridículo con el que había comprado el sari.
He dado antes algunos ejemplos de la extraordinariamente pobre dieta de Sri Ma. Otros pocos ejemplos pueden añadirse que muestran como en ocasiones consumía descomunalmente grandes cantidades de comida.
Tras haber comido diariamente durante aproximadamente ocho o nueve meses dos onzas de arroz mezcladas con dal hervido en un pequeño tazón sobre el fuego sacrificial, un día se decidió que tomaría una cantidad de comida normal. Pero todo el mundo la presionó para que comiera más y Ella pidió que trajeran toda la comida que había preparada, suficiente para ocho o nueve personas. Se la comió toda. En otra ocasión de modo sonriente tomo de sesenta a setenta puris y un cantidad correspondiente de dal y verduras, seguidas por un gran tazón de arroz hervido en leche espesa. Hubo una vez en la que se comió pudding de arroz preparado a partir de medio cuenco de leche (alrededor de 40 libras) y cuando se agotó todo, exclamó: "!Quiero comer más, por favor, dadme más pudding! Según un prejuicio popular, unas gotas del plato dulce salpicaron el sari que le cubría la cabeza, pero la influencia del ojo maligno de las gentes que presenciaron el suceso no le causo el menor daño a la Madre. Luego se descubrió que los lugares en los que cayeron las gotas parecían como quemados por el fuego.
Unos minutos después de haber tomado comida en cantidades descomunales, tenía una expresión de cara extraordinaria. En tales ocasiones solía decir "En el momento de comer no sabía que estaba tragando tanta comida. Fue gracias a vosotros que me di cuenta de ello por primera vez. En aquel entonces, cualquier cosa que me ofrecieseis, buenas o malas, incluso hierba y hojas, habrían sido todas comidas." Sin embargo, no se apreciaba ningún malestar físico después de tales comidas. Es más, a menudo realizaba muchas extrañas proezas que se le venían a la mente en ese momento y, aunque anormales, no terminaban en consecuencias nefastas.
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Del mismo modo que las ofrendas a Dios santificadas por los mantras, flores, pasta de sándalo y cosas por el estilo, y dedicadas con seriedad, inundan la mente de un sereno gozo, así también los regalos a Sri Ma, cuando son ofrecidos con una devoción de todo corazón, traen una inmensa satisfacción y alegría al devoto. Hemos visto que Ella aceptaba esas cosas normales y nimias tales como arroz inflado y frutas corrientes como si fuesen un tesoro. Ella se comía con gran placer un curry de verduras corrientes sin sal o arroz hervido en leche sin azúcar; por la grandeza de su corazón, incluso invitaba a los demás a participar del placer de comer. Por otra parte, en muchos casos, cuando alimentos raros y apreciados conseguidos con gran dificultad, llegaban a Sus labios, Su boca se cerraba con solo tocarlos.
El difunto Sri Tarak Bandhu Chakravarty, inspector de escuelas jubilado, que vivía en Gandaria, Dacca, vino caminando aproximadamente cinco millas con unos dulces preparados en su casa con la leche de su propia vaca. Aún no había amanecido cuando llegó. Sri Ma estaba todavía en la cama. Como un niño impaciente el anciano grito: "Ma, Ma, te he traído unos dulces preparados con especial esmero, no los vas a comer?"
Mataji se sentó en su cama y sin haberse lavado la cara, la boca o las manos, se puso a comerse los dulces de las manos del anciano y con gran placer dio palmadas. Las mejillas de Tarak Bandhu se llenaron de lágrimas de alegría y gratitud.
Otro día Baby venía a ver a Mataji con algunos dulces que había hecho ella misma. Cuando ésta se encontraba a casi media milla de distancia Sri Ma de repente rió fuertemente y dijo: "Llegan dulces para mi". Se sentó como una cría, deseosa de comerlos. Había ocasiones en las que al llegar alguien, exclamaba: "Saca lo que has traído para mi". Así expresaba Su alegría por los regalos con mucha felicidad y con bromas jocosas. Por otra parte, los incidentes no eran raros cuando la gente tenía que esperar mucho rato con sus ofrendas, pero Sri Ma ni siquiera se molestaba en advertirlos.
En una ocasión yo estaba guardando cama debido a una grave enfermedad. De modo bastante inesperado, se me pasó por la cabeza el deseo de enviar a Ma un poco de khir. Cuando estuvo listo, probé unas cuantas gotas para comprobar si estaba bien hecho. Mi hermana mayor estaba presente y dijo: "No podemos enviar este khir a Sri Ma; las cosas que los hombres han probado de antemano no se pueden ofrecer a un Dios". Yo respondí: "Por favor, envíalo". Luego, supe que Sri Ma se lo había comido todo.
En otra ocasión le dije a mi esposa: "Por favor, prepara comida sati para la Madre". Fue hecha a regañadientes y enviada a Sri Ma. Luego supimos que Ella ni la tocó.
Se ha comprobado frecuentemente que algunas personas que con gran devoción y amor por Sri Ma, esperaron a cierta distancia y en silencio le ofrecieron todos sus mejores sentimientos, sintieron sus bendiciones en lo más profundo de sus corazones. En cambio, había otras que traían montones de ofrendas, rezaban y vertían lagrimas para obtener Su gracia, pero no recibían ni sus enseñanzas ni su atención. Todo el mundo obtiene una respuesta de Ella de acuerdo con la sinceridad e intensidad de su devoción. Sus bendiciones no dependen de la naturaleza de las cosas materiales que le son ofrecidas.
Todas las gentes, personas piadosas o ateos, ricos y pobres, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, incluso niños tienen libre acceso a Ella. A menudo se la oye exclamar con una carcajada: ¿Por qué os preocupáis por tener el momento y la oportunidad de verme? ¿No os dais cuenta de que mis puertas están siempre abiertas? Aunque debido a las atracciones ilusorias del mundo, a menudos olvidáis a esta pequeña hija vuestra, podéis estar tranquilos de que tengo siempre a la vista vuestras preocupaciones y tribulaciones."
Nada se le aparece como extraño a Sri Ma que ve todas las cosas sin la ayuda del ojo físico, que puede leer todos los pensamientos sin ser asistida por la palabra hablada, que ve y oye todo, que va y viene como el que está elevado en las alturas, completamente ajeno a los asuntos de este mundo y, sin embargo, en un vivo contacto con ellos. Día y noche, olvidada de Su confort o fatiga personal, Ella parece estar siempre esperando a todos los hombres, estén éstos afligidos o a gusto.
La gente se congrega alrededor Suyo desde por la mañana temprano hasta bien entrada la noche. Algunos pintan Su frente de color bermellón, otros decoran Su pelo, y otros le proponen darle un baño o lavarle la cara y la boca, o lavarle los dientes con pasta de dientes. Algunos puede que le pidan permiso para cambiarle el sari, otros expresan el deseo de ponerle un dulce o una rodaja de fruta en la boca, algunos le susurran al oído sus oraciones secretas, otros están deseosos de que les conceda una entrevista privada. Algunos pueden incluso atreverse a dispersar la muchedumbre que la rodea diciendo: "Por favor, aléjense, no molesten a la Madre de este modo".
¡Pero miren a Sri Ma! Ella se sienta, hora tras hora, día tras día, de forma exquisitamente tranquila en medio de todo este ruido y bullicio, de estos tumultos y peleas. Ella permanece quieta y firme con cara rebosante de alegría, atendiendo a todo tipo de peticiones o ruegos con tan amorosa gracia que la atmósfera parece inundada de divino gozo y felicidad. Puede que los corazones de la gente congregada no estén todos igualmente atraídos por su dignidad, pero Sus miradas dulces y compasivas se depositan con igual ternura sobre todos los seres humanos, del mismo modo que los rayos dorados del sol al amanecer. Todavía no se ha visto a nadie que se haya alejado de su presencia desesperado o desanimado.
Sri Ma dice: "El mundo de Dios esta hecho de ambas, gente que entiende su naturaleza, y gente que no. Ambas tienen que quedar satisfechas con los juguetes que quieran." Por esta misma razón nadie ha sido aún capaz de decir: "La Madre no es mía, sino tuya". Cualquiera que tenga la suerte de entrar en un contacto íntimo con Ella debe haber pensado: "Ma es mía y solo mía". La gente le han abierto lo más profundo de su corazón y a consecuencia de ello han encontrado una nueva esperanza y una nueva paz.
Está mas allá de nuestra capacidad entender el lila de Sri Ma. La hemos encontrado respondiendo a las dos emociones contrapuestas del nacimiento de un hijo y la del dolor por la muerte de un niño, a la vez con la misma calidez. También la hemos visto llorar con una madre afligida y reír alegremente con una persona feliz. Tales emociones contradictorias encuentran una maravillosa síntesis en Ella. La hemos visto emplear dulces y consoladoras palabras de alivio a los desesperados que imploran sus bendiciones, mientras retira su pie del alcance de éstos. Ella se mostraba bastante ajena cuando alguien yacía postrado a sus pies durante mucho tiempo. Un día una señora que había perdido a su hijo cayó a los pies de Ma lamentándose amargamente. Mataji empezó a llorar y vertió lágrimas tan profusamente junto a la madre afligida, agarrada de cerca en su abrazo, que la otra llegó a olvidar todas sus penas. Por el contrario, mostró tanta preocupación por el llanto de Sri Ma que exclamó: "Ma, alíviate, no lloraré más por la muerte de mi hijo".
Muchos de nosotros debemos haber encontrado una inmensa alegría solo con mirarla, tocar el polvo de Sus pies o escuchar Sus dulces palabras, que causan una afluencia de sentimientos y pensamientos puros en nuestros corazones.
Un día, un amigo mío que había regresado de Inglaterra hacía poco con la cabeza empapada de ideas occidentales, vino a ver a Sri Ma a petición mía. Él dijo que al verla, el mantra que había recibido de su Gurú hace mucho, mucho tiempo antes de navegar hacia el extranjero, y que había casi olvidado, se reavivó en su memoria. Hay muchos ejemplos que muestran como sólo con sentarse a Sus pies la gente adquiría el poder de concentración y devoción que les permitía venerar a Dios y contemplar a la divinidad.
Manteniéndola a Ella como un ideal a seguir de todo corazón, con una consideración sagrada por Su Persona, mucha gente ha avanzado en el camino espiritual. En el templo de Siddheshvari, cuando Sri Ma estaba en trance, una niña de dieciséis o diecisiete años estaba tan emocionada de admiración y alegría que abrazó a Mataji. Al contacto con ella la niña fue invadida por el éxtasis y rodó por el suelo diciendo repetidamente 'Hari, Hari'. Este estado de felicidad duró tres o cuatro días.
También hemos oído decir que con la mera visión de Sri Ma o al tocar su mano mucha gente se arrepintió de sus pecados pasados y avanzaron en la vida espiritual. En una ciudad grande de las Provincias Unidas (Uttar Pradesh) una señora muy respetable, la esposa de un oficial del Gobierno, vino a ver a Mataji. Después de haberse sentado a su lado por algún tiempo, se arrepintió tan profundamente de algunos de sus pecados pasados que cuando volvió a casa confesó toda su culpa a su marido, pidiendo que le disparara y pusiera fin a su conducta viciosa. La Madre llego a saber esto, llamó a los dos marido y mujer y encontró los medios para restaurar sus relaciones domésticas normales. Asimismo, es bien sabido que personas que normalmente eran menospreciadas por todos como pecadores o seres despreciables, podían encontrar a Sri Ma fácilmente accesible y eran inducidos a recuperarse de sus malas costumbres. Mataji siempre dice: "Quiero especialmente a aquellas personas que no tienen apoyo que los sostenga en el camino hacia la vida buena". No son raros los ejemplos de gente completamente ignorantes de la vida espiritual, que pudieron sentir un impulso elevador mediante la actitud de rendirse ante Ella. Por otra parte, se comprobó que muchos pandits instruidos o adeptos a prácticas religiosas vinieron a verla por unos días y luego volvían llenos de engreimiento. Sri Ma dice: "Nada ocurre a menos que haya llegado su hora; todo el mundo obtiene lo que merece".
Durante el kirtana encontramos animales tales como perros y gatos apretándose contra el cuerpo de Ma, colocando las cabezas sobre Su regazo o dando vueltas cerca de Ella comiendo las sobras de dulces que estaban desparramadas a la clausura del kirtana, buscándolas como si fuesen hombres. Incluso se podían ver serpientes venenosas reptando a su alrededor. Un día Sj. Girijaprasanna Sarkar observó una serpiente alzando su capucha sobre la cabeza de Ma mientras estaba sentada bajo un árbol en el complejo de Siddheshvari, aunque el espacio de alrededor estaba bien arreglado y limpio. En casa de Niranjan Roy una serpiente siguió los pasos de Sri Ma en una habitación del primer piso, iluminado con luz eléctrica.
Lo que dice Ma es tan universal y tan atractivo que uno siente los deseos y aspiraciones más sublimes expresados en Sus palabras. Cada una de las frases que sale de Sus labios ilumina de forma natural un nuevo horizonte que es glorioso y perdura para siempre. No entra en ningún argumento razonado o discusión elaborada, ni tampoco da con gusto ningunas instrucciones u órdenes a nadie. Un hombre obtiene de Ella tanto como la intensidad de su amor y devoción le inspiran.
Ha habido muchos casos en los cuales personas que se le han acercado con problemas, encontraron para sorpresa suya la respuesta a sus dudas y dificultades en el curso de la conversación de Ella con otra gente. En una ocasión Sri Ma fue a Baidyanath Dham y Brahmachari Balanandaji le dijo: "Ma, ábrenos el tesoro de tu pecho." La respuesta fue: "Siempre está abierto para todos."
Algunos de Sus dichos han sido publicados en Sad Vani . Hay unos pocos más aquí abajo anotados. En el curso de Sus charlas diarias expresa ideas y pensamientos sobre la vida y la religión en forma de parábolas y sugerencias que provocan sonrisas, que de ser recogidas en un volumen constituirían un maravilloso tesoro espiritual. Sri Ma elige los pequeños incidentes de la vida diaria como vehículos para expresar verdades sublimes y principios de la conducta humana. El que nuestra pequeña unidad social sea una parte y parcela de la gran familia de inmensos mundos, el que todas las criaturas que habitan aquí abajo se muevan a través de las tormentas y tensiones de la vida hacia la búsqueda del Señor infinito de la creación, son verdades que siempre encuentran expresión a través de Sus palabras, sonrisas, canciones e himnos además de en todos los dulces aspectos de Su vida. Lo que dice o hace está lleno de señales para guiarnos y es aplicable a nuestra conducta en ambas vidas la mundanal y la religiosa. Con que convirtamos una de Sus muchas virtudes en el ideal de nuestra vida, será suficiente para guiarnos hacia la Auto-realización. Para aquellos que tienen un gran deseo de elevación espiritual, les parece que ha tomado esa apariencia física para bienestar del hombre y para ayudarle en su lucha por la liberación de las miserias y aflicciones que le tienen encadenado aquí durante siglos.
El tema central de Sus palabras y expresiones es éste:-
Vida y religión son una sola cosa. Todo lo que hagas para mantener tu vida, el trabajo y juego diarios, todos tus intentos de ganarte la existencia, deberán hacerse con sinceridad, amor y devoción, con una firme convicción de que la verdadera vida prácticamente significa perfeccionar la propia existencia espiritual en armonía con el universo. Para llevar a cabo esta síntesis, la cultura religiosa debería ser tan natural y fácil como comer o beber cuando tenemos hambre y sed.
Dice: "Realiza con seriedad, amor y buena voluntad, las tareas diarias de la vida e intenta elevarte paso a paso. Haz que en todas las actividades humanas exista un contacto vivo con lo Divino y no tendrás que renunciar a nada. Tu trabajo estará entonces bien hecho y estarás en el buen camino para encontrar al Señor. Al igual que una madre alimenta a su hijo con todos los cuidados y afectos posibles y le hace crecer para que sea un niño saludable y un joven hermoso, así también encontraréis que los sutiles toques de la Divina Madre modelan vuestra vida interior y os hacen alcanzar vuestra altura y estatura completa. Cualquiera que sea el trabajo que tengáis que hacer, hacedlo con resolución, con toda la simplicidad, satisfacción y alegría de la que seáis capaces. Solamente así podréis recoger el mejor fruto del trabajo. Con la plenitud del tiempo, las hojas secas de la vida se caerán de forma natural y otras nuevas brotaran.
Hemos oído, a menudo, decir a Sri Ma que cuando solía atender a sus obligaciones familiares estaba completamente absorbida en el trabajo y no tenía el más mínimo pensamiento para Su vestido, comida o cuerpo. Se dedicaba por entero a las tareas que le estaban asignadas y llevaba a cabo el cumplimiento de las órdenes de Sus mayores en la familia con cuidadoso escrúpulo. Sus vecinos decían a menudo: "A esta muchacha recién casada le falta del todo el sentido común."
Sri Ma dice: "Igual que hay un horario definido para trabajar en el colegio, en la oficina o en la tienda también deberíamos guardar unos pocos minutos de las veinticuatro horas del día para la contemplación divina, preferiblemente por la mañana y por la noche. Uno debe tomar una resolución firme para que este pequeño tiempo sea dedicado a Dios de por vida. Durante este periodo no se debe permitir a ninguna actividad mundana interferir en la contemplación de Dios. Se debe asignar una hora fija a todos los miembros de la familia incluida la servidumbre para la oración o la meditación. Si esta práctica se continúa por un largo periodo, la contemplación divina formará parte de tu naturaleza. Una vez que se establece el hábito, el curso futuro de la vida resulta fácil. Sentirás la corriente de la misteriosa Gracia Divina alimentando todos tus pensamientos y dándote nueva fuerza. Después de duros años de trabajo obtienes una pensión o un bono, de forma que ya no tienes que ganarte la vida más. En el reino espiritual la recompensa por el trabajo bueno, sincero y desinteresado es muchísimo más grande y puede ser obtenida más fácilmente.
"Tu pensión terrena expira con tu vida, pero la pensión divina continúa mucho más después de la muerte. Aquellos que amasan dinero, lo almacenan en alguna cámara escondida de su casa, añaden a lo almacenado lo que pueden ahorrar de vez en cuando y guardan constante vigilancia sobre su tesoro. Así también reserva una pequeña esquina de tu mente y corazón para Dios y siempre roba una oportunidad para añadir a lo que tienes almacenado en forma de invocación de Su nombre o de algún trabajo piadoso o pensamiento divino."
Un día Sri Ma estaba enseñando los modos variados que hay para saludar a Dios y dijo: "Cuando te inclines ante Dios, déjate perder completamente con una devoción firme y en proporción obtendrás alegría y poder. Si no puedes hacer otra cosa, al menos por la mañana y por la noche a las horas asignadas, postra tu cuerpo, tu mente y tu vida ante Él como saludo y entrega, y piensa en Él aunque sea un poco." En conexión con esto añadió: "Hay dos clases de pranamas: Una es ofrecerle el cuerpo entero y la mente con todos los pensamientos, deseos, impresiones de los sentidos, amor, afecto, devoción, exactamente como si se vaciase el contenido de una jarra entera hasta su última gota. La otra forma es como si se esparciese polvo de cara a través de los diminutos agujeros de una polvera: la mayor porción de tus pensamientos y deseos se queda retenida en una cámara escondida de tu mente, y solamente se deja escapar un poco de polvo."
* * *
Pramatha Babu fue transferido de su puesto en Dacca como General en Jefe de Correos. Fue a ver a Sri Ma para despedirse de Ella. La Madre le dijo: "¿Quién saluda a quién? Te inclinas ante ti Mismo". Este quedó lleno de asombro y alegría al oír un comentario tal. En una ocasión el profesor de universidad Atal Behari Bhattacharji cayó enfermo en Shahbag durante las vacaciones de la Puja. Deseaba ardientemente que Sri Ma viniese a verle y le diese un masaje en su dolorida cabeza como si fuese su madre. Mataji fue y pasó Sus manos por encima de todo su cuerpo desde la cabeza a los pies. Una vez recuperado regresó a Rajshahi, su lugar de trabajo. Después de unos días discutieron este incidente en Shahbag. Yo comenté: "Al caballero le faltaba sentido común, su inteligencia era igualmente pobre. No veo con qué propósito le hizo hacerle a Sri Ma ese trabajo durante su enfermedad." Tan pronto como Mataji escuchó mi comentario, Su cara cambió de color. Dijo: "¿Quieres que te dé un masaje en los pies?" Con estas palabras avanzó hacia mi. Comencé a separarme y Ella me seguía. Pitaji intervino y la detuvo. Incluso ahora recuerdo la cara como de niña de Sri Ma iluminada con calor maternal, siempre ansiosa de atender, tranquilizar y servir a todos Sus hijos. En ese momento Sj. Shashanka Mohan Mukherji grito: "Ma, Ma," y cayo a Sus pies.
En conexión con esto Sri Ma dijo: "De igual modo que un cuerpo humano tiene partes diferentes como la cabeza, las manos, los muslos, los pies, los dedos de las manos y los de los pies, siento que todos vosotros representáis mis diferentes miembros. Todos pertenecéis a un solo cuerpo, cada uno tiene un trabajo que hacer de la misma importancia.
En otra ocasión, el difunto Nirmal Chandra Chatterji de Benarés ofreció unas flores a los pies de Sri Ma. En ese justo momento pasaba un hombre que llevaba flores en una cesta para celebrar el culto a su deidad en otro lugar. Mataji cogió las flores que habían sido presentadas a Sus pies y las colocó en la cesta. Nirmal Babu le preguntó por qué lo había hecho. Su respuesta fue: "Todas las gentes están alabando a un solo Ser, todas las manos y los pies pertenecen a Un Cuerpo."
En otra ocasión, observé que estaba golpeando el suelo con una caña de bambú y una mosca murió accidentalmente por el golpe. Con gran cuidado y sentir Sri Ma la recogió y la guardó en su puño cerrado. Había muchas personas presentes. Pasaron entre cuatro y cinco horas de conversación. Entonces Sri Ma abrió su puño y me dijo: "¿Puedes hacer algo por el bien de esta mosca que se ha ido al otro mundo?" Dije: "He oído decir a la gente, hay un cielo dentro del cuerpo del hombre." Y dicho esto me tragué la mosca.
Mataji comenzó a reír y dijo: "¿Que has hecho? ¿No enferma un hombre cuando se come una mosca?" Respondí: "Si por tu buena voluntad la mosca pasa a mejor vida, no sufriré ningún daño." No me puse enfermo.
Refiriéndose a este incidente Sri Ma dijo: "Los insectos, las moscas, las arañas y los hombres, todos pertenecen a una familia. Nadie sabe lo que fueron, son o serán y cómo han llegado a interrelacionarse unos con otros."
Yo tenía un amigo musulmán muy piadoso, el difunto Moulvi Jainuddi Hossain. Solía pasarse casi todo el tiempo en divina contemplación. Un jueves por la noche fui con él y Niranjan a Shahbag. El Kirtana estaba en plena actividad en el Nat-mandap. Los tres nos mantuvimos a cierta distancia bajo un árbol para que no pudieran vernos desde el lugar del Kirtana.
Después de una media hora, vimos para sorpresa nuestra, que Sri Ma salía del hall de repente, rodeada de devotos que la seguían con una linterna. Vino hacia nosotros con pasos rápidos, tocó a mi amigo con la mano derecha y entonces continuó andando. Los tres seguimos Sus pasos. Había una tumba de un santo musulmán muy bien preservada en una esquina de Shahbag. Sri Ma fue allí y adoptó las posturas habituales de los musulmanes durante sus oraciones, pronunciando al mismo tiempo palabras concretas que ellos utilizan. Mi amigo musulmán se unió a Ella también. Al regresar de allí, se reanudó el Kirtana y mi amigo cantó también con el grupo, dio palmadas con ellos e iba dando vueltas. Ocurrió que el hombre que estaba a cargo de la tumba estaba ausente aquella noche y no había encendido las velas ni ofrecido dulces como era costumbre. Siguiendo instrucciones de Mataji mi amigo musulmán ofreció batasha sobre la tumba y encendió las velas. Tenía deseo de ver a Sri Ma comiendo algunos de los dulces. Cuando se los llevó en un plato, Ella abrió la boca y él introdujo algunos dulces dentro. Él mismo comió del prasada ofrecido al final del kirtana. Era un musulmán ortodoxo pero tenía un alto concepto de Sri Ma, y después de esto llego a tener una consideración inquebrantable de Ella.
Por una cariñosa petición de una Begum musulmán, Sri Ma realizó un Nemaz en la misma tumba. La Begum era una mujer educada. Dijo que había una maravillosa correspondencia entre lo que dijo Mataji y los textos sagrados utilizados durante el Nemaz. Mataji dijo: "Hace unos cuatro o cinco años cuando estaba en Bajitpur, vi el cuerpo etéreo de un faquir cuya tumba estaba allí. Después de venir a Shahbag tuve un encuentro con él y algunos de sus discípulos. Tenía un porte robusto, de descendencia árabe." Al preguntar sobre ello, supimos que era correcto.
Una vez Sri Ma fue a casa de Rai Bahadur Jogesh Chandra Ghosh. Ese día había Kirtana. De repente se observó un cambio en Ella. A unos ciento cincuenta o doscientos cubos a lo lejos un joven musulmán vestido como un indio, estaba sentado en la oscuridad, pasando inadvertido. Sri Ma forcejeó entre la multitud abriéndose camino hacia el joven y comenzó a cantar: "Allah,Alla-ho-Akbar ". Al joven se le saltaron las lágrimas y se unió a Sri Ma para rezar las oraciones habituales. Después nos dijo: "La facilidad y la claridad con la que Sri Ma invocó el nombre de Alá está más allá de nuestras mejores posibilidades. Nunca antes había experimentado tal regocijo como sentí ese día al pronunciar el nombre de Dios junto a Sri Ma."
Sri Ma introdujo el nombre de Hari en una familia musulmana muy respetable. Mientras recitaban el nombre se les saltaban las lágrimas. Tenían a Ma en gran consideración. En conexión con esto Ella dijo: "Los hindúes, los musulmanes, y todas las otras comunidades del mundo son una sola. Todos adoran a un Ser Supremo y le piden piedad. El Kirtana y el Nemaz son uno y lo mismo."
* * *
Sri Kali Prasanna Kushari y su esposa Srimati Mokshada Sundari Devi, la hermana de Pitaji, amaban mucho a la Madre. En su compañía encontraron mucho deleite. En una ocasión Sri Kushari vino a Dacca, pero se estaba quedando en otro sitio. Había hablado sobre cuestiones religiosas con Sri Ma y estaba a punto de partir. Dijo con risa: "Estás acreditada con gran poder. Si tienes tal poder, conviérteme en cenizas." Diciendo esto encendió unas varillas de incienso y partió hacia su casa con el incienso en su mano. Pitaji y Mataji iban a ir a un sitio diferente y todos salieron juntos. El sol calentaba mucho. Sri Kushari sujetaba su paraguas cubriendo a Sri Ma. Los dos caminaban delante. De repente Kushari dio un salto y exclamó: "Ay!, ¿De dónde llueve este fuego sobre mi cabeza? ¿Me estás quemando? ¿Lo estás haciendo de verdad? Por favor, detén el fuego. Ya tengo suficiente prueba de tu poder." Para su consternación comprobó que una parte de su paraguas se había quemado.
En otra ocasión diferente un caballero puso unas flores a Sus pies. Ella cogió una y señalando a sus pétalos, al polen y aludiendo a su esencia, y demás, ilustró los aspectos físicos, astrales y espirituales de la vida e hizo a la gente comprender el juego eterno de lo Divino.
Sri Ma siempre se está moviendo de un sitio a otro. En relación con esto ha dicho: "Encuentro un vasto jardín extendido por todo el universo. Todas las plantas y animales, todos los seres humanos, todos los mente-cuerpos elevados están jugando en este jardín de maneras variadas, cada uno tiene su propia unicidad y belleza. Su presencia y variedad me dan gran deleite. Cada uno de vosotros añade con su característica especial gloria al jardín. Me muevo de un lugar a otro en el mismo jardín, ¿Qué os hace sentir mi ausencia tan profundamente cuando me voy de vuestra parte del jardín a otra, para alegrar a vuestros hermanos que están allí?"
A mediados de 1931, mientras caminábamos por los campos de Ramna, Sri Ma dijo: "La oración es una parte esencial de la práctica de la religión. Su poder es irresistible; la oración redime la vida de los seres humanos. Todos los pensamientos y emociones que se alzan en tu corazón deberían ser ofrecidos a Dios. Reza para obtener Su ayuda con toda la seriedad y en un espíritu de auto-entrega."
Precisamente en esa época estaba yo leyendo en el periódico que antes de que Lord Irwin viniese a la India como Viceroy y Gobernador General, le pidió opinión a su padre. Este último contestó: "No te preocupes por el resultado de los acontecimientos; no tenemos control sobre ellos. Reza a Dios, y puede que puedas entrever algo del futuro." Ambos, padre e hijo, se fueron a la iglesia a rezar. Mientras regresaban, el padre dijo: "tendrás que ir a la India. "El hijo confirmó: "Yo siento también lo mismo."
Cuando Sri Ma lo escuchó, dijo: "Este es un buen ejemplo de la eficacia de la oración. Pero hay que tener una fe profunda como la de un niño. Con la práctica constante los cimientos de la fe echan raíces en la mente, la oración sincera proviene del corazón. A través de la devoción, el verdadero espíritu de oración se despierta en nuestras almas cuando la Divina gracia se manifiesta a Sí Misma con los resultados deseados."
En otra ocasión dijo: "Cuando hablamos de la Gracia Divina (kripa), implica que algo desciende sobre el hombre sin ninguna causa inteligible. Llega a su debido tiempo por propia voluntad. Veréis que un niño se olvida de su madre cuando esta muy absorbido en su juego; pero la madre, desde su propio amor maternal, se inclina ante él y lo lleva a su regazo. La gracia Divina bendice a los hombres de igual modo. El afecto de una madre se revela antes de que el hijo tenga tiempo de pensar en ella. Diréis que ciertamente las bendiciones que tienen la forma de la Gracia Divina son el resultado de los actos buenos de vidas previas. Desde un punto de vista puede que esto sea cierto, pero desde otro punto de vista diferente uno puede decir que, como Dios es absolutamente libre de todas las cadenas de la causa y el efecto, uno no debe preguntarse sobre Sus motivos. Aunque tal búsqueda de razones a menudo nos perturbe, Su piedad desciende equitativamente sobre todos los seres. Pero cuando uno desarrolla una visión más elevada, uno comienza a sentir el Toque Divino. Refúgiate en algo e intenta estar siempre en contacto vital con Él; encontrarás el libre fluir de Sus bendiciones sobre tu alma, igual que el cubo lleno de agua sale del pozo solamente cuando tiramos de la cuerda a la cual está atado el cubo.
En conexión con esto le plantearon a Ma una cuestión: "¿Puede una persona que haya visto a Dios hacer que otros le vean?" Contestó que un hombre solo puede tener una visión de Él cuando el tiempo esté maduro. El que tenga la visión, puede ayudar a otros a tenerla solo hasta cierto punto. La visión en sí misma solo es posible con la Gracia de Dios.
En otra ocasión hubo una discusión sobre las vidas pasadas de los hombres. Sri Ma dijo: "La reencarnación es un hecho. No hay ninguna duda. Cuando se quita la catarata del ojo mediante una operación, se recupera la vista. Así mismo a través de una profunda concentración en lo Divino, cuando se descorre el velo que oscurece nuestra visión y la mente se purifica y se enfoca hacia el Sí Mismo, el significado de los mantras y de las deidades, las cuales son sus formas sonoras, acuden a nosotros y las impresiones de anteriores nacimientos se proyectan en nuestra conciencia.
Igual que mientras estamos en Dacca, podemos tener una imagen mental de lo que hemos visto en Calcuta, así también podemos proyectar una imagen más gráfica de nuestras vidas pasadas en nuestra pantalla mental actual". Añadió: "Cuando os veo, puedo tener una visión de una serie de imágenes de vuestras vidas pasadas." En una ocasión mientras estábamos en Calcuta un caballero y su esposa vinieron a ver a Sri Ma con su hijo de siete u ocho años. Al ver al niño Ella señaló: "Este niño estuvo relacionado con este cuerpo como hermano en su vida pasada." Un hermano de Sri Ma murió muy joven. Tenía una grave dolencia en un brazo y se le quedó doblado. El muchacho arriba mencionado también tenía un brazo encorvado.
A veces Sri Ma muestra un valor maravilloso y una disposición vehemente. No hay rastro de miedo en Ella. Lo que quiere o dice debe hacerse. Si se permite que sus pensamientos o acciones funcionen sin ningún tipo de protesta o impedimento, ello contribuye al bienestar de la humanidad. Si se obstruyen, se produce daño. En Sus años juveniles ejemplos de este tipo ocurrían con frecuencia.
Cuando contaba con cuatro o cinco años, solía ir a casa de su bisabuela con una olla para coger requesón batido. Un día llenó la olla hasta que casi se salía; lo que irritó a la anciana que dijo: "¡Comes demasiado requesón al día! Hoy no te vas a llevar." Tan pronto pronunció la amenaza, la anciana vio para su consternación que en la olla se abría un agujero y todo el requesón se salía por el orificio. Ella miró a la cara de Nirmala con asombro. Después de este incidente a menudo la llamaba para que se llevase el requesón, incluso cuando llegaba tarde.
Hemos visto a Sri Ma volverse tan severa como un rayo, aunque Ella es por naturaleza tan dulce y tierna como una flor. En una ocasión fue tan dura conmigo por hablar sin pensar que me ordenó: "¡Vamos, vete de mi vista!". En otra ocasión la desobedecí y el resultado fue que guardó silencio durante unos días. Hubo muchos ejemplos en los que fui lo bastante afortunado como para recibir Su más alto castigo. Si alguien hace algo mal y expresa su arrepentimiento, Su dulce y compasiva mirada irradia una gracia tan inefable que la mente del transgresor cambia por completo y se vuelve pura y feliz. Pero si se tiene la mente agitada con miedo y orgullo hacia Sus palabras, hasta que no haya arrepentimiento se siente una angustia terrible.
Una vez Pitaji se puso de mi lado e intercedió por mi, pero Mataji dijo: "El castigo severo es concedido a aquellos que son capaces de soportarlo. Si quieres tirar un árbol, al principio tienes que usar un hacha; después puedes emplear un machete o un cuchillo para cortar las ramas y tallitos. Así el castigo ha de ser severo o pequeño, según lo requiera el caso."
Como alivio para los enfermos y afligidos Su bondad se manifestaba de varias formas. En muchas ocasiones ha dicho: "No hago ni digo nada con un motivo o por un esfuerzo de la voluntad. Son vuestros pensamientos y deseos los que mueven a este cuerpo a decir o hacer cosas para vuestro bienestar. A menudo veo lo que pasará o no pasará en el futuro, pero las palabras no siempre me salen."
Hay demasiados casos para mencionarlos todos, en los que chicos y chicas, hombres y mujeres han obtenido ayuda y alivio, directa o indirectamente, en situaciones de enfermedad, en sus negocios o profesiones, en sus exámenes o selección de estudios, bodas y otros. Para liberar a la gente de las enfermedades de la vida, se hacía heridas en Su propio cuerpo o se echaba sobre Sí el sufrimiento de los pacientes. Tales casos son innumerables. También hay frecuentes ejemplos en los que resultó que peticiones de desconocidos, cuyas noticias le llegaban por terceros, producían una imagen en Su mente del sufrimiento que padecían y eran aliviados de su aflicción. Sri Ma nos ha dicho que cuando ha escuchado oraciones para la reparación de la desgracia de una persona, el alivio de alguna forma le llegaba. Muchas personas la vieron en sueños y sintieron Sus bendiciones en las aflicciones o enfermedades.
Los padres de una chica que sufría parálisis se acercaron a Mataji buscando la sanación. Le pidió a la muchacha que rodase por el suelo. La chica no podía moverse: ni siquiera darse la vuelta. Sri Ma estaba cortando nueces de betel en trocitos pequeños para venerar a una deidad. Tiró unos trocitos a la chica y le pidió que estirase su mano y los cogiese. Con gran dificultad consiguió coger algunos. Después de esto la familia se fue. En la casa la chica estaba echada en la cama. A la tarde siguiente escuchó el estruendo de un coche que pasaba; de repente saltó de la cama y corrió hacia él. Después gradualmente comenzó a moverse.
Un día un carruaje iba por la carretera que atraviesa los campos de Ramna. Sri Ma me pidió que lo alquilara. Se montó en él. El conductor era musulmán preguntó: "¿Dónde quiere ir?" A tu propia casa "fue su pronta respuesta. Sin decir una palabra condujo hasta su casa. Al llegar allí, encontramos que un anciano estaba a punto de morir; los parientes lloraban a su lado. Sri Ma me pidió que trajese unos dulces que se distribuyeron entre los presentes, y entonces se fue. Supimos con posterioridad que el anciano se había recuperado.
Sri Ma tenía además otras maneras de dar alivio a los que sufren. Pidió a un enfermo que cerrase los ojos al anochecer y que pusiese sus manos sobre algo. Llevando a cabo sus instrucciones se recuperó. A veces le pedía a un paciente que comiese la comida que le habían preparado a Ella y Ella se comía la dieta de enfermo que le estaba destinada a él. En casos de fiebre o de graves dolencias de estómago, los pacientes que seguían los consejos de Sri Ma comían comida que no estaba considerada como beneficiosa por sus médicos, con el resultado de que recuperaban su salud anterior en nada de tiempo.
Cuando mi hijo tenía quince o dieciséis años, sufrió de disentería durante diez o doce días. Sri Ma vino a verle una noche. Desde esa noche comenzó a recuperarse, pero Ma tuvo disentería durante algunos días. También se ha sabido, que pacientes que no estaban destinados a venir a verla, violaban las indicaciones de la Madre bien voluntariamente o por error, presionados por las circunstancias a no seguirlas. En tales casos el resultado final era previsible desde las formas de Mataji. Los Sastras hindúes dicen que los resultados de nuestras acciones pasadas en esta vida o realizadas en vidas anteriores, sólo pueden neutralizarse con un trabajo firme en esta vida con ayuda de la Gracia Divina. Pero un trabajo que provoque la intervención divina es muy difícil de realizar, a no ser que algún santo por compasión se preste voluntariamente a tales esfuerzos.
Sri Ma dice: "Mientras veáis este mundo objetivo, la creación existe para vosotros. Hay conflicto en la medida en que prevalezcan las nociones de tú y yo, felicidad y desgracia, luz y oscuridad. Pon el énfasis en acciones que son expresión de tu verdadera naturaleza, de tu propio deber innato como ser humano. Cuando renuncies a las actividades inspiradas por los sentidos y por los impulsos exteriores, tu Ser interior (anteratma) se despertará. Entonces podrás fijar tu mirada en el Ser Supremo y quedarás liberado de la atadura de la visión que percibe el mundo de la dualidad."
* * *
En los primeros años de la vida de Sri Ma, las oportunidades para Su educación eran más bien escasas y tampoco Ella le prestaba mucha atención. Pero resultaba sorprendente que los examinadores le hacían preguntas sobre los temas que había ojeado por encima con antelación. Por este motivo se la consideraba una alumna brillante en la clase. Desde su niñez no leía ningún libro ni practicaba la escritura de motu propio. Aún así, Sus conocimientos básicos tenían gran solidez. Aquello que estudiaba lo dominaba a fondo.
Un día preguntó: "¿Qué es Italia?" Pocos días más tarde un profesor de universidad italiano llamado Tucci vino a verla a Shahbag. Había venido a visitar la Universidad de Dacca. Preguntó una pregunta en inglés y hubo que traducírselo al bengalí para Ella, pero antes de hacerse esto había dado la respuesta adecuada en sánscrito.
Le solicitamos varias veces que nos diese una muestra de Su escritura en bengalí. Dijo: "No escribo nada que tenga un propósito a la vista. Cuando llegue el momento puede que la obtengáis."
Afortunadamente en 1930, el 4 de Ashar, de 1337 en la era bengalí, recibimos la muestra.
Hay muchas fotografías de Sri Ma, su número puedo ser de varios miles. Lo que es sorprendente es que no hay dos iguales. Sj. Subodh Chandra Dasgupta de Dacca, y Sj. Shashi Bhushan Dasgupta de Chittagong, entre otros muchos fotógrafos, han hecho numerosas fotografías. En Octubre de 1926 Shashi Bhushan vino a Dacca durante la celebración de Durga Puja y algunos de nosotros fuimos juntos a Shahbag a hacerle una fotografía a Sri Ma por la mañana temprano.
Al llegar allí resultó que nadie sabía donde estaba. Finalmente descubrimos que estaba en una habitación oscura en estado de samadhi. Se había dispuesto que Shashi Bhushan se marcharía de Dacca esa misma tarde. Por eso estaba muy impaciente por hacer la foto de Sri Ma esa mañana. Pedimos especialmente a Pitaji que se acercase para pedirla permiso.
El mismo con mi ayuda sacó a Sri Ma afuera y la sentó para una exposición y nos retiramos del campo de la cámara. Todavía estaba en un estado de auto-absorción, con su cuerpo y sus miembros flojos. Sospechando que podría haberse movido durante la exposición, Shashi Bhushan utilizó dieciocho placas. Después se fue a Chittagong. Con posterioridad nos escribió para decirnos que de las dieciocho placas solamente la última era un buen retrato, que tenía una esfera de luz en forma de luna en la frente de Sri Ma, y lo que era aún más extraño, mi figura aparecía detrás de Ella. Doy aquí un extracto de la carta que me escribió mucho después Shashi Bhushan:
"Mientras se tomaban las fotografías de Ma, cargué seis placas a la vez y en tres turnos se expusieron dieciocho fotografías. En las primeras placas no había impresiones, solo una esfera de luz cubría cada placa. Las siguientes mostraban algunos contornos borrosos; solamente en la última placa la figura de Ma salió con todo su relieve. Tu estabas bastante lejos mas allá del alcance de la cámara y a un lado. Desde allí me hiciste la señal para que abriese la exposición. Desde el comienzo mismo me sentía nervioso al hacer las fotos, pues tenía la oscura sospecha de que las cosas no iban bien, lo que me producía mucho malestar. Cuando se expuso la última placa sentí mi corazón anegándose de alegría. En ese momento comencé a aproximarme a los pies de Ma como mi único refugio. Durante aquellos días el incidente que mencionó arriba me dejó casi abrumado."
Cuando recibimos la fotografía en Dacca, la gente sospechaba que había un truco del fotógrafo en el revelado. Pero cuando abordaron a Sri Ma para hablar sobre el asunto, se expresó de esta manera:
"Cuando este cuerpo estaba echado en una habitación oscura en un estado casi congelado, la habitación entera estaba iluminada. Cuando sacasteis este cuerpo a la luz del sol, el resplandor estaba allí pero gradualmente se fue encogiendo hasta convertirse en una esfera de luz sobre la frente. Tenía la impresión en la mente de que en el momento Jyotish estaba de pie detrás de mi. Ahora sois vosotros los que tenéis que juzgar que es lo que ha hecho que la foto salga como ha salido.


























ASHRAM


Todo el mundo sentía la necesidad de que hubiese un Ashram en Dacca. Un día fui a Shahbag en una noche iluminada por la luna, Sri Ma dijo: "Demos un paseo por los campos." Pitaji, Mataji y yo salimos, nos sentamos sobre la hierba justo cerca del lugar donde había un edificio en ruinas ( el lugar actual del Ashram de Dacca). Del modo más humilde le dije a Ma que Shahbag era propiedad del Nawab de Dacca, y como no nos sería posible celebrar allí kirtana, puja, etc por mucho mas tiempo, era necesario empezar un Ashram. Sri Ma respondió: "El mundo entero está lleno de Ashrams, ¿que haréis con uno nuevo? Yo dije: "No nos hace falta un gran proyecto; solo queremos un lugar pequeño donde poder reunirnos alrededor de tus pies benditos y cantar kirtana." Pitaji me apoyaba. Ma dijo: "Si os sentís con ganas de erigir una construcción de este tipo, el solar de la casa vieja que veis allí sería el mejor. Es vuestro viejo hogar."
Rió y permaneció en silencio. En esa época había un templo de Shiva en ruinas situado entre montones de basura, ladrillos y piedras con jungla alrededor. El lugar estaba infestado de serpientes. Después de que el edificio del Ashram fuese construido, vimos muchas serpientes grandes allí. En aquella época Sri Ma solía ofrecer leche y plátanos en el templo abandonado en determinadas ocasiones.
Un lunes, ofreció leche sin refinar con cinco o siete plátanos en una olla de barro. Después de siete días hacia las 9 o las 10 p.m. Sri Ma fue allí y encontró la leche y los plátanos en exactamente las mismas condiciones que cuando las ofreció. Ni una sola hormiga había tocado la olla. Ma dijo que tomaría un sorbo de ella. Mucha gente intentó detenerla, pensando que la leche podría estar contaminada. Pero tenía que hacerlo a Su manera. Bebió un sorbo y muchos tomaron Su prasada. Lo que permaneció en el recipiente se quedó allí. A la mañana siguiente encontraron que todo el contenido había sido lamido. No quedaba ni una gota.
Al preguntar nos informaron de que el templo de Shiva y las tierras adyacentes pertenecían a la finca del Ramna Kali. Cuando abordamos al sacerdote Sj. Nityananda Giri, dijo que no se desharía de la propiedad por menos de 6,000/- Rs.
Cuando Niranjan fue transferido a Dacca meses más tarde, intentamos reunir el dinero, pero no tuvimos éxito. Hacia principios de 1927 guarde cama por una enfermedad grave. Un día Niranjan vino a verme y dijo que el Zamindar de Gouripur, Sj. Brojendra Kishore Roy Chowdhury había enviado 1,000/-Rs. Niranjan añadió: "Primero intenta recuperarte pronto; después haremos un esfuerzo para reunir más fondos." Niranjan recolectó más dinero gradualmente, pero Nityananda Giri insistió en que se le pagasen 6,000/-Rs. por la propiedad. Después de sufrir mala salud durante más de un año y medio, reanudé mis obligaciones en el Departamento Agrícola de Dacca. Inspeccionamos muchos solares para construir un Ashram. Pero ninguno parecía más adecuado que el sugerido por Sri Ma. Estábamos en un aprieto. A principios de 1929 Ma estaba en Calcuta. Sriman Benoy Bhushan Banerji fue allí y tuvo una charla con ella sobre el comienzo del Ashram de Dacca. Cuando regresó me contó sobre su conversación con la Madre, mis esperanzas renacieron. Un día decidí que debía ver al sacerdote del Templo de Ramna Kali y efectuar por fin la compra de la parcela. Cuando salí de la casa vi la imagen de Ma flotando sobre mi cabeza, lo cual me hizo convencerme de que nuestros propósitos se llevarían a cabo. El sacerdote dijo: "Ya que sois incapaces de pagar la gran suma requerida por una venta al cien por cien, hagamos un contrato de arrendamiento de 500/-Rs. en concepto de salami y 300/-Rs.de renta anual. El templo de Kali también es vuestro. Podemos hacer un arreglo permanente con posterioridad." Después de un larga discusión se decidió finalmente arrendar la parcela por el momento.
Naturalmente, un arreglo de ese tipo no gustó a muchos. Pero si había que establecer algún Ashram, el lugar elegido parecía ser el más apropiado para dicho propósito. El Ashram era para Sri Ma; nosotros creíamos que Ella haría todo lo que fuese necesario para ello. No tenía ningún sentido que especulásemos sobre el futuro. Con estas ideas en mente alquilamos la parcela de tierra en los términos que se nos ofrecían. Principalmente, Sri Mathura Nath Basu, Nishikanata Mitra, Brindaban Chandra Basak tomaron parte en la transacción. El 13 de abril de 1929 se le pidió a Sri Ma que pusiese sus pies sobre el local en ruinas. Por aquel entonces Niranjan estaba llorando la prematura pérdida de su esposa. Pero se las arregló para estar presente en la ocasión. Alrededor de dos meses más tarde también él abandono este mundo. Con el dinero que recogió mediante colectas, se echaron los cimientos del Ashram. Dondequiera que él y su esposa puedan estar ahora en el otro mundo, su conexión con Sri Ma continúa hasta hoy. Al menos yo así lo creo.
Respecto al Ashram, Mataji dijo: "Un Ashram quiere decir un lugar sagrado que inspira pensamientos divinos en el ser humano. Todos sus residentes deben esforzarse mucho por mantener la atmósfera pura mediante la oración continua, sadhâna, los nobles pensamientos, la meditación y los discursos religiosos. En un lugar así bastaría con que hubiera unas pocas chozas cubiertas de paja para que los residentes vivieran en ellas". Y fue debido a esto que una pequeña choza se erigió para Ma.
Los movimientos de Sri Sri Ma y el juego de sus diversos estados de ánimo van mas allá de la capacidad de comprensión humana. Es inútil intentar impedir lo que Ella se propone hacer o preguntar por qué su acción toma un curso determinado. El dos de mayo de 1929 Sri Sri Ma entró en el nuevo Ashram de Ramna. Había gritos de alegría por todas partes. Sj. Baul Chandra Basak trajo guirnaldas y pulseras de flores y vistió a Ma como a Krishnaji. Ella también parecía estar en un estado de ánimo lúdico. Pero yo permanecí ajeno, observando sus movimientos. Me pareció que en alguna parte estaba acechando misteriosamente la sombra de una nube. La sonrisa y la visión de Ma parecían estar yendo a la deriva hacia lugares alejados. Regresé a mi casa a las dos de la mañana. Al día siguiente hacia el anochecer Pitaji visitó nuestra parte del pueblo. Alguien vino con el recado de que Pitaji era requerido en el Ashram de inmediato. Lo acompañé. Serían las diez o diez y media de la noche. Encontramos a toda la gente del Ashram bastante triste y deprimida. Una sombra de ansiedad oscurecía todas las caras. Sri Ma estaba sentada al aire libre fuera de los límites del Ashram. Nos dijeron que había salido del Ashram muy temprano al amanecer. Hasta las 10.30 p.m. Se había pasado todo el tiempo dando vueltas por los campos.
Al ver a Pitaji, Mataji dijo: "Deja que este cuerpo haga un viaje con su padre; tú puedes quedarte en el Ashram por favor". Pitaji después de muchas protestas dio su consentimiento y dijo de repente impulsivamente: "Hágase tu voluntad." Muchos acompañaron a Ma a la estación. Pitaji y yo nos quedamos, pero después de un rato fuimos allí también. Pitaji intentó por todos los medios disuadirla del proyecto, expresando su desaprobación. Pero Ma permaneció firme.
El tren para Mymensingh estaba listo. Sri Ma entró. Pitaji me pidió que me subiese a otro compartimento no fuese a ser que Ma quisiese detenerme. Obedeciendo estas instrucciones la acompañé.
Después de partir para Mymensingh sobre la medianoche con solo un taparrabo puesto y sin informar a nadie de mi familia de mi repentina salida, hubo una gran lucha en mi corazón. Apenas encuentro palabras para describirla. Al sol se le llama fuente de toda vida y actividad y al terminar la noche, con los rayos del sol matinal, las exigencias de la oficina y de la vida familiar reavivaron los recuerdos de infinitas obligaciones que me estaban aguardando. ¡Qué esclavos de la rutina somos! Las cadenas del mundo son demasiado rígidas y demasiado sutiles para romperlas en dos. Mi mente estaba extrañamente nublada con pensamientos oscuros sobre las obligaciones de ese día, incluso cuando tenía una oportunidad única de sentarme a los pies de Sri Ma. Año tras año había anhelado tocar esos pies, y Ella me había arrebatado prácticamente de las fauces de la muerte. Me parecía que nuestra atención, reverencia y amor no eran sino impulsos emocionales fugaces; en realidad veneramos secretamente nuestros deseos egoístas. Sri Ma también dice: "Vuestras expresiones de amor y reverencia flotan sobre vuestro cuerpo y mente como ráfagas de viento. A no ser que la cámara interior de vuestra alma se abra para dejar que entre una corriente libre de verdadera devoción, ¿cómo podríais ofrecer la verdadera cosa en lugar de una mera apariencia?"
Al llegar a Mymensingh, le pregunté a Ma: "¿A dónde te gustaría ir a continuación?" Su respuesta fue: "A las colinas." Dije: "La estación de las lluvias ya esta bien entrada; ¿Sería recomendable ir a las colinas con tu anciano padre en esta época? Si quieres pasar una época de retiro, vayamos a Cox' s Bazar en la costa." Sri Ma permaneció en silencio.
Lo que ocurre normalmente es que Ella da una instrucción o sugerencia una sola vez. Si la llevamos a cabo en seguida, sin vacilar, al final resulta que es lo mejor para nosotros; de otro modo o quedamos decepcionados con el resultado o caemos en dificultades imprevistas.
Hablamos entre nosotros sobre dónde deberíamos ir a continuación y decidimos partir para Cox Bazar en el tren de la noche. Al llegar a la estación de Ashugunj había una severa tormenta. Sri Ma dijo: "La furia de la tormenta es una insignificancia comparada con la que veréis mañana." En Chittagong nos embarcamos en el vapor para Cox's Bazar. Cuando llegamos al mar en la boca del Karnafuly, se levantó una severa tormenta. Había un vaivén considerable, las olas comenzaron a pasar sobre la cubierta. Los pasajeros gritaban de miedo, pero la alegría de Sri Ma ante la visión del mar agitado no tenía límites.
Contemplando el juego de la tormenta con las olas, dijo: "¡Escuchad el kirtana ininterrumpido que esta sucediendo allí! Si el hombre desea asegurar su elevación espiritual, debe recordar constantemente el Nombre de Dios, cantar a Su gloria e intentar escuchar Su poderosa voz a través de todos los desórdenes de la vida en este mundo."
Fuimos del bazar de Cox a Adinath. Sri Ma se quedo allí. Yo regresé a Dacca. Tras unos días Pitaji fue a Adinath y llevo Mataji a Calcuta. Desde allí Ella continuó con su padre hacia Hardwar.
Más tarde viajó a Sahasra Dhara (Dehradun), Ayodhya, Varanasi, Vindhyachal y Nawadwip. De allí regresó a Calcuta con Pitaji y luego continuó hacia Chandpur. Me la encontré cuando Ella iba desde Nawadwip camino de Calcuta. Supe que entonces se encontraba comiendo sólo algunas frutas y un vaso de limonada y que llevaba ya varios días así, echada en el suelo día y noche, absorta en sus propias meditaciones. También me di cuenta de que se movía mecánicamente como una muñeca arrastrando un cuerpo hecho de arcilla pero empujado por una mano invisible. Al encontrarla en ese estado llegué a la conclusión de que cuando la Divinidad adopta un cuerpo visible en la tierra, tiene que comportarse como un mortal ordinario en obediencia a las leyes de este mundo material ilusorio.
Tras unos días, ambos Mataji y Pitaji vinieron de Chandpur a Dacca y se quedaron allí en el Ashram de Siddheshvari. Pitaji cayó gravemente enfermo. Tras mucho sufrimiento, cuando ya se encontraba camino de recuperarse, Mataji cayó en cama. Esto ya se ha descrito antes.
En octubre de 1929 la imagen de Kali se trasladó a una nave de hierro ondulado construida para este propósito en el Ashram de Ramna. En 1930 robaron todos los adornos de oro de la deidad llegando el ladrón a romperle la muñeca.
Surgieron dudas sobre si se podía venerar a la imagen rota. Se consultó a muchos pandits sobre este punto. Mahamahopadhyaya Panchanan Tarkaratna dijo: "Ya que la imagen de Kali no fue sumergida por orden de una persona santa después de la puja anual, también se deberían seguir sus indicaciones en este caso especial, aunque bajo circunstancias normales no se permite la veneración de una imagen rota." De acuerdo a las indicaciones de Sri Ma la imagen fue restaurada y venerada.
Mucho antes, cuando señalé a Sri Ma que la construcción del templo era necesaria para albergar la imagen de Kali, Ma respondió: "Espera un año más. "Pasado un año de esta respuesta, hacia principio de 1931, gracias a los mejores esfuerzos de Sjs. Bhupati Nath Mitra y Nagendra Nath Roy, se puso la piedra fundacional del templo. Cuando se cavó una zanja para colocar los cimientos, se descubrieron, cuatro o cinco tumbas, grandes y pequeñas, cada una de las cuales contenía un esqueleto, algunos sentados y otros echados.
En relación a esto, Sri Ma me dijo: "Todo el lugar tiene una santidad propia, por haber sido residencia de unos samnyasis en el pasado. Tu fuiste uno de ellos. He visto a algunos de los santos moviéndose en los campos de Ramna. Estos sadhus desean que se construya algún templo sobre sus tumbas para que los hombres puedan venir y rezar a Dios aquí y mantener la pureza del lugar para beneficio de la gente. Por esta razón se ha dispuesto que tu levantes un Ashram aquí. Los que han participado en la tarea han tenido que tener algún tipo de asociación con los santos difuntos."
Le pregunté a Ma: "¿Si yo fui un samnyasi por qué tengo que trabajar tan penosamente ahora?" Su respuesta fue: "Hasta que el fruto del karma no está exhausto tenemos que continuar el trabajo que no hemos terminado."
Mientras Ma estaba en Shahbag antes de que el Ashram de Dacca fuera comenzado a construir, había un kirtana casi cada noche; se prolongaba hasta muy tarde los días de luna llena o de luna nueva. Un día de luna llena estaba echado sobre mi cama. Eran las 11 p.m., y estaba muy despierto. Durante largo tiempo una dulce melodía llegaba flotando a mis oídos, repitiendo estas dos estrofas:
Hare Murare Madhukeitabhare,
Gopala, Govinda, Mukunda Saure.
Se me ocurrió pensar que Sri Ma estaría cantando la canción en Shahbag. Sonaba como Su voz. A la mañana siguiente supe que Ma había estado realmente cantando esos versos entonces. Cantó solamente esas dos estrofas una y otra vez.
Me sentí realmente desgraciado. Aunque Sri Ma había estado intentando atraerme a la belleza divina del kirtana, apenas mostré interés por ello.
Una noche fui a Shahbag con Niranjan. Había kirtana. Ma dijo: "Aquellos de vosotros que no habéis participado en el kirtana, cantad juntos el nombre de Dios. "Niranjan y Yo cantamos con unas voces muy apagadas, casi inaudibles debido a nuestra timidez natural. Pero sentí un remordimiento sincero por no haber podido llevar a cabo los deseos de Ma al completo.
De repente dijo: "Hoy es sábado, mañana será domingo: ¿por qué no os sentáis juntos y pasáis algunas horas de la noche cantando kirtana? Niranjan regresó a su casa. Yo pasé toda la noche en Shahbag cantando kirtana. En las primeras horas de la mañana, Ma comenzó a cantar con una melodía mañanera:
"Hari, Hari, Hari, Hari, Hari, Hari, Hari bol."
Despertó en mi una nueva inspiración. Desde ese día en adelante pude sentir que en la cultura religiosa kirtana era un lugar mucho mas elevado que otros ritos y prácticas religiosas. La práctica actual de cantar kirtana en el Ashram cada noche del sábado comenzó en noviembre de 1926. Ese día, junto al nombre de "Hari" se añadió por primera vez la palabra "Ma"(Madre). A los pocos días se organizó el kirtana por turnos en las casas de uno u otro de entre los devotos de Ma cada día de la semana.
Durante el kirtana en Shahbag las palabras "Hari bol" figuraron de forma prominente. Llegué a sentir que puesto que Sri Ma es el objeto supremo de nuestros pensamientos y adoración, todas las oraciones de nuestra alma van dirigidas a Ella y por lo tanto la palabra "Ma" debería ser un elemento básico de nuestro kirtana. Le expresé estos pensamientos a algunas personas, pero no prestaron atención a lo que dije. Yo mismo no podía cantar bien. Así que tuve que abandonar el tema durante un tiempo.
Cuando Sriman Anathbandhu y Brahmachari Kamala Kanta se unieron al Ashram de Dacca, les pedí que introdujesen gradualmente la palabra "Ma" en los kirtana. En esa época, Sj. Kulada Kanta Banerji vino a Shahbag. Sentía un profundo respeto por la realización de ritos y rituales hindúes y estaba bien versado en ellos. El también dudó a la hora de introducir tal innovación en el kirtana. En cualquier caso, se combinaron los nombres de "Hari" y "Ma" en algunas canciones. Es realmente difícil alterar los hábitos establecidos, el maquillaje mental y los ánimos de la expresión. Especialmente en los asuntos religiosos, permitirse pensar según los cánones habituales es un asunto bastante fácil para la mayoría de la gente. Además, liberarse de las cadenas de la tradición requiere una fuerza de voluntad considerable.
En esa época razonaba conmigo mismo de esta manera: "Intentamos concentrar nuestra atención sobre la figura de Ma, todos nuestros deseos nos conducen a tocar el polvo de Sus sagrados pies. Una imagen de Su cara flota sobre el ojo de nuestra mente, nuestras orejas se esfuerzan al máximo para atrapar cada una de las sílabas que salen de Sus labios, todo nuestro amor y reverencia fluyen en una corriente continua hacia Su Gracia. En tal estado de mente, si durante el kirtana cantamos: "Prana Gauranga, Nityananda,( Gouranga, Nityananda es mi vida) Eso he Gour, boso he amar hriday prangane. ( Ven, oh Gour, siéntate en la cámara de mi corazón)"y rodamos sobre el suelo abrumados por la emoción, ¿puede haber armonía y ritmo entre nuestra canción y el fluir de nuestro amor y reverencia?"
El objetivo de toda veneración o concentración es el de dar a todas las múltiples tendencias una única dirección, desviar todos los deseos y anhelos débiles y dispersos hacia el Ser Divino que se venera. Bajo estas circunstancias si, en vez de permitir que nuestros sentimientos y pensamientos escapen flotando en bellas metáforas del pasado remoto evocados en temas, tonadas y melodías variadas de canciones tradicionales, intentamos concentrarnos en la Presencia Viva de la Madre a través de pensamientos, melodías y canciones que lleven Su nombre y sus metáforas personales que tienen un atractivo constante para todos nosotros, una nueva inspiración reavivará nuestra adoración y kirtana. Podremos alcanzar la concentración y atraer Su Gracia.
Si tenemos la intención de ser verdaderos devotos de Sri Ma, deberíamos ser capaces de reavivar en el kirtana con solo el nombre de "Ma", el ardor y la fuerza, la belleza y la armonía de los compositores vaisnavas de antes. La palabra "Ma" es una palabra que se forma espontáneamente en los labios de un niño desde su nacimiento. Es el derivado natural de Om y es el aliento de nuestra vida. El primer llanto de un niño cuando emerge de la matriz de su madre, es "Om-Ma", que es lo mismo que "Om". Es el único sonido-símbolo que todos los seres humanos tienen para atraer la atención de la madre sobre su hijo.
Si creemos realmente que Sri Ma es la Deidad que preside nuestro mundo, entonces un kirtana con el nombre de Ma debería ser el modo más fácil y natural de veneración para nosotros.
Sobre esta época compuse la siguiente canción, añadiendo el nombre de "Ma" al kirtana habitual. Su traducción dice así:


En la alegría y la pena, en la felicidad y la desgracia
Llama Ma, Ma, Ma, Ma, Ma,
Ma, Ma, Ma, Ma, Ma, Ma, Ma, Ma,
Ma, Ma, Ma, Ma.
Cuando el niño sale de la matriz de su madre,
La Madre le coloca en su regazo
y le inicia en el mantra Om.
Aprende a balbucear Ma, Ma, Ma.
Aprendes a ponerte de pie sobre tus propias piernas,
Y llegas gradualmente a olvidar la primera palabra,
con la que comenzó tu vida.
Por eso buscas en los Vedas y
Tantras, para encontrar
El límite de la ilimitada "Ma".
Si alguna vez deseas conocer la verdad de
tu corazón,
Funde todos los nombre y las formas en el mantra "Ma",
Di siempre Ma, Ma, y deja que tus ojos
naden inundados de lágrimas,
Encuentra en Sri Anandamayi Ma el refugio final
del viaje de tu vida.

A principios de 1928, yo estaba en Giridih. Una mañana vinieron a verme ambos Pitaji y Mataji. Les señalé que nuestro Ashram debería tener una manera especial de oración con un sonido-símbolo divino específico, igual que todo Ashram tiene su forma específica de kirtana. La persona única alrededor de la cual todas las actividades de los Ashram giran, debería servir como centro para dar una dirección unitaria a todos los bhajanas y kirtanas que se celebren allí. Cuando se establezca esta armonía, nuestros esfuerzos de elevación espiritual recibirán un nuevo impulso. Se compusieron varias canciones de kirtana con la combinación de "Hari" y "Ma", y se estableció que se debería enviar una canción a Kulada Dada en Dacca. Después de que Sri Ma partiese, cuando estaba a punto de enviarle la canción, sentí una urgencia interior de intentar una nueva melodía exclusivamente con el nombre "Ma". Los coros salieron de la siguiente forma:


Ma, Ma, Ma, Ma, Ma, Ma, Ma,
Llama ( dako ) Ma, Ma, Ma, Ma,
Di ( bolo ) Ma, Ma, Ma, Ma,
Canta ( gao ) Ma, Ma, Ma, Ma,
Adora ( bhajo ) Ma, Ma, Ma, Ma,
Repite ( japo ) Ma, Ma, Ma, Ma,
Llama, di, canta, adora, reza Ma, Ma, Ma.

Cuando se la enviaron a Kulada Dada en Dacca, escribió para decir que la composición había impresionado mucho y que se había introducido en el kirtana del Ashram.
Este fue el comienzo de una nueva forma de kirtana con el sonido-símbolo "Ma". Sin un sentido de deseo entusiasta por obtener la Gracia de la Madre durante Su ausencia, no se podrían haber realizado. Cuando se compusieron estas canciones, Sri Ma estaba lejos de Dacca durante varios meses. Sus devotos estaban atravesando un dolor agudo por la separación. Su intenso deseo de volver a tener a Ma entre ellos hizo que aquellas canciones fuesen ¡tan dulces y conmovedoras!
Después de que se construyese el Ashram de Ramna, se cantaron durante el tiempo de bhajana, los himnos sánscritos que habían emanado de labios de Sri Ma durante su estado de profunda concentración. Hacia finales de 1931 ( Agrahayan 1336 B. E. ) Ma me llamó a su lado y dijo: "Los himnos que recitáis durante el tiempo de bhajana están incompletos, debido a tu incapacidad para anotar todas las palabras que salieron de mis labios. ¿No puedes intentar hacer otra composición?"
Tomé Su sugerencia y llegué a la conclusión de que una canción en bengalí tendría mayor atractivo que una en sánscrito, para una congregación bengalí. Inspirado por Ella, la siguiente canción cobro forma una noche sobre las 3 a.m. La traducción de la canción es como sigue:


!Gloria a Ti, Sri Anandamayi Ma, sagrada y eterna moradora
del corazón!
Tu brillo, Madre Nirmala, ilumina el universo,
las virtudes celestiales irradian de Ti, Oh Madre.
Reina de la gloria divina, Gouri, svaha, svadha, Om eres
Tú Oh Madre.
Divinamente agraciada, eres la Realidad absoluta, belleza
suprema y perfecta, Oh Madre.
El sol y la luna adornan Tu rostro, los cielos
infinitos coronan Tu cabeza, el universo entero es Tu
forma gloriosa, Oh Madre.
Tu eres el brillo de las riquezas del mundo, dulzura encarnada,
radiante de esplendor, Oh Madre.
Eres encantadora como Lakshmi lo es para Vishnu, eres
paz, tranquilidad y misericordia; todos los dioses y diosas
emanan de Ti, Oh Madre.
Otorgadora de felicidad y bendición, concesora del amor,
sabiduría y liberación eres Tú, Oh Madre.
Dando a luz al mundo, Tú eres la que lo cuidas y preservas
y finalmente lo devuelves hacia Ti.
Tú eres la vida misma de Tus devotos, Gracia encarnada,
Salvadora de los tres mundos, Oh Madre.
Hechizo de todo conocimiento, encantadora de yoguis: los terrores
de la vida se disipan ante Tu presencia, Oh Madre.
Tú eres el alma de todos los mantras, la reveladora de los
Vedas, impregnando todo el universo, Oh Madre.
Estas hecha de formas y cualidades, y sin embargo también eres informe
y mas allá de toda descripción; radiante de amor y felicidad,
Oh Madre
Conmovido por tu toque, el universo entero, animado e
inanimado, canta eternamente Tus alabanzas, dulce Madre.
Unámonos todos y desde nuestros corazones ofrezcamos obediencia a
Tus sagrados pies; salve, salve y de nuevo salve, a Ti,
Madre.






























DE CAMINO A UNA NUEVA VIDA




Desde mi primer encuentro con Sri Ma, Su siempre alegre, sencillo y tranquilizador semblante inundó mi vida de un encanto tan inefable que, incluso en medio de variadas distracciones y emociones por las que pasé, llegué a olvidar mis preocupaciones y tentaciones.
Un solo deseo me consumía - obtener una partícula de Su Gracia. Como las olas que suben agitándose en el océano, hubo una profunda explosión en mi corazón cuyo estruendo buscaba día y noche Sus pies ahogando todos los alborotos mundanales. A veces si podía gritar "Ma, Ma "como un hombre loco y derramar lágrimas por Ella y cantar Su gloria, encontraba un gran alivio. Pero esas oportunidades rara vez las encontraba en casa.
Como había visto en el cuerpo físico de Sri Ma varios bhavas sin precedentes, en Su presencia quedaba impresionado con gozo y asombro. Ante Ella llegué a sentir que no era sino un niño o un mendigo pobre y desamparado, un ser completamente inapropiado para estar sentado a Sus pies. De hecho, en toda mi vida nunca me he sentado en Su presencia. Siempre solía estar de pie a cierta distancia. Cada mañana tenía la suerte de tener el primer darsana de Sus pies, porque muy poca gente podían ir al Ashram tan temprano. Algunas mañanas encontré a Ma sentada ociosamente a un lado de la cama con toda la languidez del sueño todavía sobre Sus párpados. A veces Sus brillantes ojos y Su cara dulce parecían irradiar profusamente afecto y gracia maternales sobre todos los hombres; en otras ocasiones Su aspecto al amanecer portaba toda la serenidad y gracia de un precioso cielo de otoño matinal, infinitamente brillante y, sin embargo, bastante aislado de las cosas del mundo. La expresión de Su cara cambiaba constantemente con las transformaciones que se producían en Sus pensamientos y emociones interiores. A veces parecía una anciana. Otras, en medio de sus juegos alegres y de las risas sonoras de una niña regocijada, de repente asumía un aspecto tan serio, pensativo y determinado que nos imponía respeto y miedo. En ese estado Su cuerpo adquiría unas dimensiones tan inusuales, Su cara tenia una expresión tan solemne que nos hacía sentir que la Madre Rudrani había tomado posesión de todo Su ser. En tales ocasiones Su risa salvaje, Sus ojos vueltos y los movimientos de Sus miembros - todos conspiraban para provocar terror en nuestros corazones. Sin embargo después de un rato se restauraban Sus expresiones habituales de alegría y dulzura.
Sin embargo en todo momento, me sentía tan irresistiblemente atraído hacia Ella que si dejaba de ir a verla un día, me sentía molesto y mi mente buscaba la primera oportunidad para obtener cobijo y reposo a Sus pies. Me parecía que Ella siempre estaba llamando a mi alma: "Ven, ven a mi," y que me estaba constantemente observando, con Sus ojos siempre atentos a mi verdadero bienestar.
Muchos días intenté con una fuerte voluntad borrar todo pensamiento sobre Ella, pero Ella se burlaba de cada uno de mis intentos perversos y capturaba mi mente y mi razón mucho más. Tales intentos me dejaban exhausto y me quedé mudo e inerte como un terrón de barro. No podía encontrar ningún medio para apagar mi sed de afecto de Sri Ma. Así empece a debilitarme y mi cuerpo se aceleró hacia la crisis.
Finalmente, el cuatro de Enero de 1927, caí enfermo. Al principio comencé a sentir un dolor agudo en la zona del corazón. Ninguna medicina me podía aliviar. Sri Ma vino a verme un día y pasó Su suave y tranquilizadora mano sobre mi pecho. Mi dolor disminuyó al tocarme. Pero la enfermedad continuó tomando un cariz más y más serio. El doctor dijo que había desarrollado phthisis. Pocos días más tarde Ma vino a verme una noche, se sentó en un lado de mi cama y dijo algo para Sí Misma. Mucho después supe por Ella lo que le había dicho a la enfermedad: "Ya has hecho lo que has podido. Detente de ahora en adelante." Desde ese día Sri Ma dejó de venir a verme. Durante los últimos meses de agudo sufrimiento no tuve la suerte de verla.
Era necesario para mi. El intenso deseo de verla me hacía olvidar el dolor debido a la enfermedad. Mi mente esos días giraba en torno a Sus pies día y noche. Impregnaba todo mi ser por dentro y por fuera. Más tarde supe que Sri Ma había dicho un día en Shahbag, que Ella era la sangre que estaba en los labios de toda la gente. Al oír este comentario Pitaji vino enseguida a verme por la noche. Por entonces vomitaba sangre y mis fuerzas se habían casi acabado. En muchas ocasiones Ma solía guiarme con Sus sugerencias hacia un remedio, bastante antes de que la informasen verbalmente sobre los cambios que acaecían en mi enfermedad.
Una noche tuve una crisis muy aguda. Los doctores que me atendían declararon mi caso irremediable. Eran las 2 a.m. Llovía a mares con un ruido ensordecedor. Los perros ladraban haciendo más temible la oscuridad. Comencé a ver visiones espantosas, todo el vello del cuerpo se me puso de punta. En ese momento vi tan claro como la luz del día a Sri Ma sentada en el lado derecho de mi almohada. Una agradable sorpresa se deslizó sigilosamente hacia mi. Antes de que el primer momento de asombro se disipase, la encontré pasando Su mano por mi cabeza. ¡Era tan tranquilizador! En un instante caí profundamente dormido.
Desde ese día en adelante, durante unos ocho o diez meses, el tiempo que estuve confinado en la cama, siempre sentía que Ma estaba sentada en mi cama cerca de la almohada con una cara muy tranquila y serena y no quería entregarme a la muerte.
A veces cuando durante horas seguidas no podía soportar el dolor de la tos seguido de escupir sangre, solía repetir el nombre de Ma y pronto la intensidad del dolor disminuía.
Durante mi enfermedad Sri Ma pidió a Brahmachari Jogesh que fuese durante un año al oeste de la India y que viviese solo de limosnas, sin ninguna residencia fija. Posiblemente lo hiciese con la intención de desviar algunos de mis sufrimientos.
Después de algunos meses de enfermedad, mientras ocupaba una casa del gobierno cerca de Shahbag, Mataji partió hacia Hardwar para asistir a la Kumbha Mela. Mi estado sufrió una segunda recaída y se le envió un telegrama a Hrishikesh. Pero no vino. Supe más tarde que cuando Pitaji estuvo preocupado por mi, Ella le dijo: "He visto a Jyotish sentado en mi regazo, sin darle mucha importancia a su enfermedad."
Después de unos cinco meses de tratamiento quise probar cuanta fuerza había adquirido con el tratamiento médico. Intenté andar unos pocos pasos apoyado contra la pared de la habitación. El esfuerzo me causó esa misma noche un abundante vómito de sangre. Cuando le informaron al doctor, dejó instrucciones a los habitantes de la casa de que debía estar echado sobre la cama sin moverme.
Cuatro o cinco días después Sri Ma regresó a Dacca y vino a verme. Preguntó: "¿Cómo te sientes ahora?" Dije: "No tengo mucho dolor, pero me siento muy incómodo debido a no haber podido tomar un baño frío durante mucho tiempo." Era el mes de Vaisakh ( Mayo). El calor era asfixiante. Ma se sentó un rato y luego se fue. Al día siguiente sobre la 1 p.m. Volvió a venir con Pitaji. En aquel momento todos los de la casa dormían. Mi hija, de 11 o 12 anos, que le había sido encomendada vigilarme, también se había quedado profundamente dormida. Sri Ma dijo: "Querías bañarte; si te apetece, hay un depósito allá a lo lejos, vete y tómate un buen baño."
Ese depósito estaba alejado unas 60 u 80 yardas. Tan pronto como escuché la voz de Sri Ma, esta infundió una nueva fuerza de amor y devoción hacia Ella en mi frágil cuerpo. Mi cuerpo entonces no era sino un esqueleto. La advertencia del doctor de no abandonar mi cama atravesó mi mente por un instante y después se desvaneció. En este estado mientras me tambaleaba intentando ponerme de pie y coger otro taparrabo para ponérmelo después del baño, Pitaji rápidamente me sujetó y me llevó hacia el depósito. El suelo de mi casa estaba unos 4 pies por encima del nivel del suelo. Bajé las escaleras y anduve todo el trecho. Era un depósito de reserva con el Hostal musulmán de la Universidad situado en una de sus orillas. También había un letrero puesto por el departamento P.W., al efecto de no ser utilizado para bañarse o lavar. Pero ese día no se veía ningún habitante del hostal. En mi casa además todo el mundo dormía. Bajé al depósito y me di un delicioso baño. Al regresar a mi vivienda extendí la ropa mojada en el tendedero de secar la ropa y me eché en la cama para descansar.
Tan pronto hube yacido sobre el cubrecama mi hija se despertó. Encontró a la Madre sentada a su lado. Al atravesar el césped para darme el baño, muchas semillas espinosas (chorkannta) se quedaron adheridas al taparrabos que llevaba. Cuando mi sirviente Khagen vio el paño tachonado con aquellas semillas espinosas, su deducción natural fue que había andado por el césped a mediodía. Esto le fue comunicado a mi esposa, la cual enseñó el paño a Sri Ma y se quejó de que yo hubiese andado por el césped a mediodía contra la prohibición expresa del doctor.
Sri Ma se rió sin decir una palabra. Yo estaba sorprendido, preguntándome cómo pude haber andado a través del césped al descubierto para darme un chapuzón en el depósito a plena luz del día pasando bastante inadvertido para todos, y cómo pude tener fuerzas para soportar un esfuerzo así. Era una proeza más allá de toda comprensión. Después de tres o cuatro meses, cuando abandoné Dacca para cambiar a un clima más saludable, le conté a Niranjan todo el asunto. Con posterioridad, cuando después de recuperarme reanudé mis obligaciones en la oficina, declaré el hecho a mis médicos que no daban ningún crédito a la historia. Mi esposa al principio tampoco se lo creyó. Cuando les describí la historia completa terminaron finalmente por creérsela.
Mientras la enfermedad estaba en plena actividad, desarrollé una apetencia muy fuerte de comer arroz hervido. Los médicos que me atendían no me permitían que lo tomase. Niranjan hizo un ruego a la Madre, diciendo: "Ma, Jyotish quiere tomar arroz hervido; los doctores no lo permiten. Si muere, tendremos una gran aflicción por no haber podido satisfacer este deseo suyo antes de su muerte." Sri Ma se rió y dijo: "Si Jyotish tiene un deseo vehemente de tomarlo, deberían darle arroz." A los pocos días Pitaji trajo arroz hervido de Shahbag y me lo dio comer, pero nadie se dio cuenta.
En aquellos días Sri Ma solía venir a verme una vez al día. Una mañana vino muy temprano y después de marcharse, Brahmachari Kamalakanta me trajo unas flores de champak. Miré a las flores con pesar, porque no tendría la oportunidad ese día de ofrecérselas a los pies de Ma con mis propias manos. Por la tarde Kulada Dada me trajo una rosa preciosa. El mismo doloroso pensamiento se repitió. La rosa quedó sobre la mesa junto a las flores de champak. El que unas flores tan bonitas no pudiesen ser depositadas a los pies de Ma me desilusionaba mucho. Justo en ese momento entró de repente en mi habitación, fue hacia la mesa y se reclinó hacia la izquierda. Me miró durante tres o cuatro minutos bastante abstraída y luego se marchó. Pensé que se había llevado las flores. Faltaban ambas. Al día siguiente cuando vino le pregunté sobre ello: "No sé con certeza lo que me llevé, pero debí haberme llevado algo de aquí. Fui a casa del Zamindar de Dhankora y le di algo a una mujer que estaba allí. Después fui a casa de un vicemagistrado donde había una mujer enferma y también dejé algo allí." Más tarde, supe que en la primera casa había dado la rosa y en la segunda una flor de champak. La mujer enferma se recuperó pronto.
A este respecto Sri Ma dijo: "La intensa añoranza de lo Divino es el núcleo de toda veneración, de toda oración. En nuestro corazón yacen manantiales eternos de poder divino y en cada esfuerzo están las raíces de los impulsos creativos, preservadores y destructivos del Ser."
Acabo de recordar otro incidente. Durante mi enfermedad Pitaji ordenó que cada día se me enviase desde Shahbag prasada de arroz; pero este se ofrecía en el templo solamente sobre las dos p.m. y el prasada solía llegar a mi casa mucho más tarde. En casa todos se molestaron al verme esperando el prasada hasta tan tarde. Un día concreto se hizo una crítica adversa en mi casa sobre toda la organización. Me produjo tanto malestar que llegué a sentir que no había necesidad de que me trajesen prasada en medio de tanto disgusto y crítica entre los miembros de mi familia. El día transcurrió; eran las 2 de la noche. No llegó ningún prasada desde Shahbag. Se me ocurrió que mi reticencia a recibir prasada entre tantos disgustos era, lo más probable, la causa de que se hubiese dejado de enviar. Lloré y lloré sobre mi cama y el prasada llegó en media hora. Supe que Sri Ma se acababa de levantar de la cama y ordenó: "Vete rápido, llévale prasada en seguida a Jyotish." Se me dio a entender más tarde que cuando durante el mediodía precedente buscaron el permiso de Sri Ma para que se enviase el prasada como de costumbre, Ella dijo, "No". De modo que la práctica de enviarlo quedó interrumpida. En conexión con esto Sri Ma dijo: "No hago nada por propia voluntad; vosotros reís y lloráis de acuerdo con vuestros impulsos y vuestros deseos se cumplen."
Durante mi enfermedad fui a Vindhyachal para cambiar de aires. Sucedió que me encontré de camino a la Madre en Calcuta y le pedí que fuese allí también. No quiso. Al llegar a Vindhyachal me pasé toda una noche llorando por Ella. Tan solo un día después llegaron allí Mataji y Pitaji.
En relación con esto Sri Ma señaló: "La aspiración de toda práctica religiosa es sublimar todos los impulsos egoístas y darles una dirección unificada hacia la Divinidad. Tan pronto como el ego deja de funcionar, el ‘Tú eterno’ toma su lugar".
De Vindhyachal fui a Chunar. Sri Ma también fue allí. Un día dijo: "¿No sales nunca a pasear?" Yo respondí: "Estoy demasiado débil para desplazarme, ¿Cómo podría hacerlo?" Al día siguiente al amanecer me llevó con Ella a dar un paseo. Caminamos cinco o seis millas por las altas planicies así como por las colinas bajas y volvimos a las 11 a.m. Mientras veníamos colina abajo me sentí muy débil y a penas podía caminar. Ma se volvió y dijo: "Nuestra casa no queda lejos". A los diez minutos un ekka apareció bastante inesperadamente en una pequeña calle; de lo contrario hubiésemos tenido que caminar una milla más para llegar a una parada de transporte. Tenía miedo de que el gran esfuerzo debido a un paseo tan largo pudiese agravar mi enfermedad. Pero no ocurrió nada de eso.
Sri Ma dijo un poco después: "En ambos, este mundo de trabajo diario así como en la esfera espiritual, la paciencia es el mayor sostén".
A una pequeña distancia de mi casa, Pitaji, Mataji y yo nos sentamos en un césped. Mataji dijo que le gustaría bañarse con agua cogida del pozo que había cerca del fuerte. Empezó a presionar para conseguirla como una niña pequeña. Le dije, "Voy a llamar a mi sirviente". Ella respondió: "No, no debes hacerlo". Me sentí desconcertado pues en aquellos lugares la gente coge agua de los pozos antes de la caída del sol. Me sentía apenado porque pensaba que no podría hacer que se cumpliesen los deseos de Sri Ma. Pero para mi sorpresa apareció un hombre con una linterna en el pozo para sacar agua. Le persuadimos para que cogiese agua para el baño de Ma.
Sri Ma dijo: "Lo que quiera que busquéis puede ser conseguido siempre que la sed por el objeto de vuestro deseo impregne cada fibra de vuestro ser."
Durante mi enfermedad pasé unos días en Giridih. Un día estaba deseando ver a Ma, y me encontré para sorpresa mía que Ella y todo Su grupo llegaron a la mañana siguiente.
Después de este cambio de aires regresé a Calcuta. Incluso allí escupía sangre al toser. Mis médicos me recomendaron pasar el resto de mis días en algún lugar saludable.
Sri Ma ordenó: "Vuelve a tu escritorio en la oficina y reanuda tus obligaciones allí." Fui a Dacca. Ambos Pitaji y Mataji me acompañaron a la oficina y se fueron después de dejarme sentado en mi propia silla.
Por entonces el señor Finlow, director del Departamento de Agricultura, era mi jefe. Me quería y me tenía en gran estima. Me dijo: "Haz todo el trabajo de oficina que puedas; envía el resto a mi escritorio." Me preguntó: "Bueno, solamente dime ¿Como te recobraste de esa feroz enfermedad? En respuesta le dije: "Es por la gracia de Mataji que vive allí en el Ramna Ashram. No me dio medicina alguna. Aunque seguí las prescripciones de los doctores, Su piedad ha sido mi única salvación." Dijo él: "Entre nuestras gentes se oyen casos similares. Creo en lo que dices."
Una noche un anciano vecino mío, de unos 80 años de edad, de nombre Shyama Charan Mukherji, vino a mi casa. Cuando la conversación trataba de Sri Ma, dije: "Es solamente por la gracia Suya que todavía estoy vivo". El profirió impulsivamente: "¿Puede uno por la gracia de alguien vivir más que la duración que tiene predestinada?" En el curso de esta discusión de repente se quedó callado y se marchó segundos después. Regresó a la mañana siguiente para decir: ¿Sabes por qué dejé tu casa tan bruscamente? Cuando hablábamos sobre Sri Ma, vi sobre el respaldo de tu silla una brillante luz oval como si fuese el sol. En ese momento había oscuridad afuera y no había luz en la habitación. Miré alrededor y no pude dar con la fuente de semejante luz a esa hora; así que decidí meditar sobre el fenómeno antes de comentártelo. Después de una cuidadosa reflexión he llegado a la convicción de que todo es posible a través de la gracia de un Gran Ser. En realidad Ella te ha estado protegiendo desde el principio."
Unos meses después del primer darsana de Sri Ma, Niranjan le dijo en Shahbag: "Ma, muy frecuentemente pensamos que después de que se ponga en funcionamiento tu Ashram, ambos yo y Jyotish viviremos allí como brahmacharis durante nuestra próxima reencarnación." Ma me miró y preguntó: "¿Por qué estás callado? ¿No serías capaz de hacerlo incluso con este cuerpo?"
Tres o cuatro años después, cuando reanudé mis obligaciones después de recuperarme, Sri Ma me recordó la conversación arriba mencionada y dijo: "Piensa en como has vuelto a renacer." Entonces cogió una cadena de oro de Su cuello y la colocó sobre el mío, diciendo: "Desde este día en adelante puedes estar seguro de que eres un brahmachari y de que has tenido tu reencarnación."
La pequeña cabaña, de ocho por cinco y medio cúbitos, con verandas por todos los lados, que había erigido en el Ashram según mis propias ideas, era utilizada por Ma. Se echaba en cualquiera de las dos largas verandas de los lados. Me dijo que yo había sido uno de los samnyasis que solía habitar en el lugar, y que el sitio que inconscientemente había elegido para construirle la cabaña, era el mismo lugar donde había pasado mi vida durante mi anterior nacimiento.
Siento que fue mi especial buena suerte el que el cuerpo físico de Sri Ma yaciese en el mismo lugar donde llevé a cabo mi sadhana durante mi existencia previa. Probablemente mi karma había dirigido el curso de los acontecimientos; pues cuando vi a Sri Ma la primera vez, me pareció que encarnaba en Su Persona a todos los dioses y las diosas y sentí que había sido la Diosa que presidía toda la serie de mis nacimientos anteriores.
Desde finales de 1929 y durante tres años completos, solía ir a Ramna muy temprano por la mañana con el deseo de verla a Ella lo primero. Con este propósito me levantaba de la cama a las 2 a.m., terminaba mis oraciones habituales y el culto sobre las 4:30 a.m. y después salía. Algunos días concretos ocurrió que confundí las dos manillas del reloj, miré mal la hora y salí mucho más temprano. Al oír el reloj dando la hora en una casa adyacente por el camino, me di cuenta que había salido demasiado temprano. En ese caso, andaba por los campos de Ramna o me sentaba junto a la puerta de Ramna Kalibari, esperando la luz del amanecer. Entraba en el Ashram a las 5 a.m. y andaba por los campos con Sri Ma, regresando a casa a las 10:30 o las 11 a.m. Algunos días volvía a mediodía o incluso a la 1 p.m.
Nunca me senté en presencia de Ma. Mi cuerpo entero permanecía erguido con un sentimiento de alegría interior. Cuando alguien me pedía que me sentase, me sentía bastante incómodo. Sri Ma normalmente estaba bastante callada durante nuestras vueltas matinales. Rompía Su silencio solamente en casos excepcionales. Yo solía seguir Sus pasos sin decir palabra.
Un día un viejo abogado, de nombre Sri Ashwini Kumar Guha Thakurta, fue allí para un paseo matinal y le dijo a Ma: "He venido, pero no a verte a ti, Madre, sino a conocer a tu hijo favorito y a observar con mis propios ojos cómo viene a ti tan temprano cada mañana haga frío, calor o llueva, y cómo sigue cada uno de tus pasos en absoluto silencio. La sola contemplación me da una gran alegría." Le dije: "Bendíceme, para que pueda pasar el resto de mi vida de esta manera!" El anciano me estrechó contra su pecho y dijo: "Ya estás bendecido."
A veces caía un fuerte chaparrón durante las primeras horas de la mañana, pero en varias ocasiones observé que cuando comenzaba a pronunciar el nombre de Ma con los labios, la lluvia cesaba por el momento y me costaba poco llegar a Su casa. Durante el tiempo lluvioso o a través de la densa niebla del invierno no hubo ningún tipo de obstáculo para pasear con Ma cada mañana durante tres años completos.
Hubo una época en que los disturbios hindo-musulmanes se extendieron por Dacca. Antes de que comenzase el estallido, Sri Ma exclamó un día: "¡Terrible! ¡Monstruoso! "Cuando pregunté sobre el significado de tales expresiones, Ella dijo: "Por toda la ciudad escuché chillidos, lamentos y gemidos." Pero incluso cuando el encarnizamiento comunal estaba en su punto álgido, no dejé de hacer mis paseos matinales. Mi vecino Srijut Bhawani Prasad Neogi solía considerarme como su hermano pequeño. Un día me previno, diciendo: "Estoy muy preocupado por ti hasta que regresas. Apuñalamientos, asesinatos, asaltos están a la orden del día por toda la ciudad. ¿Es apropiado que andes solo en una atmósfera tal?"
Yo solía pensar que como Sri Ma no decía nada en contra de mis excursiones matinales, no tenía nada que temer. Así que continué la rutina normal de mi vida.
Un día estaba de camino al Ashram de Ramna. Las farolas de la calle estaban alumbrando. No se veía a nadie. Pasé por el Bungalow de Dak y anduve unas 100 yardas más, cuando advertí a un tipo fornido, envuelto en un trozo de tela, escabulliéndose detrás de un árbol de caoba; me seguía.
Le pregunté hacia dónde iba ; me respondió que iría conmigo. Le hice saber que iba al Ashram de Ramna. Dijo que él también iría allí. Su aspecto era sospechoso y yo tenía mucho miedo. De repente, yo grité: "No, no debes venir conmigo!" Dicho esto, anduve deprisa con pasos largos sin mirar en ninguna dirección. Después de haberme alejado, me di la vuelta y vi cómo el hombre se había quedado inmóvil como un tronco en el lugar donde le había dejado. Cuando llegué al Ashram, me encontré a la Madre de pie en la puerta con su afectuosa mirada fija en mi. Caí a sus pies y le relaté lo que había ocurrido. No dijo ni una sola palabra. Luego supe que había habido un asesinato en ese mismo barrio.
















































HACIA TIERRAS LEJANAS




Podemos observar en cada paso de la vida que son necesarias tres cosas para el éxito en la lucha por la existencia: un objetivo noble, una firme determinación y una dedicación de todo corazón al deber. Aunque en algunos casos, no se consiga ningún éxito tangible con estas virtudes, al menos, de ese modo, se desarrolla la disposición para hacer el bien y un trabajo sustancial que dan sus frutos a la primera oportunidad.
Después de regresar a mis obligaciones en la oficina pasé tres años de trabajo ininterrumpido. Un día en el Ashram, Sri Ma cogió una flor, y arrancando todos sus pétalos, me dijo: "Muchos de tus samskaras se han desprendido y muchos más caerán como los pétalos de esta flor, hasta que yo quede como tu apoyo principal, igual que el tallo único de esta flor. ¿Comprendes?" Diciendo esto, comenzó a reír. Le pregunté: "Ma, como puedo alcanzar ese estado?" Ella respondió: "Cada día recuerda esto una vez; no necesitas hacer nada más."
A decir verdad, este pensamiento se hundió profundamente en mi alma y permaneció conmigo en la rutina cotidiana de mi vida. Todos los pensamientos dispersos fueron gradualmente dirigidos a un fin. Aunque distintas ideas a menudo me traían distracción, sin embargo había un gran deseo en mi de mantenerme firmemente adherido al pensamiento fundamental de que Sri Ma estaba allí dentro de mi como mi espina dorsal.
A partir de esto me convencí que lo que un hombre consigue con una práctica religiosa constante, con el aislamiento mental del objeto de los sentidos, puede ser conseguido a través del poder de una palabra de un Mahatma.
Después de unos seis o siete meses, Sri Ma me dijo un día durante nuestro paseo matinal: "Escucha, tu vida activa está llegando a término." Lo oí pero no evocó ninguna respuesta profunda dentro de mi.
Por esa época Sj Bhagawan Chandra Brahmachari también solía decirme muy a menudo: "Prepárate, un santo va a bajar desde el Himalaya para llevarte consigo." Tenía una naturaleza infantil y pensé que estaba gastando bromas.
Unos pocos meses después me cogí un permiso de cuatro meses. Estaba buscando una estación de montaña para cambiar de aire. Mientras tanto el 2 de Junio de 1932, sobre las 10:30 p.m., Sri Ma envió por mi a Brahmachari Jogesh y preguntó si podría acompañarla. Quise saber dónde deseaba ir Ella. Su respuesta fue: "A cualquier sitio que elija." Me quedé callado. Ella añadió, "¿Por qué te quedas callado? Medité sobre el hecho de que no podría informar a nadie sobre el asunto. Así que ante la atracción del mundo, dije: "Tendré que coger dinero de casa." La Madre dijo: "Recoge de aquí lo que puedas." Dije "Bueno" con los labios; pero sentí que mi hijo y mi esposa se asomaban desde las profundidades de mi corazón diciendo: "¿Dónde vas, abandonándonos?"
A pesar de ello, con una manta, una colcha y un taparrabos partí con Mataji y Pitaji. Al llegar a la estación Sri Ma dijo: "Reservad billetes hasta el término de esta línea." Hicimos la reserva para Jagannathgunge. Al llegar allí al día siguiente, Sri Ma dijo: "Cruzad a la otra orilla." Desde allí fuimos a Katihar. Me quedaban solo unas rupias, pero bastante inesperadamente me encontré con un viejo amigo que me dio 100/-Rs y una gran cantidad de fruta y caramelos. Desde allí fuimos a Lucknow, nos apeamos en Gorakhpur y nos montamos en el Expreso de Dehradun.
Al día siguiente, después de llegar a Dehradun descansamos en dharmasala. Era un lugar desconocido para nosotros. Toda la gente eran extraños y todo me parecía nuevo.
Sri Ma dijo: "Encuentro todo viejo." Donde iríamos a continuación era bastante incierto. Por la tarde Pitaji y yo fuimos de paseo y nos enteramos que había un templo de Kali en las proximidades. Fuimos allí y nos dijeron que a unas tres o cuatro millas de distancia en el pueblo de Raipur se alzaba un templo de Shiva que estaba bastante solitario y que era un lugar adecuado para hacer vida de retiro. En el discurrir de los acontecimientos un Pandeji de Raipur vino a encontrarse con nosotros. Tuvimos una charla con él y lo acompañamos a Raipur a la mañana siguiente. A Pitaji le gusto el sitio. Cuando buscamos la opinión de Mataji, Ella dijo: "Arregladlo entre vosotros, para mi todos los lugares son buenos."
Desde la mañana del miércoles, 8 de Junio, de 1932, ambos Mataji y Pitaji comenzaron a vivir en el templo.
Acontecimientos posteriores se publicaran más adelante, si es el deseo de Mataji.




















































SRI SRI MA




Está más allá de la inteligencia común comprender lo que Sri Sri Ma representa y lo que es en realidad. Aunque Ella siempre dice: "Soy solamente vuestra hijita loca," sin embargo en todos los aspectos de Su vida, en Su siempre encantador lila entre nosotros, todos los poderes de la Divinidad encuentran expresión en formas tangibles.
En Sri Ma encontramos una fuente perenne de alegría y dulzura, aunque esté rodeada día y noche por el ruido, bullicio y miles de súplicas de toda clase de personas. Sus miradas tranquilas y serenas, Su elegante y siempre sonriente respuesta a todas las preguntas, Su exquisito sentido del humor traen satisfacción y alegría a todas las almas. Su forma de vivir es tan universal y tan omni-abarcadora que podría llamársele Amor Maternal encarnado.
Algunos dicen que es la Diosa Suprema del Universo en forma humana. Otros a su vez son de la opinión que ha alcanzado la perfección a través de una evolución psíquica espontánea, sin ningún esfuerzo por su parte. Para nosotros Ella parece ser aquello que cualquiera pueda considerar que es. Al verla por primera vez, uno queda estimulado por el fervor religioso, incluso si se es casi insensible a las ideas religiosas. En Su presencia los pensamientos de Dios y Su gloria florecen en toda su brillantez en corazones que están tan secos como el polvo y las vibraciones de una vida universal que todo lo impregna se apoderan del corazón de uno, como si dijéramos, con un oleaje infinito como un vasto océano de felicidad.
Cuando le preguntaron en una ocasión quién era Su preceptor, o de quién había recibido iniciación, comentó: "En los primeros años mis padres fueron mis guías; en la vida de casada, mi marido; y ahora en cualquier situación de la vida, todos los hombres y cosas del mundo son mi Guru. Pero una cosa es segura. El Ser Supremo es el único Guía para todos."
Desde ese punto de vista de las gentes del mundo Sri Ma es una hija, esposa y madre ideal. Para un aspirante a la vida espiritual, Sus palabras y comportamiento tienen un significado profundo, indicando varias formas de cultura espiritual y de prácticas yóguicas, así como las verdades básicas del dualismo, no-dualismo, monismo dualista y otras doctrinas filosóficas.
Los cambios físicos que se hacen manifiestos en Su cuerpo nos llevan a la conclusión de que Ella es una Vaisnava confirmada; en el culto tántrico de Shiva, Kali, Durga y otros dioses y diosas o en las realizaciones de sacrificios religiosos védicos ha causado admiración entre eminentes filósofos orientales y occidentales. La única diferencia que encontramos entre Sri Ma y los Grandes Maestros que han alcanzado la perfección a través del bhakti yoga, jñana yoga, o karma yoga, en sus líneas particulares, está en el hecho de que en Sri Ma todos los caminos de sadhana han alcanzado una maravillosa síntesis. Es a través de esta armonía de las diferentes maneras de aproximarse a la Divinidad que todo tipo de personas reciben inspiración de Su presencia.
Su aspecto afable y dulce, Su paciencia y resistencia poco común, Su espíritu de sacrificio y simplicidad, Sus modos siempre alegres y con sentido del humor al tratar a hombres, mujeres y niños, Su clara e inmaculada visión y Su buena voluntad hacia todos los seres vivos, Su amor por todos los hombres independientemente de cuál sea su casta, credo, comunidad y nacionalidad, Su absoluta libertad frente al placer, el dolor y similares, hacen de Ella una figura única en los tiempos modernos. No se puede decir que haya obtenido la perfección a través del propio esfuerzo, ya que, los que la han observado desde Su infancia aseguran que ha sido la misma en pensamientos y acciones toda Su vida. Nadie la ha visto aún realizar ejercicios religiosos o espirituales de ningún tipo.
Los fenómenos naturales o sobrenaturales que se manifestaron en Su cuerpo ocurrieron espontáneamente por el bien de todos los seres humanos. Esas manifestaciones no dependían de Su voluntad, ni funcionaban contra ella, ni tampoco eran el resultado de ningún esfuerzo devocional por su parte. Cuando se ofrecen en el fuego del altar mantequilla refinada junto con otras oblaciones, las llamas se encienden por una ley natural, pero el perfume que se emana, purifica y aviva toda la atmósfera. Después de un rato no queda rastro de la ofrenda sacrificial, pero las llamas continúan quemándose en pureza y luminosidad. Exactamente de la misma forma cuando los devotos de Sri Ma traen ofrendas a Sus pies con lo mejor de Su amor y reverencia, el toque de estos obsequios hace que la fuente de su corazón brote, como el fluir natural de la leche del pecho de la madre al ser tocado por los labios del niño. Así que en el caso de La Madre, Su palabra, Sus miradas, Su cara, todo expresa amor por Sus hijos. Su cara se ilumina durante un rato con una llama divina y poco después reanuda su serenidad habitual.
En Ella no hay conflicto, ningún impulso hacia la acción o inacción perturba la serenidad de Su voluntad. Está completamente impregnada de la luz de la Verdad Suprema que forma los cimientos de todos los principios y prácticas religiosas y de los códigos morales del mundo que han sido revelados a la mente humana en diferentes épocas por el bien del universo.
Un vislumbre de esa Verdad, una sugerencia de ésta, brilla en todas Sus acciones, palabras y canciones. Su vida ilustra el gran hecho de que el hombre, mientras cumple sus obligaciones diarias dócil y alegremente y mantiene relaciones sociales puede aún así avanzar en su camino espiritual.
Ha llegado la hora de que evaluemos la cantidad de bien que están haciendo en nuestra vida social la multitud de gente que están engrosando el número de samnyasis y sadhus. Salirse de las fronteras de la vida familiar y de los límites de los derechos y responsabilidades civiles para intentar abrir caminos fáciles para elevar espiritualmente a la familia, a la sociedad y a la nación, no es asunto fácil.
Hay personas que han alcanzado niveles altos de grandeza espiritual al retirarse del mundo y vivir una vida de reclusión en Ashrams solitarios o en cuevas en la montaña. Su grandeza individual no eleva el nivel cultural general de las masas de gente a ningún grado apreciable. Ni tampoco se elevan los niveles de vida masificada. A través de su inspiración se han establecido muchos Ashrams en diferentes partes del país, las agujas de los templos allí erigidos pueden alzarse a lo alto del cielo, el atractivo del culto y los himnos y música devocionales cantados por la mañana y por la noche inducen a mucha gente de lejos y de cerca a gastarse más y más dinero en la empresa, la distribución gratuita de prasada puede atraer a multitudes de hombres hambrientos de religiones de alrededor como si fuesen moscas. Pero la influencia de tales instituciones construidas a expensas de tanto trabajo y dinero apenas ayuda a hacer que nuestra vida social sea más sana y brillante, ni extendiendo el conocimiento y la alfabetización ni un amor más grande por los hombres, ni una vez más fomentando un deseo más ardiente por la vida Divina. Nuestra sociedad se estropea más y más a través de la envidia mutua, la rivalidad e insignificantes disputas por bagatelas. Aquellos que son fuertes de corazón con un espíritu de responsabilidad social y de servicio desinteresado, apenas encuentran campo para un trabajo social real y eficaz, estando medio paralizados por ideas sociales estancadas en la reclusión de clases de los viejos tiempos de la ortodoxia. Por otra parte uno se encuentra a cada paso oposición a cualquier esfuerzo de reforma. La cultura por la cual se aseguran la salud física y mental, que hace al hombre fuerte y resistente a través de la realización de la gracia de Dios en todos los caminos de la vida, que refina y transforma nuestros impulsos egoístas y de mira estrecha en un espíritu de servicio desinteresado y de auto- sacrificio independiente de la casta y credo está desapareciendo rápidamente de nuestro país y apenas quedan dudas de que el alcance y el campo de una cultura tal está gradualmente menguando entre nosotros.
Ha llegado la hora de que nos preguntemos qué es lo que nos traído a tal estado de cosas. Hemos caído en los estrechos conductos de cultos y prejuicios desgastados por el tiempo. Las ideas y los ideales de los viejos tiempos y los de la era actual se han encontrado cara a cara y han producido estancamiento en nuestra vida social y religiosa. Sri Ma se encuentra al principio de los caminos.
Siempre encontramos en Su vida y en todas Sus actividades un deseo ardiente de asegurar el bienestar del mundo, echando la carga de que cuiden de Su cuerpo a otros y liberándose completamente de todos los cuidados de Sus propias comodidades corporales. Así se ha quedado completamente libre para ayudar a la causa de los desamparados y oprimidos, de los enfermos y destituidos, además de ayudar a los ricos y poderosos que siempre sufren diversas enfermedades psíquicas y mentales en sus saciadas y consentidas vidas.
Su vida nos abre los ojos a todos. Muestra con sus actividades cotidianas cómo podemos unir cada minúsculo detalle de la vida con el Infinito y como podemos cultivar una nueva perspectiva en nuestras relaciones con los hombres y hacer de este mundo un lugar de nueva alegría, esperanza y paz.
Desde el punto de vista mundano no posee nada que pueda llamar suyo. Todos los lugares del hombre común, los templos, los dharamsalas, los Ashrams públicos y las cabañas son ahora Sus únicos lugares de residencia, - lugares en los que cualquier persona desde lo más alto a lo más bajo pueden acudir a Ella sin ningún impedimento. Se ha dedicado entera y completamente al bien del mundo. Todos los seres vivos son Sus propios parientes y amigos. Como se mencionó previamente, Ella dice: "Encuentro que el mundo entero es un vasto jardín, sois todos flores que florecen en este jardín con vuestra belleza y gracia individual. Me muevo de una esquina de él hacia la otra. ¿Qué os hace estar tan tristes cuando os abandono, solamente para estar allí en medio de vuestros hermanos?"
En otra ocasión dijo: "No tengo necesidad de decir o hacer nada; nunca hubo necesidad, tampoco la hay ahora, ni la habrá nunca en el futuro. Lo que encontrasteis manifestado en mi en el pasado, lo que veis ahora y lo que observaréis en el futuro es solo por vuestro bien. Si pensáis que hay algo mío peculiar, tengo que deciros que el mundo entero lo es."
Las magníficas actividades creativas de la Madre Universal que encontramos reveladas en cualquier lugar de este mundo, pueden observarse en todas Sus palabras y acciones, en su intercambio social con todo tipo de gentes en cualquier lugar. Para aquellos que son Sus devotos, es como una niñita que pide muestras de su amor; para aquellos que son desgraciados debido a enfermedades u otras penas mundanas, Su inquietud maternal para aliviarlos toma forma en diversos remedios. Todas estas actitudes proceden de una reserva de un fuerte poder espiritual que siempre trabaja en el fondo.
Muestra la misma consideración y reverencia por todas las religiones, por todas las instituciones sociales y leyes, por todas las formas de educación. Esto ilustra la gran verdad de que todo en este mundo es la encarnación de un Ser Supremo. Dice: "Todos los pensamientos religiosos fluyen en una dirección, como todos los riachuelos van a para a un océano; y todos somos uno." Si alguien le hace la pregunta: "¿A qué casta perteneces?, ¿Dónde está tu hogar?" En seguida contesta con una risa: "Desde vuestro punto de vista mundano este cuerpo pertenece a Bengala del este y es de casta bramana; pero si pensáis fuera de estas distinciones artificiales, comprenderéis que este cuerpo es un miembro de una sola familia humana."
A veces se la ha oído decir: "Ten fe en este cuerpo. Tu fe de todo corazón te abrirá los ojos." También dice de vez en cuando: "No sé nada, digo lo que vertéis en mis oídos." Y luego: "Este cuerpo no es sino una muñeca; como deseáis jugar con ella, por eso sigue jugando."
De estos y otros comentarios se hace evidente que en Su Persona el Poder que yace detrás de este mundo fenoménico ha cobrado forma. Sus actividades emanan de una fuente origen y vuelven a ella. No tiene sentido de la dualidad. A veces dice o bien: "Sólo Tú eres, y solamente Tú "o: "Sólo Yo soy y todo está contenido en Mi."
En una ocasión dijo "Hay alguna diferencia esencial entre yo misma y tú mismo? Solamente porque Él es, también hay tú y yo. Si con una fe incondicional, una fuerte devoción y un corazón rebosante de amor cualquiera de vosotros puede exclamar: Madre, ven, ven a mi, Madre, no puedo pasar los días sin ti, estad seguros, la Madre Universal extenderá Sus brazos hacia vosotros y os estrechará contra Su pecho. No la consideréis solamente como un refugio misterioso en vuestras horas de aflicción. Recordad siempre, Ella está muy cerca de vosotros, guiando todas las fuerzas de vuestra vida. Proceded con esa convicción: Ella tomará de vuestros hombros todo el peso responsabilidades y os dará fuerzas para llevar la cruz."






FIN








































NOTA






Los himnos que salieron espontáneamente de labios de Sri Ma no están en sánscrito ni en otra lengua que nos sea conocida. Hay ciertas palabras y expresiones en ellos que están en sánscrito y los himnos parecen tener la naturaleza de las oraciones. Deberían considerarse como mantras, en los que cada sílaba tiene su propio significado y no puede ser reemplazado por ningún sinónimo. La traducción dada en el texto no debería, por tanto, ser considerada como una reproducción de los himnos. Es más, parece ser que los sonidos que salían de los labios de Sri Ma no siempre han sido reproducidos correctamente.






































GLOSARIO




Ananda Felicidad, deleite, alegría. El arrobamiento que está más allá de la felicidad y de los pesares y al que no afectan ninguno de los dos.
Asana Postura yóguica o pose física. Cada postura corresponde a un estado particular de la mente. Las posturas yóguicas ayudan a la concentración. Algunas poses tienen también propósitos curativos.
Atma o Atman El Verdadero Sí Mismo. Existencia o Ser Supremo que es de la naturaleza de la Autoconciencia y del Autodeleite, y más allá de todas las manifestaciones de la naturaleza.
Avidya Ignorancia de la verdadera naturaleza del Sí Mismo o de la Realidad. Cualquier conocimiento que no sea el del Sí Mismo pertenece a la categoría de avidya.
Bhakti Devoción y amor hacia Dios.
Bhakti yoga, jnana yoga, karma yoga Se cree que hay principalmente tres caminos de reunificación con Dios, a saber a través del karma- trabajo desinteresado o trabajo hecho como servicio; a través del bhakti- devoción pura y amor a Dios; a través del jñana- discriminación entre lo Real y lo irreal, que lleva al Conocimiento que es la intuición del Uno en la multiplicidad.
Bhajana Canciones religiosas.
Bhava Éxtasis espiritual, humor transcendental. Estos bhavas normalmente suceden en estados elevados del camino del bhakti.
Brahmachari Estudiante religioso que se entrega a prácticas espirituales y al servicio, y guarda un celibato estricto.
Brahmin Miembro de la casta sacerdotal, la casta más elevada de la sociedad hindú. La obligación especial de un Brahmin es aspirar al Brahmavidya, el conocimiento de la Realidad Suprema. Un verdadero Brahmin tiene que ser Brahman de nacimiento, de conducta y de conocimiento del Brahman.
Brajadhama Vrindavan y los pueblos de alrededor, donde se supone que Sri Krsna vivió.
Cakras Zonas físicas del sistema humano, que representan los campos de diferentes fuerzas físicas y que han de ser conquistadas, purificadas y sublimadas por el yogui y su viaje ascendente a la esfera de la Conciencia y el Poder Divinos.
Chaitanya Deva El gran apóstol del vaishnavismo, nacido en 1485 D.C. en Bengal, que enseñó el camino del amor divino para la comprensión de Dios. Pasó la mayor parte de su vida en un estado de intoxicación Divina y experimentó muchos humores trascendentales (bhavas) que también le causaron ciertas transformaciones en el cuerpo. También se le conoce como El Señor Gouranga.
Dal Legumbre suelta. El dal hervido con arroz o pan sin levadura es la comida más común de la India.
Darsana Vista, visión. Se habla de tener darsana de un santo, sabio o deidad, lo cual significa haber quedado bendecido ante su visión y presencia.
Dharmasala Hostal para peregrinos y viajeros.
Dhurba tipo de hierba utilizado para el culto.
Ekka Un carruaje de campo de dos ruedas tirado por un caballo, utilizado abundantemente en la región de U.P. de la India.
Faquir Mendigo religioso o santo musulmán.
Gomukhi Una de las posturas de meditación.
Guna Las tres propiedades o aspectos de prakrti ( la sustancia primordial). Los tres gunas son: sattva ( armonía, ligereza, luminosidad); rajas ( movimiento y aquello que produce el movimiento ) ; tamas ( inercia, pesadez, oscuridad ). Los tres gunas actúan y reaccionan continuamente uno sobre la otro y siempre están, mientras el mundo exista, en un estado de equilibrio alterado.
Guru Guía y maestro espiritual. Según la tradición, el candidato que quiere ser admitido en la vida espiritual tiene que situarse bajo la guía de un profesor competente que normalmente le inicia con un mantra. El mantra es el representante de la deidad del discípulo.
Hari Dios. Uno de los nombres de Visnu, el que sostiene y conserva el universo, que es venerado por los Vaisnavas.
Isvara El Señor del universo, el Saguna Brahman.
Kali Uno de los nombres de la Divina Madre.
Karma Acción, el resultado de la acción, así como la ley de causa y efecto por la cual las acciones inevitablemente producen su fruto. El karma se origina del sí mismo individual en su ignorancia funcionando como un agente activo. Cuando el hombre realiza su verdadero Si mismo, el karma cesa para él.
Khir Leche hervida hasta que se pone densa y endulzada.
Kirtana El cántico de los nombres y de la magnificencia de Dios. Puede ser realizado por una persona o por un grupo de personas acompañando a instrumentos musicales, principalmente tambores y cimbales.
Lila Juego. Movimientos y acciones del Ser supremo que son libres por naturaleza y que no están sujetos a leyes.
Laksmi Consorte de Visnu. Laksmi es la diosa de la riqueza y prosperidad y guardiana del hogar.
Mahabhava El tipo más alto de amor y auto-dedicación a la Divinidad. Un estado de profundo amor estático por la Divinidad.
Mahamaya El Poder Supremo. Uno de los nombres de Kali, la Divina Madre.
Mantra Serie de sonidos de gran potencia. Es la representación sonora de Ista Devata. El nombre y la forma son inseparables. Por tanto, si el nombre está imbuido de vida, la forma que representa no puede dejar de revelarse, siempre que la práctica sea suficientemente intensa.
Mudra Postura particular del cuerpo completo o de sus partes, que representa la expresión de un deva sakti ( fuerza natural más elevada) concreta. Sin esa postura una sakti determinada no puede funcionar. La realización de estos mudras es necesaria de cara a producir los cambios necesarios en la mente o en el carácter. En el caso de Mataji estos mudras salían espontáneamente.
Nemaz Oración musulmana.
Pandit Alguien instruido en sánscrito y en las escrituras hindúes.
Parabrahman La Realidad Suprema, el Absoluto.
Pranama Reverencia. Una postura de entrega, indicando el sentido de la pequeñez de uno en la presencia de aquél al que se le ofrece la reverencia.
Pranava La sílaba mística Om, que es el sonido primordial que representa la Realidad Suprema Espiritual.
Prasada La comida ofrecida a una deidad o santo se convierte en prasada cuando ha sido aceptada y por lo tanto bendecida. Entonces es consumida por los devotos.
Puja Culto ceremonial de los hindúes.
Puri Un delgado pastel de harina de trigo, frito con mantequilla refinada o aceite.
Rudra El Dios Shiva en Su aspecto terrible como destructor.
Rudrani Consorte de Rudra. Rudrani tiene un apariencia espantosa.
Sadhaka El que practica sadhana.
Sadhana Práctica espiritual llevada a cabo con el propósito de prepararse para la Auto-realización.
Sadhu Alguien que ha dedicado su vida al esfuerzo espiritual y está libre de enredos familiares y de negocios.
Sakti Energía Divina. En el hinduismo, la Sakti está simbolizada generalmente por una mujer divina.
Sakti mantra La representación sonora de la Diosa del Universo o Madre del Mundo.
Samadhi Un estado en el que la mente está completamente concentrada en su objeto de contemplación (savikalpa samadhi) o deja de funcionar, y solo permanece la Pura Conciencia, revelándose a Sí Misma (nirvikalpa samadhi).
Samskara Disposiciones mentales, que actúan como semillas y tienen una tendencia a germinar en la acción. Estos samskaras se traen normalmente de anteriores reencarnaciones. Son destruidos cuando brilla la Luz del Supremo Conocimiento (jñana) .
Samnyasi Alguien que llega al samnyasa. Según el sistema hindú, el samniasa es el último estadio de la vida, en el cual un hombre tiene que renunciar a su familia, posesiones, casta, posición social, etc.- de hecho todo aquello a lo que está apegado, y entregarse a la Divinidad. Técnicamente es de dos tipos, a saber vividisa samnyasa, precedido por un sentido de desapego del mundo. El otro es vidvat samnyasa, que es el samnyasa por excelencia, precedido por el nacimiento de Brahmajñana (realización del Brahman).
Sastras Las sagradas escrituras hindúes.
Svarupa El verdadero Sí mismo del hombre.
Uttarayan Sankranti El solsticio de invierno.
Vasanti Puja Durga puja, celebrada en primavera.
Yantra Diagrama geométrico de diferentes diseños, que representa la acción y expresión de diferentes fuerzas sobrenaturales, y que se pretende sea una representación de una forma particular del Supremo Poder Divino.
Cada fuerza, cada mantra tiene su correspondiente yantra. Cada yantra se supone que representa el cuerpo humano como tal, o el cuerpo del Hombre Cósmico. Normalmente tiene dos características en común, a saber el centro que es un punto dentro de un triángulo o cuadrado, y el límite externo que es un cuadrado. Al punto se le llama "bindu", y representa la esencia del Ser en equilibrio. Es concebido como un trono en el cual se sienta la Persona Suprema. El cuadrado que forma el límite exterior representa los aspectos físicos y sensibles del devoto, con puertas de acceso apropiadas para llevarlo hacia el interior.




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