LA MADRE
SEGÚN
ME FUE REVELADA
PREFACIO
El autor de este libro, Sri Jyotish Chandra Ray,
comúnmente conocido como "Bhaiji"(el hermano mayor), era
enormemente querido y reverenciado por los devotos de Sri Anandamayi
Ma. Realmente, se le podría llamar el Príncipe de los Bhaktas.
Quienquiera que le conociese quedaba impresionado por la acusada
nobleza de su carácter, su absoluta simplicidad y su extraordinario
espíritu de servicio. Gracias a su destacada pureza y modestia le
fue posible alcanzar una introspección de inusual profundidad. Lo
que hace que "Matri Darsham "sea tan valioso es que fue
escrito por alguien dotado de un alto grado de comprensión, a quien,
en efecto, Mataji se había revelado a Sí misma.
Lo que Bhaiji sentía, se puede expresar mejor con sus
propias palabras:
"Aunque diminutas porciones del amplio cielo se
reflejan en los estanques y los lagos, estos reflejos no pueden
darnos una idea de la inmensidad del firmamento".
De modo similar es imposible apreciar la magnitud
infinita del verdadero Ser de Sri Ma teniendo en cuenta lo que se ha
reflejado de Su Gracia a través de este instrumento tan imperfecto".
No obstante, a través de la narrativa de Bhaiji llegamos a sentir
algo del Amor de Sri Ma por todos los seres sensibles, de su
Sabiduría, no procedente de lecturas de libros ni de sectarismos, de
su Alegría siempre radiante que no es de este mundo.
Sri J.C. Ray nació el 16 de Julio de 1880 en Chittagong
y recibió allí su educación. El libro mismo dará al lector una
acertada idea de los acontecimientos esenciales de la vida de Bhaiji,
en tanto que conciernan a su relación con Sri Sri Ma.
En 1937, poco después de completar el manuscrito de
Matri Darsham, acompañó a Sri Sri Ma y a Bholanathji en una
peregrinación al monte Kailash, junto con Sri Gurupriya Devi y su
padre, Swami Akhandananda. Según se aproximaban a su destino,
sucedió un hecho muy notable, que nos da una idea de la verdadera
estatura de Bhaiji. El y Bholanath habían ido andando a la cabeza,
mientras el resto del grupo se quedaba rezagado detrás. Al llegar al
Lago Mansarovar, el espíritu de la suprema renuncia embargó a
Bhaiji. Lanzando sus ropas y su cordón sagrado en el lago, se
adentró en las aguas heladas. Con las manos plegadas pidió a
Bholanath que le abandonase para vagabundear por su cuenta en las
montañas. Bholanath sin embargo no quiso escucharlo. Le mandó
ponerse las ropas y esperar a Mataji. Cuando Ella llegó unas dos
horas después, a sus labios acudieron espontáneamente samnyasa
mantras. De esta forma tan poco común Bhaiji recibió samnyasa
y fue en adelante llamado Swami Mounananda Parvat.
Por petición de Mataji, Bhaiji accedió a acompañar al
grupo de vuelta a Almora. En el camino de bajada contrajo fiebres
altas, y varios días después de llegar a Almora, el 18 de Agosto de
1937, Jhulan Dvadasi, murió. A lo largo de su enfermedad
Mataji cuidó de Bhaiji con mucha ternura. No durmió durante las
noches que pasaron juntos y sin embargo la serenidad de su semblante
no se alteró. Su acostumbrada sonrisa siempre estaba allí y su
presencia llenaba la habitación de paz y calma. Cuando a Bhaiji le
preguntaron como sería posible dirigir el Ashram de Dehradun sin su
ayuda y guía, dijo: "El trabajo no es mío sino de Sri Ma. Todo
continuará bien por Su Gracia; no somos sino herramientas en Su
mano."
En referencia a la muerte de Bhaiji, Bholanath escribió
lo siguiente: "hasta el final mismo Jyotish estuvo consciente.
Poco antes de su muerte, me dijo: "Mira, Baba, en este mundo no
se puede decir que nadie sea. Solo Sri Sri Ma es real. "Después
de cantar "Ma, Ma, y "Om", llamó a H. y le dijo
"Escucha, solo somos uno. Ma y yo somos uno, Pitaji y yo
somos uno." Entonces fijando la mirada en Mataji y pronunciando
"Ma, Ma,", dio lentamente su último suspiro.
Antes de salir para el Monte Kailash, Bhaiji había
dejado el manuscrito en bengalí de Matri Darshan con el
traductor. Era deseo expreso de Bhaiji que el libro fuese publicado
simultáneamente en bengalí, hindi e inglés. Sin embargo su
inesperada muerte trastocó todos los planes. El original bengalí se
publicó primero en 1937, poco después de su muerte. La traducción
hindi no apareció hasta 1951 y la inglesa hasta 1952. Bhaiji fue el
primero en dar a conocer al mundo algo del incomparable Lila de Sri
Anandamayi Ma. Buscadores de todo el mundo han expresado su aprecio y
profunda gratitud a Bhaiji por esta obra de amor.
13 de Agosto de 1962, 25 aniversario de Bhaiji´s
Mahasamadhi.
La Madre según me fue Revelada
INTRODUCCIÓN
Escribir una biografía de Sri Sri Anandamayi Ma o
atraer la atención del mundo hacia Sus poderes infinitos no es el
objetivo de este débil intento por mi parte. En este pequeño
esbozo, he descrito únicamente unos pocos hechos de mi propia
experiencia directa para mostrar cómo Ella abrió una fuente de vida
en mi casi desecada alma. Todas las faltas que aparezcan en este
trabajo son achacables a mis propias limitaciones personales por las
que imploro sinceramente Su perdón.
Perdí a mi madre cuando no era más que un muchachillo.
He escuchado a mis parientes decir que mis ojos solían empañarse de
lágrimas cuando oía a los niños balbucear "Ma, Ma"; y
que tranquilizaba mi corazón echándome en el suelo, llorando en
silencio.
Mi padre era una persona piadosa. Durante mi temprana
infancia el profundo espíritu religioso de su vida implantó en mi
semillas de aspiración divina . En 1908 fui iniciado por el Gurú de
nuestra familia en Sakthi mantra. Consecuentemente, tuve que
rendir culto a la Divina Madre. Cuando pude expresar efusivamente
todo mi fervor devocional con "Ma, Ma", durante mi tiempo
de oración, encontré gran alivio y felicidad. Incluso entonces
apenas podía darme cuenta que La Madre es la fuente - origen de la
suprema alegría y felicidad para todos los seres vivos. Había en mi
un deseo arrollador de encontrar a una Madre Viva, quien con sus
miradas amorosas, pudiese transformar mi alma tempestuosa. Me dirigí
a muchas personas piadosas y estaba tan desesperado como para
consultar a los astrólogos en busca de una respuesta a mi duda:
"¿Tendré la buena fortuna de encontrar a semejante Madre?"
Todos me daban muchas esperanzas.
Con ese objetivo en mente, visité muchos santos lugares
y tuve la oportunidad de encontrar a numerosas personalidades
espirituales; pero ninguna satisfacía mi deseo.
Trabajé en una oficina del gobierno en Calcuta. Fue
transferida a Dacca en 1918 y fui enviado allí. A finales de 1924 me
enteré de que Mataji llevaba viviendo unos meses en Shahbag cerca de
la ciudad, guardando silencio durante mucho tiempo, siempre sentada
en alguna postura yóguica. En raras ocasiones dibujaba una línea en
el suelo alrededor de Su asiento y mantenía breves conversaciones
con gente después de recitar algunos mantras o textos sagrados.
Una mañana fui allí con espíritu orador y tuve
bastante suerte de poder ver a Mataji por cortesía de Su marido, a
quien la gente se dirigía como Pitaji o Padre. Mi corazón se
estremeció al ver Su serena postura yóguica junto a toda la
modestia y gracia de una muchacha recién casada. En seguida inundó
mi mente la idea de que la Persona que mi corazón había añorado
todos esos años, y por cuya búsqueda había viajado a tantos
lugares sagrados, se encontraba revelada ante mi.
Todo mi ser quedó inundado de gozo y cada fibra de mi
cuerpo bailaba en éxtasis. Me sentí impulsado a lanzarme y
postrarme a Sus pies gritando entre lágrimas "¿Ma, por qué me
has mantenido apartado de ti todos estos larguísimos años?".
Después de un rato, le pregunté: "¿Tengo alguna
posibilidad de elevarme espiritualmente?" Ella contestó: "Tu
apetito por las cosas espirituales todavía no es suficientemente
grande". Había ido con un montón de pensamientos que luchaban
por expresarse, pero todos fueron acallados bajo el hechizo de Su
gracia tranquilizadora. Me senté allí estupefacto y mudo. Ma,
tampoco dijo ni una sola palabra. Poco después, me incliné ante
Ella y me marché. No pude tocar Sus pies aunque tenía un gran deseo
de hacerlo. No fue por temor o delicadeza; algún poder misterioso me
alejó de Su presencia.
Durante mucho tiempo después no fui a Shahbag. Pensaba
de la siguiente manera:
"Mientras no me atrajese hacia Sí como si fuera mi
propia Madre, apartando Su velo ¿Cómo podría rendirme a sus pies?
Había un gran conflicto dentro de mi. Un intenso deseo de verla y un
agudo dolor por su frialdad. Ambos eran igualmente fuertes y opuestos
entre sí. Parecía que ninguna forma de acercamiento era posible.
Entre tanto solía ir al templo Sikh colindante, y situado de pie
junto a la pared del jardín miraba a la Madre desde la distancia de
manera que nadie pudiese advertirlo. Durante aquellos días de
indecisión, analizaba los movimientos de mi mente y a menudo me
preguntaba: "¿A dónde irán a parar las cosas?".
Pero
no tenía fuerza para tomar una decisión. A menudo recibía todo
tipo de noticias sobre Mataji y escuchaba con atención todas las
historias sobre Su Lila. De esta guisa pasé siete meses entre el
estruendo y el bullicio de la vida diaria. Un día traje a Mataji a
mi casa. Una intensa alegría conmovió a mi ser por entero al
encontrármela después de tanto tiempo. Pero mi felicidad duró
poco. Cuando estaba apunto de marcharse, me incliné para tocar Sus
pies, pero los apartó. Me sentí como traspasado por un repentino
dolor. Entonces intenté aliviar las punzadas de la lucha que había
en mi corazón leyendo varios libros sobre religión. Me decidí a
publicar un pequeño libro sobre religión y prácticas religiosas.
El libro fue escrito y
publicado bajo el título, "Sadhana"
y le envié una copia
a Ma a través de Sj. Bhupendra Narayan Das Gupta. Ella le dijo
secamente: "Pídele al autor que venga a verme."
Al recibir esta llamada de la Madre, fui a Shahbag una
mañana. Me encontré con que el silencio que había observado
durante los últimos tres años había concluido. Vino y se sentó
cerca de mi. Le leí el libro completo y después de escuchar su
contenido, dijo "Debido a los tres años de silencio, las
cuerdas vocales no me funcionan adecuadamente: y sin embargo las
palabras se esfuerzan en salir de mi boca hoy. Tu libro es bastante
bueno. Intenta desarrollar aún más la pureza de pensamiento y
acción."
Durante aquella entrevista con Ella, Pitaji
estaba presente. Comencé a sentir que un nuevo mundo se estaba
abriendo ante mi y que estaba sentado como si fuese un niño delante
de sus padres.
Desde entonces acostumbré a ir a Shahbag
frecuentemente. Solicité a mi esposa que fuese a ver a Mataji con
algunas ofrendas. En esa época Shrî Ma solía ponerse un anillo
dorado en la nariz. Mi esposa le llevó como regalos a Sri Ma, un
gran plato de plata, algo de requesón, flores, pasta de sándalo y
un anillo de diamante para la nariz y con gran regocijo y respeto se
los ofreció a Sus pies.
Después se supo que por entonces Mataji comía en el
suelo raso y no utilizaba ninguna clase de plato. Así que Pitaji le
había dicho en una ocasión con gran disgusto: "No tomas la
comida en platos de latón o bronce. ¿Comerás entonces en un plato
de plata?" Ma se río y dijo: "Sí; pero no hables a nadie
sobre esto en los próximos tres meses y por favor tampoco hagas tu
ningún intento de procurarme platos de plata." Pues bien, antes
de que hubiesen transcurrido los tres meses se le entregó el plato
de plata como he mencionado anteriormente.
Un día me dijo Mataji: "Recuerda, tu eres
realmente un Brahmán; y hay un sutil y cercano lazo espiritual entre
este cuerpo y tú." Desde aquel mismo día intenté conservar mi
cuerpo puro en todos los sentidos.
Supe por varias fuentes que muchos de los devotos de Sri
Ma habían sido lo bastante afortunados como para encontrar imágenes
de varios dioses y diosas revelados en Su cuerpo. Pero como yo veía
con mis propios ojos en Su vida cotidiana manifestaciones de grandes
poderes sobrenaturales, no me preocupaba de buscar alguna revelación
en especial. Mi humilde aspiración era que si podía modelar mi vida
siguiendo los ideales de paciencia y serenidad en Ella siempre
manifiestos, sería más que suficiente para mi.
Y aún así, el impulso natural del hombre por ver
alguna fenomenización material de poderes divinos en la vida humana,
me inspiró a preguntar un día en que la encontré sola: "Madre,
se lo ruego, dígame, ¿Qué es usted en realidad?" Se rió
sonoramente y dijo con afecto: "¿Cómo han podido semejantes
interrogantes infantiles despertarse en tu corazón? Las visiones de
dioses y diosas aparecen de acuerdo con las disposiciones heredadas
por cada uno (samskaras). Soy lo que era y lo que seré; soy
aquello que tu concibas, pienses o digas. Pero es un hecho supremo
que este cuerpo no ha venido al ser a recoger los frutos del karma
pasado. ¿Por qué no lo tomas como que este cuerpo es el envoltorio
material de todas tus aspiraciones e ideas. Todos lo habéis deseado
y ahora lo tenéis. Así que, juega con esta muñeca durante un
tiempo. Más preguntas quedarían sin fruto." Yo dije: "Estas
palabras suyas, Ma, no satisfacen mis anhelos." Al escuchar
esto, habló con ligera vehemencia: "Dime, dime, ¿qué más
deseas?, e inmediatamente una explosión deslumbrante de luz
celestial resplandeció en su cara. Me quedé mudo de temor y
asombro. Todas mis dudas se tranquilizaron.
Unos quince días después, fui a Shahbag una mañana y
encontré la puerta de la habitación de Mataji cerrada. Me senté
delante de ella a 25 o 30 cm de distancia. La puerta se abrió de
repente del todo. Encontré para mi desconcierto la figura de una
diosa divinamente bella tan genialmente resplandeciente como el sol
al ponerse, iluminando en su totalidad el interior de la habitación.
En un abrir y cerrar de ojos se retiró toda la irradiación del
interior de Su cuerpo y Mataji estaba allí, de pie y sonriendo en su
forma habitual.
En un segundo, la visión completa había desaparecido
como por obra de una magia sobrenatural. Me parecía que me había
caído del país de los sueños. Recordé en seguida que Sri Ma se
había revelado a Sí misma en respuesta a lo que le había dicho
hacía unos días. Comencé a recitar un himno y le recé "Sea
yo un hijo digno de vos, digno de ser bendecido con toda vuestra
maternal munificencia y gracia."
Después de un rato Mataji avanzó hacia mi. Cogió una
flor y unas pocas hojas de hierba de durba y las colocó sobre
mi cabeza, al tiempo que yo caía a sus pies.
Me volví loco de alegría. Los días que se van no
vuelven nunca ¡Cómo desearía que retornase aquel bendito momento!
Desde aquella vez se fue enraizando en mi mente una
profunda convicción de que ella no era solamente mi madre sino la
Madre del universo. Regresé a casa. Tan pronto como me sosegué,
destelló en mi mente la misma imagen luminosa de Mataji y me rodaron
lágrimas por las mejillas. Desde aquel mismo día Su gracia obró
tal cambio en mi y de modo tan natural que Su figura ocupó el lugar
de la diosa a la que había estado venerando aquellos dieciocho años,
desde mi iniciación en mi temprana juventud. Este cambio a veces
creaba algunas dudas en mi mente acerca de si seguía el camino
correcto o no. Pero a los pocos días Sri Ma ocupó Su legítimo
lugar en mi alma, poseyéndola por completo.
Sri Anandamayi Ma (Su nombre original era Nirmala
Sundari Devi) nació en el pueblo de Kheora, Distrito de Tipperah, en
el 1318 de Saka Era, ( el 30 de abril de 1896), en las tempranas
horas de un viernes, una hora y doce minutos antes del amanecer.
Recientemente se ha sabido el lugar de su nacimiento. Cuando fue a
Kheora el 17 de Mayo de 1937, presionada por sus devotos indicó el
sitio exacto donde Su cuerpo tocó el suelo la primera vez. Su padre
Bepin Behari Bhattacharji era descendiente de la conocida familia
bramana Kashyapa del pueblo de Vidyakut en el mismo distrito. Pasó
la primera parte de su vida en casa de su tío materno. Tanto el
padre como la madre de Sri Ma, Sm. Mokshada Sundari Devi, tenían
naturalezas muy amables y cariñosas. Su devoción hacia Dios, su
simplicidad y el nivel de vida social eran casi ideales. La casa
materna de Mataji en Sultanpur, Tipperah, tuvo un estatus social muy
alto durante generaciones. Había muchos pandits cultos y devotos en
la familia. Se relata que una piadosa mujer de la misma familia montó
la pira funeraria de su marido cantando himnos alegremente. Sri Sri
Ma se casó con Srijut Ramani Mohan Chakravarti del pueblo de Atpara
de Vikrampur cuando contaba tan solo doce años y diez meses de edad.
El pertenecía a la conocida familia bramana Bharadwaj de ese pueblo.
Dedicó su vida al bienestar de los demás. Más tarde se le conoció
como Bholanath, Rama Pagla o Pitaji.
La primera parte de la vida de Sri Ma pasó inadvertida
en los pueblos de Kheora y Sultanpur. Después de su casamiento pasó
algún tiempo en Sripur y Narundi, donde trabajaba el hermano mayor
de Bholanath; también pasó algunos meses en el hogar de su marido
en Atpara. Antes de venir a Dacca, permaneció unos tres años en
Vidyakut y unos seis años (1918-1924) en Bajitpur con Bholanath.
En Astagram se manifestó por primera vez de forma
prominente el gusto de Mataji por la música religiosa. En Bajitpur
esa disposición de ánimo solo fue advertida a veces, pero el tono
dominante de Su mente durante ese periodo era la expresión natural
del simbolismo mántrico y de las prácticas yóguicas. Cuando vino a
Shahbag, en Dacca, en 1924, su estado de quietud y silencio continuó.
La intensa paz y la piedad se convirtieron en la característica
omnipresente de Su vida. Es imposible expresar en palabras una idea
de la profundidad de ese estado. ¡Qué interacción de estados y
expresiones divinas llegaron a manifestarse en todas las formas de Su
vida durante este periodo!
En aquella época los devotos comenzaron a congregarse
alrededor de ella. Muchos de ellos participaron en el culto,
canciones devocionales y ritos sacrificiales. Es difícil describir
como sus almas llegaban a impregnarse de una tranquila felicidad en
Su presencia. Todo el mundo se dirigía a Ella como "Madre del
jardín de Shahbag"y expresaban su deleite, diciendo que nunca
en todas sus vidas habían disfrutado de una riqueza tal como la de
la gracia de Sri Ma.
Mientras estaba en Bajitpur, Ella tenía presente en la
mente la historia completa del templo de Siddhesvari Kali en Dacca.
Durante su residencia en Shahbag, el difunto Rai Bahadur
Pran Gopal Mukherji era Director General de Correos en Dacca. El y
Sri Baul Chandra Basak encontraron medios para llevar a cabo la
conservación del templo de Siddhesvari.
La primera vez que conocí a Sri Sri Ma, me dio una
indicación, diciendo:
"Tu sed por las cosas espirituales no es
suficientemente fuerte." Pero para alguien agitado por la
confusión de los deseos mundanos, tal ansia por una vida más
elevada no era posible, a no ser que uno pudiese aprender a dirigir
hacia Sus pies todas las incontroladas olas de emociones e impulsos.
Siempre rezaba silenciosamente y en secreto en mi corazón. "Oh
Madre, te manifiestas como hambre en cada ser; despierta en mi un
hambre real por las cosas inmutables e imperecederas."
A continuación se narra como Mataji, en Su infinita
misericordia, dirigió mi disposición siempre fluctuante hacia Su
omnipresente presencia:
1. Una noche iba y venía sobre el balcón abierto de mi
casa; había un resplandor de luz de luna sobre todos los objetos que
me rodeaban. Percibí algo de movimiento a mi lado y me volví. Para
mi asombro encontré una imagen de Sri Ma deslizándose a la par mía.
Llevaba puesta una camisa roja y un sari con una serie de finas
líneas rojas en el borde. Esto me hizo dudar de la exactitud de mi
visión. Sin embargo cuando fui a verla temprano al siguiente día
por la mañana. La encontré vestida exactamente como la había visto
la noche anterior. Me dijeron que un devoto había venido al Ashram
después de haberme marchado, y le hizo ponerse esa ropa. Cuando le
conté a Mataji mi visión, dijo del modo más natural: "Fui a
ver lo que estabas haciendo."
2. Un día Sri Ma vino a mi casa y estaba conversando
con nosotros en la primera planta; justo entonces llegó un automóvil
para llevársela a otro sitio. Yo no sabía que esto había sido
dispuesto previamente. Mataji se preparó para salir, pero sentí una
gran angustia al ver que abandonaba mi casa después de una visita
tan corta. Con el corazón apenado bajé las escaleras para verla
partir. Se montó en el coche pero éste no se movió aunque el
conductor lo había arrancado. Ella me miraba, Su cara brillando con
una risa afable. Cuando todos los intentos del conductor por mover el
coche resultaron inútiles, se trajo un coche de alquiler para Ella.
Era penoso pensar que Sri Ma tuviese que irse en un coche alquilado
cuando había un coche listo. Justamente en ese momento el coche
comenzó a moverse para mi sorpresa y alegría y Sri Ma se fue.
3. La presión de las multitudes en Shahbag aumentaba
día a día, según Mataji llegaba a oídos de la gente. En una
ocasión no pude verla durante cuatro días. La mañana del quinto
día decidí ir a verla, pero cambié de opinión. Me senté
desesperado en mi habitación. Para mi sorpresa vi la imagen entera
de Ma apareciendo sobre la pared de enfrente como si fuese un
fotograma de cine. Parecía bastante triste. Al volverme, encontré a
Sj. Amulyaratan Chowdhury de pie junto a mi silla. Dijo: "Mataji
ha enviado un carruaje para llevarte junto a Ella ". Cuando
llegué al jardín de Shahbag, Sri Ma dijo "He advertido tu
desasosiego durante estos últimos días. La paz y la tranquilidad no
pueden llegar a no ser que haya un desasosiego para empezar. Deberías
encender el fuego por cualquier método, sea con mantequilla refinada
o madera de sándalo o incluso paja. Una vez está encendido, el
fuego perdura; todas las preocupaciones, oscuridades y pesimismos
desaparecen gradualmente. Reducirá a cenizas todos los obstáculos.
Sabes, una chispa es suficiente para empezar una conflagración,
reduciendo cientos de casas e incluso palacios a brasas."
4. A mediodía en la oficina o a media noche en mi
habitación, cuando un deseo muy fuerte de ver a Sri Ma me ponía
intranquilo, se me aparecía en muchas ocasiones y enseguida me decía
"Me llamaste y he venido."
5. Una tarde, cuando regresé de mi oficina, me dijeron
que una persona desconocida había dejado un pescado grande en mi
casa, diciendo que volvería en breve. Pero no se presentó nadie. El
pescado estaba sobre el suelo. Al anochecer y no aparecer nadie, lo
fui cortado en trozos y se lo envié a la Madre en Shahbag. A la
mañana siguiente cuando fui allí, Pitaji me dijo: "Tu
Madre me dijo la pasada noche "Mira aquí, Jyotish es mi Dios"".
Al preguntar supe que la mañana anterior unas pocas personas
recibieron prasada de Ma; pero cuando por la noche muchas
personas participaron en el kirtana, todos ellos deseaban
tener Su prasada, pero no había surtido de provisiones. Justo
a la hora en que Mataji estaba preparando especias, condimentos para
cocinar, mi sirviente Khagen llegó con el pescado y otros artículos
necesarios. Esto le hizo exclamar las palabras que Pitaji manifestó.
"Me quedé sorprendido", añadió Bholanath "Al
escuchar como un desconocido había traído un pescado a tu casa y
como fue enviado con otras cosas indispensables para satisfacer el
clamor de los devotos por el prasada de Ma." Tales
incidentes fueron numerosos. En Shahbag, un hombre solicitó prasada
de Sri Ma, pero no había nada disponible allí en ese momento. Justo
entonces me embargó un deseo de enviar frutas y dulces. Cuando mi
hombre llegó con las cosas, se encontró con que, al parecer, Mataji
las estaba esperando.
6. Una noche sobre las 3 a.m., estaba sentado en mi cama
bastante despierto. Me vino a la mente la imagen de que Sri Ma estaba
durmiendo con Su cabeza en dirección opuesta a la que lo solía
hacer. Al amanecer cuando fui a verla, la encontré en esa misma
posición. Al preguntar supe que la Madre había salido a las 3 a.m..
y al regresar cambió su postura de dormir. A menudo sucedía que
desde mi propia habitación o desde mi escritorio en la oficina podía
ver claramente lo que Sri Ma estaba haciendo en Su casa. Esto sucedía
sin ningún esfuerzo de mi voluntad; a veces tales imágenes se
cruzaban repentinamente por mi cabeza sin que nunca pensase sobre
ellas. Bhupen solía ir a Shahbag a diario y pude comprobar la
veracidad de mis visiones a través de él. Apenas había
discrepancia. Mataji me decía a menudo: "Tu verdadera casa está
en Shahbag, solo vas a tu propia casa por darte un paseo."
7. Un mediodía estaba ocupado en mi escritorio. Bhupen
vino y me dijo: "Mataji te pide que vayas a Shahbag. La he
informado que el Director de Agricultura estará ausente de la
oficina hoy en cumplimiento de su permiso; pero la Madre respondió:
"Debes llevarle este mensaje a Jyotish, deja que él haga lo que
considere más apropiado."
Sin dudarlo un momento dejé todos los papeles
desparramados sobre mi mesa, y sin informar a nadie de la oficina,
salí para Shahbag. Cuando llegué allí, Sri Ma dijo "Vayamos
al Ashram de Siddhesvari." Acompañé a Mataji y Pitaji.
Había una pequeña oquedad exactamente donde ahora se alzan un
pequeño pilar y un Shiva Lingam. La Madre se sentó en la
oquedad y Su cara resplandecía con una sonrisa radiante, rebosando
felicidad. Exclamé ante Pitaji: "Desde hoy llamaremos a
Ma con el nombre de Anandamayi." El dijo en seguida: "Sí,
¡que así sea!" Ella me miró con la mirada fija sin decir una
palabra.
Cuando estábamos a punto de volver a las 5-30 p.m.,
Ella preguntó: "Has estado todo el rato tan lleno de júbilo,
¿Cómo puede ser que ahora estés tan pálido? Contesté, que el
pensamiento de ir a casa me había recordado el trabajo inacabado en
la oficina. Ella dijo "No hace falta que te preocupes de ello."
Al día siguiente cuando fui a la oficina, el Director no dijo nada
sobre mi ausencia el día de antes.
Le pregunté a Mataji por qué me había llamado tan
inesperadamente el día anterior. Dijo: "Para probar cuánto has
adelantado durante estos meses." Añadió con una sonrisa
afable: "Si no hubieses venido, ¿quién habría dado un nombre
a este cuerpo?"
8. En una ocasión Su Excelencia el Gobernador de
Bengala vino a Dacca. El Director me pidió que acudiese a la oficina
a las 9-30 a.m., ya que él iba a visitar al Gobernador. Le prometí
que lo haría. A la mañana siguiente regresé tarde de Shahbag y
cuando entré en la oficina eran las 9-50 a.m. Estaba un poco
nervioso de lo que pasaría con mi jefe. Mientras pensaba en el
asunto me telefoneó desde su bungalow para decirme que su coche se
había estropeado, que sentía haberme causado molestias y que iría
a la casa del Gobernador a las 11 a.m.
Cuando Sri Ma oyó la historia, dijo entre risas: "¿Esto
es nuevo para ti? El otro día estropeaste el engranaje del coche en
el que me iba a marchar."
9. En una ocasión Mataji vino a nuestra casa. En el
curso de nuestra charla dije accidentalmente: "Parece, Ma, que
para ti frío y calor sean lo mismo. ¿Si te cayese sobre el pie un
carbón ardiendo, no sentirías dolor?" Replicó: "Compruébalo
pues." No insistí más en ese punto.
A los pocos días, retomando el hilo de nuestra
conversación previa, Sri Ma se colocó un trozo de carbón ardiendo
sobre Su pie. Le salió una profunda llaga. Durante un mes no se
curó. Me sentí muy compungido por la sugerencia tan tonta que había
tenido. Un día la encontré sentada sobre la veranda con las piernas
estiradas, la mirada fija en el cielo. En la llaga se había
concentrado algo de pus. Me postré a Sus pies y le lamí el pus con
la lengua y los labios. Desde el día siguiente la llaga comenzó a
curarse.
Le pregunté a Mataji que cómo se había sentido cuando
el carbón encendido estaba quemándole la carne. Dijo en respuesta:
"No fui consciente de ningún dolor. No parecía otra cosa que
diversión; contemplé con gran alegría lo que el pobre carbón
estaba haciéndole a mi pie y observé que al principio se empezó a
quemar un poco de pelo, luego la piel. Olía a quemado y el carbón
se fue gradualmente apagando después de hacer su trabajo. Cuando más
tarde se formó una llaga, ésta continuó su curso, pero tan pronto
como se despertó en ti un fuerte deseo de que la herida se curase
hubo un giro repentino para mejor."
10. Era el mes de Magh, a mediados del invierno, con un
frío penetrante. Temprano al amanecer, me encontraba andando
descalzo con Sri Ma sobre los campos de hierba de Ramna, mojados por
el rocío. Divisé en la distancia a un grupo de mujeres que se
dirigían hacia nosotros. Pensé que tan pronto llegasen se llevarían
a Ma al Ashram de Ramna. Según se me pasaban estos pensamientos por
la cabeza, el campo entero quedó cubierto de una niebla muy espesa y
no se podía ver a las mujeres. Después de unas tres horas, cuando
regresamos al Ashram, oímos que el grupo de mujeres se había
cansado intentando encontrarnos y se vieron obligadas a regresar
decepcionadas. Los campos eran muy grandes. Cuando informé a Sri Ma
de mis pensamientos, dijo; "Tu fuerte deseo fue satisfecho."
11. En una ocasión Mataji sufría un fuerte resfriado
con tos.
Encontrándola bastante mal, le rogué con trémula y
suplicante voz:
"Ma, ¡que se te restablezca pronto la salud!".
Me miró fijamente y dijo con una sonrisa: "A partir de mañana
estaré bien." Y así fue.
12. Una mañana encontré a Mataji con fiebre. Regresé
a mi casa y por la noche recé fervientemente para que su fiebre
pasase a mi cuerpo. Al empezar el día tuve fiebre y dolor de cabeza.
Cuando fui a ver a Ma por la mañana como solía hacer, en seguida me
dijo "Estoy bien pero tu tienes fiebre. Vuelve a tu casa, toma
un baño y come tu comida habitual." Así lo hice y por la tarde
estaba bien. Sri Ma siempre dice "Con la fuerza de la
concentración pura todo es posible."
13. Llegó a mis manos un libro llamado Sadhu Jivani
(Vidas de Santos). Allí encontré esta frase: "Él ( un
sadhu ) solía aconsejar a sus devotos que siempre le diesen
comida buena a los pobres." Escribí la siguiente nota al
margen: "Dar solo comida no satisface al alma humana ".
Este libro le fue llevado a Sri Ma a Shahbag y uno de sus devotos
leyó en voz alta mi comentario. Ma no dijo nada. A los pocos días
fui a Shahbag una mañana bastante temprano. Justo entonces un hombre
que parecía que tenía un ataque de locura, vino y me dijo "Dame
algo de comer o moriré de hambre." Mataji buscó en la despensa
y le dio al hombre lo que pudo recoger aquella vez. Quiso agua para
beber y Mataji me indicó que se la diese. Me enteré que el hombre
era musulmán, había ayunado durante tres días y había entrado en
el Ashram escalando la cerca. Mataji me dijo que había venido a
enseñarme la importancia de dar de comer y beber a quien lo
necesita. Cada cosa tiene su lugar y momento adecuado. Nada se pierde
en la divina economía del mundo.
14. Un día le dije a Sri Ma: "Ma, todos estos días
surgen en mi interior sonidos mántricos en una oleada continua.
Durante el día y también al caer la noche la corriente de sonido
brota naturalmente de mi corazón como un chorro que saliese a
borbotones de una fuente." Al decirlo, un ligero matiz de
satisfacción personal quedó escondido en el interior más recóndito
de mi corazón. Ma me miró en silencio. Cuando llegué a casa, el
sonido cesó y a pesar de mis mejores esfuerzos, no pude reavivarlo.
Transcurrió el día y la noche avanzaba pero la corriente jubilosa
de melodía mántrica no pudo ser restaurada. A la mañana siguiente
solicité a Bhupen que informase a la Madre sobre mi triste
condición. Bhupen se la encontró de camino mientras se dirigía a
casa de un devoto en un carruaje. Comenzó a reírse. Eran las 10
a.m. Justo en ese momento sentí que la corriente atascada comenzaba
a fluir con su cadencia anterior. Después supe por Bhupen a qué
hora se había encontrado con Sri Ma. En conexión con esto la
escucharon comentar que el más pequeño matiz de yoidad retrasa el
propio progreso espiritual.
15. A continuación doy otro caso de la prontitud con la
que la influencia benigna de Sri Ma ayuda al crecimiento de nuestra
vida interior. Es una pena que dejemos de reconocer su valor y no lo
utilicemos para nuestra elevación espiritual. Cuando pasa el primer
entusiasmo, recaemos en nuestra condición anterior.
En una ocasión Sri Ma dijo entre risas: "Cuando se
cantan los nombres divinos o mantras, la mente se purifica
gradualmente, se despierta el amor y la reverencia por el Ser Supremo
y los pensamientos se vuelven sutiles y refinados. Entonces se
empieza a caer en la cuenta de vislumbrar planos más altos de la
existencia lo cual favorece la elevación."
El día que escuché estas palabras, me senté en una
esquina solitaria de la casa para la oración de la noche: para mi
sorpresa experimenté un nuevo regocijo debido al flujo de nombres
divinos. Continuaron sin pausa; llegó el sueño y tan pronto como me
desperté las jubilosas vibraciones estremecieron mi ser una vez más.
Al día siguiente la misma racha regocijante continuó en voz baja
durante la presión de la rutina de la oficina. Al anochecer, cuando
dispuse mi mente para la oración, la felicidad de la noche anterior
llenaba mi corazón, así que no tenía ninguna inclinación a dormir
en absoluto; al caer la noche el flujo era tan intenso que pensé que
me sentiría aliviado si hubiese una pausa. Pero continuó con su
propio ímpetu.
Nunca había practicado sentarme en la postura de
Gomukhi. En las horas tempranas de la mañana, antes del
amanecer, me encontré a mi mismo haciendo esa postura. Durante esas
horas mi cuerpo y mi mente estaban inmersos en un mar de inexpresable
alegría. Las lágrimas brotaron de mis ojos sin parar. En un rato de
meditación, pasé todo el tiempo inmóvil y estuve completamente
absorto.
16. Una mañana, en aquellos tempranos días de
auto-renuncia me senté en silencio. Mi corazón estaba embargado de
una profunda emoción por la divina gracia de Ma. Cobró forma una
canción bengalí cuya traducción doy en la siguiente hoja:
Que Tu veneración, Tus himnos de alabanza
sean al eterno solaz de mi vida;
Que mi vida rebose de canciones
en adoración a Ti, pensamientos de Tu divina gracia.
No pediré favor alguno
Ni diré ninguna palabra; únicamente me postraré a
Tus pies con lágrimas de felicidad.
Me desplazaré en Tu infinita extensión celestial
esparciendo canciones como flores que representen Tu
gloria.
Me impregnaré de Tu felicidad, cantando Tus sagrados
nombres
Y enviando sus ecos a través del Universo.
Todas mis acciones, todos mis pensamientos religiosos
son Tu
Adoración
Oh Madre, dame bhakti, una fe firme, de forma que
pueda
Hacer de Tus pies el ancla de esperanza de mi vida.
A esta canción le di el título de "La canción de
un tipo loco" y le envié una copia impresa de la misma a Sri
Ma. Después escuché que cuando le llegó, estaba cortando y podando
con una podadera una calabaza para la cocina. Mientras le recitaban
la canción, se le cayó la calabaza de las manos y se sentó inmóvil
durante un tiempo. Cuando me la encontré después, dijo: "El
mundo es la encarnación de bhava, (el Amor divino.) Todas las
cosas creadas son su expresión material. Si alguna vez puedes
despertarte a ese Amor divino, verás en todos los sitios del
Universo el juego del Uno. Aislándose de ese Amor divino el hombre
va a tientas y pierde el verdadero sentido de la vida.
Unos días más tarde estábamos todos sentados en el
Ashram de Siddhesvari, cuando Sri Ma dijo: "Canta esa canción
tuya que lleva el título de "Paglar Gan ". Hacía
tiempo que había abandonado la práctica de cantar canciones;
además, había mucha gente presente y dudé. Mataji se rió,
diciendo: "Solamente has compuesto una canción de un tipo loco,
pero no estás lo suficientemente loco para ignorar las críticas del
mundo."
Estas palabras se hundieron profundamente en mi alma y
con el corazón tembloroso y la voz trémula canté.
Compuse muchas canciones del estilo y se las ofrecí a
Sus pies. Expresó su deleite hacia algunas, y otras las dejo de lado
con una aprobación muda. Hubo muchas ocasiones en las que Sri Ma
estaba lejos de Dacca y las canciones brotaron de mi corazón durante
mis oraciones nocturnas o durante largas meditaciones a media noche.
Podía ver la figura de Mataji de pie ante mi, inmóvil y asistiendo
a mi arrobamiento. Cuando regresó a Dacca después de viajar por
distintos lugares, me pidió que repitiese canciones concretas que
había cantado en diferentes ocasiones en mi propia habitación. Era
realmente extraño que pudiese nombrar incluso aquellas canciones que
no le habían sido presentadas en forma alguna antes.
Mi intenso anhelo de estar a Su lado, a veces me
transportaba por el aire hacia el infinito. Durante esta etapa las
pocas canciones que compuse fueron publicadas en un volumen bajo el
título "A Tus Sagrados Pies ".
Además de estos, fueron ilimitadas las canciones,
poemas y pequeños apuntes que escribí sobre Sri Ma pero que rompí
más tarde. Cuando Ella escuchó hablar de ello, dijo: "No
solamente en esta vida sino también en muchos de tus nacimientos
anteriores, ni se sabe la cantidad de himnos semejantes que para mi
has compuesto y destruido. Pero has de saber a ciencia cierta que,
por todo este montón de desechos, esta es tu última vida sobre la
tierra."
Inspirado en el omni-abarcador amor de Mataji, se
encendió en mi una aspiración por la Vida Divina, pero mis sentidos
buscaron los placeres ordinarios en vez de alimentos espirituales
vigorizantes más elevados y refinados. En cierto tratado Vaishnava
leemos: "El hombre que añora los objetos materiales de los
sentidos para satisfacción de la lengua, el estómago o el sexo, no
podrá encontrar al Dios Krishna."
Ese era mi caso. La ilimitada gracia y afecto de Sri Ma
no pudieron mantenerme firme a Sus pies en todos los momentos de mi
vida y en todos mis pensamientos. En efecto, es difícil para un
hombre atrapado en las trampas de la ilusión ( avidya )
encontrar un refugio permanente de paz en lo Divino.
Un día le dije a Mataji: "Hasta una piedra se
habría convertido en oro con un toque tan santificado como el tuyo,
pero mi vida ha demostrado ser un triste fracaso".
Me respondió: "Aquello que tarda mucho tiempo en
llegar a ser, madura en una belleza perdurable después de un
igualmente prolongado periodo de desarrollo. ¿Por qué te preocupas
tanto de ello? Agárrete bien a la mano que te guía como un niño
confiado." Escuché sus aleccionadoras palabras de ánimo con
todo mi afán, y aún así sentí una sequedad abrasadora afectando
cada fibra de mi ser. Abajo cito un ejemplo para mostrar cómo Su
penetrante visión mantenía vigilancia sobre mis conflictos.
Cuando, bajo el impulso de una profunda devoción
comencé a buscar Su presencia a diario, los hombres no querían a
quien difamaba indignamente mi conducta. Sus reflexiones me volvieron
dubitativo y comencé a sentir que acercarme a esta o aquella persona
para la propia elevación espiritual no era sino una debilidad humana
común.
Dejé de visitar a Sri Ma, ya que mi mente vacilaba bajo
la influencia de la crítica. Decidí leer el Yoga Vashishta y
mejorar mi vida interior mediante el cultivo del intelecto. Durante
siete u ocho días me dediqué a estudiar atentamente el libro.
Una tarde, cuando estaba descansando en mi casa, mi
sirviente me informó que un Brahman anciano deseaba verme sólo
durante cinco minutos. Me encontré con él. Me dijo que había ido a
las casas de mis amigos Niranjan Roy y del Dr. Sasanka Mohan
Mukherji, pero no pudo encontrarse con ellos. Por eso había venido a
molestarme. Añadió: "He oído que eres un gran devoto de Sri
Anandamayi Ma. ¿Serías tan amable de decirme cómo es Ella y cuáles
son sus cualidades especiales? Ante estas palabras me senté
estupefacto, las lágrimas apresurándose a mis ojos. Habló de
nuevo: "He recibido una respuesta a mis interrogantes; pero, por
favor, dime por qué tienes lágrimas en los ojos."
"He estado ocupado estos días con otros asuntos,"
respondí, "renunciando a todo pensamiento de Sri Ma y has
elegido venir a mi para indagar sobre Ella. He de bajar la cabeza de
vergüenza y arrepentimiento. ¡Qué maravillosos son los caminos de
Ma! Fue a través de Su propia influencia que fuiste conducido hacia
mi justo a tiempo de devolverme a mi mejor yo. ¡Por esto, desde
luego estoy endeudado contigo!"
El me dijo: "Por favor llévame a Sri Ma."
Después de conocerla, dijo "Yo también perdí a mi madre hace
mucho tiempo, pero tan pronto conocí a Mataji, la pena de la muerte
de mi madre se desvaneció por completo."
Le narré a Ma todo lo que se me había pasado por la
mente y lloré a sus pies. Comenzó a reírse y dijo: "Estos
días a no ser que a uno se le fuerce a avanzar por determinado
camino, no se puede proseguir."
PODER MANTRICO
Que nosotros sepamos, Anandamayi Ma no ha recibido
iniciación de ningún Gurú de acuerdo con la costumbre social
predominante. Su campo de conocimiento no ha sido iluminado por
estudios de Textos Sastras o por discursos religiosos. Muchos
hombres y mujeres son de la opinión que ha bajado a este mundo para
propagar la Luz Divina y el Poder para la regeneración de la
humanidad en esta era.
Aun siendo una niña, varios fenómenos extraños se
manifestaron en Su cuerpo. Pero pasaron inadvertidos para la gente
que la rodeaba. Ya incluso en las actividades de juego de Su temprana
juventud parecía tan desprendida y despreocupada que mucha gente
llegó a considerarla como alguien con retraso intelectual. Incluso
sus padres albergaban temores sobre Su futuro. A veces le ocurría
que no sabía donde estaba, ni podía recordar lo que había hecho o
dicho minutos antes.
Se relata que en su niñez solía hablar con los árboles
y las plantas y las criaturas invisibles del aire mientras andaba.
También se comunicaba con ellas por signos y gestos. A veces, de
repente recaía en un estado de abstracción, quedándose sin habla.
Entre los diecisiete y los veinticinco años de Su vida
se comenzaron a manifestar en Ella varios fenómenos sobrenaturales.
A veces se quedaba muda e inmóvil después de cantar los nombres de
Dioses y Diosas. Durante los kirtanas Su cuerpo se ponía
rígido y se paralizaba. Después de escuchar un discurso divino o
después de visitar un templo Su comportamiento no parecía normal.
A la edad de veintidós años, fue con Bholanath a
Bajitpur y permaneció allí durante cinco o seis años. Hacia
finales de ese periodo, de Sus labios salieron espontáneamente
muchos mantras y desde Su cuerpo se proyectaban muchas imágenes de
Dioses y Diosas. Sus miembros adoptaban espontáneamente varias
posiciones yóguicas. Mientras estas manifestaciones divinas
encontraban expresión en Su cuerpo, en Bajitpur dejó de salirle el
habla durante aproximadamente un año y tres meses, y cuando vino a
Dacca continuó en silencio durante otro año y nueve meses más –
completándose así tres años enteros.
Durante este periodo Su aspecto ofrecía un brillo de
felicidad celestial y la serenidad de la infinita extensión del
cielo. Se hizo evidente entonces que las corrientes de los mundos
exterior e interior cesaron de afectarla completamente. Parecía
alguien que reposa en la calma absoluta del Sí mismo. Al dorso
mostramos su retrato en esa época.
Durante todos estos extraordinarios sucesos de Su vida,
Pitaji mostraba a menudo gran ansiedad sobre las consecuencias
finales.
Pero a pesar de toda la crítica y especulación, nunca
se interpuso en Su camino en lo que respecta a Sus acciones. Temiendo
que Su cuerpo podría estar poseído por algún espíritu maligno se
buscó la ayuda de algunos sadhus y exorcistas. Fue inútil; al
contrario, cuando estos hombres intentaron darle tratamiento se
vieron forzados a retirarse con temor y asombro. Solamente rezando
para pedir Su misericordia pudieron recobrar su equilibrio. Durante
un periodo de cinco meses y medio completos se manifestaron en Su
cuerpo formas de muchos Dioses y Diosas. Tenía visiones de ellos.
Veneraba a esas deidades, después de lo cual se desvanecían por
completo. Cuando terminaba la veneración de una deidad, hacía su
aparición otra. Durante la ceremonia a menudo sentía que Ella misma
era la veneradora, la venerada y el acto de venerar; que Ella era los
mantras, las oblaciones y cada uno de los ingredientes.
En estos actos de veneración no había objetos
materiales, ni tampoco ningún deseo por su parte de realizar las
ceremonias. Tan pronto se sentaba en un lugar solitario todas las
actividades físicas y mentales involucradas en el ceremonial de
veneración se manifestaban por un misterioso proceso de actividad de
auto-surgimiento. Personas bien versadas en ritos y rituales Sastras
han descubierto después que todos los diversos procesos de
veneración realizados por Ella tenían bastante concordancia con los
mandatos Sastras. Cuando quiera que alguien preguntaba cómo era
posible que realizase esos ritos con tanta perfección, Su única
respuesta era:" No me preguntes nada ahora, lo sabrás en el
momento oportuno."
El 10 de Abril de 1924, Mataji llegó a Dacca, y una
semana más tarde vino a Shahbag. Muchos devotos comenzaron a
reunirse allí para obtener Su darshana. En el año 1925
algunos devotos le rogaron que realizase Kali Puja, pues
habían oído que Su celebración de la Puja era maravillosa.
Respondió: "Sé poco de los ritos y rituales Sastras: Sería
mejor que os aseguraseis la ayuda de algunos sacerdotes
profesionales." Sin embargo más tarde, por petición de
Bholanath, accedió a realizar la puja.
Cuando la Madre era venerada por Sus devotos, el júbilo
de estos no conocía fronteras. Pero cuando Ella misma eligió
venerar a una Diosa para que los iluminase, la dignidad de dicha
veneración se multiplicó por mil.
Fue demasiado profundo para contarlo en palabras. Todos
los devotos sintieron un inexpresable gozo por la belleza y
solemnidad de la ceremonia.
Trajeron una imagen de Kali. Sri Ma se sentó en
el suelo con una postura meditativa en absoluto silencio. Entonces,
como colmada de devoción, comenzó la puja, cantando mantras
y colocando flores con pasta de sándalo sobre Su propia cabeza en
vez de hacerlo sobre la imagen. Todas sus acciones parecían como
movimientos de una muñeca, como si una mano invisible estuviese
usando Su cuerpo como una herramienta flexible para expresar lo
Divino. Ocasionalmente algunas flores fueron esparcidas sobre la
estatua de Kali. De esta manera se realizó la puja.
Se iba a sacrificar una cabra. Se la bañó en agua.
Cuando se la trajeron a la Madre, se la puso en el regazo y lloró
mientras acariciaba suavemente su cuerpo con Sus manos. Entonces
recitó algunos mantras, tocando cada parte del cuerpo del animal y
le susurró algo en la oreja. Después de eso veneró la cimitarra
con la cual se iba a sacrificar a la cabra. Se postró sobre el
suelo, colocando el cuchillo sobre su propio cuello. De Sus labios
salieron tres sonidos parecidos al balido de una cabra. Luego cuando
el animal fue sacrificado, este no se movió ni chilló ni hubo
rastro de sangre en la cabeza y el cuerpo separados. Solamente con
gran dificultad una única gota de sangre salió finalmente del
cadáver del animal. Durante todo ese tiempo la cara de Sri Ma se
iluminó de una intensa y poco común belleza y a lo largo de la
ceremonia hubo un toque de gran santidad y de profunda absorción en
las gentes que estaban presentes.
En 1926 los devotos le rogaron a Ma que realizase la
puja una vez más. No dijo nada. Más tarde cuando la estaban
llevando a casa de un devoto, levantó Su mano izquierda, sonrió y
permaneció en silencio. Cuando Pitaji le preguntó sobre el
significado de Su gesto, no contestó. Cuando se sentó en aquella
casa para comer, una vez más repitió el mismo movimiento de su mano
izquierda. Pasados unos días, Sri Ma explicó que de camino a casa
del devoto, había visto unas 120 o 130 yardas más allá, a la diosa
viviente Kali, flotando en el aire a unas nueve yardas por
encima del suelo, extendiendo sus manos hacia Mataji como si desease
ir a su regazo. Ese día mientras comía, la misma imagen se había
colocado delante de Ella como un niña chica. Esa era la razón por
la que había levantado la mano izquierda.
El día precedente al Kali Puja, cuando los
devotos reanudaron su oración a Sri Ma, le pidió a Pitaji:
"Ya que están tan impacientes por celebrar la puja,
puedes oficiar como sacerdote." El les dijo: "Ya que
vuestra Madre me ha pedido que realice la Puja, así lo haré.
Por favor haced todos los preparativos necesarios." Ellos
preguntaron por el tamaño de la imagen y Pitaji sugirió que
debería ser tan alta como había indicado Sri Ma en las dos
ocasiones en las que había levantado su mano mientras estaba
sentada.
Mataji estaba en aquel momento echada sobre el suelo en
una inmóvil e inerte condición. Eran las 11 p.m. Se tomaron medidas
extremas. Hubo mucha discusión sobre como se podría obtener en el
curso de un corto día una imagen del tamaño indicado. Con grandes
dudas, Sri Surendra Lal Banerji fue a la ciudad desde Shahbag. En una
tienda se encontró una estatua de las medidas correctas. Había en
total doce imágenes de las cuales once habían sido encargadas por
clientes. La pieza extra había sido modelada por el artista bajo su
propia iniciativa.
La imagen llegó a tiempo. Sri Sri Ma se sentó para
realizar la puja. Había una atmósfera divina alrededor de Su
persona. Después de un tiempo, de repente se levantó de Su asiento
y le dijo a Pitaji: "Me voy a mi sitio, por favor realiza
la puja tu mismo." Diciendo esto, se colocó al lado de
la imagen y con unas extrañas risas, se sentó en el suelo. La
atmósfera entera de la habitación se sobrecargó de un maravilloso
éxtasis divino demasiado profundo para ser expresado en palabras.
Sri Ma dijo:" Todos vosotros cerrad los ojos y cantad el nombre
de Dios."
La casa estaba rebosante; un hombre que permanecía
afuera de pie, echó una ojeada en el interior de la habitación,
pasando inadvertido. Sin embargo Sri Ma lo llamó por su nombre y le
mandó cerrar los ojos. Todos los presentes tenían los ojos
cerrados; nadie sabía en aquel momento lo que estaba pasando. Pero
cuando todos abrieron los ojos encontraron sobre el suelo
inconsciente al abogado, de nombre Brindaban Chandra Basak. Después
declaró:" Cuando eché una ojeada en el interior de la
habitación observé un resplandor irradiando de la cara de La Madre.
Era tan poderoso que caí al suelo, inconsciente. No se lo que
ocurrió después.
La noche se consumía al tiempo que la puja se
acercaba a su término. No había provisiones para el sacrificio.
Cuando la hora de la última ofrenda ( ahuti) llegó, Sri Ma
dijo: "No debe ofrecerse, dejad que se preserve el fuego
sacrificial." Ese fuego se mantiene encendido incluso ahora .
Al día siguiente, habría de tener lugar la inmersión
de la imagen. La esposa de Niranjan llegó con todos los artículos
necesarios para la ceremonia. Cuando miró la imagen, le dijo a la
Madre con emoción: "Ma, me resisto completamente a sumergir la
imagen. "Mataji replicó: "Las palabras de tus labios
indican que probablemente la Diosa no desea ser sumergida. Muy bien,
se harán preparativos para su preservación y veneración."
Esta estatua de arcilla se mantuvo levantada en la misma
postura durante doce años en los que hubo grandes cambios de
circunstancias.
Podemos mencionar dos incidentes en conexión con esta
imagen. Fue en Septiembre de 1927. Mataji salía de Chunar en
dirección a Jaipur. Yo estaba en Chunar entonces para cambiar de
aires y fui a despedirme de Ella a la estación. Sri Ma indicó un
lugar concreto cerca del montículo en el cual se construyó el
fuerte y me dijo que fuese allí en el camino de vuelta. Allí
encontraría una guirnalda de flores de hibisco, que debería
llevarme y preservar cuidadosamente. Hice como me decía. Cuando
regresó a Chunar, vio la guirnalda. Después cuando regresó a
Ramna, se descubrió que el día concreto en que encontré la
guirnalda en Chunar, no se le había colocado guirnalda alguna a la
diosa Kali de Ramna, aunque era práctica común del sacerdote
ofrecerle a diario una a la imagen.
En otra ocasión Sri Ma estaba en el Bazar de Cox en
Chittagong por la costa. Andaba por la playa, cuando de repente dijo
con una sonrisa: "Mira mi muñeca; ¿está rota, no es verdad?
Tan solo examínala atentamente: puede que haya una fractura."
Esa misma noche un ladrón había entrado en el templo de Kali en
Ramna y había robado los ornamentos de Kali, rompiéndole la muñeca
a la imagen.
Esta estatua todavía se conserva en un refugio
subterráneo del Ashram de Ramna. Cada año durante las celebraciones
del cumpleaños de Ma, la puerta se mantiene abierta para que toda la
gente tenga darshana. Mataji había dispuesto esto incluso
antes de que los templos hindúes se abrieran a todos sin
consideración de casta o credo.
En una ocasión hubo una Vasanti Puja en el
Ashram de Siddheswari. Sri Ma estaba presente durante la
ceremonia para infundirle vida a la imagen. Mientras la miraba, los
ojos de la imagen comenzaron a chispear como los de una persona viva.
Sri Ma dice: "La personalidad y la forma de los
dioses y diosas son tan reales como tu cuerpo y el mío. Pueden ser
percibidas con la visión interior abierta por la pureza, el amor y
la reverencia."
PODER DEL PENSAMIENTO
Cada una de las disposiciones de ánimo y de los estados
mentales de Mataji son el resultado de la Suprema Beatitud (ananda):
en un examen más atento podemos encontrar cada fibra de Su Ser
vibrando de Divina Felicidad. Con objeto de poder jugar Ananda
Lila con Sus hijos ha tomado una forma humana, imbuida de todos
los gozos de lo Divino. No es sino natural que por el bien de todos
los seres humanos, las mejores ideas sobre la vida y la cultura
espiritual deberían encontrar expresión, desarrollarse y, como si
dijéramos cobrar forma a través de Ella y finalmente desvanecerse
en lo desconocido.
Si se la estudia atentamente se encontrará que Ella se
despliega a Sí misma de dos maneras: La belleza de su comportamiento
exterior hacia todas las gentes y las gracias de Su vida interior. La
actitud perfectamente calmada, dulce y natural que manifiesta con
toda clase de personas, con los más piadosos igual que con los más
pecadores, con los niños pequeños y los jóvenes inquietos igual
que con los ancianos doblados por la edad y los achaques, revela una
maravillosa gracia, belleza exquisita y dignidad que enseguida
cautiva todos los corazones. Su otro modo de vida que tiene relación
con las fuerzas y poderes del mundo invisible – esos agentes
celestiales, seres incorpóreos, que traen a la humanidad felicidad y
miseria, bendiciones y maldiciones. La interacción de estos dos
aspectos de Su vida es maravillosamente coherente y estrecha.
Durante sus años más jóvenes así como después de
venir a Dacca, Sri Ma permaneció la mayor parte del tiempo casi
inmóvil. Supimos que durante horas se quedaba absorta en un éxtasis
divino que ninguna palabra podría explicar. En este estado a veces
pasaba varios días seguidos, y durante el kirtana Su cuerpo
adoptaba varias poses, todas ellas indicativas de la Felicidad
Suprema.
En 1926, hubo una fiesta de kirtana en el jardín
de Shahbag con ocasión del Uttarayan Sankranti. Era la
primera celebración pública de kirtana en presencia de la
Madre. Más o menos en esta época Sri Shashibhushan Das Gupta vino
de Chittagong. Al ver a Sri Ma por primera vez, su corazón se llenó
con un espíritu de profunda devoción. Había bastante bullicio de
gente en aquel momento. Miraba a la cara de Sri Ma y le caían
lágrimas por las mejillas. Me dijo "Encuentro ante mi lo que no
he visto en toda mi vida. Parece ser la encarnación visible de la
Madre del Universo."
El kirtana comenzó a las 10 a.m., mientras Sri
Ma ponía bermellón sobre la frente de las mujeres reunidas. De
repente la caja de bermellón se le cayó de la mano. Su cuerpo se
hundió hasta tenderse sobre el suelo y comenzó a rodar sobre él.
Entonces lentamente se levantó y se puso de puntillas sobre los
dedos gordos de los pies. Ambas manos estaban firmemente levantadas
hacia arriba, Su cabeza ligeramente ladeada y un poquito hacia atrás,
y sus ojos radiantes miraban fijamente con mirada serena hacia la
parte final del cielo.
Un poco más tarde, comenzó a moverse en esa postura.
Su cuerpo parecía estar lleno de una presencia celestial. No
prestaba atención a las ropas que caían holgadamente sobre Su
persona. Nadie tenía el poder ni estaba dispuesto a detenerla. Su
cuerpo entero continuaba bailando con un compás medido de la manera
más delicada y llegó al sitio donde el kirtana estaba
teniendo lugar; entonces, como si dijéramos, Su cuerpo se fundió
sobre el suelo sin hacer ruido. Conducida por algún poder
misterioso, continuó rodando, como las hojas secas de un árbol
movidas lentamente por una suave brisa.
Después de algún tiempo, mientras todavía estaba
echada sobre el suelo, salieron de sus labios unos acordes musicales
muy suaves "Hare murare madhukeitabhare ". Le
corrían lágrimas por las mejillas ininterrumpidamente. Después de
algunas horas recobró su condición normal.
Su cara resplandeciente, Sus miradas dulces e inefables,
Su tierna y suave voz rebosante de divina emoción, a la gente allí
reunida todo ello le recordaba a las imágenes de Caitanya Deva, tal
y como están descritas en las biografías. Todos los cambios físicos
observados en el Señor Gouranga hace muchos, muchos años se
manifestaron de nuevo sobre Su Persona en aquella ocasión. Al
atardecer cuando Sri Ma entró en el hall del kirtana, todos
los síntomas del éxtasis del mediodía reaparecieron. Después de
un lapso de tiempo, pronunció unas palabras con un acento tan claro
y suave y con tan dulce sensación de divina emoción que la
audiencia enmudeció de arrobamiento celestial.
Después de la repartición de dulces al final del
kirtana, Sri Ma distribuyó Ella misma prasada con
tanta gracia y belleza y hubo tal expresión de divina maternidad en
Sus modos, que la gente sintió que Ma Lakshmi debía estar
encarnada en Su cuerpo. Shashibhushan y otros presentes comprendieron
ese día que el cuerpo de Sri Ma no era sino un vehículo para la
infinita Gracia de Dios.
Por aquel tiempo, Niranjan vino a Dacca como Comisario
Asistente de Impuestos. Una noche fui a Shahbag con él cuando
estaban cantando el kirtana de la luna nueva. Según se iba
desarrollando el kirtana se hicieron visibles muchos cambios
en Sri Ma. Se sentó muy derecha, después echó la cabeza
gradualmente hacia atrás hasta que le tocó la espalda; giró y
entrelazó las manos y los pies hasta que el cuerpo entero cayó
tendido sobre el suelo.
Su cuerpo fue lanzado en un oleaje rítmico acorde con
Su respiración, y con los miembros extendidos rodó sobre el suelo
al compás de la música. Del mismo modo en que las hojas caídas de
un árbol, siguen su curso ligeramente, sopladas por el viento, así
de ligeros y delicados eran sus movimientos. Ningún ser humano, a
pesar de sus esfuerzos, hubiera podido imitarlos. Todos los presentes
sintieron que Sri Ma estaba bailando bajo el efecto de fuerzas
celestiales que movían todo Su ser con una sensación como de olas.
Muchos intentaron detenerla sin éxito. Por fin sus movimientos
cesaron y permaneció inmóvil como un terrón de arcilla. Parecía
impregnada de una Felicidad que todo lo penetra y que a todo se
extiende. Su semblante estaba iluminado con una luz celestial, Su
cuerpo entero rebosante de Ananda divino.
Niranjan permaneció de pie mudo, contemplando la visión
por primera vez en su vida. Estaba recitando un himno en alabanza de
la Diosa del universo. "Hoy", exclamó, "¡He visto a
una verdadera Diosa! "
En otra ocasión había gran multitud de gente durante
el kirtana en Shahbag. Sri Ma entró en un estado similar al
que acabamos de describir. Pero esta vez se reclinó sobre el suelo
desde una postura sentada. Tenía la respiración casi suspendida.
Extendió las manos y los pies y se echó sobre el suelo con la cara
hacia abajo. Después rodó ágilmente en un movimiento como de una
ola. Al poco, como alguien que es arrollado por un impulso
ascendente, se levantó del suelo con lentitud, sin apoyo y se
mantuvo sobre los dos dedos gordos de los pies, apenas tocando el
suelo. Su respiración parecía haber parado completamente, tenía
las manos levantadas hacia el cielo. Su cuerpo tenía solo un
ligerísimo contacto con el suelo, tenía la cabeza doblada hacia
atrás tocándole la espalda y los ojos dirigidos hacia la mitad del
cielo con una mirada fija resplandeciente. Avanzó dando pasos como
una muñeca de madera se mueve tirada de una cuerda escondida sujeta
por el operador que está detrás del escenario. Sus ojos estaban
radiantes de luz divina, Su cara sonreía alegremente con una sonrisa
celestialmente dulce y Sus labios chispeaban de gozo. Después de un
ratito, apoyando Su cuerpo entero sobre los dedos gordos de los pies
y manteniéndose al compás del kirtana se movió como una
criatura del aire, como si tirasen desde arriba de todo el peso de su
cuerpo con un poder invisible.
Permaneció en esta postura durante mucho tiempo.
Después cerró lentamente los ojos y se echó sobre el suelo como
una masa de carne con la cabeza doblada hacia atrás. A la mañana
siguiente sobre las 10 a.m. regresó a Su estado normal.
Un día hubo un kirtana en casa de Nniranjan.
Todos los residentes, especialmente su anciana madre, estaban
impaciente por ver a Sri Ma en un estado sobrenatural. La anciana le
rezó silenciosamente para ser bendecida con la visión. Sri Ma
estaba echada en el suelo de la habitación adjunta. De repente se
apresuró a la habitación donde el kirtana tenía lugar y con
Su divina voz reposada participó en el cántico y comenzó a bailar
con el grupo. Después de un rato se dejó caer al suelo. Cuando
recobró su estado habitual permaneció en silencio durante mucho
tiempo.
Además de los síntomas aquí mencionados, Sus estados
exaltados encontraban expresión de tantos modos que es imposible
describirlos con palabras. Cuando Su cuerpo rodaba sobre el suelo, a
veces se estiraba hasta una longitud inusual; otras se encogía a un
tamaño muy pequeño; a veces se enroscaba hasta hacerse una masa
redonda; en otra ocasión de nuevo parecía no tener huesos, botando
como una pelota de goma mientras bailaba.
Pero la velocidad de todos los movimientos tenía la
rapidez de un rayo, lo cual los hacía casi imposible de seguir
incluso para el ojo más agudo.
Durante ese periodo nos sentimos convencidos de que Su
cuerpo estaba poseído por fuerzas divinas, que lo hacían bailar en
una variedad de preciosas posturas. Parecía estar tan llena de gozo
extático que incluso las raíces del pelo de Su cuerpo se engrosaban
haciendo que este se mantuviese de punta. Su tez se volvía carmesí.
Todas las expresiones de auto-inicio de un estado divino parecían
estar agolpadas en el estrecho marco de su cuerpo; manifestaban las
exquisitas bellezas del Infinito en incontables formas elegantes y
rítmicas.
Pero daba la impresión como si estuviese alejada,
completamente independiente de todas estas manifestaciones e
insensibles a las sensaciones producidas por la interacción. Estas
parecían llegar naturalmente a través de Su cuerpo desde alguna
elevada esfera de la existencia.
Un día le pregunté a Mataji: "Cuando tu cuerpo
está físicamente dormido en samadhi, aparece ante tu vista
alguna Presencia divina?" Su respuesta fue: "Como no tengo
objetivo fijo, no es necesario; este cuerpo no actúa con ningún
propósito. Vuestro fuerte deseo de ver a este cuerpo en estados de
samadhi, hace que a veces se manifiesten sus síntomas. Cuando
quiera que un pensamiento alcanza su completa intensidad, su
expresión física se sucederá invariablemente. Si perdemos nuestro
ser en la contemplación del Nombre Divino, podemos sumergirnos en el
océano de la Belleza Celestial. Dios y sus nombre simbólicos son
uno solo y lo mismo; tan pronto como la conciencia del mundo exterior
desaparece, el poder auto-revelador del Nombre encuentra su expresión
objetiva inevitablemente."
Durante el kirtana, un estado divino y
sobrenatural solía apoderarse de Su cuerpo. Hemos oído de Sus
propios labios que hubo una época en que veía fuego, agua, cielo u
otra visión inusual. En tales ocasiones, Su cuerpo tendía a irse
transformado en cualquiera de ellos. En presencia de una ráfaga de
viento sentía el impulso de dejar a Su cuerpo volar como un paño de
tela fina; o cuando escuchaba el profundo y prolongado sonido de una
concha, Su cuerpo entero tendía a congelarse, como si dijéramos, y
se quedaba estático como una losa de mármol. Cuando quiera que una
ola de pensamiento pasaba por Su mente, la expresión física
correspondiente arrastraba todo su cuerpo.
En un ocasión se incorporó a los juegos de risas de
unos niños y comenzó a reírse con tanta efusividad que incluso una
hora después de hacer esfuerzos por parar no había podido
conseguirlo. Paró un minuto o dos, para volver a empezar a reírse a
continuación. Aunque estaba sentada en la misma postura había una
expresión sobrenatural en su aspecto. Muchos de los presentes
estaban asustados. Después de un tiempo recuperó gradualmente su
compostura normal.
Otro día iba de camino a Dacca desde Calcuta. Muchos
niños y niñas, señoras y caballeros fueron a la estación para
despedirla. Todos estaban llorando ante la perspectiva de la
separación. Sri Ma se unió a ellos también y comenzó a llorar tan
amargamente que fue imposible pararla. Una multitud se había reunido
para entonces. Dijeron: "Lo más probable es que la mujer que
llora es una novia recién casada que la llevan de casa de su padre a
casa de su marido". El impulso del llanto continuó desde el
mediodía hasta el anochecer.
Un día me preguntó: "¿Dónde está el centro de
tu risa y de tu llanto?". Mi respuesta fue: "Aunque todo
estímulo procede del cerebro, el verdadero centro recae en algún
punto vital cerca del corazón."
Sri Ma dijo: "Cuando hay un sentimiento verdadero
detrás de tu risa y de tu llanto, busca expresión a través de cada
fibra de tu cuerpo". No pude entender el sentido de Sus palabras
y permanecí callado. Después de unos días fui al Ashram temprano
por la mañana . Me encontré con Sri Ma y estuve dando un paseo con
Ella. Le pregunté: "Ma, ¿Cómo estás hoy?" Me respondió
"Estoy muy, pero que muy bien ", con tal énfasis, que todo
mi cuerpo de la cabeza a los pies palpitó y bailó con la vibración
de Sus palabras, y de repente me detuve en el camino.
Mataji se dio cuenta de mi confusión y dijo: "¿Te
percatas ahora de dónde reside el centro de nuestra risa y de
nuestro llanto? Cuando un sentimiento o pensamiento es expresado por
una sola parte de nuestro cuerpo, no actúa con toda su fuerza."
He escuchado a Sri Ma decir que cuando todos los
pensamientos y sentimientos del devoto fluyen en una corriente hacia
Dios, las vibraciones discordantes del mundo exterior, al ser
opuestas a sus aspiraciones, resultan dolorosas para el aspirante. Si
en ese momento alguien hace daño incluso a un animal o a una planta
y la vibración alcanza al sadhaka, le causa un grave
sufrimiento mental. Ondas adversas o sensaciones de placer golpean
contra la firme corriente de su devoción hacia Dios. Mientras el
sadhaka esté fuertemente vinculado al mundo exterior, pensará
que lo que percibe por los sentidos está todo dentro de su "Yo".
En esa fase incluso la caída de una hoja desde un árbol crea ondas
en el campo de su conciencia.
Durante las primeras etapas de la vida de la Madre, todo
lo que ocurría en el mundo exterior encontraba espontáneamente una
respuesta en Ella.
Después de un profundo trance, tan pronto como Sri Ma
recobraba Su serenidad habitual, se manifestaban muchos procesos
yóguicos de forma automática. En esa época se podían escuchar
sonidos de tarareo poco discernibles emanando de Ella. Poco después
siguieron notas estruendosas como el avance de las olas levantado por
una tormenta; después de eso un flujo ininterrumpido y sumamente
melodioso de verdades divinas que emergían de Sus labios en forma de
múltiples himnos sánscritos. Parecía como si desde el eterno cielo
y a través del habla de Sri Ma las verdades divinas estuviesen
cobrando forma en símbolos profundos. Tan impecable pronunciación y
un flujo de melodía tan libre que tocaba los resquicios más
escondidos de los oyentes, recibían el encanto añadido de la
radiación divina de Su cara. Incluso personas cultas y eruditas en
los Vedas, a pesar de sus mejores entrenamientos y prácticas,
difícilmente habrían podido adquirir Su estilo suelto y natural.
La riqueza de significados de todas estas
manifestaciones espontáneas de Sri Ma ha sido una sorpresa para los
sabios. El lenguaje en el que expresaba los versos, no era fácilmente
comprensible y, por lo tanto, no era posible transcribirlos con
exactitud o al completo.
Se ha dejado constancia de cuatro de tales himnos
sagrados que pudieron ser escritos por partes. Cuando nos dirigimos a
Mataji para su corrección y verificación. Su respuesta fue: "Si
ha de ser, ocurrirá. Por el momento, no sucede. "Uno de los
cuatro himnos es:
La traducción es como sigue:
"Luz del universo y espíritu que lo controla y lo
guía. ¡Aparece entre nosotros! Desde ti una telaraña de mundos se
extiende a cada momento. Dispersador de todos los temores; ¡Aparece
entre nosotros! Semilla del universo; Ser en el que yo resido. Estás
presente en los corazones de todos estos devotos. Tú, a quien tengo
presente ante mi, desvanece los temores de todos los seres creados
.Encarnación de todos los dioses y mucho más. Tu has salido de mi y
yo soy el epítome del mundo creado. Contemplemos la fundación misma
del universo, a través de quien el mundo busca liberación. Tu te
alzas sobre Tu propia naturaleza eterna y básica. Tu has salido del
Pranava, la semilla del mundo y fundamento de toda existencia
y de la verdad de todo. Los Vedas no son sino chispas de Tu eterna
Luz. Tu simbolizas la pareja celestial, Kama y Kamesvari
que se hallan disueltos juntos en la Felicidad Suprema que todo lo
impregna y representados por Nada y Bindu, cuando se
diferencian para conservar Tu Lila. ¡Dispersa, Tú, los temores de
este mundo!
"En Ti busco refugio. Eres mi cobijo y mi lugar
final de descanso. Lleva Tú, todo mi ser dentro de Ti . Como
Salvador apareces en dos formas – el libertador y el devoto que
busca liberación. Solo por mi todos son creados a mi propia imagen;
por mi son todos enviados al mundo; y en mi encuentran todos refugio
final. Soy la causa primera indicada en los Vedas como Pranava,
soy Mahamaya y Mahabhava todos en uno. La devoción a
mi es la causa de Moska (liberación). Todos son míos. Rudra
debe todos sus poderes a mi. Señalo la gloria de Rudra que se
hace manifiesta en todas las acciones y en sus causas."
De esta traducción se hace evidente que el
pensamiento-cuerpo de Sri Ma se ha expresado en palabra hablada para
el bienestar, paz y progreso en el mundo. Su ilimitado amor y
compasión por todos los seres vivos se irradia en todas las
direcciones y Ella se alza en la cumbre, abrazando el universo.
En conexión con estos himnos, Sri Ma dijo en una
ocasión: "La causa primera del universo es la Palabra Eterna
única; con la evolución de esa Palabra siempre perdurable, el
progreso de la vida material de la creación continúa por líneas
paralelas.
Durante esa fase de la vida de Mataji en que se
revelaron muchos de esos himnos, Su voz se volvía a veces afilada y
penetrante como una espada; otras veces era tan dulce como el céfiro
de la noche; en determinados días respiraba una fuerza llena de
tranquilidad y profunda felicidad como el influjo del cielo de luna
llena a mitad de la noche. Con los cambios en las melodías, la
expresión de Sus ojos y de Su cara sufría las transformaciones
correspondientes.
En algunas ocasiones los himnos salían de Sus labios
acompañados de un incesante río de lágrimas; una dulce sonrisa,
maravillosamente luminosa, con un juego alternado de risa y llanto
como el sol y la lluvia, daban a Su gozoso rostro un encanto y
serenidad celestial. Cuando terminaba de cantar los himnos, o bien
permanecía silenciosa durante mucho tiempo o se recostaba en el
suelo en una postura de absorción interior.
PODERES YOGUICOS
Sri Ma ha dicho que durante un tiempo Su cuerpo atravesó
una etapa en la cual las distintas posturas yóguicas (asanas,
mudras, etc.) se manifestaban de forma natural. A menudo
aparecían también cuando estaba recluida, lejos de la vista de los
hombres. En conexión con esto Mataji declaró en una ocasión "Del
mismo modo en que una semilla debe mantenerse en la oscuridad bajo
tierra antes de que salgan brotes, así también, como consecuencia
de las prácticas de un sadhaka se producen muchos cambios
sutiles que pasan bastante inadvertidos."
A veces Sus manos, pies y cuello se doblaban con un giro
tan rígido que no parecía que hubiese posibilidad de que recobrasen
sus posiciones normales.
En una ocasión, Sri Ma dijo: "Este cuerpo relucía
con una luz tan brillante que se iluminó todo el espacio alrededor
de él. Esa luz parecía extenderse gradualmente, envolviendo al
universo." En ese estado tenía que cubrirse el cuerpo con una
prenda extra y retirarse por su cuenta durante mucho tiempo a una
esquina solitaria de la casa.
Durante este periodo Su cuerpo emanaba tal poder divino
que ante Su mirada las gentes olvidaban todo sobre sí mismas y
quedaban impregnadas de gozo celestial. Al tocar Sus pies algunos
quedaban inconscientes. Los lugares sobre los que Ella se sentaba o
echaba se calentaban intensamente.
En Dacca presencié a Sri Ma en varias posiciones
yóguicas. A veces su respiración o bien se suspendía del todo
durante mucho tiempo o se hacía tan tenue o fluctuante que temíamos
que Su vida se extinguiese por asfixia.
Un día, cuando le mostré ilustraciones de algunas
posiciones yóguicas de un libro, señaló ciertos defectos en ellas
relacionado con posiciones específicas de la cabeza, pies, muslos y
otras partes del cuerpo.
Aquellos que fueron lo suficientemente afortunados como
para estar cerca de Ella durante algún tiempo, tuvieron que darse
cuenta de como se sentaba en una posición particular durante varias
horas seguidas sin el más insignificante movimiento, o recaía en
absoluto silencio en mitad de una conversación. En este estado Su
cuerpo se quedaba inerte como una estatua, Sus ojos quietos sin
pestañear, dirigidos a la esquina más remota del cielo, y Su
aspecto era encantadoramente dulce y sereno. En todos estos estados
era bastante evidente que Su alma estaba impregnada de Supremo Gozo,
mientras que Su cuerpo realizaba mecánicamente la rutina de
obligaciones diarias de Su vida social. Durante aquellos estados de
absorción en lo Divino, no sentía ni hambre ni sed, ni los extremos
de calor y frío, a no ser que se le dirigiese especialmente la
atención hacia ellos. Incluso cuando le sobrevenía la conciencia
física, tardaba mucho tiempo en recuperar Su estado normal.
También hemos observado en varias ocasiones que si,
durante aquellas fases de auto-absorción, se la dejaba consigo Misma
durante varios días continuados, a menudo olvidaba como hablar o
reír, o incluso a distinguir entre distintos artículos de comida o
bebida. Mucha gente desea presenciar ejemplos de Sus poderes ocultos.
A ellos les sugeriría que empleasen unos cuantos días cerca de Ella
y experimentasen las maravillosas influencias espirituales que
irradian de Ella en cada momento, por las cuales incluso los
corazones más estériles florecerían con una nueva vitalidad. Las
gentes son imperceptiblemente guiadas a la órbita de Su expansiva
vida espiritual por Su voluntad natural de asegurar el bienestar de
todos los seres sensibles.
Una tarde fui a Shahbag con Niranjan. Sri Ma y Bholanath
estaban sentados. Había unos dibujos en el suelo. Bholanath dijo:
"Tu Madre ha dibujado estas figuras de los centros vitales del
cuerpo humano." Al oír esto, Ella dijo:
"Mientras paseaba a mediodía, me senté aquí en
una postura yóguica, cuando observé algunos centros vitales en
forma de loto, desde el centro más alto en el cerebro bajando a lo
largo de la espina dorsal hacia el extremo más bajo, separados a
pocas pulgadas unos de otros. Vi claramente como desde la punta más
baja de la espina dorsal hacia arriba estaban dispuestos muchos
centros más y más finos, de los cuales solamente los seis
principales han sido dibujados aquí. No los he dibujado
deliberadamente, mi mano se ha movido por sí misma sobre el suelo y
así es como han salido estos dibujos.
"Deberíais advertir que a través de estas áreas
vitales de nervios entrelazados funcionan los impulsos heredados, las
propensiones adquiridas, emociones, distintos instintos, ciclos de
pensamiento y nociones acerca de la vida y de la muerte, etc. que
encuentran su camino hacia abajo desde el centro más alto en el
cerebro, en respuesta a la estimulación desde todos los órganos de
los sentidos. Corrientes de vida y de fluido vital circulan veloz o
lentamente a través de esos canales y guían los procesos vitales y
corrientes de pensamiento del hombre. Igual que encontráis que la
tierra, el agua, el fuego, el aire y el espacio más allá de la
atmósfera, se interpenetran unos con otros, así también estos seis
centros principales se encuentran dentro del cuerpo aparentemente uno
encima del otro, pero funcionando en mutua interdependencia como una
cadena vital. Una pequeña reflexión os convencerá de que el juego
de la vida tiene lugar en los centros altos de vuestros cuerpos
cuando vuestros pensamientos son puros y están llenos de gozo. Así
como encontráis que los manantiales de agua situados en el fondo de
un pozo o de un depósito mantienen su constante abastecimiento o al
igual que la savia de la vida de las plantas se encuentra bajo tierra
en la parte profunda cercana a las raíces, también en el extremo
más bajo de la espina dorsal (muladhara) se encuentra dormida
la fuente de gigantes fuerzas vitales, derivadas en última instancia
del sol, desde donde se emiten las corrientes de vuestra vida. Cuando
con gran paciencia y pureza os esforzáis en limpiar vuestros
vehículos interiores y exteriores, las vibraciones resultantes de
vuestros pensamientos se encuentran cada vez con centros más y más
altos, liberando su tensión, soltando la fuerza vital reprimida en
el centro más bajo para buscar salidas más arriba. Entonces todo el
letargo, instintos originales y samskaras del devoto se
desvanecen gradualmente como nieblas bajo los rayos del sol; junto al
desatoramiento del obstáculo, nuestro apego a los objetos de los
sentidos comienza a relajarse, y la vida interior comienza a cobrar
forma.
"Cuando el avance ascendente de la fuerza de la
vida alcanza al centro vital en la separación de las cejas, la
corriente interior de fluido vital fluye bastante uniformemente, con
facilidad y pureza por todo el sistema humano, con el resultado de
que el devoto comienza a comprender algo de la naturaleza del ego,
del mundo y de la creación. Si un hombre continúa en esta fase
durante mucho tiempo todas sus disposiciones e instintos prenatales y
heredados se hacen gradualmente más y más débiles; su mente
alcanza cada vez niveles de contemplación más y más altos, cada
vez centros más profundos de fuerza vital.
"Cuando el devoto llega más allá del centro vital
más alto que está situado entre las cejas ( dvidala chakra ),
sus poderes mentales se sumergen en lo supramental, su ego se
disuelve en Mahabhava y encuentra su refugio eterno en
Svarupa. Entonces entra en samadhi, un estado de
perpetuo gozo.
"Según se van abriendo los distintos centros
vitales, se perciben interiormente diferentes sonidos y el devoto
llega a sentir sonidos de conchas, campanas, flautas, etc. todas
sumergiéndose en el ritmo cósmico de una gran voz de infinito
silencio. En ese estado ningún pensamiento u objeto del mundo
exterior puede distraer su atención. Mientras avanza, su ser se
disuelve en la profundidad sin fondo de esa música gozosa que
impregna al universo entero, y encuentra reposo eterno."
Dos o tres años después de esta declaración de
Mataji, le mostré los dibujos de seis centros vitales publicados por
"El Poder de la Serpiente "de Justice Woodroffe. Sri Ma ni
siquiera los miró y dijo, riéndose a carcajadas: "Escucha lo
que te dice este cuerpo ". Entonces describió cada uno de los
centros, la naturaleza de los lotos, su color y el número de pétalos
con sus correspondientes yantras y mantras. Encontré
que los dibujos del libro representaban exactamente lo que Sri Ma
describió.
Añadió: "No he leído sobre estos centros en
libro alguno, ni he oído antes nunca nada sobre ellos de nadie. La
descripción que di, es de mi experiencia real." A posteriores
preguntas, respondió: "Los colores de esos centros vitales que
encontráis en los dibujos no son sino su tinte externo. La misma
sustancia de la cual está hecho nuestro cerebro forma también estos
plexos, pero sus formas, estructuras y funciones varían. Cada uno
tiene sus características especiales y cualidades distintivas como
el ojo, la oreja o el ombligo o incluso las líneas en la palma de
vuestras manos. En ellos está el siempre cambiante juego de varios
colores y sonidos y sus símbolos llamados mantra-simiente, siendo
todos ellos el resultado natural del movimiento de la fuerza de la
vida y del correr del fluido vital. Durante los estadios más
tempranos, cuando estos labios emitieron varios mantras acompañados
por transformaciones en la respiración, se cruzaron por mi mente
preguntas como "¿Qué son?". La respuesta vino desde
dentro y la estructura interior de todos aquellos plexos se hizo
claramente visible como los dibujos que habéis puesto delante de mi.
Cuando una persona reza regularmente, realiza pujas y
prácticas yóguicas, medita y reflexiona en las verdades más
elevadas de la existencia con suficiente concentración y
regularidad, la sustancia de la mente se purifica, los pensamientos
se vuelven refinados y los centros se despliegan. De otra forma
ningún ser humano puede escaparse de la tormenta y la tensión de
los impulsos físicos como la lujuria, la avaricia o la cólera."
Un día Sri Ma fue al Siddhesvari Ashram con
todos los que estaban presentes. Ese lugar estaba entonces en un
estado muy abandonado. Había un altar de ¼ de metro cuadrado por ½
metro cuadrado de altura. La Madre se sentó en él. Todos los
devotos se sentaron alrededor en silencio, absortos en sus propios
pensamientos. Su cuerpo se encogió gradualmente a un tamaño tan
pequeño que todo el mundo tenía la impresión de que solo quedaba
Su sari sobre el altar. Nadie podía verla. Todos se
preguntaban que sería lo próximo que ocurriría. Gradualmente hubo
una agitación bajo la tela y muy lenta y suavemente un cuerpo cobró
forma y Ella apareció, sentada en posición derecha. Durante casi
media hora miró al cielo con una mirada fija y dijo entonces:
"Como ocupación de vuestra vida habéis reducido
este cuerpo."
Sri Ma dice: "Igual que una cometa de papel vuela
alto en el cielo, contando con una cuerda fina, así el yogui
contando con su respiración vital y una delgada cuerda de
samskara puede flotar en el aire; puede encoger su cuerpo
físico al tamaño de una mota de polvo o asumir un tamaño enorme o
incluso puede desvanecerse a la vista."
Hemos oído que mucha gente recibió iniciación de Sri
Ma en estado de sueño, mientras otros obtuvieron flores junto con
mantras y en realidad encontraron esas flores cuando se despertaron.
Pero ninguno de nosotros ha tenido conocimiento alguno de que Mataji
hubiese iniciado a un devoto de forma física.
También hemos oído de mucha gente que en sus propias
casas lejos de Sri Ma, se quedaron sobrecogidos al encontrar su
figura en efecto presente ante sus ojos por un periodo muy corto.
Mientras estaba en Dacca gravemente enfermo con un
ataque agudo de T.B., Sri Ma estaba en el noroeste de la India.
Cuando regresó a Dacca, me dijo: "A media noche en dos fechas
concretas este cuerpo entró en tu habitación por determinada puerta
de tu casa y salió por otra. Tu estado esos días era muy crítico."
Al consultar el libro de cuentas donde se dio entrada a
los gastos diarios incluyendo los honorarios del doctor y los costes
médicos, se descubrió que en efecto esos dos días se había
llamado a los médicos por la noche.
También había casos en los cuales Sri Ma pasaba cerca
de un grupo de hombres, pero solo uno o dos de ellos podían verla.
Dice: "Siempre estoy presente con todos vosotros, pero tenéis
poco anhelo de verme. ¿Qué puedo hacer? Estad seguros, tengo mis
ojos fijos en lo que hacéis o dejáis de hacer."
En una ocasión Sri Ma debía montarse en un tren en
Goalundo. El escalón de la puerta del tren estaba muy alto respecto
al andén. Tenía entonces una rigidez reumática en Su mano derecha.
Cuando por petición suya Gurupriya Devi la sujetó por su mano
izquierda y tiró de Ella hacia el compartimento, el cuerpo de Sri Ma
parecía ser tan ligero como el de un bebé. Por otra parte, en
algunas ocasiones, resultó ser extremadamente pesado.
Sri Ma nos dice que se mueva o esté en reposo, nada
produce ningún cambio en Ella. Siempre está muy despierta. A veces
después de levantarse de la cama, dice que ha visto ciertos
incidentes que han tenido lugar en determinado lugar. Posteriormente
al preguntar se confirma la veracidad de Sus declaraciones.
Yo solía ver a Sri Ma a mi lado, bien como una luz de
relámpago o como una indefinida figura inmóvil; a veces tomaba una
forma definida y condensada y se desplazaba, haciendo unos cambios en
mi entorno, que duraban incluso tras su desaparición.
Hacia finales de 1930, Sri Ma se alojaba en Cox´s
Bazar, a unas 300 millas de Dacca. Yo estaba sentado sobre mi cama en
Dacca durante las primeras horas de la mañana, pensando en Ella. La
oí susurrar: "Levanta un templo dentro del área del Ashram."
Me incorporé bruscamente cuando lo escuché. Sabía que
Sri Ma nunca ordena a nadie que haga nada. Medité una y otra vez
sobre ello. Supuse que tales susurros tenían que haber venido de Sri
Ma. Pero una duda se cruzaba por mi mente: "Por qué debía Su
susurro ser tan indistinto? Su voz normal era inconfundible, bien
definida, resonante, vital. Pero cuando escribí una carta a Cox´s
Bazar, supe que había estado guardando silencio durante unos días,
y concretamente esa mañana a las 8 a.m. había comenzado a hablar.
Cuando Sri Ma regresó a Dacca, me informaron que había murmurado
algunas palabras por la mañana más temprano, pero pocas personas
habían podido distinguirlas. Después de escuchar ese mandato de Sri
Ma, se emprendió la construcción del templo con gran fervor.
Ella siempre dice que puede ver los cuerpos etéreos de
santos que han muerto hace muchísimo tiempo. Un día señaló:
"Igual que estáis sentados alrededor mía, hay muchos espíritus
incorpóreos congregados allí. Son tan reales como vosotros mismos."
Dice también que puede ver las distintas formas que
tienen diferentes enfermedades. Cuando buscan admisión en Su cuerpo,
se les permite campo libre. "Puesto que solo hay Una Vida en
este universo, las enfermedades no son ni llamadas ni alejadas por
mi. Igual que todos vosotros sois una fuente de anandam para
mi, ellas también me dan igual alegría."
En mayo de 1929, Sri Ma partió de Dacca, pero por
algunas razones varios obstáculos impidieron su libre travesía.
Cuando regresó a Dacca en el mes de Agosto, tenía fiebre. En Su
cuerpo comenzaron a aparecer muchos síntomas sobrenaturales. Mandó
que se permitiese a Su cuerpo adoptar varios asanas, sentada o
tendida sobre el suelo, de acuerdo a sus impulsos espontáneos. Esto
continuó durante una hora completa. Sri Ma dijo después que todas
ellas habían sido posturas yóguicas. Al ver estas manifestaciones
la gente temía que renunciase a Su cuerpo. Después resultó que a
Sus miembros les faltaba cohesión: tanto de pie como sentada, Sus
miembros colgaban sueltos y no podían moverse a no ser que fueran
adecuadamente sostenidos. Junto a estas reacciones tenía fiebre
alta, flojedad en el vientre, sangre que circulaba con cámaras y
orina y todos los síntomas de hidropesía. Pasaron cuatro o cinco
días de esta guisa, cuando Brahmacharini Gurupriya Devi le imploró:
"Ma no podemos arreglárnoslas para asistir tu cuerpo; ten
compasión de nosotros!" Después de esta oración, la debilidad
desapareció del cuerpo de Sri Ma, pero la fiebre y otros síntomas
continuaron, como antes. Durante cinco o seis días más se vertieron
sobre Su cabeza sesenta o setenta cubos llenos de agua entre las 11
a.m. y las 5 p.m., pero la temperatura nunca bajó. Aún no quería
tomar medicinas. Se avisó a un doctor ayurvédico que la examinó y
dijo: "Podemos tratar a seres ordinarios normales, pero los
modos de Ma son totalmente diferentes." Al encontrarla postrada
sobre la camilla, todos los devotos se llenaron de profunda inquietud
y le rezaron para que curase Su propio cuerpo.
A la mañana siguiente Sri Ma dijo: Preparad un plato de
arroz para este cuerpo. "Ella que había estado obligada a
guardar cama con fiebre alta e hidropesía, postrada casi de continuo
sin ningún movimiento durante diecisiete o dieciocho días, ¡estaba
recetándose a Sí misma Su dieta normal de arroz, lentejas y
verduras! Todos estaban sorprendidos.
Así pues, según Sus instrucciones se prepararon arroz,
lentejas y verduras. Tres o cuatros personas estuvieron atareadas
manteniendo Su cuerpo en posición e introduciendo comida en Su boca.
Comió una pequeña cantidad de cada plato. Después de una fiebre
prolongada, muchos han sufrido algunas complicaciones serias como
resultado de una dieta así. Pero Ella se recuperó gradualmente.
Respecto al desarreglo físico descrito arriba, Sri Ma
dijo en una ocasión:
"Este cuerpo se mueve a tono con la naturaleza; de
alguna forma se le ha impedido su curso natural de funcionamiento
normal. Para que os dieseis cuenta de las infelices consecuencias de
causar la obstrucción de sus impulsos naturales, se han manifestado
trastornos de todas sus funciones vitales. De haber habido alguna
enfermedad real, este cuerpo o habría perecido completamente o se
habría quedado incapacitado."
"Mientras estuve echada en cama, no era consciente
de ninguna incomodidad o malestar. Me sentía como en estado de
salud. Entre vuestros movimientos de inquietud de acá para allá y
los cambios que se sucedían en el interior de este cuerpo, escuchaba
una sinfonía de música y placer.
De todas Sus acciones parece que la Naturaleza obediente
a su voluntad, ayuda, como si dijéramos, a Su cuerpo a funcionar.
Estoy convencido de que si prestamos la debida atención a la
expresión natural de Su voluntad, nos abstenemos de perturbar la
atmósfera que está alrededor de Ella con las vibraciones de
nuestras predilecciones y aversiones individuales, y llevamos a cabo
implícitamente lo que dice, podremos disfrutar de una ilimitada
felicidad presenciando el bello funcionamiento de Su voluntad. Al
mismo tiempo tendremos la buena suerte de obtener muchas
oportunidades para auto-cultivarnos.
En nuestra infancia jugábamos con muñecas siguiendo
nuestros caprichos; construíamos pequeñas casas de arena y barro
para satisfacer nuestro placer momentáneo y entonces volvíamos en
busca de nuevos juguetes. Aún todavía jugamos al mismo juego en
nuestras relaciones con Sri Ma con la misma inconsciencia e impulso.
A veces esos temores se agolpan en mi mente.
En el Ashram de Vindhyachal durante el curso de una
conversación, Mataji dijo a Brahmachari Kamalakanta: "Aún
después de tantos años muy poca gente se da cuenta de lo que deseo.
Si lo hiciesen nunca harían preguntas tan irreflexivas como: "¿Qué
es lo que quieres? ¿Cuál es tu deseo? Deberían intentar entenderme
sinceramente en la medida en que esté al alcance de su capacidad, y
para poder captar lo que quiero, hay que liberar la mente del
orgullo, del deseo de fama y gloria, de la ira y del dolor, de la
vanidad y finalmente de la voluntad propia que conduce al hombre a
sentir que él es libre agente de todas sus acciones."
Si bajo su inspiradora influencia pudiésemos
constantemente purificarnos siguiendo silenciosamente lo que nos
ordena que hagamos, habríamos realizado nuestra misión al encontrar
en nuestras propias vidas una oportunidad para ver la gloria de Su
Maternidad Universal.
Un día estaba paseando con la madre en el Ramna Maidan.
No habló. Me di cuenta que el espíritu del silencio absoluto se
había apoderado de Ella. Volvió después de andar sin objetivo
durante algún tiempo. Durante ocho o diez días estuvo absolutamente
muda. De Ella no emanaron ni signos, ni gestos, ni sugestiones, ni
siquiera una sonrisa. Solía sentarse calladamente absorta en Su
propio ser interior. Si alguien le hablaba, ni Sus ojos ni Su
atención eran atraídos por ello. Estaba sentada concentrada hacia
el interior como la estatua del Señor Buddha. Cuando comía, Sus
labios se separaban solo un poco, para cerrarse de nuevo poco después
de tomar un pequeñísimo bocado. Durante este estado de silencio
parecía que Su conexión con el mundo exterior se había cortado
completamente. Después de ocho o diez días comenzó a musitar unas
pocas palabras quebradas. Tuvimos la impresión de que estaba
re-aprendiendo a utilizar Sus órganos vocales y a recobrar el poder
del habla. Así pasaron tres días hasta que gradualmente reasumió
Su forma normal de hablar. Tuve la buena fortuna de ver a Sri Ma dos
o tres veces en estados similares.
Durante estas fases de silencio Su aspecto reposado, Su
sólida pero serena compostura, Su aspecto afable y cara
resplandeciente, todos ellos despertaban nuestro amor y reverencia.
Cuanto más se la miraba con ojos pensativos, más grande se hacía
el deseo de mirarle a la cara. Al principio, cuando tras Su
matrimonio, Sri Ma guardó silencio durante tres años, muchos
expresaron su tristeza pensando que se había quedado completamente
muda, y decían: "Ay, es una pena, una gran injusticia de Dios;
ha hecho que esta bella joven se quede muda, aunque le ha otorgado
las mejores virtudes del sexo femenino ".
Sri Ma dice: "Si deseas guardar verdadero silencio,
tu corazón y tu mente deben fusionarse tan estrechamente en una
contemplación que toda tu naturaleza, hacia dentro y hacia fuera
quede congelada, como si dijéramos, en la condición de una roca.
Pero si meramente quieres abstenerte de hablar, eso es otra
cuestión."
Hay disponibles cuatro fotografías de las poses
yóguicas de Sri Ma. De la primera foto se habló en el primer
capítulo: la segunda se tomó después de un largo periodo de
enfermedad. Pero cuando se tomaron la tercera y la cuarta fotos, al
principio se sentó de forma natural y luego le sobrevinieron las
expresiones de su estado supramental de absorción.
ESTADO DE SAMADHI
Cuando nos acercamos a Sri Ma con el ruego de que nos
hiciese saber los diferentes estados de sadhana, nos indicó
cuatro niveles:-
i.
Concentración del
intelecto en un punto focal. Es como prenderle fuego a un combustible
seco. Cuando la madera mojada se ha secado al calor del fuego, las
llamas se encienden vivamente. De modo similar cuando nuestra mente
es liberada de la niebla y humedad de los deseos y las pasiones por
la fuerza de la contemplación de lo Divino, (kamana,
vasana)
se vuelve ligera. Se trata de una condición de pureza mental que
induce en ciertos casos a un estado de silencioso emerger a un humor
particular o a un exceso de emoción y agitación más allá de la
capacidad de control de uno. Todos estos humores se expanden desde
una suprema existencia en direcciones especiales.
ii.
Concentración de nuestros
poderes emocionales. Induce a un estado de cuerpo inerte, de
absorción en un sentimiento sagrado que sale de un solo estado
supramental indivisible. A ese nivel el cuerpo puede ser comparado
con un carbón quemado que tenga el fuego aparentemente extinguido.
En este estado el devoto se pasa las horas en condición de
inmovilidad exterior; pero en las entrañas de su corazón se agita
una corriente incesante de sublime emoción. Cuando este estado
madura, el sentimiento atrae fuertes poderes del Alma-Universal, e
igual que una vasija rebosa cuando se vierte demasiada agua en su
interior, éste se extiende por el ancho mundo en una enorme
extensión bajo la intensa presión de su expansividad.
iii.
Fusión de la vida
interior y exterior. Este estado es exactamente igual al de un carbón
encendido. El fuego impregna cada átomo de las cubiertas internas y
externas - todas están radiantes de una sola Luz divina. El devoto
vive, se mueve y tiene su ser en un océano gozoso de Luz.
iv.
Plena concentración, en
la que el devoto pierde toda conciencia de dualidad – del
funcionamiento de los tres gunas.
Es como el estado de un carbón reducido a cenizas. No hay distinción
entre lo interior y lo exterior, entre aquí y allá; es un estado de
absorción en lo Supremo, de Total Unidad. Las vibraciones de
pensamiento, sentimiento o voluntad se desvanecen por completo. Se
asemeja a la tranquilidad perfecta de un lago que duerme bajo un
cielo azul.
El samadhi de Sri Ma presenta una vista
maravillosa: fui extremadamente afortunado de poder presenciar un
samadhi así en varias ocasiones. Anoto debajo algunas de mis
experiencias.
Algunos días mientras deambulaba por la habitación o
estaba sentada, después de entrar en ella con aire de naturalidad o
después de reírse y hablar unas pocas palabras, Sus ojos se abrían
mucho con una mirada vacía y todos Sus miembros se relajaban de modo
tan sobrenatural que Su cuerpo parecía, como si dijéramos,
derretirse sobre el suelo.
Entonces podíamos observar que al igual que el suave
disco dorado del sol poniente, todo el resplandor de Sus modales y
expresiones habituales se desvanecían poco a poco de Su semblante
hacia misteriosas profundidades.
Poco después su respiración se aminoraba, a veces
deteniéndose totalmente, cesaba por completo de hablar. Sus ojos
permanecían cerrados. Su cuerpo se enfriaba. A veces Sus manos y
pies se volvían rígidos como troncos, otras colgaban sueltos como
trozos de cuerda, cayéndose desde cualquier dirección que se les
colocase.
Su cara estaba iluminada de un tono carmesí debido a la
intensidad del anandam interior: Sus mejillas estaban
encendidas con luz celestial, Su frente parecía brillante y serena
con una paz divina. Todas Sus expresiones físicas quedaron
suspendidas; sin embargo cada poro de Su cuerpo irradiaba una luz
especial – una elocuencia muda de silencio en discurso interior.
Todos los presentes sintieron que Sri Ma se estaba hundiendo en las
profundidades de la comunión divina. Así pasaron unas diez o doce
horas y después se hicieron esfuerzos para devolverla al plano
físico con kirtana y cosas similares, pero todo fue en vano.
Yo mismo no podía despertarla de ese estado de
auto-absorción. No había ningún tipo de respuesta cuando le
frotábamos con fuerza las manos o los pies, o cuando los punzábamos
con puntas afiladas. Cuando llegó el momento adecuado Su consciencia
regresó. No dependió de ningún estímulo externo.
Cuando Sri Ma volvió a la consciencia física, su
respiración volvió a ser más y más profunda; con ella se
revivieron todos los movimientos de Sus miembros. En determinados
días, poco después de ese despertar, Su cuerpo recaía una vez más
en la condición inerte anterior y tendía, como si dijéramos, a
congelarse una vez más en el estado de samadhi. Cuando le
abríamos los párpados con la punta de los dedos, había una mirada
vacía e insensible en Sus ojos, y en seguida los párpados se
cerraban de nuevo automáticamente.
Cuando se manifestaban una serie de síntomas de Su
despertar a la vida normal, le ayudábamos a colocarse en una postura
sentada y llamándola en voz alta, hacíamos intentos de devolverla
al mundo de los sentidos y la inducíamos a hablar. En este estado de
ocaso de la conciencia, solamente respondía a la llamada del mundo
exterior durante un periodo muy breve de tiempo, para a continuación,
hundirse en las profundidades más recónditas de Su ser. En este
estado le costaba mucho tiempo recobrar su condición normal.
En una ocasión después de un periodo así de samadhi,
conseguimos hacerla andar con gran dificultad. Después de tomar un
bocado de comida, Su cuerpo recayó en un estado inerte e
inconsciente durante varias horas.
Pero cuando después del samadhi recuperó Su
estado normal, Su cuerpo entero parecía estar inundado de alegría.
En el umbral del despertar, a veces reía, o reía y lloraba al mismo
tiempo.
Durante el samadhi Su cara perdía toda la
frescura del vivir; el cuerpo parecía estar muy frágil y débil y
en Su aspecto general no había en absoluto expresión ni de alegría
ni de dolor. En ese estado tardaba mucho más en recobrar Su ser
normal. En 1930, cuando vino al Ramna Ashram, a menudo parecía haber
perdido toda señal de vida durante el samadhi y pasaba cuatro
o cinco días seguidos sin respuesta a ningún estímulo exterior.
Durante toda la fase, desde el principio del samadhi hasta el
final, no había indicio de que estuviese viva o pudiera jamás
estarlo. Su cuerpo se quedaba tan frío como el hielo y permanecía
frío durante mucho tiempo después de que le volviera la conciencia.
Después de recobrar totalmente la conciencia, cuando le
preguntaron como se había sentido durante el samadhi,
simplemente contestaba: "Es un estado más allá de todos los
planos de la conciencia y supra-conciencia – un estado de completa
inmovilización de todo pensamiento, emoción y actividad, ambas
física y mental – un estado que trasciende todas las fases de la
vida aquí abajo. Lo que llamamos savikalpa samadhi, no es
sino un medio de alcanzar también ese objetivo final, es solamente
un estado pasajero del sadhâna.
"Una profunda concentración en cualquiera de los
cinco elementos de los sentidos – oído, tacto, olfato, gusto y
vista – derivados fundamentalmente del aire, la tierra, el agua,
etc., nos conducen a sumergir nuestra identidad en él, y según se
va profundizando en la concentración, el cuerpo, como si dijéramos
se va congelando gradualmente con ella. Entonces ese particular
sentido impregna por completo nuestro ser y el ego gradualmente se
disuelve en él y se funde con una Entidad Universal. Cuando este
estado se establece, también se deshace la conciencia de un Ser
Universal, y lo que permanece entonces está más allá de las
palabras, de la expresión o de la experiencia."
A veces sin ninguna causa observable, muchos síntomas
anormales se hacían visibles en Su persona. Su respiración se
volvía profunda y prolongada; Su cuerpo entero giraba a la derecha o
a la izquierda con una expresión de languidez y fatiga. Entonces se
echaba en el suelo o rodaba como un fardo. En esos momentos tenía
conciencia física y cuando se le hacía alguna pregunta, respondía
con una o dos palabras en una voz muy tenue y suave.
Preguntándole supimos más tarde que mientras estaba en
ese estado sentía una corriente de vida fina como si fuese un hilo
fluyendo desde el extremo inferior de la espina dorsal directamente
hacia el centro más alto en el cerebro, y junto a ella una sensación
gozosa recorría cada fibra de Su cuerpo e incluso los poros del
pelo. En esos instantes sentía que cada partícula de Su armazón
físico bailaba, como si dijéramos, en infinitas ondas de felicidad.
Todo aquello que tocaba o veía le parecía ser una parte vital de Si
misma. Su cuerpo físico gradualmente dejaba de funcionar.
Si en aquel momento se le masajeaba durante mucho tiempo
la columna vertebral o las articulaciones, permanecía quieta durante
un tiempo y recobraba Su condición normal. Era en esta fase en la
que la encontrábamos rebosante de gozo celestial y su aspecto tenía
todo el indicio de alguien que se hubiese perdido en el amor
universal.
En medio de la rutina de la vida diaria, mientras La
Madre estaba echada, sonriendo y hablando con la gente que venía a
verla, los miembros se le quedaban fríos como el hielo, y las uñas
y los dedos de los pies se le ponían azules. No había manera de
disminuir la rigidez de Sus miembros ni si quiera con vigorosos
masajes, aunque las manos de los que le frotaban los miembros
quedaban entumecidas de frío. Un día le llevó casi doce horas
recobrar Su calor habitual.
Un día, justo al anochecer ,Sri Ma estaba echada en
estado de samadhi. Nuestra Didima estaba sentada sobre
la cama a su lado. Pitaji también estaba en la habitación. Sobre
las 2 a.m. estaba sentada en la terraza meditando sobre los pies de
loto de la Madre. Sentí una emocionante sensación en mi corazón
producida por el sonido de Sus pisadas. Abrí los ojos pero no pude
observar nada. Escuché un tenue sonido dentro de la habitación.
Cuando dejé mi asiento observe dos pequeñas huellas de los pies
mojados de Mataji.
Al entrar en la habitación encontré que Sri Ma estaba
en la cama. Le pregunté a Didima si Ma había salido fuera.
La respuesta fue, "no". Transcurrió la noche. A la mañana
siguiente estuvo en el plano de la conciencia física durante un
breve intervalo. Aunque recuperó el juicio al día siguiente, le
costó tres o cuatro días más recobrar Su modo habitual de vida.
Pocos días más tarde le dije a Mataji "He oído
que durante el samadhi no es posible para nadie desplazarse
con el cuerpo físico. ¿Cómo puede ser que sintiese tus pisadas en
el suelo aquella noche?"
Sri Ma dijo: "¿Es posible que un hombre pueda
explicar todas las cosas con palabras?" y continuó en silencio.
En una ocasión, le pregunté: "¿Cuáles son los
signos de un sadhaka?" Ella dijo: "Cuando un devoto
alcanza un cierto nivel de pureza mental, puede que se comporte como
un niño, o que se vuelva insensible a los estímulos del mundo como
un coágulo de materia inerte, o que viole todos los cánones de la
vida social como si fuese un loco, o que quede a veces sacudido por
ráfagas de pensamientos y emociones elevadas y pase por un santo.
Pero a través de todas estas diversas formas de vida su propósito
permanece fijo en el objetivo central. Si en esa fase se olvida de su
intención final, su progreso se detiene ahí."
"Pero si con un intenso esfuerzo continúa las
tentativas hacia su objetivo, todas sus actividades se centraran
alrededor del objetivo supremo. Siempre te encontrarás que incluso
aunque parezca una masa de materia inerte, indiferente a estímulos
externos, estará lleno de alegría y felicidad tan pronto recupere
su conciencia física. Gradualmente, según se va estableciendo en él
este humor jubiloso, su relación con las personas y las cosas queda
imbuida con un espíritu de alegría y gozo, que le hace querido y
adorado por todos. Su vida interior y exterior se convierte en una
expresión de la Única Felicidad Suprema.
"En la siguiente fase el devoto alcanza un nivel
donde incluso el concepto de una existencia universal desaparece.
Entonces su forma de vida no puede ser explicada por los cánones
normales del razonamiento humano. En este estado todas las
vibraciones de su mente - cuerpo quedan suspendidas y hay muchas
probabilidades de que el alma se salga de su estructura mortal. Pero
si hay un residuo de un samskara fuerte que asegure el
bienestar humano, es posible que continúe viviendo durante cierto
periodo de tiempo. Sin embargo permanece inalterable en todas las
circunstancias de la vida, aunque pensemos que es susceptible de
cambiar simplemente porque retiene su cuerpo."
"La única diferencia entre este devoto y el yogui
que abandona su cuerpo, es que este último deja su cuerpo por el
esfuerzo de su propia voluntad. Incluso en el momento de salida de su
físico, retiene la conciencia de que tiene un cuerpo que está
abandonando mientras que la persona que abandona su estructura mortal
en completo samadhi no es consciente de su cuerpo individual
ni de esfuerzo alguno al abandonarlo. Los samskaras de la vida
y de la muerte dejan de funcionar en él y tan pronto como el karma
de sus vidas pasadas se agota, el cuerpo se desprende de modo
natural."
En otra ocasión, Sri Ma dijo en el curso de una
conversación:
"(i) La pureza del corazón y de la mente
llega a través de la concentración en un objeto de acuerdo a la
disposición particular de cada uno.
(ii) Gradualmente según se progresa, todas las
ideas dispersas y las ambiciones llegan a unificarse con ese único
objeto.
(iii) A continuación cuando varias corrientes de
pensamiento fluyen a lo largo del mismo canal, el devoto se queda
aparentemente inmóvil e inerte.
(iv) Después de eso encuentra un lugar de
descanso en el Ser Universal y es sumergido en una existencia
unitaria."
Normalmente Sri Ma no dice estas cosas a todas las
personas.
A veces se detiene repentinamente en el curso de la
conversación. Habitualmente está rodeada de muchos bhaktas.
Lo que dice para su bienestar no siempre puede ser registrado y
muchas de sus palabras no son inteligibles para todos.
Sus instrucciones son de tipo universal pensadas para
todos los hombres, aún así su importancia real no siempre es
comprendida por personas como nosotros. A pesar de ello, cuando
algunas de Sus palabras iluminan la mente de una persona concreta, la
conciencia que ésta alcanza por su propio conocimiento limitado
encuentra expresión en su vida de acuerdo a su propia capacidad de
avanzar. No es fácil imaginar cuan infinitamente variados son los
riachuelos que fluyen desde el Himalaya hasta las planicies de la
India a través de glaciares, cataratas, ríos, arroyos y fuentes,
enriqueciendo y fertilizando muchas regiones estériles. Aunque el
Himalaya no pierde nada enviando fuera estas corrientes perpetuas, el
bienestar del mundo se asegura con ellas. Un caso similar es el de
Sri Ma y sus devotos.
Apenas encontramos palabras para expresar los cambios
que poco a poco llegan en cada momento de nuestras vidas, a través
de Su contacto, Sus sugerencias, palabras y sonrisas. Hay una falsa
impresión entre nosotros de que si intentásemos expresar cómo Sus
bendiciones han moldeado muchos pequeños incidentes de nuestra vida
cotidiana, estaríamos minimizando Su gracia o influencia. Pero me
inclino a pensar que con tales esfuerzos solamente estaríamos
cantando himnos a Su gloria además de avanzar en nuestra elevación
espiritual en gran medida. Al mismo tiempo sería una manera de
vincular nuestras almas agradecidas con Su Gracia en cada momento de
nuestras vidas.
LA MADRE Y SU LILA
Aquellos que han observado la cara reluciente de Sri Ma
siempre con una sonrisa radiante, Su simplicidad cuasi-infantil, Sus
chistes juguetones fluyendo de un corazón rebosante de gozo, han
debido quedar encantados más allá de lo imaginable. En todas Sus
palabras y expresiones, en cada una de Sus miradas y gestos, reina
una dulzura, que no tiene igual en ningún otro sitio. Una fragancia
divina emana de Su cuerpo, de cada uno de Sus respiros y de Su
atuendo y ropa de cama. Cuando canta, pensamientos e ideas divinas
manan de la fuente interior de nuestros corazones.
Vive una vida de perfecto desapego, completamente libre
de toda atadura. Como el cielo sereno y azul allá arriba, muy lejos
del mundo que está debajo y aún así derramando una serenidad
tranquila sobre las cosas de la Tierra, y produciendo reflejos
celestiales sobre lagos y estanques, así como sobre un tazón de
agua. Envuelve a todas las cosas creadas y las atrae más y más
cerca de Su corazón. Reconoce el juego de una vida absoluta en
gentes de todas las razas y credos, en cada animal y planta.
Considerando a todos los seres como manifestaciones de una gloria
universal, los trata con igual amor, respeto y reverencia. Su visión
no esta coloreada por la distinción de alto y bajo, rico y pobre.
Mataji siempre dice: "No tengo nada nuevo que ver,
oír o decir ". Sin embargo ocurre que hasta la más pequeña
tontería parece absorber Su atención hasta un grado que hace que
nos sintamos inclinados a compararla con una niña encantada con una
preciosa muñeca.
No hay fin a los divertimentos juguetones que mantiene
con Sus devotos. En una ocasión deseaban verla vestida como Sri
Krishna de niño y también de joven en el umbral de su adolescencia.
Los devotos se organizaron para vestirla. Hay dos fotografías que
muestran estas dos caracterizaciones. ¡Qué impresionantes son las
expresiones de Sri Ma en esas dos diferentes poses! La belleza de Su
cara revela el encanto de Sri Krishna de niño y al convertirse en un
muchacho. Es realmente inconcebible de qué escondida fuente salió
un resplandor divino semejante para dar a Su aspecto tanta ternura, a
Su frente una expresión tan sosegada y afable, a Su cara un halo así
de pureza y dulzura, y a Sus miembros una flexibilidad tan ligera. No
solo es algo extraño, sino sobrenatural y sin precedente.
En Su risa franca las fibras de Su ser se juntaban y
danzaban, como si dijésemos. Aquellos que estaban presentes en ese
momento pudieron ver el brillo de luz sagrada que iluminó Su
semblante; una risa tan pura y sincera es difícil de encontrar en un
ser humano. La fotografía revela muy imperfectamente solo una
fracción de su expresión real.
Donde quiera que Sri Ma va, Su presencia lleva una
dulzura exquisita, impregnando los pensamientos e ideas de la gente
que se congrega alrededor Suyo. Cualquiera que pueda ser la
naturaleza de nuestros pensamientos, uno se siente agradablemente
sorprendido al encontrar que su mente está siendo purificada y
refinada por Su sutil influencia. La visión de Sri Krishna despertó
un afecto maternal en Yashoda, sentimientos amistosos en Sridama y
Sudama y un amor desinteresado en los corazones de las vaqueras de
Brajadhama. La presencia de Sri Ma también induce a diversas
fases de amor y adoración devocional en diferentes almas.
Desde su temprana infancia ha estado jugando con las
fuentes principales de la vida humana. Sus camaradas no conocen
alegría sin Su compañía. Quien quiera que entre en contacto con
Ella, niños, jóvenes, o ancianos quedan tan encantados que
preguntan a menudo al marcharse ."¿Cuándo volveremos a
encontrarnos?" Donde quiera que va, se reúne una gozosa
multitud. Una ola de un deleite intoxicante agita con nueva
inspiración a cientos y miles de hombres y mujeres, y sus almas
danzan, como si dijéramos, en respuesta a Sus dulces palabras y
expresiones. En el momento en que abandona un lugar, da la impresión
de vacío. También se ha observado que gente que, al verle el pelo
despeinado y apelmazado, el vestido despreocupado y los modos
descuidados, llegaron a considerarla como una mujer excéntrica e
intentaron evitar Su presencia, pero sin quererlo no podían apartar
sus ojos de Ella.
Incontables y múltiples son los poderes extraordinarios
que constantemente se manifiestan a través de Sus lúdicas
actividades. Al preguntarle sobre ellos, dijo: "Este cuerpo está
siempre en el mismo estado sin ningún tipo de cambio: solo vuestra
actitud os lleva a considerar una fase particular como ordinaria o
extraordinaria." Añadió: "El Universo es un Drama Divino,
tenéis deseos de jugar y por eso en todas las actividades juguetonas
de este cuerpo, en sus sonrisas y divertimentos, interpretáis sus
formas de acuerdo a vuestra propia luz. Si hubiese asumido una
postura grave e inmóvil, os habríais apartado de mi. Aprended a
sumergiros en el Gozo Divino en todas sus manifestaciones y
alcanzaréis el objetivo final de todo drama. ¿Comprendéis?"
Lo que está más allá de la experiencia de la persona
normal es lo que se llama extraordinario. Para aquel que ha disuelto
todos los pensamientos y emociones en la felicidad suprema y absoluta
del Atman, que a veces representa el papel de un ser
individual, a veces de Isvara, el Gobernante Supremo del
Universo y otras del absoluto impersonal Para-Brahman. Todas
estas fases no son sino manifestaciones fortuitas del Drama divino
auto-iniciado. Sri Ma no tiene deseos, ni cosas que le gusten o le
disgusten. A veces los poderes sobrenaturales juegan su papel de
despertar actitudes devocionales o de levantar pensamientos piadosos
en Sus devotos. A veces la tremenda actitud de oración de los
devotos induce las manifestaciones correspondientes en Su sencillo
comportamiento. Sri Ma dice: "Este cuerpo es como un instrumento
musical; lo que oyes depende de cómo lo toques. Encuentro que no hay
sino una melodía maestra resonando por todo el universo.
En Junio de 1932, un día antes de abandonar el Ashram
de Ramna en Daccca, a las 5 p.m., estaba sentada con muchos devotos
en un recinto abierto para comer el prasada. De repente el
cielo se cubrió de nubes oscuras y comenzó una tormenta con
relámpagos y truenos. Todos los presentes presintieron una lluvia
inmediata. En ese momento llegó otro grupo que también se sentó
para tomar prasada. La Madre pidió que los que hubiesen
terminado de comer se fuesen, pero Ella se quedó. Cuando todos
hubieron terminado se levantó y dijo: "Ahora voy a tomarme un
baño gratis ". Muchos intentaron disuadirla de tomar un baño
en una hora tan avanzada de la tarde. Pero Ella permaneció firme
cuando comenzó a caer una fuerte lluvia; el recinto entero se
inundó. Sri Ma corría con gran deleite bajo la lluvia como una niña
juguetona y llena de vida. Muchos ancianos y ancianas, niños y niñas
y jóvenes se unieron a la concurrencia con todas sus finas ropas y
comenzaron kirtana, que continuó hasta las 9 p.m. Entre ellos
los había con muy mala salud; pero ninguno se resfrió.
Hemos visto muchos ejemplos donde con una mera mirada
Sri Ma ha detenido la lluvia, o con una leve sonrisa o una ruidosa
risa ha puesto fin a todas las disputas o demostraciones de mala
voluntad entre Sus devotos.
Sri Ma por naturaleza toma muy poca comida – incluso
cuesta imaginar como puede vivir una persona con una dieta tan
escasa. En etapas tempranas de Su vida, cuando se manifestaron en Su
cuerpo muchos procesos yóguicos pasó muchos días sin siquiera
tomar una gota de agua. No sentía ninguna inclinación a comer hasta
que no cesaban los procesos yóguicos. Durante esos días de ayuno
completo o parcial Su aspecto era reluciente y alegre. Su cuerpo
ágil, lleno de la salud y el vigor habituales.
Aunque desde muy temprano se ajustó a una dieta muy
restringida. Pasó cinco meses tomando solo un puñado de comida y
eso lo hacia en vísperas de la noche. Durante unos ocho o nueve
meses solamente tomaba tres bocados de arroz en el día y tres en la
noche. Durante cinco o seis meses vivió a base de un poco de fruta y
agua que tomaba dos veces al día. Hubo una ocasión en que se pasó
cinco o seis meses comiendo una pequeña cantidad de arroz solamente
dos veces a la semana; otros días un poco de fruta bastaba.
Desde 1926 ya no pudo comer con Sus propias manos;
siempre que intentaba llevarse la comida a la boca se le aflojaba la
mano y gran parte de la comida se le deslizaba entre los dedos. Esto
no era debido a ninguna enfermedad. En esa época, se dispuso que la
persona que solía alimentarla debía, una vez por el día y otra por
la noche, administrarle solamente tanta comida como pudiese cogerse
con las puntas de dos dedos. De esta guisa pasaron cuatro o cinco
meses. En días alternos también bebía una pequeña cantidad de
agua. Durante cinco o seis meses tomó tres granos de arroz hervido
por la mañana y tres granos por la noche y dos o tres frutas maduras
que se habían caído de los árboles de forma natural. A veces
sucedía que la comida le tocaba solamente los labios y después se
caía. Durante dos o tres meses comió tanta comida como era posible
meterle en la boca en un solo trago. Durante ocho o nueve meses comió
solamente dos onzas de arroz y lentejas mezcladas y hervidas en un
pequeño tazón sobre el fuego sacrificial, o una pequeña cantidad
de sopa de verduras mezclada con un poco de arroz hervido. Durante
varios días seguidos vivió de una pequeña cantidad de leche o de
una o dos rebanadas de pan sin levadura. También se podría añadir
que durante muchos días consecutivos se mantuvo completamente sin
comida.
Después de dejar del todo de comer arroz, no podía ni
si quiera reconocerlo. Había una sirvienta de Kahar en
Shahbag, que estaba comiendo arroz. Cuando Sri Ma lo vio, dijo
sonriente: "¿Qué está comiendo? ¡Qué bien mastica y traga!
Yo también comeré con ella." Un día se encontró a un perro
que estaba comiendo arroz, y comenzó a decir lastimosamente: "Quiero
comer, quiero comer ."Cuando se le impedían tales impulsos,
solía echarse en el suelo durante un rato como una irritable niña
pequeña. Una vez dijo Sri Ma espontáneamente: "El hombre
intenta abandonar sus viejos hábitos. Pero mi manera es totalmente
diferente. Ingenio modos para recuperar los viejos hábitos. Tenéis
que alimentarme con tres granos de arroz hervido cada día, de otro
modo perdería el hábito de comer arroz, igual que he olvidado el
uso de las manos para coger la comida."
Aquellos que solían alimentarla tenían que estar
alerta para comprobar que no se le diese ni una partícula de comida
de más respecto a lo que Ella quería. Tenían que llevar una vida
pura de auto-control; los utensilios de cocinar y de comer tenían
que estar escrupulosamente limpios y puros. De no ser así no podía
tragar la comida, o volvía la cara, o abandonaba Su asiento
automáticamente. Solía decir: "No hay diferencia entre este
cuerpo y un terrón de arcilla. Puedo comer la comida puesta en el
suelo o en cualquier otro sitio de la forma que os guste; pero
respetad la higiene, la observancia de la limpieza y otras reglas y
obligaciones sociales son necesarias para vuestra educación, por eso
este cuerpo sigue automáticamente esas regulaciones."
Durante los largos periodos de abstinencia de las
cantidades normales de comida no disminuyeron sus habituales tareas
domésticas ni su cuerpo perdió su hermosura natural. Después
gradualmente todas las actividades de su vida familiar comenzaron a
reducirse. Cuando intentaba hacer labores domésticas, Su cuerpo
dejaba de funcionar y solía echarse en el suelo casi paralizada. A
veces se le quemaban las manos o los pies en el fuego de la cocina;
en otras ocasiones se lesionaba por otras causas, pero no era
consciente de esos accidentes.
Sri Ma dice: "Nadie puede dejar de trabajar con la
fuerza de su voluntad. Cuando su karma se agota, todo trabajo cesa
automáticamente."
A partir de mayo de 1926 los rigores de las reglas
relacionadas con Su dieta se relajaron. Pero lo que comía era,
después de todo, extremadamente poco.
¡podría decirse que la ración de un niño! Cuatro o
cinco años después de haber dejado de comer con Su propia mano,
algunos devotos expresaron su gran ilusión de verla hacerlo de nuevo
como antes. Por petición suya aceptó intentarlo y se sentó con los
platos esparcidos ante Ella. Pero después de ponerse una pizca de
comida en la boca, dio un poco a los otros y restregó el resto sobre
el suelo. No podía comer nada. Después de esto, nadie le pidió
jamás que comiese con Su mano. Dijo: "Considero a todas las
manos como mías: de hecho siempre como con mi propia mano."
Desde muy temprano todo el mundo había observado sus
primorosas habilidades caseras y en el arte de cocinar y sus
elegantes modales para entretener a los huéspedes. Lo que hiciese,
lo hacía perfecto. Podía hilar muy bien y tejer ropa en un telar
manual. Su costura, calcetería y cestería eran magníficas,
mostraban un grado extraordinario de inteligencia y destreza. Cuando
veía que otros eran incapaces de hacer un trabajo, iba en su ayuda,
y para sorpresa de ellos, lo resolvía con facilidad. Los platos de
comida preparados por Ella eran deliciosos y por lo tanto cuando
había una fiesta, se le requería para que dirigiese la cocina.
A Ma le gustaba mucho distribuir comida entre todas las
personas, tanto adultos como niños. Ella podía privarse de comer y
de cualquier confort personal con tal de satisfacer a los demás. En
una ocasión un sadhu fue desde Gujarat a Shahbag, en Dacca.
Con el borde de Su sari Ella limpió su asiento y lo entretuvo con su
habitual humildad y dulzura. El plato de comida estaba tan
pulcramente servido que parecía estar, por así decirlo, santificado
por Su gran amor y Su desinteresado espíritu de servicio. Al
marcharse el sadhu dijo: "Hoy he recibido comida de la
mano de la Madre del Mundo. Nunca en toda mi vida me habían servido
con tanto cuidado y pureza".
Siempre que podía, cocinaba para todos los devotos de
corta edad y con afecto maternal les servía la comida. El prasada
recibido de Sus manos despertaba un júbilo sin precedentes en el
corazón de sus devotos. Muchos incidentes misteriosos ocurrían
cuando se distribuía el prasada. Un día la esposa del difunto
Niranjan Roy trajo unas naranjas para Sri Ma. Ella misma [Ma] las
distribuyó pues todo el mundo allí presente exclamaba: "Quiero
prasada de las manos de Mataji". La cantidad de naranjas era muy
pequeña para el gran número de gente que las pedía. Todo indicaba
que faltarían naranjas. Pero los modos de Sri Ma son inescrutables;
todo el mundo recibió una naranja y no sobró ninguna. Otro día
hubo una fiesta de kirtana en la casa de Niranjan, en Dacca. Se
preparó comida para unas cincuenta o sesenta personas pero el número
de invitados aumentó hasta ciento veinte aproximadamente. Sri Ma se
dio cuenta y permaneció en la esquina de la habitación en la que
estaba la comida hasta que se terminó de servir. Tras haber comido
todos, se comprobó que aún quedaba comida.
Grandes cantidades de comida y ropa llegaban al Ashram
al modo de ofrendas a Sri Ma. Después de tomar un poco de aquella
comida o de llevar alguna prenda de vestir por un corto periodo de
tiempo, Ella lo distribuía todo entre la gente allí congregada.
Luego reía alegremente. La gente le ofrecía preciosos adornos de
oro y plata, pulseras de oro y de conchas, y muchas otras cosas. A
veces estos adornos se apilaban en sus antebrazos. Todas las cosas,
grandes o pequeñas, preciosas o triviales, las recibía con el mismo
talante. Pero nunca se preocupaba por saber quién las había
regalado o que era de ellas después. Muchos adornos eran donados
posteriormente y lo que quedaba, por valor de unas 1000 rupias, se
fundía en un masa y se usaba para hacer adornos a las deidades del
Ashram.
Ella nunca tenía más de dos mudas de sari para
ponerse. A menudo daba uno de los dos, pero ocurría de tal modo que
tan pronto como regalaba uno de ellos, le ofrecían otro.
Cuando iba a Calcuta desde Dacca, solía hospedarme en
la casa de Sri Jnanendra Nath Sen. Él era para mi más que un
hermano mayor. Su esposa, la difunta Mrs. Hiranmayi Devi, me
consideraba como su hermano menor. Es raro encontrar un alma tan
amorosa, de tan extraordinaria sencillez, pureza, devoción hacia su
marido y con una discreción tan poco frecuente que la hacían ser
muy querida por sus invitados y miembros de su familia. Atraída por
su bondad, Sri Ma solía ir a verla de vez en cuando.
Una vez que Sri Ma se quedó en Kalighat y fui a verla,
un devoto le hizo ponerse un sari de un fino tejido de Dacca.
Se había decidido que Ma iría a la casa de Jnan Babu. Al
informárseme de que Mataji iba también a otro sitio de camino allí,
yo me adelanté. Compré un sari de una calidad intermedia con
la idea de que cuando Ma llegase a la casa de Jnan Babu, le darían
ese nuevo sari y de este modo Ella podría dejar el más fino
y caro para la esposa de Jnan Babu. No le revelé mi propósito a
nadie.
Sri Ma llegó a la casa de Juan Babu. Pero para mi
consternación vi que llevaba puesto un sari muy normal pues
el del tejido fino de Dacca que había llevado antes, lo había
dejado en el lugar que había visitado de camino. Yo estaba
sorprendido pero Sri Ma reía cada vez que me miraba. Nadie de los
presentes podía comprender el significado de Su risa. Más tarde le
confesé el propósito tan ridículo con el que había comprado el
sari.
He dado antes algunos ejemplos de la extraordinariamente
pobre dieta de Sri Ma. Otros pocos ejemplos pueden añadirse que
muestran como en ocasiones consumía descomunalmente grandes
cantidades de comida.
Tras haber comido diariamente durante aproximadamente
ocho o nueve meses dos onzas de arroz mezcladas con dal
hervido en un pequeño tazón sobre el fuego sacrificial, un día se
decidió que tomaría una cantidad de comida normal. Pero todo el
mundo la presionó para que comiera más y Ella pidió que trajeran
toda la comida que había preparada, suficiente para ocho o nueve
personas. Se la comió toda. En otra ocasión de modo sonriente tomo
de sesenta a setenta puris y un cantidad correspondiente de
dal y verduras, seguidas por un gran tazón de arroz hervido
en leche espesa. Hubo una vez en la que se comió pudding de arroz
preparado a partir de medio cuenco de leche (alrededor de 40 libras)
y cuando se agotó todo, exclamó: "!Quiero comer más, por
favor, dadme más pudding! Según un prejuicio popular, unas gotas
del plato dulce salpicaron el sari que le cubría la cabeza,
pero la influencia del ojo maligno de las gentes que presenciaron el
suceso no le causo el menor daño a la Madre. Luego se descubrió que
los lugares en los que cayeron las gotas parecían como quemados por
el fuego.
Unos minutos después de haber tomado comida en
cantidades descomunales, tenía una expresión de cara
extraordinaria. En tales ocasiones solía decir "En el momento
de comer no sabía que estaba tragando tanta comida. Fue gracias a
vosotros que me di cuenta de ello por primera vez. En aquel entonces,
cualquier cosa que me ofrecieseis, buenas o malas, incluso hierba y
hojas, habrían sido todas comidas." Sin embargo, no se
apreciaba ningún malestar físico después de tales comidas. Es más,
a menudo realizaba muchas extrañas proezas que se le venían a la
mente en ese momento y, aunque anormales, no terminaban en
consecuencias nefastas.
** ** ** ** ** **
Del mismo modo que las ofrendas a Dios santificadas por
los mantras, flores, pasta de sándalo y cosas por el estilo, y
dedicadas con seriedad, inundan la mente de un sereno gozo, así
también los regalos a Sri Ma, cuando son ofrecidos con una devoción
de todo corazón, traen una inmensa satisfacción y alegría al
devoto. Hemos visto que Ella aceptaba esas cosas normales y nimias
tales como arroz inflado y frutas corrientes como si fuesen un
tesoro. Ella se comía con gran placer un curry de verduras
corrientes sin sal o arroz hervido en leche sin azúcar; por la
grandeza de su corazón, incluso invitaba a los demás a participar
del placer de comer. Por otra parte, en muchos casos, cuando
alimentos raros y apreciados conseguidos con gran dificultad,
llegaban a Sus labios, Su boca se cerraba con solo tocarlos.
El difunto Sri Tarak Bandhu Chakravarty, inspector de
escuelas jubilado, que vivía en Gandaria, Dacca, vino caminando
aproximadamente cinco millas con unos dulces preparados en su casa
con la leche de su propia vaca. Aún no había amanecido cuando
llegó. Sri Ma estaba todavía en la cama. Como un niño impaciente
el anciano grito: "Ma, Ma, te he traído unos dulces preparados
con especial esmero, no los vas a comer?"
Mataji se sentó en su cama y sin haberse lavado la
cara, la boca o las manos, se puso a comerse los dulces de las manos
del anciano y con gran placer dio palmadas. Las mejillas de Tarak
Bandhu se llenaron de lágrimas de alegría y gratitud.
Otro día Baby venía a ver a Mataji con algunos
dulces que había hecho ella misma. Cuando ésta se encontraba a casi
media milla de distancia Sri Ma de repente rió fuertemente y dijo:
"Llegan dulces para mi". Se sentó como una cría, deseosa
de comerlos. Había ocasiones en las que al llegar alguien,
exclamaba: "Saca lo que has traído para mi". Así
expresaba Su alegría por los regalos con mucha felicidad y con
bromas jocosas. Por otra parte, los incidentes no eran raros cuando
la gente tenía que esperar mucho rato con sus ofrendas, pero Sri Ma
ni siquiera se molestaba en advertirlos.
En una ocasión yo estaba guardando cama debido a una
grave enfermedad. De modo bastante inesperado, se me pasó por la
cabeza el deseo de enviar a Ma un poco de khir. Cuando estuvo
listo, probé unas cuantas gotas para comprobar si estaba bien hecho.
Mi hermana mayor estaba presente y dijo: "No podemos enviar este
khir a Sri Ma; las cosas que los hombres han probado de
antemano no se pueden ofrecer a un Dios". Yo respondí: "Por
favor, envíalo". Luego, supe que Sri Ma se lo había comido
todo.
En otra ocasión le dije a mi esposa: "Por favor,
prepara comida sati para la Madre". Fue hecha a
regañadientes y enviada a Sri Ma. Luego supimos que Ella ni la tocó.
Se ha comprobado frecuentemente que algunas personas que
con gran devoción y amor por Sri Ma, esperaron a cierta distancia y
en silencio le ofrecieron todos sus mejores sentimientos, sintieron
sus bendiciones en lo más profundo de sus corazones. En cambio,
había otras que traían montones de ofrendas, rezaban y vertían
lagrimas para obtener Su gracia, pero no recibían ni sus enseñanzas
ni su atención. Todo el mundo obtiene una respuesta de Ella de
acuerdo con la sinceridad e intensidad de su devoción. Sus
bendiciones no dependen de la naturaleza de las cosas materiales que
le son ofrecidas.
Todas las gentes, personas piadosas o ateos, ricos y
pobres, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, incluso niños tienen
libre acceso a Ella. A menudo se la oye exclamar con una carcajada:
¿Por qué os preocupáis por tener el momento y la oportunidad de
verme? ¿No os dais cuenta de que mis puertas están siempre
abiertas? Aunque debido a las atracciones ilusorias del mundo, a
menudos olvidáis a esta pequeña hija vuestra, podéis estar
tranquilos de que tengo siempre a la vista vuestras preocupaciones y
tribulaciones."
Nada se le aparece como extraño a Sri Ma que ve todas
las cosas sin la ayuda del ojo físico, que puede leer todos los
pensamientos sin ser asistida por la palabra hablada, que ve y oye
todo, que va y viene como el que está elevado en las alturas,
completamente ajeno a los asuntos de este mundo y, sin embargo, en un
vivo contacto con ellos. Día y noche, olvidada de Su confort o
fatiga personal, Ella parece estar siempre esperando a todos los
hombres, estén éstos afligidos o a gusto.
La gente se congrega alrededor Suyo desde por la mañana
temprano hasta bien entrada la noche. Algunos pintan Su frente de
color bermellón, otros decoran Su pelo, y otros le proponen darle un
baño o lavarle la cara y la boca, o lavarle los dientes con pasta de
dientes. Algunos puede que le pidan permiso para cambiarle el sari,
otros expresan el deseo de ponerle un dulce o una rodaja de fruta en
la boca, algunos le susurran al oído sus oraciones secretas, otros
están deseosos de que les conceda una entrevista privada. Algunos
pueden incluso atreverse a dispersar la muchedumbre que la rodea
diciendo: "Por favor, aléjense, no molesten a la Madre de este
modo".
¡Pero miren a Sri Ma! Ella se sienta, hora tras hora,
día tras día, de forma exquisitamente tranquila en medio de todo
este ruido y bullicio, de estos tumultos y peleas. Ella permanece
quieta y firme con cara rebosante de alegría, atendiendo a todo tipo
de peticiones o ruegos con tan amorosa gracia que la atmósfera
parece inundada de divino gozo y felicidad. Puede que los corazones
de la gente congregada no estén todos igualmente atraídos por su
dignidad, pero Sus miradas dulces y compasivas se depositan con igual
ternura sobre todos los seres humanos, del mismo modo que los rayos
dorados del sol al amanecer. Todavía no se ha visto a nadie que se
haya alejado de su presencia desesperado o desanimado.
Sri Ma dice: "El mundo de Dios esta hecho de ambas,
gente que entiende su naturaleza, y gente que no. Ambas tienen que
quedar satisfechas con los juguetes que quieran." Por esta misma
razón nadie ha sido aún capaz de decir: "La Madre no es mía,
sino tuya". Cualquiera que tenga la suerte de entrar en un
contacto íntimo con Ella debe haber pensado: "Ma es mía y solo
mía". La gente le han abierto lo más profundo de su corazón y
a consecuencia de ello han encontrado una nueva esperanza y una nueva
paz.
Está mas allá de nuestra capacidad entender el lila
de Sri Ma. La hemos encontrado respondiendo a las dos emociones
contrapuestas del nacimiento de un hijo y la del dolor por la muerte
de un niño, a la vez con la misma calidez. También la hemos visto
llorar con una madre afligida y reír alegremente con una persona
feliz. Tales emociones contradictorias encuentran una maravillosa
síntesis en Ella. La hemos visto emplear dulces y consoladoras
palabras de alivio a los desesperados que imploran sus bendiciones,
mientras retira su pie del alcance de éstos. Ella se mostraba
bastante ajena cuando alguien yacía postrado a sus pies durante
mucho tiempo. Un día una señora que había perdido a su hijo cayó
a los pies de Ma lamentándose amargamente. Mataji empezó a llorar y
vertió lágrimas tan profusamente junto a la madre afligida,
agarrada de cerca en su abrazo, que la otra llegó a olvidar todas
sus penas. Por el contrario, mostró tanta preocupación por el
llanto de Sri Ma que exclamó: "Ma, alíviate, no lloraré más
por la muerte de mi hijo".
Muchos de nosotros debemos haber encontrado una inmensa
alegría solo con mirarla, tocar el polvo de Sus pies o escuchar Sus
dulces palabras, que causan una afluencia de sentimientos y
pensamientos puros en nuestros corazones.
Un día, un amigo mío que había regresado de
Inglaterra hacía poco con la cabeza empapada de ideas occidentales,
vino a ver a Sri Ma a petición mía. Él dijo que al verla, el
mantra que había recibido de su Gurú hace mucho, mucho tiempo antes
de navegar hacia el extranjero, y que había casi olvidado, se
reavivó en su memoria. Hay muchos ejemplos que muestran como sólo
con sentarse a Sus pies la gente adquiría el poder de concentración
y devoción que les permitía venerar a Dios y contemplar a la
divinidad.
Manteniéndola a Ella como un ideal a seguir de todo
corazón, con una consideración sagrada por Su Persona, mucha gente
ha avanzado en el camino espiritual. En el templo de Siddheshvari,
cuando Sri Ma estaba en trance, una niña de dieciséis o diecisiete
años estaba tan emocionada de admiración y alegría que abrazó a
Mataji. Al contacto con ella la niña fue invadida por el éxtasis y
rodó por el suelo diciendo repetidamente 'Hari, Hari'. Este
estado de felicidad duró tres o cuatro días.
También hemos oído decir que con la mera visión de
Sri Ma o al tocar su mano mucha gente se arrepintió de sus pecados
pasados y avanzaron en la vida espiritual. En una ciudad grande de
las Provincias Unidas (Uttar Pradesh) una señora muy
respetable, la esposa de un oficial del Gobierno, vino a ver a
Mataji. Después de haberse sentado a su lado por algún tiempo, se
arrepintió tan profundamente de algunos de sus pecados pasados que
cuando volvió a casa confesó toda su culpa a su marido, pidiendo
que le disparara y pusiera fin a su conducta viciosa. La Madre llego
a saber esto, llamó a los dos marido y mujer y encontró los medios
para restaurar sus relaciones domésticas normales. Asimismo, es bien
sabido que personas que normalmente eran menospreciadas por todos
como pecadores o seres despreciables, podían encontrar a Sri Ma
fácilmente accesible y eran inducidos a recuperarse de sus malas
costumbres. Mataji siempre dice: "Quiero especialmente a
aquellas personas que no tienen apoyo que los sostenga en el camino
hacia la vida buena". No son raros los ejemplos de gente
completamente ignorantes de la vida espiritual, que pudieron sentir
un impulso elevador mediante la actitud de rendirse ante Ella. Por
otra parte, se comprobó que muchos pandits instruidos o
adeptos a prácticas religiosas vinieron a verla por unos días y
luego volvían llenos de engreimiento. Sri Ma dice: "Nada ocurre
a menos que haya llegado su hora; todo el mundo obtiene lo que
merece".
Durante el kirtana encontramos animales tales
como perros y gatos apretándose contra el cuerpo de Ma, colocando
las cabezas sobre Su regazo o dando vueltas cerca de Ella comiendo
las sobras de dulces que estaban desparramadas a la clausura del
kirtana, buscándolas como si fuesen hombres. Incluso se
podían ver serpientes venenosas reptando a su alrededor. Un día Sj.
Girijaprasanna Sarkar observó una serpiente alzando su capucha sobre
la cabeza de Ma mientras estaba sentada bajo un árbol en el complejo
de Siddheshvari, aunque el espacio de alrededor estaba bien arreglado
y limpio. En casa de Niranjan Roy una serpiente siguió los pasos de
Sri Ma en una habitación del primer piso, iluminado con luz
eléctrica.
Lo que dice Ma es tan universal y tan atractivo que uno
siente los deseos y aspiraciones más sublimes expresados en Sus
palabras. Cada una de las frases que sale de Sus labios ilumina de
forma natural un nuevo horizonte que es glorioso y perdura para
siempre. No entra en ningún argumento razonado o discusión
elaborada, ni tampoco da con gusto ningunas instrucciones u órdenes
a nadie. Un hombre obtiene de Ella tanto como la intensidad de su
amor y devoción le inspiran.
Ha habido muchos casos en los cuales personas que se le
han acercado con problemas, encontraron para sorpresa suya la
respuesta a sus dudas y dificultades en el curso de la conversación
de Ella con otra gente. En una ocasión Sri Ma fue a Baidyanath Dham
y Brahmachari Balanandaji le dijo: "Ma, ábrenos el tesoro de tu
pecho." La respuesta fue: "Siempre está abierto para
todos."
Algunos de Sus dichos han sido publicados en Sad Vani
. Hay unos pocos más aquí abajo anotados. En el curso de Sus
charlas diarias expresa ideas y pensamientos sobre la vida y la
religión en forma de parábolas y sugerencias que provocan sonrisas,
que de ser recogidas en un volumen constituirían un maravilloso
tesoro espiritual. Sri Ma elige los pequeños incidentes de la vida
diaria como vehículos para expresar verdades sublimes y principios
de la conducta humana. El que nuestra pequeña unidad social sea una
parte y parcela de la gran familia de inmensos mundos, el que todas
las criaturas que habitan aquí abajo se muevan a través de las
tormentas y tensiones de la vida hacia la búsqueda del Señor
infinito de la creación, son verdades que siempre encuentran
expresión a través de Sus palabras, sonrisas, canciones e himnos
además de en todos los dulces aspectos de Su vida. Lo que dice o
hace está lleno de señales para guiarnos y es aplicable a nuestra
conducta en ambas vidas la mundanal y la religiosa. Con que
convirtamos una de Sus muchas virtudes en el ideal de nuestra vida,
será suficiente para guiarnos hacia la Auto-realización. Para
aquellos que tienen un gran deseo de elevación espiritual, les
parece que ha tomado esa apariencia física para bienestar del hombre
y para ayudarle en su lucha por la liberación de las miserias y
aflicciones que le tienen encadenado aquí durante siglos.
El tema central de Sus palabras y expresiones es éste:-
Vida y religión son una sola cosa. Todo lo que hagas
para mantener tu vida, el trabajo y juego diarios, todos tus intentos
de ganarte la existencia, deberán hacerse con sinceridad, amor y
devoción, con una firme convicción de que la verdadera vida
prácticamente significa perfeccionar la propia existencia espiritual
en armonía con el universo. Para llevar a cabo esta síntesis, la
cultura religiosa debería ser tan natural y fácil como comer o
beber cuando tenemos hambre y sed.
Dice: "Realiza con seriedad, amor y buena voluntad,
las tareas diarias de la vida e intenta elevarte paso a paso. Haz que
en todas las actividades humanas exista un contacto vivo con lo
Divino y no tendrás que renunciar a nada. Tu trabajo estará
entonces bien hecho y estarás en el buen camino para encontrar al
Señor. Al igual que una madre alimenta a su hijo con todos los
cuidados y afectos posibles y le hace crecer para que sea un niño
saludable y un joven hermoso, así también encontraréis que los
sutiles toques de la Divina Madre modelan vuestra vida interior y os
hacen alcanzar vuestra altura y estatura completa. Cualquiera que sea
el trabajo que tengáis que hacer, hacedlo con resolución, con toda
la simplicidad, satisfacción y alegría de la que seáis capaces.
Solamente así podréis recoger el mejor fruto del trabajo. Con la
plenitud del tiempo, las hojas secas de la vida se caerán de forma
natural y otras nuevas brotaran.
Hemos oído, a menudo, decir a Sri Ma que cuando solía
atender a sus obligaciones familiares estaba completamente absorbida
en el trabajo y no tenía el más mínimo pensamiento para Su
vestido, comida o cuerpo. Se dedicaba por entero a las tareas que le
estaban asignadas y llevaba a cabo el cumplimiento de las órdenes de
Sus mayores en la familia con cuidadoso escrúpulo. Sus vecinos
decían a menudo: "A esta muchacha recién casada le falta del
todo el sentido común."
Sri Ma dice: "Igual que hay un horario definido
para trabajar en el colegio, en la oficina o en la tienda también
deberíamos guardar unos pocos minutos de las veinticuatro horas del
día para la contemplación divina, preferiblemente por la mañana y
por la noche. Uno debe tomar una resolución firme para que este
pequeño tiempo sea dedicado a Dios de por vida. Durante este periodo
no se debe permitir a ninguna actividad mundana interferir en la
contemplación de Dios. Se debe asignar una hora fija a todos los
miembros de la familia incluida la servidumbre para la oración o la
meditación. Si esta práctica se continúa por un largo periodo, la
contemplación divina formará parte de tu naturaleza. Una vez que se
establece el hábito, el curso futuro de la vida resulta fácil.
Sentirás la corriente de la misteriosa Gracia Divina alimentando
todos tus pensamientos y dándote nueva fuerza. Después de duros
años de trabajo obtienes una pensión o un bono, de forma que ya no
tienes que ganarte la vida más. En el reino espiritual la recompensa
por el trabajo bueno, sincero y desinteresado es muchísimo más
grande y puede ser obtenida más fácilmente.
"Tu pensión terrena expira con tu vida, pero la
pensión divina continúa mucho más después de la muerte. Aquellos
que amasan dinero, lo almacenan en alguna cámara escondida de su
casa, añaden a lo almacenado lo que pueden ahorrar de vez en cuando
y guardan constante vigilancia sobre su tesoro. Así también reserva
una pequeña esquina de tu mente y corazón para Dios y siempre roba
una oportunidad para añadir a lo que tienes almacenado en forma de
invocación de Su nombre o de algún trabajo piadoso o pensamiento
divino."
Un día Sri Ma estaba enseñando los modos variados que
hay para saludar a Dios y dijo: "Cuando te inclines ante Dios,
déjate perder completamente con una devoción firme y en proporción
obtendrás alegría y poder. Si no puedes hacer otra cosa, al menos
por la mañana y por la noche a las horas asignadas, postra tu
cuerpo, tu mente y tu vida ante Él como saludo y entrega, y piensa
en Él aunque sea un poco." En conexión con esto añadió: "Hay
dos clases de pranamas: Una es ofrecerle el cuerpo entero y la
mente con todos los pensamientos, deseos, impresiones de los
sentidos, amor, afecto, devoción, exactamente como si se vaciase el
contenido de una jarra entera hasta su última gota. La otra forma es
como si se esparciese polvo de cara a través de los diminutos
agujeros de una polvera: la mayor porción de tus pensamientos y
deseos se queda retenida en una cámara escondida de tu mente, y
solamente se deja escapar un poco de polvo."
* * *
Pramatha Babu fue transferido de su puesto en Dacca como
General en Jefe de Correos. Fue a ver a Sri Ma para despedirse de
Ella. La Madre le dijo: "¿Quién saluda a quién? Te inclinas
ante ti Mismo". Este quedó lleno de asombro y alegría al oír
un comentario tal. En una ocasión el profesor de universidad Atal
Behari Bhattacharji cayó enfermo en Shahbag durante las vacaciones
de la Puja. Deseaba ardientemente que Sri Ma viniese a verle y le
diese un masaje en su dolorida cabeza como si fuese su madre. Mataji
fue y pasó Sus manos por encima de todo su cuerpo desde la cabeza a
los pies. Una vez recuperado regresó a Rajshahi, su lugar de
trabajo. Después de unos días discutieron este incidente en
Shahbag. Yo comenté: "Al caballero le faltaba sentido común,
su inteligencia era igualmente pobre. No veo con qué propósito le
hizo hacerle a Sri Ma ese trabajo durante su enfermedad." Tan
pronto como Mataji escuchó mi comentario, Su cara cambió de color.
Dijo: "¿Quieres que te dé un masaje en los pies?" Con
estas palabras avanzó hacia mi. Comencé a separarme y Ella me
seguía. Pitaji intervino y la detuvo. Incluso ahora recuerdo
la cara como de niña de Sri Ma iluminada con calor maternal, siempre
ansiosa de atender, tranquilizar y servir a todos Sus hijos. En ese
momento Sj. Shashanka Mohan Mukherji grito: "Ma, Ma," y
cayo a Sus pies.
En conexión con esto Sri Ma dijo: "De igual modo
que un cuerpo humano tiene partes diferentes como la cabeza, las
manos, los muslos, los pies, los dedos de las manos y los de los
pies, siento que todos vosotros representáis mis diferentes
miembros. Todos pertenecéis a un solo cuerpo, cada uno tiene un
trabajo que hacer de la misma importancia.
En otra ocasión, el difunto Nirmal Chandra Chatterji de
Benarés ofreció unas flores a los pies de Sri Ma. En ese justo
momento pasaba un hombre que llevaba flores en una cesta para
celebrar el culto a su deidad en otro lugar. Mataji cogió las flores
que habían sido presentadas a Sus pies y las colocó en la cesta.
Nirmal Babu le preguntó por qué lo había hecho. Su respuesta fue:
"Todas las gentes están alabando a un solo Ser, todas las manos
y los pies pertenecen a Un Cuerpo."
En
otra ocasión, observé que estaba golpeando el suelo con una caña
de bambú y una mosca murió accidentalmente por el golpe. Con gran
cuidado y sentir Sri Ma la recogió y la guardó en su puño cerrado.
Había muchas personas presentes. Pasaron entre cuatro y cinco horas
de conversación. Entonces Sri Ma abrió su puño y me dijo: "¿Puedes
hacer algo por el bien de esta mosca que se ha ido al otro mundo?"
Dije: "He oído decir a la gente, hay un cielo dentro del cuerpo
del hombre." Y dicho esto me tragué la mosca.
Mataji comenzó a reír y dijo: "¿Que has hecho?
¿No enferma un hombre cuando se come una mosca?" Respondí: "Si
por tu buena voluntad la mosca pasa a mejor vida, no sufriré ningún
daño." No me puse enfermo.
Refiriéndose a este incidente Sri Ma dijo: "Los
insectos, las moscas, las arañas y los hombres, todos pertenecen a
una familia. Nadie sabe lo que fueron, son o serán y cómo han
llegado a interrelacionarse unos con otros."
Yo tenía un amigo musulmán muy piadoso, el difunto
Moulvi Jainuddi Hossain. Solía pasarse casi todo el tiempo en divina
contemplación. Un jueves por la noche fui con él y Niranjan a
Shahbag. El Kirtana estaba en plena actividad en el
Nat-mandap. Los tres nos mantuvimos a cierta distancia bajo un
árbol para que no pudieran vernos desde el lugar del Kirtana.
Después de una media hora, vimos para sorpresa nuestra,
que Sri Ma salía del hall de repente, rodeada de devotos que la
seguían con una linterna. Vino hacia nosotros con pasos rápidos,
tocó a mi amigo con la mano derecha y entonces continuó andando.
Los tres seguimos Sus pasos. Había una tumba de un santo musulmán
muy bien preservada en una esquina de Shahbag. Sri Ma fue allí y
adoptó las posturas habituales de los musulmanes durante sus
oraciones, pronunciando al mismo tiempo palabras concretas que ellos
utilizan. Mi amigo musulmán se unió a Ella también. Al regresar de
allí, se reanudó el Kirtana y mi amigo cantó también con
el grupo, dio palmadas con ellos e iba dando vueltas. Ocurrió que el
hombre que estaba a cargo de la tumba estaba ausente aquella noche y
no había encendido las velas ni ofrecido dulces como era costumbre.
Siguiendo instrucciones de Mataji mi amigo musulmán ofreció batasha
sobre la tumba y encendió las velas. Tenía deseo de ver a Sri Ma
comiendo algunos de los dulces. Cuando se los llevó en un plato,
Ella abrió la boca y él introdujo algunos dulces dentro. Él mismo
comió del prasada ofrecido al final del kirtana. Era
un musulmán ortodoxo pero tenía un alto concepto de Sri Ma, y
después de esto llego a tener una consideración inquebrantable de
Ella.
Por una cariñosa petición de una Begum musulmán, Sri
Ma realizó un Nemaz en la misma tumba. La Begum era una mujer
educada. Dijo que había una maravillosa correspondencia entre lo que
dijo Mataji y los textos sagrados utilizados durante el Nemaz.
Mataji dijo: "Hace unos cuatro o cinco años cuando estaba
en Bajitpur, vi el cuerpo etéreo de un faquir cuya tumba
estaba allí. Después de venir a Shahbag tuve un encuentro con él y
algunos de sus discípulos. Tenía un porte robusto, de descendencia
árabe." Al preguntar sobre ello, supimos que era correcto.
Una vez Sri Ma fue a casa de Rai Bahadur Jogesh Chandra
Ghosh. Ese día había Kirtana. De repente se observó un
cambio en Ella. A unos ciento cincuenta o doscientos cubos a lo lejos
un joven musulmán vestido como un indio, estaba sentado en la
oscuridad, pasando inadvertido. Sri Ma forcejeó entre la multitud
abriéndose camino hacia el joven y comenzó a cantar:
"Allah,Alla-ho-Akbar ". Al joven se le saltaron las
lágrimas y se unió a Sri Ma para rezar las oraciones habituales.
Después nos dijo: "La facilidad y la claridad con la que Sri Ma
invocó el nombre de Alá está más allá de nuestras mejores
posibilidades. Nunca antes había experimentado tal regocijo como
sentí ese día al pronunciar el nombre de Dios junto a Sri Ma."
Sri Ma introdujo el nombre de Hari en una familia
musulmana muy respetable. Mientras recitaban el nombre se les
saltaban las lágrimas. Tenían a Ma en gran consideración. En
conexión con esto Ella dijo: "Los hindúes, los musulmanes, y
todas las otras comunidades del mundo son una sola. Todos adoran a un
Ser Supremo y le piden piedad. El Kirtana y el Nemaz son
uno y lo mismo."
* * *
Sri Kali Prasanna Kushari y su esposa Srimati Mokshada
Sundari Devi, la hermana de Pitaji, amaban mucho a la Madre.
En su compañía encontraron mucho deleite. En una ocasión Sri
Kushari vino a Dacca, pero se estaba quedando en otro sitio. Había
hablado sobre cuestiones religiosas con Sri Ma y estaba a punto de
partir. Dijo con risa: "Estás acreditada con gran poder. Si
tienes tal poder, conviérteme en cenizas." Diciendo esto
encendió unas varillas de incienso y partió hacia su casa con el
incienso en su mano. Pitaji y Mataji iban a ir a un sitio diferente y
todos salieron juntos. El sol calentaba mucho. Sri Kushari sujetaba
su paraguas cubriendo a Sri Ma. Los dos caminaban delante. De repente
Kushari dio un salto y exclamó: "Ay!, ¿De dónde llueve este
fuego sobre mi cabeza? ¿Me estás quemando? ¿Lo estás haciendo de
verdad? Por favor, detén el fuego. Ya tengo suficiente prueba de tu
poder." Para su consternación comprobó que una parte de su
paraguas se había quemado.
En otra ocasión diferente un caballero puso unas flores
a Sus pies. Ella cogió una y señalando a sus pétalos, al polen y
aludiendo a su esencia, y demás, ilustró los aspectos físicos,
astrales y espirituales de la vida e hizo a la gente comprender el
juego eterno de lo Divino.
Sri Ma siempre se está moviendo de un sitio a otro. En
relación con esto ha dicho: "Encuentro un vasto jardín
extendido por todo el universo. Todas las plantas y animales, todos
los seres humanos, todos los mente-cuerpos elevados están jugando en
este jardín de maneras variadas, cada uno tiene su propia unicidad y
belleza. Su presencia y variedad me dan gran deleite. Cada uno de
vosotros añade con su característica especial gloria al jardín. Me
muevo de un lugar a otro en el mismo jardín, ¿Qué os hace sentir
mi ausencia tan profundamente cuando me voy de vuestra parte del
jardín a otra, para alegrar a vuestros hermanos que están allí?"
A mediados de 1931, mientras caminábamos por los campos
de Ramna, Sri Ma dijo: "La oración es una parte esencial de la
práctica de la religión. Su poder es irresistible; la oración
redime la vida de los seres humanos. Todos los pensamientos y
emociones que se alzan en tu corazón deberían ser ofrecidos a Dios.
Reza para obtener Su ayuda con toda la seriedad y en un espíritu de
auto-entrega."
Precisamente en esa época estaba yo leyendo en el
periódico que antes de que Lord Irwin viniese a la India como
Viceroy y Gobernador General, le pidió opinión a su padre. Este
último contestó: "No te preocupes por el resultado de los
acontecimientos; no tenemos control sobre ellos. Reza a Dios, y puede
que puedas entrever algo del futuro." Ambos, padre e hijo, se
fueron a la iglesia a rezar. Mientras regresaban, el padre dijo:
"tendrás que ir a la India. "El hijo confirmó: "Yo
siento también lo mismo."
Cuando Sri Ma lo escuchó, dijo: "Este es un buen
ejemplo de la eficacia de la oración. Pero hay que tener una fe
profunda como la de un niño. Con la práctica constante los
cimientos de la fe echan raíces en la mente, la oración sincera
proviene del corazón. A través de la devoción, el verdadero
espíritu de oración se despierta en nuestras almas cuando la Divina
gracia se manifiesta a Sí Misma con los resultados deseados."
En otra ocasión dijo: "Cuando hablamos de la
Gracia Divina (kripa), implica que algo desciende sobre el
hombre sin ninguna causa inteligible. Llega a su debido tiempo por
propia voluntad. Veréis que un niño se olvida de su madre cuando
esta muy absorbido en su juego; pero la madre, desde su propio amor
maternal, se inclina ante él y lo lleva a su regazo. La gracia
Divina bendice a los hombres de igual modo. El afecto de una madre se
revela antes de que el hijo tenga tiempo de pensar en ella. Diréis
que ciertamente las bendiciones que tienen la forma de la Gracia
Divina son el resultado de los actos buenos de vidas previas. Desde
un punto de vista puede que esto sea cierto, pero desde otro punto de
vista diferente uno puede decir que, como Dios es absolutamente libre
de todas las cadenas de la causa y el efecto, uno no debe preguntarse
sobre Sus motivos. Aunque tal búsqueda de razones a menudo nos
perturbe, Su piedad desciende equitativamente sobre todos los seres.
Pero cuando uno desarrolla una visión más elevada, uno comienza a
sentir el Toque Divino. Refúgiate en algo e intenta estar siempre en
contacto vital con Él; encontrarás el libre fluir de Sus
bendiciones sobre tu alma, igual que el cubo lleno de agua sale del
pozo solamente cuando tiramos de la cuerda a la cual está atado el
cubo.
En conexión con esto le plantearon a Ma una cuestión:
"¿Puede una persona que haya visto a Dios hacer que otros le
vean?" Contestó que un hombre solo puede tener una visión de
Él cuando el tiempo esté maduro. El que tenga la visión, puede
ayudar a otros a tenerla solo hasta cierto punto. La visión en sí
misma solo es posible con la Gracia de Dios.
En otra ocasión hubo una discusión sobre las vidas
pasadas de los hombres. Sri Ma dijo: "La reencarnación es un
hecho. No hay ninguna duda. Cuando se quita la catarata del ojo
mediante una operación, se recupera la vista. Así mismo a través
de una profunda concentración en lo Divino, cuando se descorre el
velo que oscurece nuestra visión y la mente se purifica y se enfoca
hacia el Sí Mismo, el significado de los mantras y de las deidades,
las cuales son sus formas sonoras, acuden a nosotros y las
impresiones de anteriores nacimientos se proyectan en nuestra
conciencia.
Igual que mientras estamos en Dacca, podemos tener una
imagen mental de lo que hemos visto en Calcuta, así también podemos
proyectar una imagen más gráfica de nuestras vidas pasadas en
nuestra pantalla mental actual". Añadió: "Cuando os veo,
puedo tener una visión de una serie de imágenes de vuestras vidas
pasadas." En una ocasión mientras estábamos en Calcuta un
caballero y su esposa vinieron a ver a Sri Ma con su hijo de siete u
ocho años. Al ver al niño Ella señaló: "Este niño estuvo
relacionado con este cuerpo como hermano en su vida pasada." Un
hermano de Sri Ma murió muy joven. Tenía una grave dolencia en un
brazo y se le quedó doblado. El muchacho arriba mencionado también
tenía un brazo encorvado.
A veces Sri Ma muestra un valor maravilloso y una
disposición vehemente. No hay rastro de miedo en Ella. Lo que quiere
o dice debe hacerse. Si se permite que sus pensamientos o acciones
funcionen sin ningún tipo de protesta o impedimento, ello contribuye
al bienestar de la humanidad. Si se obstruyen, se produce daño. En
Sus años juveniles ejemplos de este tipo ocurrían con frecuencia.
Cuando contaba con cuatro o cinco años, solía ir a
casa de su bisabuela con una olla para coger requesón batido. Un día
llenó la olla hasta que casi se salía; lo que irritó a la anciana
que dijo: "¡Comes demasiado requesón al día! Hoy no te vas a
llevar." Tan pronto pronunció la amenaza, la anciana vio para
su consternación que en la olla se abría un agujero y todo el
requesón se salía por el orificio. Ella miró a la cara de Nirmala
con asombro. Después de este incidente a menudo la llamaba para que
se llevase el requesón, incluso cuando llegaba tarde.
Hemos visto a Sri Ma volverse tan severa como un rayo,
aunque Ella es por naturaleza tan dulce y tierna como una flor. En
una ocasión fue tan dura conmigo por hablar sin pensar que me
ordenó: "¡Vamos, vete de mi vista!". En otra ocasión la
desobedecí y el resultado fue que guardó silencio durante unos
días. Hubo muchos ejemplos en los que fui lo bastante afortunado
como para recibir Su más alto castigo. Si alguien hace algo mal y
expresa su arrepentimiento, Su dulce y compasiva mirada irradia una
gracia tan inefable que la mente del transgresor cambia por completo
y se vuelve pura y feliz. Pero si se tiene la mente agitada con miedo
y orgullo hacia Sus palabras, hasta que no haya arrepentimiento se
siente una angustia terrible.
Una vez Pitaji se puso de mi lado e intercedió
por mi, pero Mataji dijo: "El castigo severo es concedido a
aquellos que son capaces de soportarlo. Si quieres tirar un árbol,
al principio tienes que usar un hacha; después puedes emplear un
machete o un cuchillo para cortar las ramas y tallitos. Así el
castigo ha de ser severo o pequeño, según lo requiera el caso."
Como alivio para los enfermos y afligidos Su bondad se
manifestaba de varias formas. En muchas ocasiones ha dicho: "No
hago ni digo nada con un motivo o por un esfuerzo de la voluntad. Son
vuestros pensamientos y deseos los que mueven a este cuerpo a decir o
hacer cosas para vuestro bienestar. A menudo veo lo que pasará o no
pasará en el futuro, pero las palabras no siempre me salen."
Hay demasiados casos para mencionarlos todos, en los que
chicos y chicas, hombres y mujeres han obtenido ayuda y alivio,
directa o indirectamente, en situaciones de enfermedad, en sus
negocios o profesiones, en sus exámenes o selección de estudios,
bodas y otros. Para liberar a la gente de las enfermedades de la
vida, se hacía heridas en Su propio cuerpo o se echaba sobre Sí el
sufrimiento de los pacientes. Tales casos son innumerables. También
hay frecuentes ejemplos en los que resultó que peticiones de
desconocidos, cuyas noticias le llegaban por terceros, producían una
imagen en Su mente del sufrimiento que padecían y eran aliviados de
su aflicción. Sri Ma nos ha dicho que cuando ha escuchado oraciones
para la reparación de la desgracia de una persona, el alivio de
alguna forma le llegaba. Muchas personas la vieron en sueños y
sintieron Sus bendiciones en las aflicciones o enfermedades.
Los padres de una chica que sufría parálisis se
acercaron a Mataji buscando la sanación. Le pidió a la muchacha que
rodase por el suelo. La chica no podía moverse: ni siquiera darse la
vuelta. Sri Ma estaba cortando nueces de betel en trocitos pequeños
para venerar a una deidad. Tiró unos trocitos a la chica y le pidió
que estirase su mano y los cogiese. Con gran dificultad consiguió
coger algunos. Después de esto la familia se fue. En la casa la
chica estaba echada en la cama. A la tarde siguiente escuchó el
estruendo de un coche que pasaba; de repente saltó de la cama y
corrió hacia él. Después gradualmente comenzó a moverse.
Un día un carruaje iba por la carretera que atraviesa
los campos de Ramna. Sri Ma me pidió que lo alquilara. Se montó en
él. El conductor era musulmán preguntó: "¿Dónde quiere ir?"
A tu propia casa "fue su pronta respuesta. Sin decir una palabra
condujo hasta su casa. Al llegar allí, encontramos que un anciano
estaba a punto de morir; los parientes lloraban a su lado. Sri Ma me
pidió que trajese unos dulces que se distribuyeron entre los
presentes, y entonces se fue. Supimos con posterioridad que el
anciano se había recuperado.
Sri Ma tenía además otras maneras de dar alivio a los
que sufren. Pidió a un enfermo que cerrase los ojos al anochecer y
que pusiese sus manos sobre algo. Llevando a cabo sus instrucciones
se recuperó. A veces le pedía a un paciente que comiese la comida
que le habían preparado a Ella y Ella se comía la dieta de enfermo
que le estaba destinada a él. En casos de fiebre o de graves
dolencias de estómago, los pacientes que seguían los consejos de
Sri Ma comían comida que no estaba considerada como beneficiosa por
sus médicos, con el resultado de que recuperaban su salud anterior
en nada de tiempo.
Cuando mi hijo tenía quince o dieciséis años, sufrió
de disentería durante diez o doce días. Sri Ma vino a verle una
noche. Desde esa noche comenzó a recuperarse, pero Ma tuvo
disentería durante algunos días. También se ha sabido, que
pacientes que no estaban destinados a venir a verla, violaban las
indicaciones de la Madre bien voluntariamente o por error,
presionados por las circunstancias a no seguirlas. En tales casos el
resultado final era previsible desde las formas de Mataji. Los
Sastras hindúes dicen que los resultados de nuestras acciones
pasadas en esta vida o realizadas en vidas anteriores, sólo pueden
neutralizarse con un trabajo firme en esta vida con ayuda de la
Gracia Divina. Pero un trabajo que provoque la intervención divina
es muy difícil de realizar, a no ser que algún santo por compasión
se preste voluntariamente a tales esfuerzos.
Sri Ma dice: "Mientras veáis este mundo objetivo,
la creación existe para vosotros. Hay conflicto en la medida en que
prevalezcan las nociones de tú y yo, felicidad y desgracia, luz y
oscuridad. Pon el énfasis en acciones que son expresión de tu
verdadera naturaleza, de tu propio deber innato como ser humano.
Cuando renuncies a las actividades inspiradas por los sentidos y por
los impulsos exteriores, tu Ser interior (anteratma) se
despertará. Entonces podrás fijar tu mirada en el Ser Supremo y
quedarás liberado de la atadura de la visión que percibe el mundo
de la dualidad."
* * *
En los primeros años de la vida de Sri Ma, las
oportunidades para Su educación eran más bien escasas y tampoco
Ella le prestaba mucha atención. Pero resultaba sorprendente que los
examinadores le hacían preguntas sobre los temas que había ojeado
por encima con antelación. Por este motivo se la consideraba una
alumna brillante en la clase. Desde su niñez no leía ningún libro
ni practicaba la escritura de motu propio. Aún así, Sus
conocimientos básicos tenían gran solidez. Aquello que estudiaba lo
dominaba a fondo.
Un día preguntó: "¿Qué es Italia?" Pocos
días más tarde un profesor de universidad italiano llamado Tucci
vino a verla a Shahbag. Había venido a visitar la Universidad de
Dacca. Preguntó una pregunta en inglés y hubo que traducírselo al
bengalí para Ella, pero antes de hacerse esto había dado la
respuesta adecuada en sánscrito.
Le solicitamos varias veces que nos diese una muestra de
Su escritura en bengalí. Dijo: "No escribo nada que tenga un
propósito a la vista. Cuando llegue el momento puede que la
obtengáis."
Afortunadamente en 1930, el 4 de Ashar, de 1337 en la
era bengalí, recibimos la muestra.
Hay muchas fotografías de Sri Ma, su número puedo ser
de varios miles. Lo que es sorprendente es que no hay dos iguales.
Sj. Subodh Chandra Dasgupta de Dacca, y Sj. Shashi Bhushan Dasgupta
de Chittagong, entre otros muchos fotógrafos, han hecho numerosas
fotografías. En Octubre de 1926 Shashi Bhushan vino a Dacca durante
la celebración de Durga Puja y algunos de nosotros fuimos juntos a
Shahbag a hacerle una fotografía a Sri Ma por la mañana temprano.
Al llegar allí resultó que nadie sabía donde estaba.
Finalmente descubrimos que estaba en una habitación oscura en estado
de samadhi. Se había dispuesto que Shashi Bhushan se
marcharía de Dacca esa misma tarde. Por eso estaba muy impaciente
por hacer la foto de Sri Ma esa mañana. Pedimos especialmente a
Pitaji que se acercase para pedirla permiso.
El mismo con mi ayuda sacó a Sri Ma afuera y la sentó
para una exposición y nos retiramos del campo de la cámara. Todavía
estaba en un estado de auto-absorción, con su cuerpo y sus miembros
flojos. Sospechando que podría haberse movido durante la exposición,
Shashi Bhushan utilizó dieciocho placas. Después se fue a
Chittagong. Con posterioridad nos escribió para decirnos que de las
dieciocho placas solamente la última era un buen retrato, que tenía
una esfera de luz en forma de luna en la frente de Sri Ma, y lo que
era aún más extraño, mi figura aparecía detrás de Ella. Doy aquí
un extracto de la carta que me escribió mucho después Shashi
Bhushan:
"Mientras se tomaban las fotografías de Ma, cargué
seis placas a la vez y en tres turnos se expusieron dieciocho
fotografías. En las primeras placas no había impresiones, solo una
esfera de luz cubría cada placa. Las siguientes mostraban algunos
contornos borrosos; solamente en la última placa la figura de Ma
salió con todo su relieve. Tu estabas bastante lejos mas allá del
alcance de la cámara y a un lado. Desde allí me hiciste la señal
para que abriese la exposición. Desde el comienzo mismo me sentía
nervioso al hacer las fotos, pues tenía la oscura sospecha de que
las cosas no iban bien, lo que me producía mucho malestar. Cuando se
expuso la última placa sentí mi corazón anegándose de alegría.
En ese momento comencé a aproximarme a los pies de Ma como mi único
refugio. Durante aquellos días el incidente que mencionó arriba me
dejó casi abrumado."
Cuando recibimos la fotografía en Dacca, la gente
sospechaba que había un truco del fotógrafo en el revelado. Pero
cuando abordaron a Sri Ma para hablar sobre el asunto, se expresó de
esta manera:
"Cuando
este cuerpo estaba echado en una habitación oscura en un estado casi
congelado, la habitación entera estaba iluminada. Cuando sacasteis
este cuerpo a la luz del sol, el resplandor estaba allí pero
gradualmente se fue encogiendo hasta convertirse en una esfera de luz
sobre la frente. Tenía la impresión en la mente de que en el
momento Jyotish
estaba de pie detrás de mi. Ahora sois vosotros los que tenéis
que juzgar que es lo que ha hecho que la
foto salga como ha salido.
ASHRAM
Todo el mundo sentía la necesidad de que hubiese un
Ashram en Dacca. Un día fui a Shahbag en una noche iluminada por la
luna, Sri Ma dijo: "Demos un paseo por los campos." Pitaji,
Mataji y yo salimos, nos sentamos sobre la hierba justo cerca del
lugar donde había un edificio en ruinas ( el lugar actual del Ashram
de Dacca). Del modo más humilde le dije a Ma que Shahbag era
propiedad del Nawab de Dacca, y como no nos sería posible celebrar
allí kirtana, puja, etc por mucho mas tiempo, era
necesario empezar un Ashram. Sri Ma respondió: "El mundo entero
está lleno de Ashrams, ¿que haréis con uno nuevo? Yo dije: "No
nos hace falta un gran proyecto; solo queremos un lugar pequeño
donde poder reunirnos alrededor de tus pies benditos y cantar
kirtana." Pitaji me apoyaba. Ma dijo: "Si os
sentís con ganas de erigir una construcción de este tipo, el solar
de la casa vieja que veis allí sería el mejor. Es vuestro viejo
hogar."
Rió y permaneció en silencio. En esa época había un
templo de Shiva en ruinas situado entre montones de basura, ladrillos
y piedras con jungla alrededor. El lugar estaba infestado de
serpientes. Después de que el edificio del Ashram fuese construido,
vimos muchas serpientes grandes allí. En aquella época Sri Ma solía
ofrecer leche y plátanos en el templo abandonado en determinadas
ocasiones.
Un lunes, ofreció leche sin refinar con cinco o siete
plátanos en una olla de barro. Después de siete días hacia las 9 o
las 10 p.m. Sri Ma fue allí y encontró la leche y los plátanos en
exactamente las mismas condiciones que cuando las ofreció. Ni una
sola hormiga había tocado la olla. Ma dijo que tomaría un sorbo de
ella. Mucha gente intentó detenerla, pensando que la leche podría
estar contaminada. Pero tenía que hacerlo a Su manera. Bebió un
sorbo y muchos tomaron Su prasada. Lo que permaneció en el
recipiente se quedó allí. A la mañana siguiente encontraron que
todo el contenido había sido lamido. No quedaba ni una gota.
Al preguntar nos informaron de que el templo de Shiva y
las tierras adyacentes pertenecían a la finca del Ramna Kali. Cuando
abordamos al sacerdote Sj. Nityananda Giri, dijo que no se desharía
de la propiedad por menos de 6,000/- Rs.
Cuando Niranjan fue transferido a Dacca meses más
tarde, intentamos reunir el dinero, pero no tuvimos éxito. Hacia
principios de 1927 guarde cama por una enfermedad grave. Un día
Niranjan vino a verme y dijo que el Zamindar de Gouripur, Sj.
Brojendra Kishore Roy Chowdhury había enviado 1,000/-Rs. Niranjan
añadió: "Primero intenta recuperarte pronto; después haremos
un esfuerzo para reunir más fondos." Niranjan recolectó más
dinero gradualmente, pero Nityananda Giri insistió en que se le
pagasen 6,000/-Rs. por la propiedad. Después de sufrir mala salud
durante más de un año y medio, reanudé mis obligaciones en el
Departamento Agrícola de Dacca. Inspeccionamos muchos solares para
construir un Ashram. Pero ninguno parecía más adecuado que el
sugerido por Sri Ma. Estábamos en un aprieto. A principios de 1929
Ma estaba en Calcuta. Sriman Benoy Bhushan Banerji fue allí y tuvo
una charla con ella sobre el comienzo del Ashram de Dacca. Cuando
regresó me contó sobre su conversación con la Madre, mis
esperanzas renacieron. Un día decidí que debía ver al sacerdote
del Templo de Ramna Kali y efectuar por fin la compra de la parcela.
Cuando salí de la casa vi la imagen de Ma flotando sobre mi cabeza,
lo cual me hizo convencerme de que nuestros propósitos se llevarían
a cabo. El sacerdote dijo: "Ya que sois incapaces de pagar la
gran suma requerida por una venta al cien por cien, hagamos un
contrato de arrendamiento de 500/-Rs. en concepto de salami y
300/-Rs.de renta anual. El templo de Kali también es vuestro.
Podemos hacer un arreglo permanente con posterioridad." Después
de un larga discusión se decidió finalmente arrendar la parcela por
el momento.
Naturalmente, un arreglo de ese tipo no gustó a muchos.
Pero si había que establecer algún Ashram, el lugar elegido parecía
ser el más apropiado para dicho propósito. El Ashram era para Sri
Ma; nosotros creíamos que Ella haría todo lo que fuese necesario
para ello. No tenía ningún sentido que especulásemos sobre el
futuro. Con estas ideas en mente alquilamos la parcela de tierra en
los términos que se nos ofrecían. Principalmente, Sri Mathura Nath
Basu, Nishikanata Mitra, Brindaban Chandra Basak tomaron parte en la
transacción. El 13 de abril de 1929 se le pidió a Sri Ma que
pusiese sus pies sobre el local en ruinas. Por aquel entonces
Niranjan estaba llorando la prematura pérdida de su esposa. Pero se
las arregló para estar presente en la ocasión. Alrededor de dos
meses más tarde también él abandono este mundo. Con el dinero que
recogió mediante colectas, se echaron los cimientos del Ashram.
Dondequiera que él y su esposa puedan estar ahora en el otro mundo,
su conexión con Sri Ma continúa hasta hoy. Al menos yo así lo
creo.
Respecto al Ashram, Mataji dijo: "Un Ashram quiere
decir un lugar sagrado que inspira pensamientos divinos en el ser
humano. Todos sus residentes deben esforzarse mucho por mantener la
atmósfera pura mediante la oración continua, sadhâna, los
nobles pensamientos, la meditación y los discursos religiosos. En un
lugar así bastaría con que hubiera unas pocas chozas cubiertas de
paja para que los residentes vivieran en ellas". Y fue debido a
esto que una pequeña choza se erigió para Ma.
Los movimientos de Sri Sri Ma y el juego de sus diversos
estados de ánimo van mas allá de la capacidad de comprensión
humana. Es inútil intentar impedir lo que Ella se propone hacer o
preguntar por qué su acción toma un curso determinado. El dos de
mayo de 1929 Sri Sri Ma entró en el nuevo Ashram de Ramna. Había
gritos de alegría por todas partes. Sj. Baul Chandra Basak trajo
guirnaldas y pulseras de flores y vistió a Ma como a Krishnaji. Ella
también parecía estar en un estado de ánimo lúdico. Pero yo
permanecí ajeno, observando sus movimientos. Me pareció que en
alguna parte estaba acechando misteriosamente la sombra de una nube.
La sonrisa y la visión de Ma parecían estar yendo a la deriva hacia
lugares alejados. Regresé a mi casa a las dos de la mañana. Al día
siguiente hacia el anochecer Pitaji visitó nuestra parte del
pueblo. Alguien vino con el recado de que Pitaji era requerido
en el Ashram de inmediato. Lo acompañé. Serían las diez o diez y
media de la noche. Encontramos a toda la gente del Ashram bastante
triste y deprimida. Una sombra de ansiedad oscurecía todas las
caras. Sri Ma estaba sentada al aire libre fuera de los límites del
Ashram. Nos dijeron que había salido del Ashram muy temprano al
amanecer. Hasta las 10.30 p.m. Se había pasado todo el tiempo dando
vueltas por los campos.
Al ver a Pitaji, Mataji dijo: "Deja que este
cuerpo haga un viaje con su padre; tú puedes quedarte en el Ashram
por favor". Pitaji después de muchas protestas dio su
consentimiento y dijo de repente impulsivamente: "Hágase tu
voluntad." Muchos acompañaron a Ma a la estación. Pitaji
y yo nos quedamos, pero después de un rato fuimos allí también.
Pitaji intentó por todos los medios disuadirla del proyecto,
expresando su desaprobación. Pero Ma permaneció firme.
El tren para Mymensingh estaba listo. Sri Ma entró.
Pitaji me pidió que me subiese a otro compartimento no fuese
a ser que Ma quisiese detenerme. Obedeciendo estas instrucciones la
acompañé.
Después de partir para Mymensingh sobre la medianoche
con solo un taparrabo puesto y sin informar a nadie de mi familia de
mi repentina salida, hubo una gran lucha en mi corazón. Apenas
encuentro palabras para describirla. Al sol se le llama fuente de
toda vida y actividad y al terminar la noche, con los rayos del sol
matinal, las exigencias de la oficina y de la vida familiar
reavivaron los recuerdos de infinitas obligaciones que me estaban
aguardando. ¡Qué esclavos de la rutina somos! Las cadenas del mundo
son demasiado rígidas y demasiado sutiles para romperlas en dos. Mi
mente estaba extrañamente nublada con pensamientos oscuros sobre las
obligaciones de ese día, incluso cuando tenía una oportunidad única
de sentarme a los pies de Sri Ma. Año tras año había anhelado
tocar esos pies, y Ella me había arrebatado prácticamente de las
fauces de la muerte. Me parecía que nuestra atención, reverencia y
amor no eran sino impulsos emocionales fugaces; en realidad veneramos
secretamente nuestros deseos egoístas. Sri Ma también dice:
"Vuestras expresiones de amor y reverencia flotan sobre vuestro
cuerpo y mente como ráfagas de viento. A no ser que la cámara
interior de vuestra alma se abra para dejar que entre una corriente
libre de verdadera devoción, ¿cómo podríais ofrecer la verdadera
cosa en lugar de una mera apariencia?"
Al llegar a Mymensingh, le pregunté a Ma: "¿A
dónde te gustaría ir a continuación?" Su respuesta fue: "A
las colinas." Dije: "La estación de las lluvias ya esta
bien entrada; ¿Sería recomendable ir a las colinas con tu anciano
padre en esta época? Si quieres pasar una época de retiro, vayamos
a Cox' s Bazar en la costa." Sri Ma permaneció en silencio.
Lo que ocurre normalmente es que Ella da una instrucción
o sugerencia una sola vez. Si la llevamos a cabo en seguida, sin
vacilar, al final resulta que es lo mejor para nosotros; de otro modo
o quedamos decepcionados con el resultado o caemos en dificultades
imprevistas.
Hablamos entre nosotros sobre dónde deberíamos ir a
continuación y decidimos partir para Cox Bazar en el tren de la
noche. Al llegar a la estación de Ashugunj había una severa
tormenta. Sri Ma dijo: "La furia de la tormenta es una
insignificancia comparada con la que veréis mañana." En
Chittagong nos embarcamos en el vapor para Cox's Bazar. Cuando
llegamos al mar en la boca del Karnafuly, se levantó una severa
tormenta. Había un vaivén considerable, las olas comenzaron a pasar
sobre la cubierta. Los pasajeros gritaban de miedo, pero la alegría
de Sri Ma ante la visión del mar agitado no tenía límites.
Contemplando el juego de la tormenta con las olas, dijo:
"¡Escuchad el kirtana ininterrumpido que esta sucediendo
allí! Si el hombre desea asegurar su elevación espiritual, debe
recordar constantemente el Nombre de Dios, cantar a Su gloria e
intentar escuchar Su poderosa voz a través de todos los desórdenes
de la vida en este mundo."
Fuimos del bazar de Cox a Adinath. Sri Ma se quedo allí.
Yo regresé a Dacca. Tras unos días Pitaji fue a Adinath y
llevo Mataji a Calcuta. Desde allí Ella continuó con su padre hacia
Hardwar.
Más tarde viajó a Sahasra Dhara (Dehradun), Ayodhya,
Varanasi, Vindhyachal y Nawadwip. De allí regresó a Calcuta con
Pitaji y luego continuó hacia Chandpur. Me la encontré
cuando Ella iba desde Nawadwip camino de Calcuta. Supe que entonces
se encontraba comiendo sólo algunas frutas y un vaso de limonada y
que llevaba ya varios días así, echada en el suelo día y noche,
absorta en sus propias meditaciones. También me di cuenta de que se
movía mecánicamente como una muñeca arrastrando un cuerpo hecho de
arcilla pero empujado por una mano invisible. Al encontrarla en ese
estado llegué a la conclusión de que cuando la Divinidad adopta un
cuerpo visible en la tierra, tiene que comportarse como un mortal
ordinario en obediencia a las leyes de este mundo material ilusorio.
Tras unos días, ambos Mataji y Pitaji vinieron
de Chandpur a Dacca y se quedaron allí en el Ashram de Siddheshvari.
Pitaji cayó gravemente enfermo. Tras mucho sufrimiento,
cuando ya se encontraba camino de recuperarse, Mataji cayó en cama.
Esto ya se ha descrito antes.
En octubre de 1929 la imagen de Kali se trasladó a una
nave de hierro ondulado construida para este propósito en el Ashram
de Ramna. En 1930 robaron todos los adornos de oro de la deidad
llegando el ladrón a romperle la muñeca.
Surgieron dudas sobre si se podía venerar a la imagen
rota. Se consultó a muchos pandits sobre este punto.
Mahamahopadhyaya Panchanan Tarkaratna dijo: "Ya que la imagen de
Kali no fue sumergida por orden de una persona santa después de la
puja anual, también se deberían seguir sus indicaciones en
este caso especial, aunque bajo circunstancias normales no se permite
la veneración de una imagen rota." De acuerdo a las
indicaciones de Sri Ma la imagen fue restaurada y venerada.
Mucho antes, cuando señalé a Sri Ma que la
construcción del templo era necesaria para albergar la imagen de
Kali, Ma respondió: "Espera un año más. "Pasado un año
de esta respuesta, hacia principio de 1931, gracias a los mejores
esfuerzos de Sjs. Bhupati Nath Mitra y Nagendra Nath Roy, se puso la
piedra fundacional del templo. Cuando se cavó una zanja para colocar
los cimientos, se descubrieron, cuatro o cinco tumbas, grandes y
pequeñas, cada una de las cuales contenía un esqueleto, algunos
sentados y otros echados.
En relación a esto, Sri Ma me dijo: "Todo el lugar
tiene una santidad propia, por haber sido residencia de unos
samnyasis en el pasado. Tu fuiste uno de ellos. He visto a
algunos de los santos moviéndose en los campos de Ramna. Estos
sadhus desean que se construya algún templo sobre sus tumbas
para que los hombres puedan venir y rezar a Dios aquí y mantener la
pureza del lugar para beneficio de la gente. Por esta razón se ha
dispuesto que tu levantes un Ashram aquí. Los que han participado en
la tarea han tenido que tener algún tipo de asociación con los
santos difuntos."
Le pregunté a Ma: "¿Si yo fui un samnyasi
por qué tengo que trabajar tan penosamente ahora?" Su respuesta
fue: "Hasta que el fruto del karma no está exhausto tenemos que
continuar el trabajo que no hemos terminado."
Mientras Ma estaba en Shahbag antes de que el Ashram de
Dacca fuera comenzado a construir, había un kirtana casi cada
noche; se prolongaba hasta muy tarde los días de luna llena o de
luna nueva. Un día de luna llena estaba echado sobre mi cama. Eran
las 11 p.m., y estaba muy despierto. Durante largo tiempo una dulce
melodía llegaba flotando a mis oídos, repitiendo estas dos
estrofas:
Hare Murare Madhukeitabhare,
Gopala, Govinda, Mukunda Saure.
Se me ocurrió pensar que Sri Ma estaría cantando la
canción en Shahbag. Sonaba como Su voz. A la mañana siguiente supe
que Ma había estado realmente cantando esos versos entonces. Cantó
solamente esas dos estrofas una y otra vez.
Me sentí realmente desgraciado. Aunque Sri Ma había
estado intentando atraerme a la belleza divina del kirtana,
apenas mostré interés por ello.
Una noche fui a Shahbag con Niranjan. Había kirtana.
Ma dijo: "Aquellos de vosotros que no habéis participado en el
kirtana, cantad juntos el nombre de Dios. "Niranjan y Yo
cantamos con unas voces muy apagadas, casi inaudibles debido a
nuestra timidez natural. Pero sentí un remordimiento sincero por no
haber podido llevar a cabo los deseos de Ma al completo.
De repente dijo: "Hoy es sábado, mañana será
domingo: ¿por qué no os sentáis juntos y pasáis algunas horas de
la noche cantando kirtana? Niranjan regresó a su casa. Yo
pasé toda la noche en Shahbag cantando kirtana. En las
primeras horas de la mañana, Ma comenzó a cantar con una melodía
mañanera:
"Hari, Hari, Hari, Hari, Hari, Hari, Hari bol."
Despertó en mi una nueva inspiración. Desde ese día
en adelante pude sentir que en la cultura religiosa kirtana
era un lugar mucho mas elevado que otros ritos y prácticas
religiosas. La práctica actual de cantar kirtana en el Ashram
cada noche del sábado comenzó en noviembre de 1926. Ese día, junto
al nombre de "Hari" se añadió por primera vez la
palabra "Ma"(Madre). A los pocos días se organizó el
kirtana por turnos en las casas de uno u otro de entre los
devotos de Ma cada día de la semana.
Durante el kirtana en Shahbag las palabras "Hari
bol" figuraron de forma prominente. Llegué a sentir que
puesto que Sri Ma es el objeto supremo de nuestros pensamientos y
adoración, todas las oraciones de nuestra alma van dirigidas a Ella
y por lo tanto la palabra "Ma" debería ser un elemento
básico de nuestro kirtana. Le expresé estos pensamientos a
algunas personas, pero no prestaron atención a lo que dije. Yo mismo
no podía cantar bien. Así que tuve que abandonar el tema durante un
tiempo.
Cuando Sriman Anathbandhu y Brahmachari Kamala Kanta se
unieron al Ashram de Dacca, les pedí que introdujesen gradualmente
la palabra "Ma" en los kirtana. En esa época, Sj.
Kulada Kanta Banerji vino a Shahbag. Sentía un profundo respeto por
la realización de ritos y rituales hindúes y estaba bien versado en
ellos. El también dudó a la hora de introducir tal innovación en
el kirtana. En cualquier caso, se combinaron los nombres de
"Hari" y "Ma" en algunas canciones. Es realmente
difícil alterar los hábitos establecidos, el maquillaje mental y
los ánimos de la expresión. Especialmente en los asuntos
religiosos, permitirse pensar según los cánones habituales es un
asunto bastante fácil para la mayoría de la gente. Además,
liberarse de las cadenas de la tradición requiere una fuerza de
voluntad considerable.
En esa época razonaba conmigo mismo de esta manera:
"Intentamos concentrar nuestra atención sobre la figura de Ma,
todos nuestros deseos nos conducen a tocar el polvo de Sus sagrados
pies. Una imagen de Su cara flota sobre el ojo de nuestra mente,
nuestras orejas se esfuerzan al máximo para atrapar cada una de las
sílabas que salen de Sus labios, todo nuestro amor y reverencia
fluyen en una corriente continua hacia Su Gracia. En tal estado de
mente, si durante el kirtana cantamos: "Prana
Gauranga, Nityananda,( Gouranga, Nityananda es mi vida) Eso he
Gour, boso he amar hriday prangane. ( Ven, oh Gour, siéntate en
la cámara de mi corazón)"y rodamos sobre el suelo abrumados
por la emoción, ¿puede haber armonía y ritmo entre nuestra canción
y el fluir de nuestro amor y reverencia?"
El objetivo de toda veneración o concentración es el
de dar a todas las múltiples tendencias una única dirección,
desviar todos los deseos y anhelos débiles y dispersos hacia el Ser
Divino que se venera. Bajo estas circunstancias si, en vez de
permitir que nuestros sentimientos y pensamientos escapen flotando en
bellas metáforas del pasado remoto evocados en temas, tonadas y
melodías variadas de canciones tradicionales, intentamos
concentrarnos en la Presencia Viva de la Madre a través de
pensamientos, melodías y canciones que lleven Su nombre y sus
metáforas personales que tienen un atractivo constante para todos
nosotros, una nueva inspiración reavivará nuestra adoración y
kirtana. Podremos alcanzar la concentración y atraer Su
Gracia.
Si tenemos la intención de ser verdaderos devotos de
Sri Ma, deberíamos ser capaces de reavivar en el kirtana con
solo el nombre de "Ma", el ardor y la fuerza, la belleza y
la armonía de los compositores vaisnavas de antes. La palabra "Ma"
es una palabra que se forma espontáneamente en los labios de un niño
desde su nacimiento. Es el derivado natural de Om y es el aliento de
nuestra vida. El primer llanto de un niño cuando emerge de la matriz
de su madre, es "Om-Ma", que es lo mismo que "Om".
Es el único sonido-símbolo que todos los seres humanos tienen para
atraer la atención de la madre sobre su hijo.
Si creemos realmente que Sri Ma es la Deidad que preside
nuestro mundo, entonces un kirtana con el nombre de Ma debería
ser el modo más fácil y natural de veneración para nosotros.
Sobre esta época compuse la siguiente canción,
añadiendo el nombre de "Ma" al kirtana habitual. Su
traducción dice así:
En la alegría y la pena, en la felicidad y la desgracia
Llama Ma, Ma, Ma, Ma, Ma,
Ma, Ma, Ma, Ma, Ma, Ma, Ma, Ma,
Ma, Ma, Ma, Ma.
Cuando el niño sale de la matriz de su madre,
La Madre le coloca en su regazo
y le inicia en el mantra Om.
Aprende a balbucear Ma, Ma, Ma.
Aprendes a ponerte de pie sobre tus propias piernas,
Y llegas gradualmente a olvidar la primera palabra,
con la que comenzó tu vida.
Por eso buscas en los Vedas y
Tantras, para encontrar
El límite de la ilimitada "Ma".
Si alguna vez deseas conocer la verdad de
tu corazón,
Funde todos los nombre y las formas en el mantra "Ma",
Di siempre Ma, Ma, y deja que tus ojos
naden inundados de lágrimas,
Encuentra en Sri Anandamayi Ma el refugio final
del viaje de tu vida.
A principios de 1928, yo estaba en Giridih. Una mañana
vinieron a verme ambos Pitaji y Mataji. Les señalé que
nuestro Ashram debería tener una manera especial de oración con un
sonido-símbolo divino específico, igual que todo Ashram tiene su
forma específica de kirtana. La persona única alrededor de
la cual todas las actividades de los Ashram giran, debería servir
como centro para dar una dirección unitaria a todos los bhajanas
y kirtanas que se celebren allí. Cuando se establezca esta
armonía, nuestros esfuerzos de elevación espiritual recibirán un
nuevo impulso. Se compusieron varias canciones de kirtana con
la combinación de "Hari" y "Ma", y
se estableció que se debería enviar una canción a Kulada Dada en
Dacca. Después de que Sri Ma partiese, cuando estaba a punto de
enviarle la canción, sentí una urgencia interior de intentar una
nueva melodía exclusivamente con el nombre "Ma". Los coros
salieron de la siguiente forma:
Ma, Ma, Ma, Ma, Ma, Ma, Ma,
Llama ( dako ) Ma, Ma, Ma, Ma,
Di ( bolo ) Ma, Ma, Ma, Ma,
Canta ( gao ) Ma, Ma, Ma, Ma,
Adora ( bhajo ) Ma, Ma, Ma, Ma,
Repite ( japo ) Ma, Ma, Ma, Ma,
Llama, di, canta, adora, reza Ma, Ma, Ma.
Cuando se la enviaron a Kulada Dada en Dacca, escribió
para decir que la composición había impresionado mucho y que se
había introducido en el kirtana del Ashram.
Este fue el comienzo de una nueva forma de kirtana
con el sonido-símbolo "Ma". Sin un sentido de deseo
entusiasta por obtener la Gracia de la Madre durante Su ausencia, no
se podrían haber realizado. Cuando se compusieron estas canciones,
Sri Ma estaba lejos de Dacca durante varios meses. Sus devotos
estaban atravesando un dolor agudo por la separación. Su intenso
deseo de volver a tener a Ma entre ellos hizo que aquellas canciones
fuesen ¡tan dulces y conmovedoras!
Después de que se construyese el Ashram de Ramna, se
cantaron durante el tiempo de bhajana, los himnos sánscritos
que habían emanado de labios de Sri Ma durante su estado de profunda
concentración. Hacia finales de 1931 ( Agrahayan 1336 B. E. ) Ma me
llamó a su lado y dijo: "Los himnos que recitáis durante el
tiempo de bhajana están incompletos, debido a tu incapacidad
para anotar todas las palabras que salieron de mis labios. ¿No
puedes intentar hacer otra composición?"
Tomé Su sugerencia y llegué a la conclusión de que
una canción en bengalí tendría mayor atractivo que una en
sánscrito, para una congregación bengalí. Inspirado por Ella, la
siguiente canción cobro forma una noche sobre las 3 a.m. La
traducción de la canción es como sigue:
!Gloria a Ti, Sri Anandamayi Ma, sagrada y eterna
moradora
del corazón!
Tu brillo, Madre Nirmala, ilumina el universo,
las virtudes celestiales irradian de Ti, Oh Madre.
Reina de la gloria divina, Gouri, svaha, svadha,
Om eres
Tú Oh Madre.
Divinamente agraciada, eres la Realidad absoluta,
belleza
suprema y perfecta, Oh Madre.
El sol y la luna adornan Tu rostro, los cielos
infinitos coronan Tu cabeza, el universo entero es Tu
forma gloriosa, Oh Madre.
Tu eres el brillo de las riquezas del mundo, dulzura
encarnada,
radiante de esplendor, Oh Madre.
Eres encantadora como Lakshmi lo es para Vishnu, eres
paz, tranquilidad y misericordia; todos los dioses y
diosas
emanan de Ti, Oh Madre.
Otorgadora de felicidad y bendición, concesora del
amor,
sabiduría y liberación eres Tú, Oh Madre.
Dando a luz al mundo, Tú eres la que lo cuidas y
preservas
y finalmente lo devuelves hacia Ti.
Tú eres la vida misma de Tus devotos, Gracia encarnada,
Salvadora de los tres mundos, Oh Madre.
Hechizo de todo conocimiento, encantadora de yoguis: los
terrores
de la vida se disipan ante Tu presencia, Oh Madre.
Tú eres el alma de todos los mantras, la reveladora de
los
Vedas, impregnando todo el universo, Oh Madre.
Estas hecha de formas y cualidades, y sin embargo
también eres informe
y mas allá de toda descripción; radiante de amor y
felicidad,
Oh Madre
Conmovido por tu toque, el universo entero, animado e
inanimado, canta eternamente Tus alabanzas, dulce Madre.
Unámonos todos y desde nuestros corazones ofrezcamos
obediencia a
Tus sagrados pies; salve, salve y de nuevo salve, a Ti,
Madre.
DE CAMINO A UNA NUEVA VIDA
Desde mi primer encuentro con Sri Ma, Su siempre alegre,
sencillo y tranquilizador semblante inundó mi vida de un encanto tan
inefable que, incluso en medio de variadas distracciones y emociones
por las que pasé, llegué a olvidar mis preocupaciones y
tentaciones.
Un solo deseo me consumía - obtener una partícula de
Su Gracia. Como las olas que suben agitándose en el océano, hubo
una profunda explosión en mi corazón cuyo estruendo buscaba día y
noche Sus pies ahogando todos los alborotos mundanales. A veces si
podía gritar "Ma, Ma "como un hombre loco y
derramar lágrimas por Ella y cantar Su gloria, encontraba un gran
alivio. Pero esas oportunidades rara vez las encontraba en casa.
Como había visto en el cuerpo físico de Sri Ma varios
bhavas sin precedentes, en Su presencia quedaba impresionado
con gozo y asombro. Ante Ella llegué a sentir que no era sino un
niño o un mendigo pobre y desamparado, un ser completamente
inapropiado para estar sentado a Sus pies. De hecho, en toda mi vida
nunca me he sentado en Su presencia. Siempre solía estar de pie a
cierta distancia. Cada mañana tenía la suerte de tener el primer
darsana de Sus pies, porque muy poca gente podían ir al
Ashram tan temprano. Algunas mañanas encontré a Ma sentada
ociosamente a un lado de la cama con toda la languidez del sueño
todavía sobre Sus párpados. A veces Sus brillantes ojos y Su cara
dulce parecían irradiar profusamente afecto y gracia maternales
sobre todos los hombres; en otras ocasiones Su aspecto al amanecer
portaba toda la serenidad y gracia de un precioso cielo de otoño
matinal, infinitamente brillante y, sin embargo, bastante aislado de
las cosas del mundo. La expresión de Su cara cambiaba constantemente
con las transformaciones que se producían en Sus pensamientos y
emociones interiores. A veces parecía una anciana. Otras, en medio
de sus juegos alegres y de las risas sonoras de una niña regocijada,
de repente asumía un aspecto tan serio, pensativo y determinado que
nos imponía respeto y miedo. En ese estado Su cuerpo adquiría unas
dimensiones tan inusuales, Su cara tenia una expresión tan solemne
que nos hacía sentir que la Madre Rudrani había tomado posesión de
todo Su ser. En tales ocasiones Su risa salvaje, Sus ojos vueltos y
los movimientos de Sus miembros - todos conspiraban para provocar
terror en nuestros corazones. Sin embargo después de un rato se
restauraban Sus expresiones habituales de alegría y dulzura.
Sin embargo en todo momento, me sentía tan
irresistiblemente atraído hacia Ella que si dejaba de ir a verla un
día, me sentía molesto y mi mente buscaba la primera oportunidad
para obtener cobijo y reposo a Sus pies. Me parecía que Ella siempre
estaba llamando a mi alma: "Ven, ven a mi," y que me estaba
constantemente observando, con Sus ojos siempre atentos a mi
verdadero bienestar.
Muchos días intenté con una fuerte voluntad borrar
todo pensamiento sobre Ella, pero Ella se burlaba de cada uno de mis
intentos perversos y capturaba mi mente y mi razón mucho más. Tales
intentos me dejaban exhausto y me quedé mudo e inerte como un terrón
de barro. No podía encontrar ningún medio para apagar mi sed de
afecto de Sri Ma. Así empece a debilitarme y mi cuerpo se aceleró
hacia la crisis.
Finalmente, el cuatro de Enero de 1927, caí enfermo. Al
principio comencé a sentir un dolor agudo en la zona del corazón.
Ninguna medicina me podía aliviar. Sri Ma vino a verme un día y
pasó Su suave y tranquilizadora mano sobre mi pecho. Mi dolor
disminuyó al tocarme. Pero la enfermedad continuó tomando un cariz
más y más serio. El doctor dijo que había desarrollado phthisis.
Pocos días más tarde Ma vino a verme una noche, se sentó en un
lado de mi cama y dijo algo para Sí Misma. Mucho después supe por
Ella lo que le había dicho a la enfermedad: "Ya has hecho lo
que has podido. Detente de ahora en adelante." Desde ese día
Sri Ma dejó de venir a verme. Durante los últimos meses de agudo
sufrimiento no tuve la suerte de verla.
Era necesario para mi. El intenso deseo de verla me
hacía olvidar el dolor debido a la enfermedad. Mi mente esos días
giraba en torno a Sus pies día y noche. Impregnaba todo mi ser por
dentro y por fuera. Más tarde supe que Sri Ma había dicho un día
en Shahbag, que Ella era la sangre que estaba en los labios de toda
la gente. Al oír este comentario Pitaji vino enseguida a
verme por la noche. Por entonces vomitaba sangre y mis fuerzas se
habían casi acabado. En muchas ocasiones Ma solía guiarme con Sus
sugerencias hacia un remedio, bastante antes de que la informasen
verbalmente sobre los cambios que acaecían en mi enfermedad.
Una noche tuve una crisis muy aguda. Los doctores que me
atendían declararon mi caso irremediable. Eran las 2 a.m. Llovía a
mares con un ruido ensordecedor. Los perros ladraban haciendo más
temible la oscuridad. Comencé a ver visiones espantosas, todo el
vello del cuerpo se me puso de punta. En ese momento vi tan claro
como la luz del día a Sri Ma sentada en el lado derecho de mi
almohada. Una agradable sorpresa se deslizó sigilosamente hacia mi.
Antes de que el primer momento de asombro se disipase, la encontré
pasando Su mano por mi cabeza. ¡Era tan tranquilizador! En un
instante caí profundamente dormido.
Desde ese día en adelante, durante unos ocho o diez
meses, el tiempo que estuve confinado en la cama, siempre sentía que
Ma estaba sentada en mi cama cerca de la almohada con una cara muy
tranquila y serena y no quería entregarme a la muerte.
A veces cuando durante horas seguidas no podía soportar
el dolor de la tos seguido de escupir sangre, solía repetir el
nombre de Ma y pronto la intensidad del dolor disminuía.
Durante mi enfermedad Sri Ma pidió a Brahmachari Jogesh
que fuese durante un año al oeste de la India y que viviese solo de
limosnas, sin ninguna residencia fija. Posiblemente lo hiciese con la
intención de desviar algunos de mis sufrimientos.
Después de algunos meses de enfermedad, mientras
ocupaba una casa del gobierno cerca de Shahbag, Mataji partió hacia
Hardwar para asistir a la Kumbha Mela. Mi estado sufrió una segunda
recaída y se le envió un telegrama a Hrishikesh. Pero no vino. Supe
más tarde que cuando Pitaji estuvo preocupado por mi, Ella le
dijo: "He visto a Jyotish sentado en mi regazo, sin darle mucha
importancia a su enfermedad."
Después de unos cinco meses de tratamiento quise probar
cuanta fuerza había adquirido con el tratamiento médico. Intenté
andar unos pocos pasos apoyado contra la pared de la habitación. El
esfuerzo me causó esa misma noche un abundante vómito de sangre.
Cuando le informaron al doctor, dejó instrucciones a los habitantes
de la casa de que debía estar echado sobre la cama sin moverme.
Cuatro o cinco días después Sri Ma regresó a Dacca y
vino a verme. Preguntó: "¿Cómo te sientes ahora?" Dije:
"No tengo mucho dolor, pero me siento muy incómodo debido a no
haber podido tomar un baño frío durante mucho tiempo." Era el
mes de Vaisakh ( Mayo). El calor era asfixiante. Ma se sentó
un rato y luego se fue. Al día siguiente sobre la 1 p.m. Volvió a
venir con Pitaji. En aquel momento todos los de la casa
dormían. Mi hija, de 11 o 12 anos, que le había sido encomendada
vigilarme, también se había quedado profundamente dormida. Sri Ma
dijo: "Querías bañarte; si te apetece, hay un depósito allá
a lo lejos, vete y tómate un buen baño."
Ese depósito estaba alejado unas 60 u 80 yardas. Tan
pronto como escuché la voz de Sri Ma, esta infundió una nueva
fuerza de amor y devoción hacia Ella en mi frágil cuerpo. Mi cuerpo
entonces no era sino un esqueleto. La advertencia del doctor de no
abandonar mi cama atravesó mi mente por un instante y después se
desvaneció. En este estado mientras me tambaleaba intentando ponerme
de pie y coger otro taparrabo para ponérmelo después del baño,
Pitaji rápidamente me sujetó y me llevó hacia el depósito.
El suelo de mi casa estaba unos 4 pies por encima del nivel del
suelo. Bajé las escaleras y anduve todo el trecho. Era un depósito
de reserva con el Hostal musulmán de la Universidad situado en una
de sus orillas. También había un letrero puesto por el departamento
P.W., al efecto de no ser utilizado para bañarse o lavar. Pero ese
día no se veía ningún habitante del hostal. En mi casa además
todo el mundo dormía. Bajé al depósito y me di un delicioso baño.
Al regresar a mi vivienda extendí la ropa mojada en el tendedero de
secar la ropa y me eché en la cama para descansar.
Tan pronto hube yacido sobre el cubrecama mi hija se
despertó. Encontró a la Madre sentada a su lado. Al atravesar el
césped para darme el baño, muchas semillas espinosas (chorkannta)
se quedaron adheridas al taparrabos que llevaba. Cuando mi sirviente
Khagen vio el paño tachonado con aquellas semillas espinosas, su
deducción natural fue que había andado por el césped a mediodía.
Esto le fue comunicado a mi esposa, la cual enseñó el paño a Sri
Ma y se quejó de que yo hubiese andado por el césped a mediodía
contra la prohibición expresa del doctor.
Sri Ma se rió sin decir una palabra. Yo estaba
sorprendido, preguntándome cómo pude haber andado a través del
césped al descubierto para darme un chapuzón en el depósito a
plena luz del día pasando bastante inadvertido para todos, y cómo
pude tener fuerzas para soportar un esfuerzo así. Era una proeza más
allá de toda comprensión. Después de tres o cuatro meses, cuando
abandoné Dacca para cambiar a un clima más saludable, le conté a
Niranjan todo el asunto. Con posterioridad, cuando después de
recuperarme reanudé mis obligaciones en la oficina, declaré el
hecho a mis médicos que no daban ningún crédito a la historia. Mi
esposa al principio tampoco se lo creyó. Cuando les describí la
historia completa terminaron finalmente por creérsela.
Mientras la enfermedad estaba en plena actividad,
desarrollé una apetencia muy fuerte de comer arroz hervido. Los
médicos que me atendían no me permitían que lo tomase. Niranjan
hizo un ruego a la Madre, diciendo: "Ma, Jyotish quiere tomar
arroz hervido; los doctores no lo permiten. Si muere, tendremos una
gran aflicción por no haber podido satisfacer este deseo suyo antes
de su muerte." Sri Ma se rió y dijo: "Si Jyotish tiene un
deseo vehemente de tomarlo, deberían darle arroz." A los pocos
días Pitaji trajo arroz hervido de Shahbag y me lo dio comer,
pero nadie se dio cuenta.
En aquellos días Sri Ma solía venir a verme una vez al
día. Una mañana vino muy temprano y después de marcharse,
Brahmachari Kamalakanta me trajo unas flores de champak. Miré
a las flores con pesar, porque no tendría la oportunidad ese día de
ofrecérselas a los pies de Ma con mis propias manos. Por la tarde
Kulada Dada me trajo una rosa preciosa. El mismo doloroso pensamiento
se repitió. La rosa quedó sobre la mesa junto a las flores de
champak. El que unas flores tan bonitas no pudiesen ser
depositadas a los pies de Ma me desilusionaba mucho. Justo en ese
momento entró de repente en mi habitación, fue hacia la mesa y se
reclinó hacia la izquierda. Me miró durante tres o cuatro minutos
bastante abstraída y luego se marchó. Pensé que se había llevado
las flores. Faltaban ambas. Al día siguiente cuando vino le pregunté
sobre ello: "No sé con certeza lo que me llevé, pero debí
haberme llevado algo de aquí. Fui a casa del Zamindar de Dhankora y
le di algo a una mujer que estaba allí. Después fui a casa de un
vicemagistrado donde había una mujer enferma y también dejé algo
allí." Más tarde, supe que en la primera casa había dado la
rosa y en la segunda una flor de champak. La mujer enferma se
recuperó pronto.
A este respecto Sri Ma dijo: "La intensa añoranza
de lo Divino es el núcleo de toda veneración, de toda oración. En
nuestro corazón yacen manantiales eternos de poder divino y en cada
esfuerzo están las raíces de los impulsos creativos, preservadores
y destructivos del Ser."
Acabo de recordar otro incidente. Durante mi enfermedad
Pitaji ordenó que cada día se me enviase desde Shahbag
prasada de arroz; pero este se ofrecía en el templo solamente
sobre las dos p.m. y el prasada solía llegar a mi casa mucho
más tarde. En casa todos se molestaron al verme esperando el prasada
hasta tan tarde. Un día concreto se hizo una crítica adversa en mi
casa sobre toda la organización. Me produjo tanto malestar que
llegué a sentir que no había necesidad de que me trajesen prasada
en medio de tanto disgusto y crítica entre los miembros de mi
familia. El día transcurrió; eran las 2 de la noche. No llegó
ningún prasada desde Shahbag. Se me ocurrió que mi
reticencia a recibir prasada entre tantos disgustos era, lo
más probable, la causa de que se hubiese dejado de enviar. Lloré y
lloré sobre mi cama y el prasada llegó en media hora. Supe
que Sri Ma se acababa de levantar de la cama y ordenó: "Vete
rápido, llévale prasada en seguida a Jyotish." Se me
dio a entender más tarde que cuando durante el mediodía precedente
buscaron el permiso de Sri Ma para que se enviase el prasada
como de costumbre, Ella dijo, "No". De modo que la práctica
de enviarlo quedó interrumpida. En conexión con esto Sri Ma dijo:
"No hago nada por propia voluntad; vosotros reís y lloráis de
acuerdo con vuestros impulsos y vuestros deseos se cumplen."
Durante mi enfermedad fui a Vindhyachal para cambiar de
aires. Sucedió que me encontré de camino a la Madre en Calcuta y le
pedí que fuese allí también. No quiso. Al llegar a Vindhyachal me
pasé toda una noche llorando por Ella. Tan solo un día después
llegaron allí Mataji y Pitaji.
En relación con esto Sri Ma señaló: "La
aspiración de toda práctica religiosa es sublimar todos los
impulsos egoístas y darles una dirección unificada hacia la
Divinidad. Tan pronto como el ego deja de funcionar, el ‘Tú
eterno’ toma su lugar".
De Vindhyachal fui a Chunar. Sri Ma también fue allí.
Un día dijo: "¿No sales nunca a pasear?" Yo respondí:
"Estoy demasiado débil para desplazarme, ¿Cómo podría
hacerlo?" Al día siguiente al amanecer me llevó con Ella a dar
un paseo. Caminamos cinco o seis millas por las altas planicies así
como por las colinas bajas y volvimos a las 11 a.m. Mientras veníamos
colina abajo me sentí muy débil y a penas podía caminar. Ma se
volvió y dijo: "Nuestra casa no queda lejos". A los diez
minutos un ekka apareció bastante inesperadamente en una
pequeña calle; de lo contrario hubiésemos tenido que caminar una
milla más para llegar a una parada de transporte. Tenía miedo de
que el gran esfuerzo debido a un paseo tan largo pudiese agravar mi
enfermedad. Pero no ocurrió nada de eso.
Sri Ma dijo un poco después: "En ambos, este mundo
de trabajo diario así como en la esfera espiritual, la paciencia es
el mayor sostén".
A una pequeña distancia de mi casa, Pitaji,
Mataji y yo nos sentamos en un césped. Mataji dijo que le gustaría
bañarse con agua cogida del pozo que había cerca del fuerte. Empezó
a presionar para conseguirla como una niña pequeña. Le dije, "Voy
a llamar a mi sirviente". Ella respondió: "No, no debes
hacerlo". Me sentí desconcertado pues en aquellos lugares la
gente coge agua de los pozos antes de la caída del sol. Me sentía
apenado porque pensaba que no podría hacer que se cumpliesen los
deseos de Sri Ma. Pero para mi sorpresa apareció un hombre con una
linterna en el pozo para sacar agua. Le persuadimos para que cogiese
agua para el baño de Ma.
Sri Ma dijo: "Lo que quiera que busquéis puede ser
conseguido siempre que la sed por el objeto de vuestro deseo impregne
cada fibra de vuestro ser."
Durante mi enfermedad pasé unos días en Giridih. Un
día estaba deseando ver a Ma, y me encontré para sorpresa mía que
Ella y todo Su grupo llegaron a la mañana siguiente.
Después de este cambio de aires regresé a Calcuta.
Incluso allí escupía sangre al toser. Mis médicos me recomendaron
pasar el resto de mis días en algún lugar saludable.
Sri Ma ordenó: "Vuelve a tu escritorio en la
oficina y reanuda tus obligaciones allí." Fui a Dacca. Ambos
Pitaji y Mataji me acompañaron a la oficina y se fueron
después de dejarme sentado en mi propia silla.
Por entonces el señor Finlow, director del Departamento
de Agricultura, era mi jefe. Me quería y me tenía en gran estima.
Me dijo: "Haz todo el trabajo de oficina que puedas; envía el
resto a mi escritorio." Me preguntó: "Bueno, solamente
dime ¿Como te recobraste de esa feroz enfermedad? En respuesta le
dije: "Es por la gracia de Mataji que vive allí en el Ramna
Ashram. No me dio medicina alguna. Aunque seguí las prescripciones
de los doctores, Su piedad ha sido mi única salvación." Dijo
él: "Entre nuestras gentes se oyen casos similares. Creo en lo
que dices."
Una noche un anciano vecino mío, de unos 80 años de
edad, de nombre Shyama Charan Mukherji, vino a mi casa. Cuando la
conversación trataba de Sri Ma, dije: "Es solamente por la
gracia Suya que todavía estoy vivo". El profirió
impulsivamente: "¿Puede uno por la gracia de alguien vivir más
que la duración que tiene predestinada?" En el curso de esta
discusión de repente se quedó callado y se marchó segundos
después. Regresó a la mañana siguiente para decir: ¿Sabes por qué
dejé tu casa tan bruscamente? Cuando hablábamos sobre Sri Ma, vi
sobre el respaldo de tu silla una brillante luz oval como si fuese el
sol. En ese momento había oscuridad afuera y no había luz en la
habitación. Miré alrededor y no pude dar con la fuente de semejante
luz a esa hora; así que decidí meditar sobre el fenómeno antes de
comentártelo. Después de una cuidadosa reflexión he llegado a la
convicción de que todo es posible a través de la gracia de un Gran
Ser. En realidad Ella te ha estado protegiendo desde el principio."
Unos meses después del primer darsana de Sri Ma,
Niranjan le dijo en Shahbag: "Ma, muy frecuentemente pensamos
que después de que se ponga en funcionamiento tu Ashram, ambos yo y
Jyotish viviremos allí como brahmacharis durante nuestra
próxima reencarnación." Ma me miró y preguntó: "¿Por
qué estás callado? ¿No serías capaz de hacerlo incluso con este
cuerpo?"
Tres o cuatro años después, cuando reanudé mis
obligaciones después de recuperarme, Sri Ma me recordó la
conversación arriba mencionada y dijo: "Piensa en como has
vuelto a renacer." Entonces cogió una cadena de oro de Su
cuello y la colocó sobre el mío, diciendo: "Desde este día en
adelante puedes estar seguro de que eres un brahmachari y de
que has tenido tu reencarnación."
La pequeña cabaña, de ocho por cinco y medio cúbitos,
con verandas por todos los lados, que había erigido en el Ashram
según mis propias ideas, era utilizada por Ma. Se echaba en
cualquiera de las dos largas verandas de los lados. Me dijo que yo
había sido uno de los samnyasis que solía habitar en el
lugar, y que el sitio que inconscientemente había elegido para
construirle la cabaña, era el mismo lugar donde había pasado mi
vida durante mi anterior nacimiento.
Siento que fue mi especial buena suerte el que el cuerpo
físico de Sri Ma yaciese en el mismo lugar donde llevé a cabo mi
sadhana durante mi existencia previa. Probablemente mi karma
había dirigido el curso de los acontecimientos; pues cuando vi a Sri
Ma la primera vez, me pareció que encarnaba en Su Persona a todos
los dioses y las diosas y sentí que había sido la Diosa que
presidía toda la serie de mis nacimientos anteriores.
Desde finales de 1929 y durante tres años completos,
solía ir a Ramna muy temprano por la mañana con el deseo de verla a
Ella lo primero. Con este propósito me levantaba de la cama a las 2
a.m., terminaba mis oraciones habituales y el culto sobre las 4:30
a.m. y después salía. Algunos días concretos ocurrió que confundí
las dos manillas del reloj, miré mal la hora y salí mucho más
temprano. Al oír el reloj dando la hora en una casa adyacente por el
camino, me di cuenta que había salido demasiado temprano. En ese
caso, andaba por los campos de Ramna o me sentaba junto a la puerta
de Ramna Kalibari, esperando la luz del amanecer. Entraba en el
Ashram a las 5 a.m. y andaba por los campos con Sri Ma, regresando a
casa a las 10:30 o las 11 a.m. Algunos días volvía a mediodía o
incluso a la 1 p.m.
Nunca me senté en presencia de Ma. Mi cuerpo entero
permanecía erguido con un sentimiento de alegría interior. Cuando
alguien me pedía que me sentase, me sentía bastante incómodo. Sri
Ma normalmente estaba bastante callada durante nuestras vueltas
matinales. Rompía Su silencio solamente en casos excepcionales. Yo
solía seguir Sus pasos sin decir palabra.
Un día un viejo abogado, de nombre Sri Ashwini Kumar
Guha Thakurta, fue allí para un paseo matinal y le dijo a Ma: "He
venido, pero no a verte a ti, Madre, sino a conocer a tu hijo
favorito y a observar con mis propios ojos cómo viene a ti tan
temprano cada mañana haga frío, calor o llueva, y cómo sigue cada
uno de tus pasos en absoluto silencio. La sola contemplación me da
una gran alegría." Le dije: "Bendíceme, para que pueda
pasar el resto de mi vida de esta manera!" El anciano me
estrechó contra su pecho y dijo: "Ya estás bendecido."
A veces caía un fuerte chaparrón durante las primeras
horas de la mañana, pero en varias ocasiones observé que cuando
comenzaba a pronunciar el nombre de Ma con los labios, la lluvia
cesaba por el momento y me costaba poco llegar a Su casa. Durante el
tiempo lluvioso o a través de la densa niebla del invierno no hubo
ningún tipo de obstáculo para pasear con Ma cada mañana durante
tres años completos.
Hubo una época en que los disturbios hindo-musulmanes
se extendieron por Dacca. Antes de que comenzase el estallido, Sri Ma
exclamó un día: "¡Terrible! ¡Monstruoso! "Cuando
pregunté sobre el significado de tales expresiones, Ella dijo: "Por
toda la ciudad escuché chillidos, lamentos y gemidos." Pero
incluso cuando el encarnizamiento comunal estaba en su punto álgido,
no dejé de hacer mis paseos matinales. Mi vecino Srijut Bhawani
Prasad Neogi solía considerarme como su hermano pequeño. Un día me
previno, diciendo: "Estoy muy preocupado por ti hasta que
regresas. Apuñalamientos, asesinatos, asaltos están a la orden del
día por toda la ciudad. ¿Es apropiado que andes solo en una
atmósfera tal?"
Yo solía pensar que como Sri Ma no decía nada en
contra de mis excursiones matinales, no tenía nada que temer. Así
que continué la rutina normal de mi vida.
Un día estaba de camino al Ashram de Ramna. Las farolas
de la calle estaban alumbrando. No se veía a nadie. Pasé por el
Bungalow de Dak y anduve unas 100 yardas más, cuando advertí a un
tipo fornido, envuelto en un trozo de tela, escabulliéndose detrás
de un árbol de caoba; me seguía.
Le pregunté hacia dónde iba ; me respondió que iría
conmigo. Le hice saber que iba al Ashram de Ramna. Dijo que él
también iría allí. Su aspecto era sospechoso y yo tenía mucho
miedo. De repente, yo grité: "No, no debes venir conmigo!"
Dicho esto, anduve deprisa con pasos largos sin mirar en ninguna
dirección. Después de haberme alejado, me di la vuelta y vi cómo
el hombre se había quedado inmóvil como un tronco en el lugar donde
le había dejado. Cuando llegué al Ashram, me encontré a la Madre
de pie en la puerta con su afectuosa mirada fija en mi. Caí a sus
pies y le relaté lo que había ocurrido. No dijo ni una sola
palabra. Luego supe que había habido un asesinato en ese mismo
barrio.
HACIA TIERRAS LEJANAS
Podemos observar en cada paso de la vida que son
necesarias tres cosas para el éxito en la lucha por la existencia:
un objetivo noble, una firme determinación y una dedicación de todo
corazón al deber. Aunque en algunos casos, no se consiga ningún
éxito tangible con estas virtudes, al menos, de ese modo, se
desarrolla la disposición para hacer el bien y un trabajo sustancial
que dan sus frutos a la primera oportunidad.
Después de regresar a mis obligaciones en la oficina
pasé tres años de trabajo ininterrumpido. Un día en el Ashram, Sri
Ma cogió una flor, y arrancando todos sus pétalos, me dijo: "Muchos
de tus samskaras se han desprendido y muchos más caerán como
los pétalos de esta flor, hasta que yo quede como tu apoyo
principal, igual que el tallo único de esta flor. ¿Comprendes?"
Diciendo esto, comenzó a reír. Le pregunté: "Ma, como puedo
alcanzar ese estado?" Ella respondió: "Cada día recuerda
esto una vez; no necesitas hacer nada más."
A decir verdad, este pensamiento se hundió
profundamente en mi alma y permaneció conmigo en la rutina cotidiana
de mi vida. Todos los pensamientos dispersos fueron gradualmente
dirigidos a un fin. Aunque distintas ideas a menudo me traían
distracción, sin embargo había un gran deseo en mi de mantenerme
firmemente adherido al pensamiento fundamental de que Sri Ma estaba
allí dentro de mi como mi espina dorsal.
A partir de esto me convencí que lo que un hombre
consigue con una práctica religiosa constante, con el aislamiento
mental del objeto de los sentidos, puede ser conseguido a través del
poder de una palabra de un Mahatma.
Después de unos seis o siete meses, Sri Ma me dijo un
día durante nuestro paseo matinal: "Escucha, tu vida activa
está llegando a término." Lo oí pero no evocó ninguna
respuesta profunda dentro de mi.
Por esa época Sj Bhagawan Chandra Brahmachari también
solía decirme muy a menudo: "Prepárate, un santo va a bajar
desde el Himalaya para llevarte consigo." Tenía una naturaleza
infantil y pensé que estaba gastando bromas.
Unos pocos meses después me cogí un permiso de cuatro
meses. Estaba buscando una estación de montaña para cambiar de
aire. Mientras tanto el 2 de Junio de 1932, sobre las 10:30 p.m., Sri
Ma envió por mi a Brahmachari Jogesh y preguntó si podría
acompañarla. Quise saber dónde deseaba ir Ella. Su respuesta fue:
"A cualquier sitio que elija." Me quedé callado. Ella
añadió, "¿Por qué te quedas callado? Medité sobre el hecho
de que no podría informar a nadie sobre el asunto. Así que ante la
atracción del mundo, dije: "Tendré que coger dinero de casa."
La Madre dijo: "Recoge de aquí lo que puedas." Dije
"Bueno" con los labios; pero sentí que mi hijo y mi esposa
se asomaban desde las profundidades de mi corazón diciendo: "¿Dónde
vas, abandonándonos?"
A pesar de ello, con una manta, una colcha y un
taparrabos partí con Mataji y Pitaji. Al llegar a la estación
Sri Ma dijo: "Reservad billetes hasta el término de esta
línea." Hicimos la reserva para Jagannathgunge. Al llegar allí
al día siguiente, Sri Ma dijo: "Cruzad a la otra orilla."
Desde allí fuimos a Katihar. Me quedaban solo unas rupias, pero
bastante inesperadamente me encontré con un viejo amigo que me dio
100/-Rs y una gran cantidad de fruta y caramelos. Desde allí fuimos
a Lucknow, nos apeamos en Gorakhpur y nos montamos en el Expreso de
Dehradun.
Al día siguiente, después de llegar a Dehradun
descansamos en dharmasala. Era un lugar desconocido para
nosotros. Toda la gente eran extraños y todo me parecía nuevo.
Sri Ma dijo: "Encuentro todo viejo." Donde
iríamos a continuación era bastante incierto. Por la tarde Pitaji
y yo fuimos de paseo y nos enteramos que había un templo de Kali
en las proximidades. Fuimos allí y nos dijeron que a unas tres o
cuatro millas de distancia en el pueblo de Raipur se alzaba un templo
de Shiva que estaba bastante solitario y que era un lugar adecuado
para hacer vida de retiro. En el discurrir de los acontecimientos un
Pandeji de Raipur vino a encontrarse con nosotros. Tuvimos una charla
con él y lo acompañamos a Raipur a la mañana siguiente. A Pitaji
le gusto el sitio. Cuando buscamos la opinión de Mataji, Ella dijo:
"Arregladlo entre vosotros, para mi todos los lugares son
buenos."
Desde la mañana del miércoles, 8 de Junio, de 1932,
ambos Mataji y Pitaji comenzaron a vivir en el templo.
Acontecimientos posteriores se publicaran más adelante,
si es el deseo de Mataji.
SRI SRI MA
Está más allá de la inteligencia común comprender lo
que Sri Sri Ma representa y lo que es en realidad. Aunque Ella
siempre dice: "Soy solamente vuestra hijita loca," sin
embargo en todos los aspectos de Su vida, en Su siempre encantador
lila entre nosotros, todos los poderes de la Divinidad
encuentran expresión en formas tangibles.
En Sri Ma encontramos una fuente perenne de alegría y
dulzura, aunque esté rodeada día y noche por el ruido, bullicio y
miles de súplicas de toda clase de personas. Sus miradas tranquilas
y serenas, Su elegante y siempre sonriente respuesta a todas las
preguntas, Su exquisito sentido del humor traen satisfacción y
alegría a todas las almas. Su forma de vivir es tan universal y tan
omni-abarcadora que podría llamársele Amor Maternal encarnado.
Algunos dicen que es la Diosa Suprema del Universo en
forma humana. Otros a su vez son de la opinión que ha alcanzado la
perfección a través de una evolución psíquica espontánea, sin
ningún esfuerzo por su parte. Para nosotros Ella parece ser aquello
que cualquiera pueda considerar que es. Al verla por primera vez, uno
queda estimulado por el fervor religioso, incluso si se es casi
insensible a las ideas religiosas. En Su presencia los pensamientos
de Dios y Su gloria florecen en toda su brillantez en corazones que
están tan secos como el polvo y las vibraciones de una vida
universal que todo lo impregna se apoderan del corazón de uno, como
si dijéramos, con un oleaje infinito como un vasto océano de
felicidad.
Cuando le preguntaron en una ocasión quién era Su
preceptor, o de quién había recibido iniciación, comentó: "En
los primeros años mis padres fueron mis guías; en la vida de
casada, mi marido; y ahora en cualquier situación de la vida, todos
los hombres y cosas del mundo son mi Guru. Pero una cosa es segura.
El Ser Supremo es el único Guía para todos."
Desde ese punto de vista de las gentes del mundo Sri Ma
es una hija, esposa y madre ideal. Para un aspirante a la vida
espiritual, Sus palabras y comportamiento tienen un significado
profundo, indicando varias formas de cultura espiritual y de
prácticas yóguicas, así como las verdades básicas del dualismo,
no-dualismo, monismo dualista y otras doctrinas filosóficas.
Los cambios físicos que se hacen manifiestos en Su
cuerpo nos llevan a la conclusión de que Ella es una Vaisnava
confirmada; en el culto tántrico de Shiva, Kali, Durga
y otros dioses y diosas o en las realizaciones de sacrificios
religiosos védicos ha causado admiración entre eminentes filósofos
orientales y occidentales. La única diferencia que encontramos entre
Sri Ma y los Grandes Maestros que han alcanzado la perfección a
través del bhakti yoga, jñana yoga, o karma yoga,
en sus líneas particulares, está en el hecho de que en Sri Ma todos
los caminos de sadhana han alcanzado una maravillosa síntesis.
Es a través de esta armonía de las diferentes maneras de
aproximarse a la Divinidad que todo tipo de personas reciben
inspiración de Su presencia.
Su aspecto afable y dulce, Su paciencia y resistencia
poco común, Su espíritu de sacrificio y simplicidad, Sus modos
siempre alegres y con sentido del humor al tratar a hombres, mujeres
y niños, Su clara e inmaculada visión y Su buena voluntad hacia
todos los seres vivos, Su amor por todos los hombres
independientemente de cuál sea su casta, credo, comunidad y
nacionalidad, Su absoluta libertad frente al placer, el dolor y
similares, hacen de Ella una figura única en los tiempos modernos.
No se puede decir que haya obtenido la perfección a través del
propio esfuerzo, ya que, los que la han observado desde Su infancia
aseguran que ha sido la misma en pensamientos y acciones toda Su
vida. Nadie la ha visto aún realizar ejercicios religiosos o
espirituales de ningún tipo.
Los fenómenos naturales o sobrenaturales que se
manifestaron en Su cuerpo ocurrieron espontáneamente por el bien de
todos los seres humanos. Esas manifestaciones no dependían de Su
voluntad, ni funcionaban contra ella, ni tampoco eran el resultado de
ningún esfuerzo devocional por su parte. Cuando se ofrecen en el
fuego del altar mantequilla refinada junto con otras oblaciones, las
llamas se encienden por una ley natural, pero el perfume que se
emana, purifica y aviva toda la atmósfera. Después de un rato no
queda rastro de la ofrenda sacrificial, pero las llamas continúan
quemándose en pureza y luminosidad. Exactamente de la misma forma
cuando los devotos de Sri Ma traen ofrendas a Sus pies con lo mejor
de Su amor y reverencia, el toque de estos obsequios hace que la
fuente de su corazón brote, como el fluir natural de la leche del
pecho de la madre al ser tocado por los labios del niño. Así que en
el caso de La Madre, Su palabra, Sus miradas, Su cara, todo expresa
amor por Sus hijos. Su cara se ilumina durante un rato con una llama
divina y poco después reanuda su serenidad habitual.
En Ella no hay conflicto, ningún impulso hacia la
acción o inacción perturba la serenidad de Su voluntad. Está
completamente impregnada de la luz de la Verdad Suprema que forma los
cimientos de todos los principios y prácticas religiosas y de los
códigos morales del mundo que han sido revelados a la mente humana
en diferentes épocas por el bien del universo.
Un vislumbre de esa Verdad, una sugerencia de ésta,
brilla en todas Sus acciones, palabras y canciones. Su vida ilustra
el gran hecho de que el hombre, mientras cumple sus obligaciones
diarias dócil y alegremente y mantiene relaciones sociales puede aún
así avanzar en su camino espiritual.
Ha llegado la hora de que evaluemos la cantidad de bien
que están haciendo en nuestra vida social la multitud de gente que
están engrosando el número de samnyasis y sadhus.
Salirse de las fronteras de la vida familiar y de los límites de los
derechos y responsabilidades civiles para intentar abrir caminos
fáciles para elevar espiritualmente a la familia, a la sociedad y a
la nación, no es asunto fácil.
Hay personas que han alcanzado niveles altos de grandeza
espiritual al retirarse del mundo y vivir una vida de reclusión en
Ashrams solitarios o en cuevas en la montaña. Su grandeza individual
no eleva el nivel cultural general de las masas de gente a ningún
grado apreciable. Ni tampoco se elevan los niveles de vida
masificada. A través de su inspiración se han establecido muchos
Ashrams en diferentes partes del país, las agujas de los templos
allí erigidos pueden alzarse a lo alto del cielo, el atractivo del
culto y los himnos y música devocionales cantados por la mañana y
por la noche inducen a mucha gente de lejos y de cerca a gastarse más
y más dinero en la empresa, la distribución gratuita de prasada
puede atraer a multitudes de hombres hambrientos de religiones de
alrededor como si fuesen moscas. Pero la influencia de tales
instituciones construidas a expensas de tanto trabajo y dinero apenas
ayuda a hacer que nuestra vida social sea más sana y brillante, ni
extendiendo el conocimiento y la alfabetización ni un amor más
grande por los hombres, ni una vez más fomentando un deseo más
ardiente por la vida Divina. Nuestra sociedad se estropea más y más
a través de la envidia mutua, la rivalidad e insignificantes
disputas por bagatelas. Aquellos que son fuertes de corazón con un
espíritu de responsabilidad social y de servicio desinteresado,
apenas encuentran campo para un trabajo social real y eficaz, estando
medio paralizados por ideas sociales estancadas en la reclusión de
clases de los viejos tiempos de la ortodoxia. Por otra parte uno se
encuentra a cada paso oposición a cualquier esfuerzo de reforma. La
cultura por la cual se aseguran la salud física y mental, que hace
al hombre fuerte y resistente a través de la realización de la
gracia de Dios en todos los caminos de la vida, que refina y
transforma nuestros impulsos egoístas y de mira estrecha en un
espíritu de servicio desinteresado y de auto- sacrificio
independiente de la casta y credo está desapareciendo rápidamente
de nuestro país y apenas quedan dudas de que el alcance y el campo
de una cultura tal está gradualmente menguando entre nosotros.
Ha llegado la hora de que nos preguntemos qué es lo que
nos traído a tal estado de cosas. Hemos caído en los estrechos
conductos de cultos y prejuicios desgastados por el tiempo. Las ideas
y los ideales de los viejos tiempos y los de la era actual se han
encontrado cara a cara y han producido estancamiento en nuestra vida
social y religiosa. Sri Ma se encuentra al principio de los caminos.
Siempre encontramos en Su vida y en todas Sus
actividades un deseo ardiente de asegurar el bienestar del mundo,
echando la carga de que cuiden de Su cuerpo a otros y liberándose
completamente de todos los cuidados de Sus propias comodidades
corporales. Así se ha quedado completamente libre para ayudar a la
causa de los desamparados y oprimidos, de los enfermos y destituidos,
además de ayudar a los ricos y poderosos que siempre sufren diversas
enfermedades psíquicas y mentales en sus saciadas y consentidas
vidas.
Su vida nos abre los ojos a todos. Muestra con sus
actividades cotidianas cómo podemos unir cada minúsculo detalle de
la vida con el Infinito y como podemos cultivar una nueva perspectiva
en nuestras relaciones con los hombres y hacer de este mundo un lugar
de nueva alegría, esperanza y paz.
Desde el punto de vista mundano no posee nada que pueda
llamar suyo. Todos los lugares del hombre común, los templos, los
dharamsalas, los Ashrams públicos y las cabañas son ahora Sus
únicos lugares de residencia, - lugares en los que cualquier persona
desde lo más alto a lo más bajo pueden acudir a Ella sin ningún
impedimento. Se ha dedicado entera y completamente al bien del mundo.
Todos los seres vivos son Sus propios parientes y amigos. Como se
mencionó previamente, Ella dice: "Encuentro que el mundo entero
es un vasto jardín, sois todos flores que florecen en este jardín
con vuestra belleza y gracia individual. Me muevo de una esquina de
él hacia la otra. ¿Qué os hace estar tan tristes cuando os
abandono, solamente para estar allí en medio de vuestros hermanos?"
En otra ocasión dijo: "No tengo necesidad de decir
o hacer nada; nunca hubo necesidad, tampoco la hay ahora, ni la habrá
nunca en el futuro. Lo que encontrasteis manifestado en mi en el
pasado, lo que veis ahora y lo que observaréis en el futuro es solo
por vuestro bien. Si pensáis que hay algo mío peculiar, tengo que
deciros que el mundo entero lo es."
Las magníficas actividades creativas de la Madre
Universal que encontramos reveladas en cualquier lugar de este mundo,
pueden observarse en todas Sus palabras y acciones, en su intercambio
social con todo tipo de gentes en cualquier lugar. Para aquellos que
son Sus devotos, es como una niñita que pide muestras de su amor;
para aquellos que son desgraciados debido a enfermedades u otras
penas mundanas, Su inquietud maternal para aliviarlos toma forma en
diversos remedios. Todas estas actitudes proceden de una reserva de
un fuerte poder espiritual que siempre trabaja en el fondo.
Muestra la misma consideración y reverencia por todas
las religiones, por todas las instituciones sociales y leyes, por
todas las formas de educación. Esto ilustra la gran verdad de que
todo en este mundo es la encarnación de un Ser Supremo. Dice: "Todos
los pensamientos religiosos fluyen en una dirección, como todos los
riachuelos van a para a un océano; y todos somos uno." Si
alguien le hace la pregunta: "¿A qué casta perteneces?, ¿Dónde
está tu hogar?" En seguida contesta con una risa: "Desde
vuestro punto de vista mundano este cuerpo pertenece a Bengala del
este y es de casta bramana; pero si pensáis fuera de estas
distinciones artificiales, comprenderéis que este cuerpo es un
miembro de una sola familia humana."
A veces se la ha oído decir: "Ten fe en este
cuerpo. Tu fe de todo corazón te abrirá los ojos." También
dice de vez en cuando: "No sé nada, digo lo que vertéis en mis
oídos." Y luego: "Este cuerpo no es sino una muñeca; como
deseáis jugar con ella, por eso sigue jugando."
De estos y otros comentarios se hace evidente que en Su
Persona el Poder que yace detrás de este mundo fenoménico ha
cobrado forma. Sus actividades emanan de una fuente origen y vuelven
a ella. No tiene sentido de la dualidad. A veces dice o bien: "Sólo
Tú eres, y solamente Tú "o: "Sólo Yo soy y todo está
contenido en Mi."
En una ocasión dijo "Hay alguna diferencia
esencial entre yo misma y tú mismo? Solamente porque Él es, también
hay tú y yo. Si con una fe incondicional, una fuerte devoción y un
corazón rebosante de amor cualquiera de vosotros puede exclamar:
Madre, ven, ven a mi, Madre, no puedo pasar los días sin ti, estad
seguros, la Madre Universal extenderá Sus brazos hacia vosotros y os
estrechará contra Su pecho. No la consideréis solamente como un
refugio misterioso en vuestras horas de aflicción. Recordad siempre,
Ella está muy cerca de vosotros, guiando todas las fuerzas de
vuestra vida. Proceded con esa convicción: Ella tomará de vuestros
hombros todo el peso responsabilidades y os dará fuerzas para llevar
la cruz."
FIN
NOTA
Los himnos que salieron espontáneamente de labios de
Sri Ma no están en sánscrito ni en otra lengua que nos sea
conocida. Hay ciertas palabras y expresiones en ellos que están en
sánscrito y los himnos parecen tener la naturaleza de las oraciones.
Deberían considerarse como mantras, en los que cada sílaba tiene su
propio significado y no puede ser reemplazado por ningún sinónimo.
La traducción dada en el texto no debería, por tanto, ser
considerada como una reproducción de los himnos. Es más, parece ser
que los sonidos que salían de los labios de Sri Ma no siempre han
sido reproducidos correctamente.
GLOSARIO
Ananda Felicidad,
deleite, alegría. El arrobamiento que está más allá de la
felicidad y de los pesares y al que no afectan ninguno de los dos.
Asana
Postura yóguica o pose física. Cada
postura corresponde a un estado particular de la mente. Las posturas
yóguicas ayudan a la concentración. Algunas poses tienen también
propósitos curativos.
Atma o
Atman
El Verdadero Sí Mismo. Existencia o Ser Supremo que es de la
naturaleza de la Autoconciencia y del Autodeleite, y más allá de
todas las manifestaciones de la naturaleza.
Avidya
Ignorancia de la verdadera naturaleza
del Sí Mismo o de la Realidad. Cualquier conocimiento que no sea el
del Sí Mismo pertenece a la categoría de avidya.
Bhakti
Devoción y amor hacia Dios.
Bhakti yoga, jnana
yoga, karma yoga Se
cree que hay principalmente tres caminos de reunificación con Dios,
a saber a través del karma-
trabajo desinteresado o trabajo hecho como servicio; a través del
bhakti-
devoción pura y amor a Dios; a través del jñana-
discriminación entre lo Real y lo irreal, que lleva al Conocimiento
que es la intuición del Uno en la multiplicidad.
Bhajana
Canciones religiosas.
Bhava Éxtasis
espiritual, humor transcendental. Estos bhavas
normalmente suceden en estados elevados del camino del bhakti.
Brahmachari
Estudiante religioso
que se entrega a prácticas espirituales y al servicio, y guarda un
celibato estricto.
Brahmin
Miembro de la casta sacerdotal, la casta
más elevada de la sociedad hindú. La obligación especial de un
Brahmin es
aspirar al Brahmavidya,
el conocimiento de la Realidad Suprema. Un verdadero Brahmin
tiene que ser Brahman
de nacimiento, de conducta y de conocimiento del Brahman.
Brajadhama Vrindavan
y los pueblos de alrededor, donde se supone que Sri Krsna vivió.
Cakras
Zonas físicas del sistema humano, que
representan los campos de diferentes fuerzas físicas y que han de
ser conquistadas, purificadas y sublimadas por el yogui y su viaje
ascendente a la esfera de la Conciencia y el Poder Divinos.
Chaitanya Deva
El gran apóstol del vaishnavismo,
nacido en 1485 D.C. en Bengal, que enseñó el camino del amor divino
para la comprensión de Dios. Pasó la mayor parte de su vida en un
estado de intoxicación Divina y experimentó muchos humores
trascendentales (bhavas)
que también le causaron ciertas transformaciones en el cuerpo.
También se le conoce como El
Señor Gouranga.
Dal
Legumbre suelta. El dal
hervido con arroz o pan sin levadura es la comida más común de la
India.
Darsana
Vista, visión. Se habla de tener
darsana
de un santo, sabio o deidad, lo cual significa haber quedado
bendecido ante su visión y presencia.
Dharmasala
Hostal para peregrinos y viajeros.
Dhurba tipo
de hierba utilizado para el culto.
Ekka Un
carruaje de campo de dos ruedas tirado por un caballo, utilizado
abundantemente en la región de U.P. de la India.
Faquir Mendigo
religioso o santo musulmán.
Gomukhi Una
de las posturas de meditación.
Guna
Las tres propiedades o aspectos de
prakrti (
la sustancia primordial). Los tres gunas
son: sattva
( armonía, ligereza, luminosidad); rajas
( movimiento y aquello
que produce el movimiento ) ; tamas
( inercia, pesadez,
oscuridad ). Los tres gunas
actúan y reaccionan continuamente uno sobre la otro y siempre están,
mientras el mundo exista, en un estado de equilibrio alterado.
Guru
Guía y maestro espiritual. Según la
tradición, el candidato que quiere ser admitido en la vida
espiritual tiene que situarse bajo la guía de un profesor competente
que normalmente le inicia con un mantra.
El mantra es
el representante de la deidad del discípulo.
Hari
Dios. Uno de los nombres de Visnu,
el que sostiene y conserva el universo, que es venerado por los
Vaisnavas.
Isvara
El Señor del universo, el Saguna
Brahman.
Kali
Uno de los nombres de la Divina Madre.
Karma Acción,
el resultado de la acción, así como la ley de causa y efecto por la
cual las acciones inevitablemente producen su fruto. El karma se
origina del sí mismo individual en su ignorancia funcionando como un
agente activo. Cuando el hombre realiza su verdadero Si mismo, el
karma cesa
para él.
Khir
Leche hervida hasta que se pone densa y
endulzada.
Kirtana
El cántico de los nombres y de la
magnificencia de Dios. Puede ser realizado por una persona o por un
grupo de personas acompañando a instrumentos musicales,
principalmente tambores y cimbales.
Lila
Juego. Movimientos y acciones del Ser
supremo que son libres por naturaleza y que no están sujetos a
leyes.
Laksmi Consorte
de Visnu.
Laksmi
es la diosa de la riqueza y prosperidad y guardiana del hogar.
Mahabhava
El tipo más alto de amor y
auto-dedicación a la Divinidad. Un estado de profundo amor estático
por la Divinidad.
Mahamaya El
Poder Supremo. Uno de los nombres de Kali,
la Divina Madre.
Mantra
Serie de sonidos de gran potencia. Es la
representación sonora de Ista
Devata. El nombre y la
forma son inseparables. Por tanto, si el nombre está imbuido de
vida, la forma que representa no puede dejar de revelarse, siempre
que la práctica sea suficientemente intensa.
Mudra Postura
particular del cuerpo completo o de sus partes, que representa la
expresión de un deva
sakti ( fuerza natural
más elevada) concreta. Sin esa postura una sakti
determinada no puede funcionar. La realización de estos mudras
es necesaria de cara a producir los cambios necesarios en la mente o
en el carácter. En el caso de Mataji estos mudras
salían espontáneamente.
Nemaz Oración
musulmana.
Pandit
Alguien instruido en sánscrito y en las
escrituras hindúes.
Parabrahman
La Realidad Suprema, el Absoluto.
Pranama
Reverencia. Una postura de entrega,
indicando el sentido de la pequeñez de uno en la presencia de aquél
al que se le ofrece la reverencia.
Pranava
La sílaba mística Om,
que es el sonido primordial que representa la Realidad Suprema
Espiritual.
Prasada La
comida ofrecida a una deidad o santo se convierte en prasada
cuando ha sido aceptada y por lo tanto bendecida. Entonces es
consumida por los devotos.
Puja
Culto ceremonial de los hindúes.
Puri
Un delgado pastel de harina de trigo,
frito con mantequilla refinada o aceite.
Rudra
El Dios Shiva
en Su aspecto terrible como destructor.
Rudrani Consorte
de Rudra.
Rudrani
tiene un apariencia espantosa.
Sadhaka
El que practica sadhana.
Sadhana
Práctica espiritual llevada a cabo con
el propósito de prepararse para la Auto-realización.
Sadhu
Alguien que ha dedicado su vida al
esfuerzo espiritual y está libre de enredos familiares y de
negocios.
Sakti
Energía Divina. En el hinduismo, la
Sakti
está simbolizada generalmente por una mujer divina.
Sakti mantra La
representación sonora de la Diosa del Universo o Madre del Mundo.
Samadhi
Un estado en el que la mente está
completamente concentrada en su objeto de contemplación (savikalpa
samadhi) o deja de
funcionar, y solo permanece la Pura Conciencia, revelándose a Sí
Misma (nirvikalpa
samadhi).
Samskara
Disposiciones
mentales, que actúan como semillas y tienen una tendencia a germinar
en la acción. Estos samskaras
se traen normalmente de anteriores reencarnaciones. Son destruidos
cuando brilla la Luz del Supremo Conocimiento (jñana)
.
Samnyasi Alguien
que llega al samnyasa.
Según el sistema hindú, el samniasa
es el último estadio de la vida, en el cual un hombre tiene que
renunciar a su familia, posesiones, casta, posición social, etc.- de
hecho todo aquello a lo que está apegado, y entregarse a la
Divinidad. Técnicamente es de dos tipos, a saber vividisa
samnyasa, precedido
por un sentido de desapego del mundo. El otro es vidvat
samnyasa, que es el
samnyasa por
excelencia, precedido por el nacimiento de Brahmajñana
(realización del
Brahman).
Sastras Las
sagradas escrituras hindúes.
Svarupa El
verdadero Sí mismo del hombre.
Uttarayan Sankranti
El solsticio de invierno.
Vasanti Puja
Durga puja, celebrada
en primavera.
Yantra
Diagrama geométrico de diferentes
diseños, que representa la acción y expresión de diferentes
fuerzas sobrenaturales, y que se pretende sea una representación de
una forma particular del Supremo Poder Divino.
Cada fuerza, cada mantra
tiene su correspondiente yantra. Cada yantra se supone
que representa el cuerpo humano como tal, o el cuerpo del Hombre
Cósmico. Normalmente tiene dos características en común, a saber
el centro que es un punto dentro de un triángulo o cuadrado, y el
límite externo que es un cuadrado. Al punto se le llama "bindu",
y representa la esencia del Ser en equilibrio. Es concebido como
un trono en el cual se sienta la Persona Suprema. El cuadrado que
forma el límite exterior representa los aspectos físicos y
sensibles del devoto, con puertas de acceso apropiadas para llevarlo
hacia el interior.